Astillero
Felicidad colonial
Cañonazos de salva
¡Welcome, Hillary!
El calderonismo está contento porque los gringos han decidido poner agentes y espías en la frontera con México y porque al fin parecerían decididos a tomar medidas en relación con su vecino fallido. A ningún país medianamente sensato le provocaría entusiasmo que a sus asuntos se asomen las bélicas narices del imperio en decadencia, mucho menos si a lo largo de su historia independiente ese país ha sufrido, de parte del otro, robos de territorio, invasiones sin justificación y ofensas altaneras. Pero el felipismo, a través de la voz de su canciller Patricia Espinosa, considera un gran triunfo que Washington esté desplegando fuerzas armadas (primero policías, luego se verá si también tropas) a lo largo de la línea común, como si el preocupante hecho hubiese sido intencionalmente buscado a lo largo de la inexplicable guerra torpe y sin sentido que Los Pinos ha declarado a los cárteles mexicanos del narcotráfico.
La apertura de puertas al intervencionismo estadunidense hace recordar episodios como el de 1914, en Tampico, cuando nueve marinos del acorazado estadunidense USS Dolphin bajaron en un bote a buscar combustible y se toparon con militares mexicanos que los apresaron por entender que estaban violando disposiciones locales. A pesar de que con rapidez fueron giradas instrucciones para que los marinos yanquis fueran liberados, y presentadas las excusas oficiales, el comandante de ellos exigió como desagravio que en territorio mexicano se izara la bandera estadunidense y se le rindieran honores, con los correspondientes cañonazos de salva. La negativa mexicana a cumplir las vergonzosas condiciones –un pretexto, una provocación– desencadenó la segunda intervención de Estados Unidos en México, con la ocupación de Veracruz durante seis meses, en tiempos de un presidente de México llegado de manera ilegítima al poder, Victoriano Huerta.
A la instalación intencional de condiciones para que Estados Unidos se sienta con derecho a manejar los asuntos de su ingobernable patio trasero habrá de agregarse el hecho de que la vida civil mexicana ha sido sustituida paulatina pero imparablemente por el nuevo poder rector, el de los militares. Así, de golpe, en un par de años, ha cambiado el panorama político y cívico de los mexicanos: las libertades han sido cercenadas mediante acciones castrenses que ya son cotidianas y, sobre los ánimos críticos o combativos de los ciudadanos, se abate el permanente amago de los operativos armados que con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico pueden alcanzar cualquier ámbito. Y ahora el escenario de restricciones y amenazas es consolidado por la virtual invitación que se hace al gobierno estadunidense para que intervenga en asuntos mexicanos cuando crea conveniente, en aras de la seguridad nacional vecina que convenientemente ha sido amenazada por las andanzas militares calderónicas que parecieran pensadas principalmente con ese propósito de hacer trasnacionales los problemas locales que no puede resolver. Por lo pronto, y a reserva de lo que se juntará en las próximas semanas, ¡bienvenida, Hillary, sus sonrisas escenográficas permanentes y el rediseño del mundo, o de perdis, del traspatio sureño, conforme a los intereses gringos!
Dos asuntos más de los que hicieron al sonorense Beltrones solicitar pantalones bien fajados están en fase de definición: la comisión binacional que estudia el caso de la francesa Florence Cassez está por terminar la redacción de sus resultados, y entonces habrá de saberse si la administración calderónica ha hecho todo este teatro de la comisión con el propósito de repartir culpas sobre una decisión tomada que consistiría en entregar a la sentenciada a la justicia francesa, donde su pena podría ser reducida o extinguida. Desde el primer día se han producido versiones que aseguran que Calderón prometió a Sarkozy entregar a Cassez, a pesar del muy generalizado rechazo de los mexicanos que entienden esa posible cesión como un gesto de ofensa extrema a quienes en su país tienen que cumplir las sentencias de un sistema judicial corrupto. El otro tema en cartera es el de Banamex, sobre todo a partir de las presiones del antes mencionado senador sonorense que, entre nubes de harina de maíz, tratará de que la Suprema Corta decida si es válida la interpretación que el ministro Carstens hizo de las leyes para determinar que no hay tos con que la Casa Blanca tenga dinero e intereses en el citado Banamex. A Beltrones le interesa que este banco esté en manos de mexicanos, y si estos se apellidan González y Hank, mejor.
Astillas
Un lector de Ciudad Juárez, cuyo nombre será omitido, señala que lo que afirma el gobierno, de que se redujo la violencia en esta ciudad, simplemente es mentira; se han reducido las ejecuciones, pero esa no es violencia que nos afecte a todos, pues sólo era un proceso entre criminales. La violencia real, la que nos afecta a la gente de a pie, es el asalto diario en el transporte, en la calle y en la tiendita de la cuadra, el robo de autos, los asesinatos o heridas por quitarnos nuestro dinero. Eso sigue igual... El ingeniero y arquitecto Jorge Emilio Reyes Amador escribe desde Querétaro: desde hace dos años veo con desilusión que tus comentarios siguen siendo netamente PRD. Incluso, de un tiempo para acá sólo emites y comentas lo que te conviene, pero habemos lectores que nos hartamos de ciertas tendencias. Por ejemplo, ¿qué pasó con el tan llevado News Divine? Espero contribuir a despejar tus telarañas que tengas por envidia o lo que sea... Surrealismo mexicano: soldados tuvieron que encabezar el derribo de capillas a la Santa Muerte en la carretera Nuevo Laredo-Monterrey... Bueno, noticia ya casi ni es: los consejeros buque del Instituto del Fingimiento Electoral volvieron a perdonar a una televisora nacional en cuanto a multas por cobrar... Y, mientras el fallecimiento del Ratón Macías pone de manifiesto que quedan pocos ídolos populares en México, ¡hasta mañana, en esta columna que no ofrece recompensas a quienes le acercan datos para capturar información interesante!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Dinero
Manipulan los datos del pavoroso desempleo
Caso Banamex se desinfla
Amero chino
Tal vez no lo sepa pero usted está en mejores condiciones que un trabajador de España o Estados Unidos. El desempleo entre los españoles alcanza el 14% y entre los americanos el 9%, pero en México, ¡oh maravilla de presidente del empleo que tenemos!, apenas llega a 5.3%. Es una rareza que no suframos todavía la invasión de extranjeros en busca de una chamba que no pueden obtener en su país. A menos que Eduardo Sojo, desde su bien pagada posición en Inegi, y parapetado en un título de doctor que, según se dice, no posee, nos esté tratando de asestar otro episodio de foxilandia, la telenovela de la que es coautor. Las cifras, sin embargo, se empeñan en mostrar otra realidad: en México hay 45 millones de personas en edad de trabajar. Si únicamente el 5.3%, como dice Sojo, están en paro, el Seguro Social debería tener más de 40 millones de trabajadores cotizando. Nuestro país iría pisándole los talones al principado de Mónaco, donde hay más empleos que solicitantes. Sin embargo, la realidad es que no llegan a 14 millones y la crisis los está diezmando. Quizá el doctor Sojo supone que las mexicanas con niños en brazos que venden chicles en los semáforos son bien remuneradas egresadas de Harvard que laboran en un proyecto de investigación sobre el tráfico de automóviles.
El amero chino
Uno de los temas sensacionales que ha manejado mi querido amigo Alfredo Jalife-Rahme es el del amero, la moneda que remplazaría al dólar cuando éste se colapse. Ficción, leyenda urbana, lo que ustedes quieran, está tomando cuerpo inesperadamente ¡en China! El gobernador del banco central, Zhou Xiaochuan, urge al Fondo Monetario Internacional a crear una nueva moneda internacional, previendo las consecuencias de un dólar que ha sido debilitado por la interminable crisis, más el anuncio de la Reserva Federal de que comprará bonos del Tesoro y el Fobaproa II. Muy astutos, los chinos no proponen que el yuan sea el sustituto del dólar, sino una nueva moneda. El asunto se tratará en la reunión del G-20.
Banamex: base por bolas
El senador Beltrones anunció que los legisladores de su partido presentarán una controversia constitucional para que la Suprema Corte de Justicia decida si Hacienda está violando la ley al permitir que Banamex continúe operando aun cuando el gobierno de Estados Unidos ya controla una parte sustancial de sus acciones. El litigio toma entre uno y dos años para resolverse, a veces más, y algunos ministros quedaron muy aclientelados con los banqueros desde el asunto del anatocismo. Por otro lado, la sesión del Senado en la que iba a aprobarse ayer una solicitud a Calderón para que rinda un informe sobre el mismo asunto no contó con el número indispensable de asistentes porque misteriosamente desaparecieron los panistas. Parece que al final quedará firme la base por bolas que le dio Carstens a Banamex, gracias al cual podrá seguir igual los siguientes ¡seis años!
Bajo la Lupa
Hacia el nuevo orden financiero global: ¿Bipolaridad del dólar y el yuan?
Enrique Galván Ochoa
Alfredo Jalife-Rahme
El nuevo orden mundial será necesariamente triple: geopolítico, geoeconómico y geofinanciero. El rotativo sudcoreano Korea Herald ha iniciado una serie sobre el Nuevo Orden Financiero Global, en la que destaca el ascenso del renminbi como divisa global (10/02/09) por Lee Chang-kyu (LC-k).
Cada vez más resalta que los geoestrategas estadunidenses intentan aliarse con los países asiáticos de la cuenca del Pacífico, en la línea de Henry Kissinger (ver Bajo la Lupa 18/01/09), lo que se infiere de la primera gira de Hillary Clinton, la secretaria de Estado de Obama, a Japón, Corea del Sur, China e Indonesia.
Estados Unidos ha perdido la paciencia con los países grandes de la eurozona (Alemania y Francia), quienes cada día se acercan más a Rusia, cuando el posicionamiento de Washington en el Gran Medio Oriente (debido concurrentemente al belicismo de Israel) se ha deteriorado en forma dramática.
Bismarck vuelve a tener razón: la geografía es destino, lo que en la etapa presente significaría la europeización de Rusia, la rusificación de Europa y la desestadunización del Gran Medio Oriente que se acerca más a la Unión Europea, a Rusia, a China y a India (pese a los esfuerzos contrarios del eje Estados Unidos-Israel). Es evidente que la israelización de EU le ha causado un enorme daño en el corazón euroasiático: en el Gran Medio Oriente.
Este contexto es relevante para ubicar el artículo de LC-k, becario del Instituto Internacional Coreano de Política Económica, quien cuenta con un doctorado de la Universidad de Pittsburgh, y se ha consagrado al estudio de la economía y las finanzas de China.
Aunque discrepemos sustancialmente, su artículo es digno de análisis debido a su formación estadunidense y a su pertenencia a un país donde EU cuenta con una base militar (pese a que en fechas recientes se ha alejado de su unilateralismo, en particular, respecto del contencioso nuclear de Corea del Norte). Pese a que la economía y su divisa won han recibido una paliza como consecuencia del tsunami financiero global provocado por EU, su PIB (1.78 por ciento del PIB mundial) no es nada despreciable, si se toma en consideración su exigüidad territorial (del tamaño de Chiapas) y su población (la mitad de México), ha desplazado a nuestro país del décimotercer sitio mundial (datos del Banco Mundial de 2007).
En síntesis: LC-k demuestra impecablemente la fortaleza del yuan chino (vernáculamente conocido como renminbi) en las regiones del sudeste asiático y de Asia Central, que ha llegado hasta desplazar al dólar estadunidense en sus intercambios comerciales. Aunque admite el ascenso espectacular del yuan, todavía no le ve posibilidades en el corto ni el mediano plazos para sustituir al dólar estadunidense como la divisa de reserva mundial y parece insinuar, sin pronunciarlo expresamente, la bipolaridad (el dominio financiero de ambas divisas) del yuan y el dólar en la parte asiática de la cuenca del Pacífico, extensivo al sudeste asiático y a Asia central.
Elimina la relevancia de Japón con todo y su yen: en la actualidad, debido a los bajos precios del petróleo, los países exportadores de hidrocarburos no tienen la capacidad de financiar las deudas fiscales de EU. Japón debe ser excluida, debido a los problemas de su economía (Nota: lleva casi una generación en deflación). Entonces China es la única que parece cargar con la responsabilidad. ¿Qué advendrá cuando vuelva a rebotar el precio del petróleo?
En el peor de los casos, LC-k apuesta a la unipolaridad del dólar, y en el mejor de los casos, a una alianza entre el dólar estadunidense y el yuan chino: para ser realistas (sic) ninguna (¡super-sic!) divisa más que el dólar puede ser el candidato como la principal divisa internacional en las actuales circunstancias. Ya veremos.
Recordemos que en la reciente cumbre del G-20 en Washington, en el ocaso del régimen torturador bushiano, fue Japón (seguramente también el México calderonista, cuya opinión, si es que la tuviese, no es muy tomada en cuenta en estos menesteres) el único país que apuntaló la unipolaridad del dólar, como filtraron nuestros amigos chinos, cuando Rusia y la eurozona reclamaron la multipolaridad de las divisas.
Según el dolarcentrista LC-k, a Shanghai le tomará varias décadas para convertirse en un verdadero centro financiero internacional y cita al estadunidense Barry Eichengreen de que al yuan le tomará entre cuatro o cinco décadas para convertirse en la nueva divisa de reserva. Ya veremos.
Asegura que China no seguirá una reorganización más radical del presente sistema internacional de divisas. ¿Qué tan seguro está? ¿No será más bien que China espera que pase el cadáver del dólar frente al pórtico de su pagoda?
Afirma en forma aventurera que cualquier medida rápida (sic) y drástica (sic) para convertir al renminbi en una divisa internacional podría llevar a un desastre (¡súper-sic!) irrecuperable. Un cambio a una economía global basada en el yuan podría ser peligroso (sic) si se considera la inmensa exposición de China a sus activos en dólares.
Aquí se precipita LC-k, ya que China no optará por un cambio rápido y drástico, contrario a su milenaria costumbre gradualista, pero tampoco aceptará la hegemonía del dólar que tanto ha criticado.
China se ha puesto la cuerda al cuello con tantas reservas de divisas en dólares (las mayores del mundo), además de sus cuantiosas inversiones en los volátiles Bonos del Tesoro de EU y en sus hipotecarias paraestatales quebradas (Fannie Mae y Freddie Mac), pero tampoco se va a disparar a la ingle arrojando sus dólares, por lo que, a nuestro juicio, ha optado por una reconversión paulatina de sus reservas a otras divisas menos riesgosas (que tampoco hay tantas).
El problema del análisis de LC-k es que permuta la unipolaridad del dólar por la todavía inviable unipolaridad del yuan y soslaya que el mundo tiende a la multipolaridad y regionalización de las divisas.
Mañana nos podemos encontrar con alianzas entre las divisas que no desean depender tanto del dólar que sirvió para implementar el poderío global de EU.
Se ha detectado una cierta convergencia de intereses entre el yuan y el yen, y no es nada descabellado, en el mero ámbito geofinanciero, sustentar la probabilidad de una alianza tripartita entre el dólar estadunidense, el yuan chino y el yen nipón (a la que se pudiera agregar la nueva divisa creada por la anglósfera a inspiración británica).
Dado este reacomodo de las alianzas geofinancieras con las divisas, tampoco sería insensato prever una alianza entre el euro y el rublo ruso, a la que más tarde se pudieran sumar los países petroleros del Golfo Pérsico.
México SA
Ni genera empleo ni respeta el estado de derecho
Un caso de arbitrariedad de Compartamos
En este México que por decreto del inquilino de Los Pinos en turno nunca más registraría una crisis económica (Calderón dixit), el desempleo abierto reportado en febrero pasado resultó de igual magnitud que el observado en igual mes, pero de 1995 (el año de la mayor sacudida hasta ese momento, en la historia moderna), aunque 14 años atrás ese indicador correspondió exclusivamente a la desocupación urbana y el del segundo mes de 2009 a la existente en toda la República, con lo que el presidente del empleo ya puede presumir dos galardones concretos: que durante su mandato alrededor de 800 mil mexicanos se han incorporado al de por sí voluminoso ejército de reserva, y que la la tasa oficial de desempleo abierto en el segundo mes del presente año es la mayor en esa misma etapa del tan presumido México moderno.
Así, al cierre de febrero poco más de 2 millones 420 mil mexicanos en edad y condición de laborar se encuentran en tan dramática situación, un monto nunca antes reportado. Cuando Felipe Calderón arribó a Los Pinos la tasa oficial de desempleo abierto en el país era de 3.58 por ciento de la población económicamente activa. Veintisiete meses después, tal indicador se incrementó a 5.3 por ciento de esa misma PEA, de tal suerte que en términos reales no sólo no se han generado puestos de trabajo durante su estadía en la residencial oficial, sino que se han cancelado plazas existentes.
En febrero de 1995, de acuerdo con el registro del INEGI, la tasa oficial de desempleo abierto en las principales ciudades del país (aquellas con 100 mil o más habitantes) fue de 5.3 por ciento de la PEA, pero en igual mes de 2009 ese indicador afectó a 6.4 por ciento de esa misma población, para concretar un promedio nacional de 5.3 por ciento. Además, la población subocupada se incrementó a 8 por ciento de la población empleada, una proporción 20 por ciento superior a la de enero.
En el segundo mes de 2008, la tasa oficial de desempleo abierto registrada por el INEGI fue de 3.91 por ciento de la población económicamente activa; un año después, esa misma tasa se incrementó a 5.3 por ciento, con lo que en el periodo alrededor de 600 mil mexicanos se incorporaron al ejército de reserva (50 mil mensualmente, en promedio).
Pues bien, aquel que en su campaña electoral no dejó de advertir a propios y extraños que si cierto personaje llegaba a la Presidencia de la República automáticamente se convertiría en un matachambas, hoy tiene el privilegio de presumir que en su administración (para vivir mejor, dice su propaganda) se ha registrado la mayor tasa oficial de desempleo abierto en el México moderno, y va por más. De hecho, el logro se consolida cuando se conoce (cifras del Inegi) que durante su estadía en la residencia oficial (27 meses, hasta febrero) sólo en cuatro ocasiones se reportaron tasas de desocupación ligeramente por abajo de la que Vicente Fox (un auténtico matachambas) le heredó (3.58 por ciento) y en 23 alzas constantes, hasta alcanzar 5.3 por ciento de la PEA en el segundo mes de 2009, o lo que es lo mismo una proporción 48 por ciento superior a la observada el último día del mandato foxista. Sin duda alguna, todo un logro para el presidente del empleo.
Lo que confirma la información del Inegi no sólo es el constante cuan peligroso incremento del desempleo abierto en México, sino la reconversión de un país medianamente industrializada (otrora con muchas aspiraciones en ese sentido) a otro moderno y de gran calado en el que el grueso de su población ocupada se dedica a los servicios: casi siete de cada 10 mexicanos, mientras los tres restantes laboran en el sector productivo.
Pero los logros no se limitan al empleo. También se presume como el presidente del estado de derecho, y con el caso Banamex ha demostrado fehacientemente que tal calificativo es tan sólido y real como el del empleo. Tan claro lo quiere dejar, que ordenó a sus muchachos en el Senado frenar, así sea momentáneamente, un acuerdo de los inquilinos de Xicoténcatl para evitar ser obligado a fijar una posición oficial en el caso del citado banco. Hizo lo que tanto repudió cuando estaba en el paraíso de la oposición. De cualquier suerte, qué posición oficial debería fijar Calderón, cuando es obvio que lo anunciado por Agustín Carstens tiene el aval del inquilino de Los Pinos, es decir, sí violamos la ley, pero temporalmente: de tres a seis años.
Las rebanadas del pastel
De la realidad, la banca y el empleo: hace exactamente un mes me despidieron del Banco Compartamos (el de los Legionarios de Cristo), institución que se enorgullece por ser una empresa diferente y donde el valor central se supone que es la persona. Desafortunadamente esta empresa como tantas otras en el país tiene la política no escrita de antes de firmar contrato te hacen firmar tu carta de renuncia y como es obvio, si no la firmas pues simplemente no te contratan, cosa que en muchos casos no te puedes dar el lujo. Después llega el fatídico día de que te corren y utilizan descaradamente esta ventaja para negociar tu salida, o bien, como yo, entras en un largo proceso: primero yendo a la Junta de Conciliación y Arbitraje donde la misma gente que trabaja ahí te manda con coyotes y cuando por fin encuentras a un abogado confiable te pone en antecedentes de que la mayor parte de los casos se tardan meses, incluso años, en resolverse. También te advierten que en el 90 por ciento de los casos de todas formas tienes que llegar a un acuerdo, ya que al juez, en otra gran cantidad de casos, es más fácil que le den una mordida. Antes de empezar con todo este proceso legal, mandé un correo a dos de los directores de Compartamos y me puse en contacto con Presidencia para evitar todo esto; hasta hoy no he tenido respuesta por parte de Carlos Labarthe, director general, ni de Iván Mancillas (otro de los fundadores) a quienes me dirigí y por parte de Presidencia sólo tengo un número de folio. Esperaré hasta junio o julio por la primera audiencia, también que mi juez no conozca a los abogados de Compartamos, que no sea sobornable y que milagrosamente tenga dinero para seguir manteniendo mi casa en lo que consigo otro empleo, y que mi próximo empleador tenga la ética suficiente para que la ley se cumpla (Rocío Verónica Beltrán Alvarez, rossveronique@yahoo.com) (carta resumida por razones de espacio; originalmente fue enviada a senadores, Los Pinos y gabinete presidencial, entre otros; nadie respondió).
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Riesgos de la militarización fronteriza
En la víspera del arribo a nuestro país de la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, el gobierno de la nación vecina anunció ayer un paquete de medidas orientadas a reforzar la seguridad en la frontera con México, entre las que se incluye un incremento notable en la presencia de agentes federales estadunidenses en la región; la creación de una unidad de inteligencia regional de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), que servirá como central de coordinación de todas las actividades de la FBI en relación con México; la erogación de unos 700 millones de dólares de recursos públicos para optimizar los sistemas de intercambio de información entre las autoridades de ambos países, y la entrega de aeronaves a la Fuerza Aérea y la Marina mexicanas.
El Correo Ilustrado
Por la libertad intelectual en la Facultad de Economía
La semana pasada, miembros de nuestra comunidad organizadores del primer seminario El Capital, crítica de la economía política: la vigencia de Karl Marx y la crisis, denunciaron la intimidación de que fueron objeto por sujetos desconocidos, quienes los amenazaron en las cercanías de nuestra facultad. En su denuncia, Horacio Yedra Hernández y Fernando González Jiménez, ayudante de profesor y estudiante matriculado en nuestra facultad, respectivamente, manifestaron su temor de que dicha amenaza estuviera asociada a sus actividades extracurriculares en el citado seminario.
El horror a la presencia de Lutero en la Nueva España
a Contrarreforma se encargó de exorcizar hasta su fantasma. El terremoto religioso, político y cultural desatado por Martín Lutero en Europa fue simultáneo al inicio de la Conquista española del Nuevo Mundo. Apenas cuatro meses después de que Lutero comparece en la Dieta de Worms, en abril de 1521, ante autoridades de la Iglesia católica y el emperador Carlos V, cae la Gran Tenochtitlán ante la superioridad de las fuerzas militares al mando de Hernán Cortés.
La corona española, y sus enviados al Nuevo Mundo, vieron en el sometimiento de las culturas indígenas un acto providencial. Conceptualizaron la conquista como una restitución divina por las pérdidas ocasionadas a la cristiandad por la herética pravedad luterana en Europa. De ahí procede la imagen de los 12 apóstoles franciscanos que a partir de 1524, y encabezados por Martín de Valencia, se dan a la tarea de evangelizar a los naturales como el antídoto perfecto al hereje que removía los cimientos del catolicismo europeo. Una frase lo sintetizaba todo: La capa de Cristo que un Martín [Lutero] hereje rasgaba, otro Martín [de Valencia], católico y santo remendaba.
La obra recientemente publicada de la historiadora Alicia Mayer, Lutero en el paraíso. La Nueva España en el espejo del reformador alemán (Fondo de Cultura Económica-UNAM), es un libro imprescindible para entender el imaginario novohispano cuidadosamente construido sobre el horror y la repulsión por parte de las dirigencias religiosas y políticas a la imposible presencia de Lutero en tierras de la Nueva España. El cordón protector contra el hereje por excelencia, el monje agustino alemán, fue trasladado por las autoridades desde España hasta sus nuevas posesiones. Mientras allá sí existieron consolidados núcleos de protestantes, entre ellos el del grupo de monjes del monasterio de San Isidoro del Campo, en Sevilla, al que pertenecían Antonio del Corro (autor de una brillante carta a Felipe II, en la que alegaba en favor de la tolerancia religiosa), Casiodoro de Reina (traductor de la Biblia al castellano) y Cipriano de Valera (revisor de la traducción de De Reina, conocida como Biblia del Oso); acá se dieron presencias aisladas de protestantes, pero imposibilitados de organizarse debido a la férrea vigilancia de las conciencias por la Santa Inquisición. Cabe mencionar que células como la conformada por los monjes isidoros son forzadas al exilio para evadir las sentencias de muerte en su contra dictadas por el Santo Oficio.
La investigación de la doctora Mayer, directora del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, es amplia y documentada, así como develadora de la constante que existió a lo largo de tres siglos en crónicas, sermones, panfletos y pinturas prohijadas en la Nueva España en las que se exageraba y denigraba profusamente el nombre y la obra de Lutero. La autora nos descubre que sobre Lutero existía conocimiento indirecto, vía la obra de teólogos y clérigos españoles, que les había llegado ya con amplias distorsiones. Se representaba al ex monje como sinónimo del supremo mal, se le tenía por engendro del demonio y máximo exponente de las entrañas del infierno.
Al hereje de Lutero no se le debía tener ninguna consideración, no podía ser un interlocutor porque con el error y sus representantes sólo cabe su rendición incondicional ante la incuestionable verdad enarbolada por la Iglesia católica. La cita, que la autora toma de José Joaquín Fernández de Lizardi (con obvio sentido sarcástico por parte de El Pensador Mexicano), es aleccionadora respecto de la mentalidad inquisitorial y sus mecanismos de control: Un hereje, un impío, un sospechoso no debe reputarse ni como ciudadano, ni como prójimo, ni como semejante nuestro. Es decir, no es un ser humano sino un enemigo al que es necesario castigar de manera ejemplar.
Nos parece que Alicia Mayer cumple sobradamente con el objetivo trazado para su obra. Ella confía, al inicio del libro, que su principal propósito es estudiar la idea y la imagen que el mundo novohispano creó en torno al reformador durante los tres siglos de historia colonial. En este sentido su trabajo es iluminador sobre el entorno mental existente en la Colonia y las formas de control ideológico de las heterodoxias. Por lo cual no se ocupa tanto de enlistar a los luteranos enjuiciados en la Nueva España, sino de examinar la imagen de Lutero [que] fue una manifestación de la forma en que los españoles que se establecieron en estas tierras y luego sus descendientes, los criollos, se definieron a sí mismos contra los valores del protestantismo y frente a Europa como un mundo escindido por el cisma.
La invención que de Lutero se hizo por quienes en la Nueva España escribieron, predicaron o lo representaron en pinturas, influyó en la cultura popular para que en el seno de ella el reformador germano apareciera como la maldad encarnada y el lobo rapaz de las conciencias. En la línea de los estereotipos estigmatizadores contra Lutero hicieron su contribución en el siglo XVI Bartolomé de Las Casas, y en el siglo XVII sor Juana Inés de la Cruz. Para el primero, Alemania e Inglaterra sucumbieron a las mentiras de Lutero, al dejar la fe católica. Esas naciones, de acuerdo con el primer obispo de Chiapas, fueron cristianas y quedaron salpicadas de herejías pestíferas y perniciosos errores y sola España [y sus posesiones en el Nuevo Mundo] está sin mácula. Por su parte, sor Juana descalifica a Lutero y su libre examen de la Biblia, y le llama malvado, heresiarca, serpiente y demonio. ¿Cuál es la imagen predominante de Lutero en el mundo de la cultura mexicana hoy?
Los síes y los noes del Vaticano
Arnoldo Kraus
Al igual que muchos no entendemos cuál es el papel que juega Dios en un mundo tan injusto, es muy probable que Benedicto XVI no comprenda la magnitud y los significados de la epidemia del sida. Yo, como parte de esos muchos, no me desgasto analizando las razones por las cuáles Dios ha dejado de impartir bondad en vez de sufrimiento: sé que es inútil buscar en sus designios o en las recetas de las religiones los motivos de tanta maldad y de tanta inhumanidad. Asimismo, lamentablemente entiendo, como parte de esos muchos, que poco, o quizás nada, podemos hacer para revertir las injusticias y aminorar el trauma que implica el trámite de sobrevivir para millones y millones de personas humilladas y vejadas por ser pobres.
Lo que en cambio sí debemos hacer es sugerir. Benedicto XVI mejoraría su misión y credibilidad en el mundo si tuviese asesores adecuados. Temas tan ríspidos como la decisión de revocar la excomunión a los cuatro obispos lefebvrianos –entre ellos su estrella, el negacionista Richard Williamson–, así como el asunto de los preservativos cuando se habla de sida en África requieren expertos inteligentes y bien informados. Para impedir la muerte de más inocentes, sobre todo en África, al Vaticano le convendría cambiar a sus estudiosos en materia de salud, y de ser necesario, en las disciplinas relacionadas con la moral, es decir en todas.
En Yaundé, la capital de Camerún, Ratzinger dijo, la semana pasada, que el sida no se puede resolver con eslóganes publicitarios ni con la distribución de preservativos, y que éstos, al contrario, sólo aumentan los problemas. La única vía eficaz para luchar contra la epidemia es la humanización de la sexualidad. Y añadió, una renovación espiritual, destinada a sufrir con los sufrientes.
Con profunda preocupación leo el mensaje del Vaticano: no a la publicidad, no a la prevención, sí a la abstinencia, sí a la oración. Los noes del Vaticano son los síes de la ciencia y de la ética médica laica que busca proteger las vidas de las personas. Los síes del Vaticano son los noes de la realidad, de las tumbas y de las fosas comunes de millones y millones de personas, la mayoría brutalmente pobre, contagiadas por el virus de la inmunodeficiencia humana.
La falta de aplicación de los noes pronunciados por el Papa han devastado poblaciones enteras en África y disminuido en algunos lugares la esperanza de vida a menos de cuarenta años. Esos mismos noes son la causa para que muchas mujeres se contagien y mueran jóvenes, dejando huérfanos a incontables niños y niñas, no sólo por su muerte, sino por el deceso previo del padre o por su ausencia.
Los noes del Vaticano contradicen la razón fundamental de cualquier religión: pensar en el valor de la vida del otro como la propia. Los noes del Vaticano ignoran que el VIH desconoce las reglas de la religión y que los hombres, sobre todo en África, viven y practican el sexo con muchas mujeres de acuerdo con sus costumbres y a sus tradiciones. La labor titánica de las organizaciones encargadas de cuidar la salud, en este caso de los africanos, ha demostrado que preservativos y eslóganes pueden más que los síes del Papa. La sexualidad no se tiene que humanizar como sugiere Ratzinger. La sexualidad es una bendición humana. Quienes sí requieren lecciones de sexualidad, de moral y de todo lo que predica la religión son los sacerdotes pederastas.
Los síes del Vaticano deben aplicarse a la realidad contemporánea del mundo y a la versatilidad del VIH. Predicar abstinencia y oración no sólo atenta contra los muertos y contra los millones de personas infectadas por el virus en todo el orbe: atenta contra el cuidado profundo y el amor que todos los dioses predican. Los síes del Vaticano, pronunciados en África, donde las muertes por sida y la falta de dinero para atender a los afectados asaltan la razón y maltratan la moral.
De acuerdo con algunas cifras, cada minuto cinco personas contraen el virus del sida, sobre todo en África y en Asia. Se calcula que si la epidemia no se frena en los próximos años unos 40 millones de niños habrán quedado huérfanos en esos continentes. Esos huérfanos son hoy, después de la irresponsabilidad y peligrosidad de los comentarios del Vaticano, más huérfanos que nunca.
Justicia supranacional y doble moral
Si la Corte Penal Internacional (CPI) fue creada para juzgar a personas acusadas de crímenes de guerra… ¿qué acontecería en caso de que alguna institución del nuevo Estado soberano de Irak (producto de la invasión yanqui) acusara de genocidio y crímenes de guerra a George W. Bush, Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Colin Powell, Condoleezza Rice?
Nada. La CPI fue diseñada con base en la doble moral que caracteriza los ordenamientos penales nacionales: igualdad formal y mañas leguleyas excluyentes, selectivas y clasistas. ¿Omar El Bashir, presidente de Sudán, acusado de genocidio en Darfur? ¡Orden de captura internacional! Ehud Olmert, premier de Israel, carnicero de Palestina? ¡Cuidado de incurrir en antisemitismo!
Según el académico argentino y juez de instrucción Martín Lozano, la CPI suele enfrascarse en discusiones ociosas y bizantinas. Gasta su tiempo, por ejemplo, en definir el crimen de agresión, previsto en el artículo 6 del Estatuto de Roma, y en la resolución de la Asamblea General de la ONU 3314 (1974): uso de la fuerza armada por un Estado contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de otro Estado.
La iniciativa para presentar una denuncia ante la CPI puede venir del Estado donde ocurrió el ataque. ¿Y si las víctimas no constituyen un Estado? Sería el caso de Palestina, cuyo gobierno se halla en un limbo jurídico que el Estado de Israel aprovecha para proseguir indefinidamente con las matanzas de palestinos.
Al presidir la ceremonia en la que 60 países ratificaron la creación de la CPI (La Haya, 11 de abril de 2002), el ex secretario general de la ONU Kofi Annan aseguró: Se acaba de dar un golpe a la impunidad. Y en ese preciso momento Israel ejecutaba en Cisjordania una masacre que causó 500 muertos en el campo de refugiados de Jenin… ¡a cargo de la ONU!
Tres meses después, la ONU rechazó las acusaciones palestinas sobre el ataque israelí. No bastó que las denuncias fueran plenamente corroboradas por todas las agencias de noticias internacionales, y que todos los organismos humanitarios señalasen al Estado judío como responsable de la masacre, a más de rechazar el ingreso de una misión de la ONU al lugar.
El Consejo de Seguridad no pudo ponerse de acuerdo sobre la actitud a tomar. El embajador estadunidense en la ONU, John Negroponte, sostuvo que el informe confirmaba que no hubo masacre en Jenin. Peter Bouckaert, responsable de Human Rights Watch en Nueva York, respondió: las únicas personas que pueden alegrarse del contenido son quienes desde el principio hicieron imposible la investigación.
Kofi Annan abogó para que ambas partes (sic) sacaran las lecciones de este trágico episodio (sic), y tomaran las medidas necesarias para poner fin a un ciclo de violencia que mata civiles inocentes de ambos lados (sic).
Ambas partes, trágico episodio, lecciones de este trágico episodio, civiles inocentes, y la muletilla más importante: ambos lados: el uno que posee 300 bombas nucleares, y buena parte de la banca internacional; y el otro que resiste los ataques del invasor, y subsiste en la pobreza y el bloqueo total.
Con la justicia supranacional (sea en la ONU o en la CPI), acontece lo mismo que con el libre comercio. So pretexto del pragmatismo y la eficiencia, vertiginosa circulación de mercaderías. So pretexto de la seguridad, lenta, restrictiva y engorrosa circulación de las personas.
¿Tiene sentido una CPI? La propia fiscalía admite que sólo podría tratar los casos que puede ganar (v. gr. Sudán, Ruanda), pues... ¿qué brazo de la ley está en condiciones de sentar en el banquillo a líderes políticos y militares de Estados Unidos, Rusia o Israel (países que no ratificaron el Estatuto de Roma), fuera de China, que ni siquiera se dio por enterada de la existencia del tribunal?
El concepto de soberanía resulta anacrónico cuando se habla de inversiones y comercio. Pero si organizaciones humanitarias pretenden que los criminales de guerra del imperio sean investigados por una corte de justicia supranacional, los globalizadores se convierten en adalides de la soberanía, aduciendo que no puede exigirse a ningún país que cercene la competencia de sus propios tribunales.
CPI: ¿institución destinada a legitimar el ordenamiento jurídico internacional de los estados más poderosos, o esperanzado realismo jurídico para tornar más perfectible el derecho internacional?
La interrogante queda abierta. Por ahora, el mundo de la alta política se rige por las increíbles declaraciones de aquel alto funcionario de la ONU, luego de la masacre de Jenin: El hecho de que no dijéramos que tuvo lugar una matanza, no quiere decir que no la haya habido (sic).
El timorato señor Calderón
esde el mero inicio del proceso entreguista de la banca mexicana, la decisión cupular de los fundamentalistas neoliberales fue cuestionada en dos de sus vertientes básicas. Una, la principal, porque era incongruente con la independencia y soberanía nacionales, ya que ponía al crucial sistema de pagos en manos foráneas. Las matrices tendrían la última palabra en el diseño de las políticas sin ocuparse de su encaje con las prioridades o la estrategia general del país (de haberla, claro está). La segunda razón apuntaba, sin duda, al ineficiente juego que la banca podría jugar respecto del financiamiento del desarrollo. La experiencia ha confirmado ambos supuestos en sus ángulos más negativos. Hoy se cuenta con una banca extranjera voraz y parasitaria protegida por los hacendistas que son, para estos fines expoliadores, sus mejores abogados. La regulación sólo es formulada en la forma de tibias plegarias para que moderen sus utilidades y cumplan sus compromisos con los usuarios y el país.
La crisis actual, y sus secuelas, han puesto de manifiesto la debilidad gubernamental para llevar a cabo sus tareas básicas. Son varios los sectores de la actividad económica que reflejan la incapacidad del señor Calderón y sus auxiliares para responder a los intereses generales. Él, y sus ayudantes, sólo atienden los de sus protectores y mandantes que son, para estos cruciales motivos, los integrantes de la elite decisoria: esa plutocracia que ha incautado, para su deleite, la mayoría de los recursos nacionales. A esta circunstancia, por demás penosa, el señor Calderón añade sus timoratas respuestas a ciertos desplantes del imperio. La decisión del Congreso estadunidense de cerrar las fronteras al tránsito de los camiones de carga de origen mexicano es un ejemplo señero de la incapacidad oficial para salir, con la energía requerida, en defensa de esas empresas transportadoras locales que han sido afectadas por años.
La elevación de los aranceles decretada desde la insignificante oficina del secretario de Economía no es el antídoto que puede doblegar al infractor. Trabajo les ha debido tomar seleccionar aquellos productos de importación que pueden ser castigados sin afectar seriamente al consumidor interno, ante la imposibilidad de ser sustituidos por los productos o servicios propios. Largos años empleados en desmantelar, con persistente coherencia, la fábrica nacional, da sus frutos ineludibles. Mientras, y después de los tímidos pasos ensayados con los aranceles, los camiones estadunidenses siguen, tan campantes, pasando la frontera y subcontratando a los locales. Han relegado a las compañías mexicanas al papel, poco digno, de segundones alquilados. Idéntica situación se observa con las empresas constructoras locales respecto de las extranjeras que ganan los grandes concursos de obras públicas. Los nativos terminan, en numerosos casos, de capataces para el control del personal ocupado o para tramitar los pequeños detalles de las normas que han sido contrariadas.
La intervención de las autoridades hacendarias, ahora en su triste papel de oráculos de la ley que regula el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la actividad bancaria, ha sido de una pobreza jurídica que raya en la complicidad más abyecta con el infractor, en este caso con el gobierno estadunidense por su intervención en el capital de Citicorp, la matriz de Banamex. El malabarismo discursivo del secretario Carstens ha sido torpe y vergonzoso. En lugar de aprovechar la ocasión para empezar a corregir el error de la interesada entrega ejecutada por su antecesor, despliega sus pocas dotes de jurista para acomodarse con los poderosos en turno. Según su postura, se permitirá a Washington incumplir la ley por unos tres o seis años y, de persistir la transgresión, pues que alguien más la corrija porque él ya estará instalado en alguna oficina del exterior donde recibirá el pago correspondiente por servicios prestados. Las controversias que se han anunciado por parte de PRD, Convergencia y PRI terminarán en las manos de una serie de ministros que, para estos menesteres del tráfico de influencias y la cortesanía con sus mentores, son tan hábiles como despreocupados del bienestar colectivo.
En el fondo de todos estos follones se halla la irreductible postura de la plutocracia que padece México por sostener el modelo de conducción económica seguido. Se rehúsa a moderar sus privilegios, aunque sea un tanto. No quiere retocar sus aristas más cortantes, menos aún su injusticia intrínseca. Se muestra insensible a los fenómenos inducidos por su aplicación, muchos de ellos intolerables para la sanidad y continuidad pacífica de la vida nacional. La caída esperada de la actividad económica será mucho más drástica que la reconocida por el oficialismo. Los agujeros que la ejecución del modelo ha ido dejando en el aparato productivo y en el cuerpo social de la República se hacen más notables a medida que se avanza en la parálisis mundial del crédito y el consumo. Además, la administración del señor Calderón todavía no ajusta o aclara sus disonancias ideológicas y programáticas con las políticas y acciones introducidas por el señor Obama.
Con el paso de los días su desgobierno se torna, además, incómodo y poco funcional para sus mismos patrones internos que le lanzan reclamos y desprecios por doquier. Una posición de suma debilidad que la batalla contra el narco poco puede paliar. La falta de una visión de futuro que guíe las actividades gubernamentales agrava la situación imperante y rebela la pequeñez de miras y equipamiento conceptual del ensamble panista que se encaramó, ilegalmente, en el Ejecutivo federal.
Luis Linares Zapata
¿Funcionará el plan Geithner?
a luna de miel para la presidencia de Barack Obama ha concluido. Esa administración será juzgada por su capacidad para enfrentar y superar la crisis financiera y económica. Pero los planes anunciados en las últimas semanas y, en especial, el programa público-privado de inversiones dado a conocer hace unos días, revelan que Obama no tiene un buen análisis sobre las raíces de esta crisis y por eso ha sido capturado por la pandilla de Geithner y Summers, los dos testaferros de Wall Street. Esto le costará caro a Obama.
La estrategia de la nueva administración se ha basado en dos grandes tipos de acciones. Por una parte un paquete de estímulos para reactivar la economía. Ese paquete es insuficiente y se aplicará lentamente. Además, las proyecciones para absorber 50 por ciento del déficit fiscal en 2013 son muy poco creíbles, para decirlo diplomáticamente.
El otro pilar de la estrategia presidencial se compone de las iniciativas para rescatar al sector bancario y financiero. En mi opinión, estas medidas también son insuficientes y, peor aún, están basadas en diagnósticos equivocados. Así que por el momento, las cosas no pintan bien y lo más probable es que la economía de Estados Unidos se dirija hacia un escenario de estancamiento prolongado como el sufrido por Japón en la década de los años noventa.
El nuevo Programa Público Privado de Inversiones (PPPI) anunciado por el secretario del Tesoro, Tom Geithner, consiste en un esquema de compras de los llamados activos tóxicos que están en las hojas de balance de los bancos y que impiden el restablecimiento del crédito entre bancos. El plan Geithner implica un fuerte subsidio a grandes inversionistas (como fondos de cobertura) a través de la Reserva Federal, el Tesoro y la Corporación de Seguros de Depósitos Bancarios (FDIC, por sus siglas en inglés). Con este subsidio en forma de préstamos no recurrentes y generosos márgenes de intermediación, los inversionistas tendrán un incentivo para comprar los activos tóxicos que se supone tienen tapado el sistema bancario. Lo que está realmente mal es que aún con ese subsidio, es posible que el plan fracase.
El PPPI supone que el valor de los activos tóxicos (por ejemplo, el de las hipotecas de segunda) ha caído artificialmente, por razones (pánico) que no tienen que ver con su valor fundamental. Por lo tanto, si el sistema tiene liquidez, esos activos serán comprados y su valor va a subir. Al apreciarse esos activos, las hojas de balance de los bancos van a sanearse y el problema de la capitalización será resuelto. Por eso, Geithner insiste en que no es necesario nacionalizar los bancos.
El problema está en el supuesto de que esos activos ya no se van a depreciar más. Pero eso es algo que simplemente no se sabe y si Geithner le apuesta a que la depreciación ya tocó fondo, muchos analistas opinan lo contrario. Es posible que el gobierno de Obama vaya a subsidiar operaciones en un mercado que tiene activos cuyo precio sigue inflado.
Además las hojas de balance de los bancos están plagadas de otros problemas. Los sectores de crédito para bienes raíces comerciales, hipotecas de primera clase, préstamos para autos, tarjetas de crédito, estudios universitarios y otros más están tan lastimados como el de la burbuja hipotecaria subprime. Esos créditos son activos para los bancos, pero al aplicarse las reglas contables estándar en Estados Unidos esos activos deberán ser evaluados a su valor de mercado. La descapitalización que eso acarrea puede deletrear la palabra bancarrota.
En síntesis, el plan PPPI está diseñado para enfrentar un problema de falta de liquidez, no de insolvencia o de bancarrota. Obama se ha dejado seducir por Geithner y Summers y se ha puesto del lado de Wall Street. La prueba es que el PPPI es un súper subsidio para los grandes fondos que serán los que ahora recurrirán, como buitres, a devorar la carcasa que quedó después del festín.
Hace unas semanas, en una entrevista con la cadena ABC, se le preguntó a Obama si no sería mejor nacionalizar los bancos. El presidente dijo que en el caso de Japón en los noventa, el gobierno le inyectó billones a la banca en esquemas parecidos al de Paulson y ahora Geithner. La economía japonesa permaneció estancada diez años, dijo Obama. En cambio, continuó, en Suecia se procedió a nacionalizar la banca y en un par de años, la economía estaba en plena recuperación. Pero en lugar de sacar las conclusiones correctas, Obama se salió por la tangente y dijo que eso es contrario a las tradiciones culturales en Estados Unidos.
En vez de repetir frases huecas, Obama debería estar poniendo atención a los tiempos que corren. Su abrazo del dúo Geithner-Summers lo ha debilitado políticamente. Su presidencia enfrenta la peor crisis en la historia del capitalismo estadunidense, con desequilibrios gigantescos en lo interno y en las cuentas externas. Obama ya no va a tener muchas oportunidades para tomar decisiones que realmente conduzcan al cambio que predicó desde su campaña.
Alejandro Nadal
Salvador García Soto
Serpientes y Escaleras
Banamex, la controversia que viene
Si Agustín Carstens quiso tratar el caso de Banamex como si fuera un “catarrito”, ¡cuidado! porque se le puede convertir en un “tsunami”. Y es que el tratamiento “ligero” que intentó darle el secretario de Hacienda a un tema en el que muchos tenían puesta la mirada —y también los dólares listos para invertir— puede desencadenarle al gobierno de Calderón una nueva controversia con el Congreso, que ya amenaza con llevar el caso a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para discutir su constitucionalidad.
Las fracciones del PRI y del PRD en el Senado ya pactaron ir juntos en una eventual controversia, y van a insistir en que el titular de Hacienda les responda oficialmente sobre los argumentos legales y constitucionales que tuvo el Poder Ejecutivo para declarar “legal” la ampliación de capital del gobierno de Estados Unidos en Citigroup, el grupo financiero al que pertenece Banamex.
La poca claridad y las ambigüedades en la declaración informal de Carstens para avalar la presencia de dinero de un gobierno extranjero en el principal banco del sistema financiero mexicano serían la materia sobre la que los congresistas basarían su controversia, que ya está siendo incluso redactada.
Habrá que ver cómo responde Carstens a la petición del Congreso: si lo hace con remedios caseros para un resfriado o si se prepara para que no lo vuelva a arrollar el “tsunami”, como ya le pasó con la crisis económica.
NOTAS INDISCRETAS... “Es la tercera y última vez que te ordeno transparentar el proceso”, fue el regaño textual del presidente Calderón a Jesús Reyes Heroles por el manejo que dio a la ubicación de la nueva refinería, según cuentan quienes lo oyeron en la reunión de gabinete en Los Pinos... Por cierto, ya empiezan a sonar dos nombres de posibles sustitutos en Pemex: Alfredo Elías Ayub y Víctor Manuel Borrás, dos cartas de confianza del Presidente... Para levantarse del descontón que les dio Germán Martínez con el tema de la Ley de Extinción de Dominio y la iniciativa sobre narcomenudeo, los priístas en el Senado, comandados por Manlio Fabio Beltrones, le dieron la vuelta a la discusión y pactaron con el PRD reformas a las dos iniciativas. Ahora retan a la fracción del PAN a que convoque a las comisiones unidas para dictaminar ambas iniciativas mañana jueves. La pelota está ahora en la cancha panista... Se baten los dados. Escalera y subimos.
En la víspera del arribo a nuestro país de la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, el gobierno de la nación vecina anunció ayer un paquete de medidas orientadas a reforzar la seguridad en la frontera con México, entre las que se incluye un incremento notable en la presencia de agentes federales estadunidenses en la región; la creación de una unidad de inteligencia regional de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), que servirá como central de coordinación de todas las actividades de la FBI en relación con México; la erogación de unos 700 millones de dólares de recursos públicos para optimizar los sistemas de intercambio de información entre las autoridades de ambos países, y la entrega de aeronaves a la Fuerza Aérea y la Marina mexicanas.
El conjunto de acciones no incluye, por el momento, el envío de efectivos militares estadunidenses a la franja fronteriza, aunque la titular del Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos, Janet Napolitano, señaló que todavía estamos considerando esa posibilidad, declaración que encierra un importante cambio de matiz con respecto a la postura expresada el pasado 11 de marzo por el presidente Barack Obama: no estoy interesado en militarizar la frontera.
Por su parte, la canciller mexicana, Patricia Espinosa, aprobó las medidas de seguridad anunciadas por la Casa Blanca y dijo que tales acciones son congruentes con la lucha contra el crimen organizado. Al respecto, cabe recordar que a principios de este mes fueron desplegados 5 mil efectivos militares en Ciudad Juárez, Chihuahua, ante la creciente ola de violencia que se vive en esa localidad.
La militarización de distintos puntos de la frontera por parte del gobierno mexicano, y el refuerzo policial ordenado por las autoridades estadunidenses del otro lado del río Bravo, no necesariamente constituyen pasos correctos en la lucha contra el narco, y apuntan, en cambio, a una estrategia binacional de seguridad equívoca: a fin de cuentas, la zona limítrofe entre los dos países es sólo uno de los espacios de acción de las organizaciones delictivas, en donde se concentran y expresan de manera particularmente violenta los síntomas de un proceso de descomposición social e institucional mucho más amplio que tiene lugar en ambos lados de la línea fronteriza. El paso de drogas, armas y delincuentes por la frontera común es, en efecto, la culminación de procesos que se gestan y desarrollan lejos de ellas y que requieren de atención por parte de ambos gobiernos en zonas geográficas alejadas de la línea divisoria común y de ámbitos de acción más amplios que el policial y el militar.
Con estas consideraciones en mente, cabe afirmar que el despliegue de un mayor número de elementos de las fuerzas públicas en la región no implica por sí mismo un golpe al poder de los cárteles de la droga ni a sus estructuras logística y financiera, y sí, en cambio, expone a esos efectivos –civiles y castrenses; mexicanos y estadunidenses– a la infiltración y al soborno de los grupos criminales.
Adicionalmente, los gobiernos de ambos países no parecen ser conscientes de que las medidas que se comentan conllevan riesgos indeseables para las poblaciones aledañas a las márgenes fronterizas, como la proliferación de molestias y atropellos –algo que de hecho ya ha ocurrido en México–, y que, en consecuencia, se corre el riesgo de alimentar la animadversión popular contra los efectivos gubernamentales. Por lo demás, la experiencia histórica indica que en circunstancias como la que se comenta tienden a multiplicarse los incidentes fronterizos, las vulneraciones a la integridad territorial y las violaciones a la soberanía de los países. Sería particularmente desastroso que las acciones anunciadas ayer no sólo no sirvieran para acabar con el narco sino que dieran pie a conflictos entre elementos del Ejército Mexicano y de las agencias de seguridad estadunidenses.
En suma, las medidas dadas a conocer ayer por Washington y la satisfacción expresada por el gobierno mexicano ante ellas ponen en evidencia una estrategia de seguridad errónea –y compartida, a lo que puede verse–, que se concentra en el combate a las expresiones epidérmicas de un problema con raíces complejas y profundas como es el narcotráfico. Si lo que se quiere es erradicar de fondo esa y otras expresiones delictivas, los gobiernos de Calderón y Obama no deben concentrarse en acciones policiaco-militares de persecución, que hasta ahora han resultado ineficientes, sino atender los factores sociales, económicos e institucionales que las originan; emprender políticas efectivas de combate a las adicciones, a efecto de reducir la demanda de estupefacientes ilícitos; combatir la corrupción que corroe el entramado institucional de ambos países y, en el caso de México, elaborar y aplicar una estrategia coherente de combate a la miseria, de atenuación de la pobreza y de reducción de las lacerantes desigualdades sociales.
Lorenzo Córdova
Aprender a leer la ley
Recientemente se ha venido difundiendo la idea de que el secretario ejecutivo del IFE, Edmundo Jacobo Molina, está acumulando mucho poder dentro del órgano electoral. Se trata de información y trascendidos que evidentemente fueron generados dentro del propio instituto en un delicado y desgastante juego de definición de equilibrios.
Esa historia no es nueva, aunque buena parte de sus protagonistas sí lo son. Baste recordar el lamentable golpeteo del que fue objeto la entonces secretaria ejecutiva, María del Carmen Alanís, por parte de varios consejeros que veían con recelo su creciente influencia sobre la estructura ejecutiva del IFE. Ello, sumado a las crecientes diferencias con Luis Carlos Ugalde y a la incapacidad de éste para confrontar las presiones del resto de los miembros del Consejo, provocaron la renuncia de Alanís en la víspera del proceso electoral de 2006.
Lo que siguió fue lamentable: la Secretaría Ejecutiva fue casi desmantelada a causa de la inseguridad de Ugalde, por un lado, y el chantaje de varios consejeros, por el otro. El ejemplo más plástico de eso fue la decisión de convertir la oficina del secretario ejecutivo en un “salón de descanso” para los consejeros.
Desde su fundación, el diseño del IFE respondió a una estructura dual: la rama de decisión (encabezada por el Consejo General) y la rama ejecutiva (encabezada por la Junta General Ejecutiva y coordinada por el secretario ejecutivo). La intención era diferenciar los órganos que tomaban las decisiones del instituto de los que tenían a su cargo la operación de los procesos electorales.
A partir de 1997, sin embargo, luego de un complicado proceso de redefiniciones internas, los consejeros, a través de la creación de numerosas comisiones (llegaron a ser 17), adquirieron un incrementado poder y control sobre la estructura ejecutiva. No obstante, una presidencia fuerte y la vocación institucional de la mayoría de los consejeros permitieron (no sin ciertas anomalías) que la vida del IFE transcurriera sin sobresaltos.
A partir de 2003 el panorama se desdibujó. La debilidad y falta de liderazgo de Ugalde —vuelto rehén de los consejeros— provocó que el IFE se feudalizara y que el control y poder de los consejeros, generalmente agrupados en bloques claramente definidos, aumentara desproporcionadamente.
La reforma electoral buscó romper ese arreglo institucional viciado reforzando consistentemente el área ejecutiva. El secretario ejecutivo es, en efecto, más fuerte que antes, pero no por extrañas artimañas de su actual titular, sino porque así lo quiso el legislador. No entenderlo es, simplemente, no saber (o querer) entender la ley.
Crear una unidad autónoma de fiscalización, hacer del secretario ejecutivo el sustanciador único de los procedimientos sancionatorios, limitar la posibilidad de crear comisiones de consejeros, restringir su integración a sólo tres miembros, hacer rotativas sus presidencias son sólo algunos ejemplos de cómo la ley buscó rescatar el espíritu originario del IFE: el de una estructura técnica, capacitada y profesional que se hace cargo de la ejecución de los procesos electorales, y de una rama paralela que toma las decisiones institucionales y que, por supuesto, vigila y supervisa (que no es lo mismo que controlar) a la primera.
Dicho de otro modo: la ley quiso deshacer los entuertos de un arreglo interno que sumió al IFE en el peor bache de credibilidad de su historia.
Algunos en el IFE, sin embargo, no están dispuestos a entender eso y han desatado un golpeteo interno con el que el único perjudicado es la propia institución. Es un juego perverso —y suicida— en el que los únicos beneficiados de esa historia son los grandes y poderosos detractores de la reforma electoral y quienes mezquinamente le apuestan a un IFE débil, mancillado y sumido en la desconfianza.
Investigador y profesor de la UNAM
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