Samuel Schmidt
He sostenido que durante muchos años el
Los panistas decían que ellos habían asegurado el fin de las crisis monetarias sexenales, tal vez si, pero ¿a qué precio?Pero luego vino el descontrol del narco y como sugiere Fernández Meléndez en El otro poder, el gobierno se inclinó por uno de los carteles y se desato una ola de violencia que hoy parece tormenta de elevado grado la que al parecer falta esperar a que pase para luego hacer el recuento de los daños, entre los que esta el descrédito de las instituciones de gobierno.Ni la devaluación del peso incentiva a las maquiladoras a llegar.
Ni siquiera una tasa de cerca de los 16 por dólar y aumentando las convence y las que están aquí toman providencias para evitar desgracias que lamentar. En El Paso les prohíben a sus ejecutivos cruzar a Juárez con el consiguiente beneficio para la ciudad estadounidense y la perdida nacional, porque han establecido oficinas en el norte para evitar cruzar. Hay empresas que han pospuesto sus planes de expansión hasta mejor oportunidad.Ante la posibilidad que las vacaciones –que no freno de primavera como dijo un lector de noticias- ayudaran a la maltrecha economía, hay muchos springbreakers que han decidido no venir, ya sea que se lo prohibieron sus padres, sus escuelas o se los recomendó el gobierno de su país. Imagínese que solamente falta que resulten con varios secuestros express o gringos desaparecidos.
Hay atletas que cancelan su asistencia a eventos con la derrama económica que eso representa. Cualquiera diría que es una exageración, pero frente al grado de violencia que se registra en muchas partes de la republica, donde efectivamente hay un gobierno fallido y donde impera un narco gobierno que tira y pone jefes de policía, mejor abstenerse de asistir como estrategia de reducir o eliminar el riesgo a luego tener que lamentar el cariño con el país o el alcohol barato. Para que Calderón no se sienta mal podemos anotar que desde que Fox desgobernaba ya había zonas a donde el gobierno no entraba.El gobierno mexicano, inefectivo hasta la saciedad, se queja de la mala publicidad y de una campaña de desprestigio, mientras que ha ignorado las llamadas de auxilio de la sociedad que ha sufrido los abusos de los delincuentes, del ejército, y las tropelías de múltiples agentes policíacos.
Ahora por lo pronto ya encontró un nuevo culpable: la revista Forbes cuyo pecado consiste en calcular la fortuna de uno de los narcos más notables y de quién se rumora goza de protección política.EL gasto en seguridad que se ha potenciado se ha distraído del fomento económico o del beneficio social. Vamos a terminar esta pesadilla –porque eventualmente terminará- con un ejército mejor armado, con policías infladas y buen armamento y una sociedad mas empobrecida. La paradoja es que frente a este negativo impacto económico y cuando la estrategia debe ser mejorar el modelo económico, el PAN busca empobrecer mas a la sociedad (implantar el trabajo por horas y contratos temporales) y luego se sorprenderán que los jóvenes encuentren mejores oportunidades en la economía informal de todos los tintes.
El gobierno fallido ve la destrucción del tejido social frente a ellos y le agregan un poquito para que el daño aumente.No dejemos de lado el pésimo manejo del presupuesto, la Auditoria Superior de la Federación señaló el anacronismo de los manejos administrativos en el ejército y que estén comprando material viejo y de mala calidad. Así por más presupuesto que le destinen el dinero bueno se va al malo.
¿Culpara el ejército por la publicación de esta información a algún izquierdista enloquecido?
No podemos olvidar a la eterna compañera de la política y sociedad mexicana: la corrupción, que echa a perder las pocas y raras buenas intenciones y que agrava el impacto económico de este manejo de la nueva crisis, la que al parecer de nueva no tiene nada, porque lo que estamos viendo en realidad ya dura una década, incluidas algunas de las declaraciones del gobierno y los desplantes de los gobernantes que siguen declarando guerras que no pueden ganar.
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