12/31/2011

México ignora advertencias sobre el bisfenol A




Por Emilio Godoy
Etiqueta de biberón indica que está libre de bisfenol A.  / Crédito:Photostock/IPS
Etiqueta de biberón indica que está libre de bisfenol A.

Crédito: Photostock/IPS



MÉXICO, dic (Tierramérica) - El compuesto orgánico bisfenol A, prohibido o controlado en otras latitudes por su toxicidad, sigue presente en recipientes para microondas, alimentos enlatados, biberones y envases plásticos de México.

Este material, conocido también por sus siglas en inglés BPA, se emplea en la fabricación de resinas para revestir latas de alimentos y bebidas y en plásticos como el policarbonato, materia prima de biberones, botellas de agua, equipos deportivos, dispositivos médicos y dentales y electrodomésticos.

Se lo considera un disruptor del sistema endócrino, que puede imitar la función de hormonas humanas y conducir a efectos negativos. Las primeras etapas de desarrollo son las más sensibles a su presencia, y algunos estudios vinculan la exposición prenatal a posteriores problemas neurológicos.

A pesar de la evidencia científica, en México "no hay medidas contra del bisfenol A", dijo a Tierramérica la toxicóloga Isabel Hernández, del Laboratorio de Toxicología Reproductiva Femenina del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del estatal Instituto Politécnico Nacional.

Hernández encabeza desde 2010 un estudio sobre la calidad del ovocito en ratonas expuestas al contacto oral con el bisfenol, cuyos resultados preliminares revelan una disminución en el porcentaje de fertilización de esos animales.

El tramo final de la investigación consiste en verificar posibles efectos en la ovulación de las ratonas. "Parece que no hay efecto, pero nos falta examinar el nivel de hormonas", explicó la académica.

El estudio, programado para concluir en febrero de 2012, será publicado en revistas especializadas y presentado en la reunión anual de la Sociedad de Toxicología de Estados Unidos en marzo del año próximo, en la occidental ciudad de San Francisco.

El BPA, fabricado por compañías como Bayer y Dow Chemical, ya fue prohibido completamente en Canadá y parcialmente en la Unión Europea, Turquía, Brasil y Costa Rica, entre otros países, por lo que especialistas y activistas temen que las existencias hayan sido enviadas a naciones en desarrollo como México.

En Estados Unidos, la gubernamental Administración de Medicamentos y Alimentos pospuso la adopción de una regulación, mientras el intento de la Agencia de Protección Ambiental de incluir el bisfenol A y otros químicos en una lista de "sustancias preocupantes" fue bloqueado por la Casa Blanca.

Pero al menos ocho estados estadounidenses tienen leyes que prohíben el BPA en la fabricación de biberones, envases de leche en polvo y otros productos infantiles, mientras 17 introdujeron este año proyectos para regular su uso.

En México, lo más cercano a una norma es una regulación de la Secretaría (ministerio) del Trabajo y Previsión Social sobre condiciones de seguridad e higiene en los centros laborales en los que se manejen, transporten, procesen o almacenen sustancias químicas capaces de generar contaminación en el ambiente laboral.

"Debe prohibirse. Es parte del cóctel de químicos que recibimos en los alimentos procesados. La defensa de la industria se centra en que las dosis son bajas y no representan ningún riesgo", dijo a Tierramérica el director del grupo no gubernamental El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo.

En esta nación latinoamericana se producen más de cuatro millones de toneladas de plástico al año, la mayoría bolsas, películas y botellas, según cifras de la industria.

Dos estudios recientes abordaron la presencia del bisfenol A en México.

Un trabajo de investigadores de las estatales Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica y la española Universidad de Granada, publicado en abril en el Bulletin of Environmental Contamination and Toxicology, encontró disruptores endócrinos, como el bisfenol A, en variados productos.

Distintos tipos de ftatalos (compuestos también empleados en la fabricación de plásticos)y bisfenol A, en diversas formas, se hallaron en biberones y recipientes para microondas, concluyó el análisis "Phthalates and Bisphenols Migration in Mexican Food Cans and Plastic Food Containers" (Migración de ftalatos y bisfenoles en latas de comida y recipientes plásticos para alimentos mexicanos).

La muestra incluyó 24 latas de vegetales, como ají jalapeño, champiñones y zanahorias, cuatro recipientes plásticos para microondas, 12 para comida y seis biberones, comprados en supermercados del central estado de San Luis Potosí.

"Los recipientes plásticos son reusados en los hogares mexicanos para guardar y recalentar comida en hornos de microondas, exponiendo los alimentos a altas temperaturas y, por lo tanto, incrementando el riesgo de migración", sostiene este estudio.

La investigación "Bisphenol A Exposure in Mexico City and Risk of Prematurity: A Pilot Nested Case Control Study" (Exposición al bisfenol A en la Ciudad de México y riesgo de prematuridad: Un estudio piloto de casos y controles anidados), publicada en la revista especializada Environmental Health en octubre de 2010, estudió por primera vez el BPA en mujeres embarazadas de este país.

El compuesto fue detectado en 80 por ciento de las 60 muestras de orina de embarazadas entre 2001 y 2003, por investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública de México, las universidades de Michigan y de Harvard y los gubernamentales Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

Se halló asimismo evidencia preliminar de que las mujeres que dieron a luz en forma prematura presentaban mayores concentraciones de BPA que aquellas que lo hicieron a término.

En noviembre de 2010, un panel de expertos convocado por la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura decidió no recomendar nuevos límites o prohibiciones del bisfenol, alegando incertidumbre sobre sus posibles efectos adversos.

La Unión Europea, que prohibió este año la fabricación e importación de biberones con BPA, estableció que la dosis diaria tolerable es de 0,05 miligramos de BPA por kilogramo de masa corporal.

Se necesita "informar y exponer a las autoridades frente al problema", dijo Calvillo, "para que asuman sus responsabilidades, para que respondan y argumenten".

* El autor es corresponsal de IPS. Este artículo fue publicado originalmente el 17 de diciembre por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.

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