Alberto Aziz Nassif
Este año que termina nos deja varios acontecimientos que seguirán en la memoria más tiempo. Los cortes de año dejan ideas y hechos atrás, pero también hay huellas que se quedan con nosotros porque seguirán gravitando en el calendario que se inaugura muy pronto.
1.- Este año tuvo una importante dosis de política. No se trata de hacer un recuento de elecciones y reformas frustradas, sólo me quedo con apuntes que cruzarán hacia el nuevo año. Uno de ellos es el cambio de imagen en algunos de los candidatos a la Presidencia de la República. Hasta hace muy poco las encuestas nos daban una fotografía definida de preferencias: Enrique Peña Nieto en la parte más alta, seguido del panismo, cualquiera que vaya a ser su candidat@, y Andrés Manuel López Obrador en la parte más baja. Era previsible que el ciclo de 2011 cambiara de forma importante en el 2012. Ahora ya tenemos dos datos que apoyan esta premisa. La imagen de Peña Nieto se ha visto abollada de forma importante.
El joven candidato no ha podido equivocarse más porque no ha tenido la oportunidad para hacerlo. A los entusiasmados con Peña les preguntaba por alguna idea interesante y se quedaban en silencio; ahora sabemos que se trata de una persona que no lee, pero que además es malo para la improvisación; que desconoce no sólo la literatura, sino información básica como el monto del salario mínimo o el costo del kilo de tortillas. Las redes sociales se han encargado del resto. En contraste está la corrección de estrategia de AMLO, que empieza a bajar sus votos negativos para ubicarse como un candidato con posibilidades de volver a crecer. Estas dos imágenes cruzaran el año. ¿Cómo terminará la historia?
2.- La violencia y sus víctimas nos acompañarán con imágenes que han conmovido al país. Si se llegó a pensar que ya lo habíamos visto todo con la matanza de migrantes de San Fernando y las fosas clandestinas en Durango y Chihuahua, este año llegaron las pilas de cadáveres en Boca del Río y en Guadalajara. Siguen las matanzas en Veracruz. Quedará el terrible recuerdo del incendio del Casino Royale en Monterrey y la enorme corrupción que rodea los negocios de juego. Decenas y decenas de muertos, de hombres y mujeres víctimas de la violencia que estruja al país ante un Estado que no logra proteger a los ciudadanos del crimen organizado. ¿Cuántas tragedias similares habrá en las próximas semanas y meses?
3.- El surgimiento del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad ha sido uno de los hechos más importantes del 2011. No sólo por la visibilización de las víctimas y del dolor, sino por haber tomado la plaza con una agenda de cambios; por haber firmado un pacto ciudadano y por construir el significado de un país en emergencia, pese a que la clase política no lo quiera ver así. Quedan en la memoria las dos caravanas que recorrieron el país, al norte y al sur, esfuerzos que cruzaron un territorio herido que reclama consuelo y justicia. ¿Qué más se podrá hacer ante la sordera gubernamental?
4.- Hemos escuchado mucho sobre el abuso del poder en los gobiernos locales, sobre la enorme cantidad de recursos que circulan sin transparencia y sin rendición de cuentas por las arcas estatales. Pero este año vimos un caso extremo, Coahuila, que llegó a niveles de un endeudamiento gigantesco, más de 35 mil millones de pesos, y muchos de ellos se tramitaron de forma fraudulenta. La cara visible, Humberto Moreira, quedó en evidencia, vimos su encumbramiento en el PRI y también su caída, pero el caso seguirá porque el expediente crece cada día y una buena parte de los recursos no aparecen. ¿Cuánto de ese dinero se va a ir la campaña del PRI?
5.- Cuando la realidad alcanza las pantallas se genera un fuerte impacto. Eso sucedió con el documental de Presunto Culpable, que nos trajo las imágenes de un sistema de justicia podrido que encarcela inocentes y deja fuera a los culpables. La experiencia de conocer el sistema carcelario, un infierno lleno de laberintos al que nos acercó la cámara, fue impactante. Pudimos ver un caso en donde dos jóvenes abogados lograron liberar a una persona inocente mediante el recurso de filmar la realidad. ¿Cuántos inocentes habrá en las cárceles del país?
6.- En una variada miscelánea a la que tenemos que recurrir por razones de espacio sólo enunciamos que: en 2011 se logró finalmente nombrar a los tres consejeros del IFE; murió de forma trágica el secretario de gobernación Francisco Blake; quedó pendiente la reforma política; crecieron los índices que miden pobreza, desigualdad, desconfianza institucional y corrupción.
Adiós a este complicado año y esperemos que 2012 sea mejor, con esa expectativa les deseo felicidades…
Investigador del CIESAS
José Antonio Crespo
Evaluación del quinto año
¿Cómo evalúa la opinión pública el desempeño de Felipe Calderón al término de su quinto año de gobierno, y considerando que “todavía le cuelga” para que entregue el poder a su sucesor? Para responder esto siguen siendo imprescindibles las encuestas. Las que publicó EL UNIVERSAL (30/Nov y 5/Dic/11) advierten un repunte en la aprobación del gobierno de Calderón a 59 puntos (era de 52 en febrero). Nada despreciable. Sin embargo, bien sabemos que una característica mexicana de estas mediciones es que la aprobación general se hace a partir de buenas intenciones, de simpatía, de la apreciación de que el Presidente le está “echando ganas”, y no tanto por un buen desempeño gubernamental.Algunas encuestas así lo han sugerido al preguntar la razón de calificar bien a Calderón (u otros presidentes antes que él). Y eso explica, por ejemplo, que pese a la relativamente alta aprobación que tiene la gestión calderonista, sólo el 18% de los entrevistados piensa que las cosas salieron como esperaban, frente al 42 % que opina que no ocurrió así.
Igualmente, una clara mayoría de entrevistados (63%) considera que los problemas están rebasando a Felipe. Desde luego, la filiación partidaria influye mucho en evaluar bien o mal al presidente en turno. De tal manera que ante la misma pregunta, los panistas consideran mayoritariamente que Calderón tiene todo bajo control (55 %), en tanto que sólo 15 % de los priístas y el 7 % de los perredistas. Precisamente por el enorme sesgo que introduce la simpatía por algún partido en la evaluación de la gestión gubernamental, resulta un indicador más confiable ver lo que piensan los independientes, que suponemos menos sujetos a partidizar su percepción; sólo 20% cree que las cosas están bajo control frente al 65% que piensa que ese control ya se perdió.
El área mejor calificada es el sector salud (con 63% de opiniones de muy bien y bien), y la peor: la generación de empleos (34%), lo que se supone sería la espina dorsal de esta administración según ofreció Calderón en su campaña (por ello no hay que tomarse muy a pecho lo que ofrecen los candidatos, que son palabras que se lleva el viento). Y la mayoría piensa que la violencia ha aumentado como consecuencia de la estrategia calderonista (72%), que México es hoy menos seguro (51%), que se debería cambiar de estrategia (58%) y que son los narcotraficantes quienes van ganando la guerra (41%, frente al 32% que piensa que el Ejército lo hace).
Por su parte, la encuesta de Consulta Mitofsky tampoco reporta buenas evaluaciones en general. Por ejemplo, 82% considera que la situación económica está peor (si bien eso puede atribuirse a la crisis mundial de la que Calderón no fue responsable). Pero en cuanto a la situación política (esa sí atribuible en buena parte al gobierno federal), 76% la considera peor frente a sólo 18% que cree que está mejor. Y no se diga en materia de seguridad; 81% piensa que la situación está peor ahora.
De hecho, la preocupación sobre el tema ha crecido conforme la inseguridad ha empeorado: todavía en 2009 la inseguridad era el tema más preocupante sólo para 13.2 % de los ciudadanos, en tanto que la crisis económica suscitaba preocupación a 38.8 %. Este año, los que consideran más preocupante la inseguridad son 34.5%, mientras que casi la mitad, el 18.5 %, sigue más inquieta por la economía. Eso es algo novedoso, y si bien la situación económica incidirá en la elecciones, como en todo el mundo, el tema de la inseguridad se levantará como eje central de las campañas.
De hecho, eso ya está ocurriendo en los intercambios de acusaciones entre Calderón y el PRI. Hasta hace poco, Enrique Peña Nieto era poco crítico con la estrategia actual frente al crimen. Pero ahora dice que “no se le olvidan” la violencia, las víctimas y los familiares de éstas. Lo que supone que él cambiaría radicalmente de estrategia ante tan pésimos resultados (según su propio discurso).
Contrasta la preocupación ciudadana que genera la inseguridad con la que suscita la drogadicción, de sólo 1.3%, pese a haber sido ese el principal motor de la estrategia calderonista contra los cárteles (“Para que la droga no llegue a tus hijos”). Y es que los ciudadanos saben que las drogas (legales o ilegales) afectan esencialmente a quienes las consumen, mientras que su combate frontal y armado (con muchas balas y poca inteligencia) pone en jaque a toda la sociedad. Por lo pronto, felicidades año a los lectores.
cres5501@hotmail.com
Facebook: José Antonio Crespo Mendoza.
Investigador del CIDE
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