No comer para embriagarse rápido sin subir de peso, un trastorno alimenticio “muy de moda entre mujeres menores de 30 años”
CIUDAD DE MÉXICO, 30 de diciembre.- Jimena es una joven universitaria de 23 años que espera el fin de semana para “enfiestarse” con sus amigos de la escuela e ingerir alcohol en grandes cantidades. Cuando llega el viernes, la joven sale de su casa sin desayunar; al mediodía prefiere no almorzar, por la tarde no come y por la noche se va de antro sin alimento alguno en el estómago con el objetivo de emborracharse más rápido, evitar aumentar de peso y de paso ahorrarse dinero en comida para comprar más bebidas embriagantes.
La situación se repite el sábado siguiente, el fin de semana próximo y cada vez que Jimena sale a emborracharse con su amigos.
Ella padece alcohorexia, un trastorno alimenticio “muy de moda entre mujeres menores de 30 años” que combina la anorexia con el alcoholismo y consiste en dejar de comer para poder beber alcohol y no ganar peso.
Las jóvenes que caen en esta conducta intentan compensar la falta de alimentos con la ingesta calórica generada por el consumo de alcohol. Cuando no soportan el hambre, comen y luego se provocan el vómito antes de ingerir nuevamente alcohol.
Este desorden, que en ocasiones va acompañado por la bulimia, puede tener diversas consecuencias como dificultad para concentrarse, anemia, daño de órganos vitales, enfermedades crónicas y finalmente la muerte.
Para José Arturo Arce, especialista en trastornos alimenticios, uno de los principales problemas de la alcohorexia es que quien la padece, puede desarrollar una doble patología, es decir, el trastorno alimenticio más la adicción al alcohol, lo que a fin de cuentas resultará en un doble deterioro del organismo provocado por el alcoholismo y la desnutrición.
Detalla que este problema se presenta principalmente en mujeres jóvenes, de entre 15 y 24 años.
Combinación de riesgo
José Arturo Arce afirma que es de vital importancia el que los jóvenes midan su consumo de bebidas alcohólicas y eviten embriagarse cuando no han comido.
Explica que el organismo, al no tener el suficiente alimento que procesar absorbe rápidamente el alcohol, y si el porcentaje de éste es mayor al que el metabolismo puede soportar, el exceso de dicha sustancia podría ocasionar la muerte.
“Es importante que las y los jóvenes, porque también es un desorden que puede afectar a los hombres, se autoexaminen y se pregunten si padecen problemas a la hora de ingerir bebidas embriagantes, si es que reducen su consumo de calorías durante el día si saben que beberán alcohol por la noche o si estando borrachos lo primero que les viene a la mente es vomitar para no sentirse mal”, indica el especialista.
De acuerdo con Arce, si la alcohorexia es detectada a tiempo puede ser tratada mediante terapias sicológicas, control clínico, toxicológico y de nutrición así como un constante acompañamiento para que el paciente pueda superar el desorden alimenticio que presenta.
“Han surgido nuevos desórdenes alimenticios que cuentan con un común denominador que es la pérdida de peso de manera drástica a raíz de comportamientos que pueden condicionar la vida de una persona, la obsesión con estar delgado y la aceptación social del consumo de alcohol son parte del origen de este grave trastorno”, sostuvo, entrevistado por Excélsior.
Para ello es importante que los padres de familia, familiares cercanos y amigos estén al pendiente si el o la joven afectada evita comer para tomar alcohol o si presentan síntomas de desnutrición y alcoholismo, ya que únicamente detectándolo a tiempo podrían salvar su vida.
“En nuestro país todavía no es tan común este grave problema, pero es necesario que la Secretaría de Salud elabore una campaña de concientización entre los jóvenes sobre los efectos y lamentables daños que puede provocar la alcohorexia en la juventud mexicana, todavía estamos a tiempo de salvar vidas”, advierte.
El especialista aseveró que un individuo con sobrepeso no es sano y tampoco lo es un persona delgada en extremo ya que también puede tener problemas con su salud. Explicó que importante mantener una dieta balanceada acompañada de un alimento de cada grupo que compone el plato del buen comer, así como consultar al nutriólogo.
La Organización Mundial de la Salud indica que el alcoholismo afecta a entre el 10 y 12 por ciento de la población, y de acuerdo con diversos estudios el alcoholismo femenino está relacionado a trastornos sicológicos y alimentarios.
En México, según datos de la Secretaría de Salud poco más de 25 millones de hombres y mujeres abusan en el consumo del alcohol, y de acuerdo con especialistas dos millones de mexicanos padecen anorexia, de las cuales 90 por ciento son mujeres.
Amplían vigilancia a cinco municipios
Los operativos de radar y alcoholímetro que la Secretaría de Vialidad y Transporte (SVT) del estado de Jalisco ha realizado este mes han dado resultados también en las delegaciones y municipios foráneos que conforman el estado, informó la dependencia.
Señaló que algunos de los municipios en los que se han aplicado los operativos son Puerto Vallarta, Chapala, Mazamitla, Cihuatlán y Tapalpa.
Precisó que de los dos mil 354 automovilistas a los que se les practicó la prueba de alcoholemia hasta el 27 de diciembre en los distintos municipios, fueron 17 conductores los que dieron positivo, mismos que recibieron un folio.
“Afortunadamente no hubo necesidad de consignar a ningún conductor al Ministerio Público, ya que los niveles de alcohol que se detectaron sólo eran acreedores a una infracción”, prosiguió esa secretaría.
Los operativos de radar y alcoholímetro se realizan diariamente con motivo de la temporada navideña y el periodo vacacional invierno 2011, de 18:00 a 4:00 horas, mismas que concluirán el 6 enero de 2012, detalló la dependencia estatal.
Los daños
La alcohorexia afecta principalmente a mujeres menores de 30 años.
De acuerdo con expertos, provoca desnutrición, ansiedad y daños sicológicos.
Uno de los principales daños de este trastorno es que priva al cerebro de una nutrición adecuada.
Al mismo tiempo, el consumir grandes volúmenes de alcohol sin comer puede provocar problemas cognitivos a corto y largo plazo.
Esto incluye la dificultad de concentración, pérdida de la capacidad de estudiar y problemas a la hora de tomar decisiones.
Quienes la padecen tienden a tener un comportamiento agresivo.
Corren también el riesgo de dañar sus órganos vitales a edades tempranas y ser susceptibles a enfermedades crónicas.
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