1/04/2013

Los periodistas pal cafe....


De muy buen ánimo estrenó año el inquilino de Los Pinos, y, por si alguien tuviera duda, se animó a reiterar que será un incansable promotor de mayor trabajo, de trabajo formal, que represente para las familias mexicanas un mejor ingreso, a partir de tener trabajos mejor remunerados, que sean consecuencia de un entorno de mayor competitividad y productividad por el que debemos de trabajar.
Primer acto público en este 2013 que arranca dedicado al tema laboral, en el que sus cinco antecesores se comieron miles de platos de lengua, algo que por lo demás no arredró a Enrique Peña Nieto, quien pronosticó (sic) mayores acuerdos que den paso a una transformación mayor de nuestro país y que, realmente, sea un año, como deseo, lo tengan todas las familias mexicanas, de logros, de realizaciones, de cambios estructurales, que permitan que el país acelere su paso. Que permita combatir con mayor eficacia los rezagos que tenemos acumulados, especialmente el de la pobreza, el de la desigualdad, el de la falta de empleo formal, el de una debida protección, a través de la seguridad social, para todos los mexicanos. Que sea oportunidad para que las reformas que estemos impulsando México pueda tener un crecimiento más acelerado, que depare con ello prosperidad para los mexicanos.
Bien por el entusiasmado político mexiquense, aunque, como ya es costumbre, se le olvidó explicar cómo lograría aterrizar su generosa oferta en una economía que, cuando bien va, sólo genera uno de cada tres empleos formales demandados por los mexicanos que año tras año se incorporan al mercado laboral. Empleo formal y bien remunerado para todos, ¡claro!, ¡qué bueno!, pero Peña Nieto no detalló cómo y con qué.
Sólo hay que recordar qué sucedió en el ámbito laboral a lo largo de los últimos tres sexenios (de Ernesto Zedillo, el del bienestar para la familia, a Felipe Calderón, el presidente del empleo), cuyos titulares prometieron prácticamente lo mismo que ahora ofrece Peña Nieto. Veamos:
En número redondos, entre 1994 y 2012 alrededor de 18 millones de mexicanos se incorporaron a la población económicamente activa; de acuerdo con el registro del IMSS, en ese lapso apenas alrededor de 6 millones lograron colarse a la economía formal y ocuparse en una plaza con prestaciones, comenzando con la de seguridad social. En igual lapso, cerca de un millón 500 mil de plano engrosaron las filas de la desocupación abierta y el resto (algo así como 11.5 millones) terminaron en la informalidad, en la que a estas alturas sobreviven 30 millones de personas.
En esos tres sexenios (Zedillo, Fox y Calderón), recurrentemente en el discurso, se reivindicaron cambios, logros, avances, cifras históricas en materia de empleo formal, combate a la pobreza y tantas otras bellezas que en los hechos resultaron exactamente al revés, es decir, retrocesos, mayor número de pobres, menor empleo formal y cifras históricas, sí, pero en ocupación informal. Y todo ello se concretó con el mismo modelo económico con el que Peña Nieto hoy promete avances sociales inimaginables, aderezados con una reforma laboral que permitirá a los patrones abaratar la mano de obra, cancelar prestaciones y precarizar, aún más, las condiciones laborales en el país.
Con Ernesto Zedillo en Los Pinos (quien siempre presumía lo bien que les iría a las familias mexicanas con él en la residencia oficial), la generación de empleo formal (el registrado en el IMSS) apenas sumó 2 millones 624 mil (de ellos, 5.5 por ciento eventuales). El de la lengua larga y las ideas cortas, Vicente Fox, a duras penas acumuló un millón 160 mil (de ellos, 24 por ciento eventuales), y el autodenominado presidente del empleo, el nefasto Felipe Calderón, 2 millones 254 mil (de ellos, 28 por ciento eventuales). Así, en tres sexenios oficialmente se generaron poquito más de 6 millones de empleos formales, con todo y plazas eventuales (alrededor de un millón), de los 18 millones demandados por los mexicanos que en ese mismo periodo se incorporaron a la población económicamente activa, o lo que es lo mismo sólo uno de cada tres pudo colarse a la economía formal.
Desde luego que no son resultados para presumir, por mucho que el aparato propagandístico de los tres tristes tigres citados machaconamente divulgara lo contrario. El problema es que Enrique Peña Nieto promete a los mexicanos más empleo formal. Mayores remuneraciones y felicidad plena sin alterar un ápice el modelo económico y utilizando el mismo manual con el que sus antecesores fracasaron rotundamente.
Entonces, qué bueno que el nuevo inquilino de Los Pinos arranque 2013 con buenos deseos y se reconozca como un incansable promotor de mayor trabajo, de trabajo formal, que represente para las familias mexicanas un mejor ingreso, a partir de tener trabajos mejor remunerados, que sean consecuencia de un entorno de mayor competitividad y productividad por el que debemos de trabajar, pero se requiere muchísimo más que eso para que las promesas se traduzcan en hechos, o como el mismo lo dice en resultados tangibles.
De aquí al término de su mandato, Enrique Peña Nieto deberá promover la creación de alrededor de 6 millones de empleos formales, sólo para atender la demanda de los mexicanos que por primera vez se sumen al mercado laboral. El rezago histórico es otro boleto, aunque parte del mismo show. Y aquí cabe preguntarse cómo le hará el inquilino de Los Pinos para formalizar a 30 millones de informales, y cómo mejorará las remuneraciones de los trabajadores, si su baja permanente es el pilar de la competitividad a la mexicana.
Lo cierto es que buenos deseos no son sinónimo de buenos resultados, y sólo con aquéllos no se llega muy lejos. Entonces, para obtener resultados tangibles se requieren políticas tangibles, especialmente en el ámbito laboral. De otra suerte, allá por 2018 el ejército de informales sumará 36 millones de mexicanos, cuando menos.
Las rebanadas del pastel
Por cierto, el inquilino de Los Pinos topó con el mismo síndrome de Fox y Calderón: A diferencia de ocasiones anteriores, las eventuales amenazas sobre nuestra economía no son por razones internas, sino por factores externos, festeja Enrique Peña Nieto, tal cual lo hicieron sus dos antecesores. Qué bueno, pero la madriza nadie se la quita al país, sea ésta autóctona o de importación. Es el síndrome de Rosita Alvirez (de los tres tiros que le dieron sólo uno resultó mortal, y éste vino de afuera).


Hay un residente de este planeta que el año pasado ganó 35 mil 300 millones de dólares. ¿Descubrió petróleo, minas de oro o de diamantes? Mejor que eso. Encontró el modo de fabricar ropa en países del inframundo con salarios que compiten con los de México. Se trata de Amancio Ortega, el de la cadena de tiendas Zara. Aunque el dinero no tiene nacionalidad, no es superfluo mencionar que se trata de un ciudadano español. 2012 fue particularmente duro con sus paisanos, pero Ortega no tuvo que lidiar con eso. Movió de tiempo atrás su producción fuera de su país, no tiene que pagar salarios en euros, sino en monedas locales. En México ha crecido mucho, no sólo sus tiendas, también en el ramo inmobiliario. Los vecinos de Lomas-Polanco dicen que es el inversionista de la Torre del Bicentenario, que siguen construyendo en el crucero de Reforma y Periférico. Más de 20 pisos en una zona donde sólo se permiten seis, gracias a la corrupción de la delegación Miguel Hidalgo y Seduvi. La enorme suma que ganó el año pasado no lo convierte, sin embargo, en el hombre más rico del mundo. Ese sigue siendo ya saben quién. El Índice Bloomberg de la Riqueza dice que en 2012 los 100 millonarios a los que da seguimiento ganaron montañas de dinero. En la gráfica (arriba) aparecen los que encabezan la lista.
El supervendedor
Los que ya dudan hasta de la paz de los sepulcros se preguntan qué significado tiene la designación de Jacques Rogozinski como director general de Nacional Financiera. Ayer tomó posesión y pronunció un florido discurso, como es la tradición. Sin embargo, nadie olvida que fue el marchante de Carlos Salinas de Gortari. Instrumentó la venta de Telmex al otro Carlos famoso, en un remate de garaje en que salieron numerosas empresas que formaban parte del patrimonio del país. ¿Será que viene a vender el resto? Todavía quedan algunas muy importantes. Ahí estan Pemex, la CFE, la península de Baja California. ¡Hagan fila, muchachos!, como dijo Salinas de Gortari a sus amigos que se quedaron con los bancos y luego los quebraron.
Expansión de Elektra
A mitad del año pasado Ricardo Salinas Pliego se convirtió en propietario de Advance America, la principal empresa proveedora de préstamos bancarios de corto plazo que trabaja en 29 entidades de Estados Unidos, y cuyo principal producto es el anticipo de nómina, según anunció en su momento el vocero de Grupo Salinas, Luis Niño de Rivera. La transacción se realizó a través de Grupo Elektra, que pagó 780 millones de dólares. Resultó un negocio muy fructífero. Agregó 2 mil 400 puntos de venta en 29 estados de Estados Unidos. Ahora tiene 6 mil puntos en nueve países.



De acuerdo con los argumentos que he expresado en esta columna varias veces en años recientes, el neoliberalismo (auténtica Revolución de los ricos, para usar el título del nuevo libro de Carlos Tello Macías) y la automatización creciente de los procesos de producción (tanto de bienes como de servicios) han llevado a la desvalorización de la fuerza de trabajo (baja de salarios reales) y al aumento de los niveles de desempleo y subempleo, y, por tanto, al incremento de la pobreza en el mundo. Sin embargo, las cifras de pobreza del Banco Mundial (BM) muestran niveles decrecientes de la pobreza en el tercer mundo, donde viven la mayoría de los pobres. O bien estas cifras son falsas (implican una operación de encubrimiento para ocultar la verdad) o bien hay algo falaz en los argumentos que llevan a la conclusión opuesta.



En Nueva Delhi, una joven de 23 años fue violada y golpeada salvajemente por cinco hombres en un autobús. Falleció debido a la gravedad de las lesiones en un hospital de alto nivel de Singapur, a donde la trasladaron buscando salvarle la vida. Estudiaba fisioterapia.
Tres semanas antes, otra joven de 17 años se suicidó en el noroeste de India. Tras ser violada por dos hombres en presencia de una mujer que nada hizo por ayudarla, acudió a denunciar ante la policía, que tardó 15 días en abrir una investigación. Lo único que hizo en ese lapso fue presionarla para que llegara a un acuerdo económico con los violadores o se casara con uno de ellos.
Ante el maltrato recibido, la joven decidió difundir un video en el que, desde el humilde lugar donde vivía, narró su caso. Cómo sus violadores la amenazaron con matarla y dañar a su familia si decía algo. La respuesta de las autoridades fue el silencio. Entonces la joven se suicidó ingiriendo veneno. Ahora sí la policía capturó a los violadores y a la mujer que presenció la afrenta. Los agentes que no atendieron a la joven fueron suspendidos en sus cargos.
Gracias a los medios y a las redes sociales que denunciaron el hecho, estalló la indignación pública, que se sumó a otra de muchísima mayor dimensión en rechazo a lo que le ocurrió a la joven universitaria en Delhi. Sus agresores y el chofer del autobús están detenidos y pueden ser condenados a muerte.
En protesta por los dos crímenes, miles de personas se apoderaron de las calles de la capital y las principales ciudades de India pidiendo más protección para mujeres, que la policía atienda las denuncias de las agredidas y penas más severas para violadores.
Autoridades y clase política se mostraron insensibles y reaccionaron tarde a la indignación ciudadana. Las protestas continúan pese a que el primer ministro Manmohan Singh consideró “comprensibles las airadas manifestaciones (tan concurridas como las de 2011 contra la corrupción y que hicieron tambalear su gobierno) y prometió que las emociones del pueblo se canalizarán en una acción constructiva. Sonia Gandhi, líder del gobernante Partido del Congreso, dijo: esta lucha no será en vano.
Las violaciones colectivas suceden a diario en India. La mayoría no son denunciadas pues desconfían del sistema judicial y temen el mal trato de los agentes de la policía (todos hombres) ante los cuales acusan a sus agresores.
La paciencia ciudadana por los crímenes contra las mujeres parece haber terminado en India. Ahora le toca cumplir con su deber a las autoridades y los políticos.



A veces, cercano el Día de Reyes, la Ruta Sonora ha hablado de algún tópico musical cercano a los infantes. Hoy lo hace de nuevo, con un tema gozoso: la banda de rock para niños, Los Patita de Perro, poderoso trío de la ciudad de Puebla, que tras 18 años de vida, se consolida como un modelo ejemplar, a la cabeza, con pocos exponentes similares a la redonda, con todo y la existencia de honrosos casos como los históricos Hermanos Rincón o el grupo Cántaro, o bandas como ¡Qué Payasos!, Monedita de Oro o Bandúla.



El desmedido crecimiento observado durante 2012 en las deudas de los usuarios de crédito al consumo en el país –las cuales crecieron en más de 101 mil millones de pesos y, en el caso particular de las tarjetas de crédito, llegaron a la cifra sin precedente de 266 mil 300 millones– constituye un indicador preocupante y un aviso de riesgos potenciales para el sistema financiero y la economía nacional, en la medida en que la estampida poco responsable en el otorgamiento de créditos de los bancos no ha ido acompañada de un incremento sustancial en los ingresos de las personas y sí, en cambio, de un incremento en la morosidad: apenas el mes pasado la calificadora Moody’s advirtió que la cartera vencida de los bancos se había duplicado en el reciente año y medio, en tanto que la firma Fitch afirmó que el incumplimiento de pagos entre usuarios de préstamos bancarios al consumo comenzaba a mostrar una dinámica similar a la que precedió la más reciente crisis de las tarjetas de crédito, en 2008.

Denuncia secuestro exprés en víspera de Navidad
El 24 de diciembre pasado, un familiar fue víctima del llamado secuestro exprés. La preocupación de la familia al tener conocimiento de la desaparición en un día de celebración por la bondad humana y paz universal resultó agobiante. Afortunadamente los delincuentes lo dejaron libre al día siguiente, después de golpearlo y despojarlo de sus pertenencias. El motivo de mi comunicación es la preocupación que siento al tener conocimiento de algunos detalles del secuestro: ocurrió a plena luz del día, al salir de retirar fondos de un banco, probablemente en ese lugar lo señalaron a los delincuentes. Utilizaron un taxi; si alguna persona se dio cuenta del secuestro, guardó silencio. Los malhechores lo golpearon sádicamente sin necesidad, ya que en ningún momento opuso resistencia. Pero lo más grave y que más me ha preocupado es saber que en el sitio adonde lo condujeron celebraban la fiesta de Navidad. El afectado se dio cuenta al escuchar la música y conversación de los asistentes, entre ellos una mujer que decía: ya dejen a ese señor, su familia lo ha de estar esperando. La delincuencia se ha vuelto forma de vida en nuestro país, la aceptan y son cómplices miles de compatriotas. Indudablemente los culpables son nuestros gobernantes corruptos y simuladores

Utopía posible, discontinuidad en el campo social, estado de excepción que dura ya 18 años, el de los zapatistas es un mundo inestable y amenazado que para sobrevivir, además del cotidiano trajín adentro, tiene que romper periódicamente el cerco que lo aprisiona. Esta vez se tardaron, pero el regreso del dinosaurio no permitía posponer más la decisión.

Los mayas zapatistas organizados en el EZLN volvieron sobre sus pasos de 1994, y esta vez sin armas, el 21 de diciembre pasado, se tomaron simultáneamente las cinco ciudades del inicio de su movimiento: San Cristóbal de las Casas, Altamirano, Las Margaritas, Palenque y Ocosingo. En silencio, perfecta sincronía, organización y simultaneidad, más de 40 mil hombres y mujeres integrados en los contingentes de la multietnicidad que ha caracterizado al zapatismo salieron en la madrugada de ese día memorable, de vaticinios de fin de mundo e inicios de nueva era, para cumplir, una vez más, otra cita con la historia de este país de la impunidad en el gobierno y de pueblos que resisten con la dignidad y el mandar obedeciendo que el EZLN ha establecido como efectiva y real alternativa democrática.

Diciembre, más que cierre, fue principio. Principio de sexenio, de la estrategia priísta por asentar en Los Pinos un reich de mil años. En pocos días, la blitzkrieg política de Peña Nieto y su partido, como ingeniosamente apunta Lorenzo Meyer, montó la escenografía básica para dar margen de maniobra suficiente al nuevo gobierno.

En su carrera por hacerse de legitimidad Peña Nieto apuesta por el denominado Pacto por México entre las tres fuerzas políticas mayoritarias, y advierte que el país no debe esperar más las mentadas reformas que, según su visión neoliberal, necesita la nación. En paralelo, el nuevo gobierno federal y los poderes fácticos lanzan una campaña de unidad nacional, cargada de propaganda nacionalista, cuya intención es satanizar de traidores y saboteadores a los ciudadanos que no se adhieran al acuerdo cupular.

Hoy defender in situ a la naturaleza es enfrentar ineludiblemente a las fuerzas desbocadas del capital: grupos de talamontes locales o regionales, impulsores de megaproyectos, gigantescas empresas mineras, de energía o del agua. Cada conflicto ambiental es una batalla recia entre los intereses corporativos o privados y el bienestar de los ciudadanos convertidos en voceros, defensores y militantes de la naturaleza. En estas batallas el Estado actúa casi siempre del lado de los primeros, y bajo los escudos justificativos del progreso, la modernización y el desarrollo. Cuando los intereses de la ganancia económica no logran corromper a abogados, jueces, presidentes municipales, funcionarios estatales y federales o bien dividir a las comunidades en resistencia, echan mano del último recurso que les queda: la cárcel, el secuestro, la amenaza de muerte y la muerte de líderes, abogados defensores y aún de funcionarios honestos.

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