MONEDERO
Carmen R. Ponce Meléndez*
Para
2015 la principal fuente de divisas en el país serán las remesas, por
encima de la inversión extranjera directa, de las exportaciones
petroleras o de la industria automotriz, y desde luego de las divisas
que genera el turismo.
Significa que todas estas actividades productivas por importantes que
sean son menores a la exportación de la mano de obra nacional, que ha
provocado una migración de 11.5 millones de mexicanas y mexicanos en
Estados Unidos.
Han salido del país por el desempleo y la pobreza, habla de la precariedad que impera en el mercado laboral.
A nivel mundial México es el cuarto país receptor de remesas, pero en el contexto latinoamericano ocupa el primer lugar.
Para 2013 la remesa familiar promedio recibida fue de 292 dólares, el
equivalente a 3 mil 796 pesos, con un tipo de cambio de 13 pesos por
dólar (Anuario de migración y remesas, México 2014. BBVA Bancomer y
Consejo Nacional de la Población).
Finalmente, las remesas familiares no son otra cosa que la
transferencia de recursos entre familias pobres como lo demuestra el
perfil de los hogares que reciben estos ingresos.
¿QUIÉNES RECIBEN ESTAS REMESAS?
Prácticamente la mitad de las familias que reciben remesas se concentra
en seis entidades: Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Estado de México,
Puebla y Oaxaca. Con excepción de Jalisco, todas forman parte de los
mapas de pobreza y marginalidad nacional.
La participación de estos ingresos en el PIB estatal –por lo
consiguiente su nivel de dependencia de las remesas familiares– oscila
entre 7.4 por ciento (Michoacán), y Tlaxcala con 3.3 por ciento. En
este sentido destacan Michoacán, Guerrero y Oaxaca.
PERFIL DE LOS HOGARES RECEPTORES
Datos de 2012 indican que la proporción de hogares receptores de
remesas es de 4.5 de cada 100; este porcentaje se ha venido reduciendo,
ya que en 2006 alcanzó 7.1 por ciento.
Estos recursos se destinan básicamente al consumo y solamente un
porcentaje muy reducido va a la inversión, ya sea en micronegocios o la
construcción de vivienda, situación que se explica claramente al
conocer las características de estos hogares y su nivel de dependencia
de los ingresos por remesas.
Por cierto, hogares encabezados por mujeres que cuando se analizan sus
características se puede confirmar el nivel de dependencia de las
remesas y su pobreza.
Casi la mitad de estos hogares (41.2 por ciento) son rurales, pero hay
una marcada tendencia al crecimiento de los hogares urbanos. Se
entiende por localidad rural la que cuenta con menos de 2 mil 500
habitantes.
Atendiendo al grado de marginación de los municipios receptores son
significativos los de marginación alta, con una representación de más
de un tercio (36.7 por ciento); en tanto que los de muy alto grado de
marginación tienen una mínima participación (datos de 2010). Esto se
explica porque los gastos que implica emigrar cada vez son más altos.
Para 2012 la escolaridad de los jefes de hogares receptores de remesas
mejoró, pasando de 2010 a 2012 de un 18.9 a un 16.5 por ciento los
jefes de hogares sin instrucción, y de un 16.9 a un 20.4 por ciento los
jefes de hogares con primaria completa. Pese a lo anterior sigue siendo
muy alto (32 por ciento) la proporción de jefes de hogar con primaria
incompleta.
Con este perfil de escolaridad y de marginación es lógica la alta razón
de dependencia de los ingresos por remesas, cuyo porcentaje es de 68.9
por ciento y para la dependencia infantil es de más de la mitad (51.5
por ciento). Sin duda para estos hogares percibir remesas es vital, es
lo que les permite subsistir.
Según información del Anuario referido, en 2012 el 43.7 por ciento de
estos hogares tienen una jefatura femenina, pero estas cifras no
coinciden con las reportadas por la Encuesta Nacional de Ocupación y
Empleo (ENOE) del Inegi.
Conforme a Inegi, para ese mismo año 61.4 por ciento de los hogares
receptores eran encabezados por mujeres, para 2013 ese porcentaje
disminuyó a 58.5.
En el año con el nivel más alto de remesas (2006) los hogares
encabezados por mujeres llegaron a representar el 68 por ciento del
total que percibían remesas familiares. De tal forma que ubica a las
jefaturas femeninas como principales receptoras de remesas
Lo cierto es que la proporción de estas jefaturas muestra una tendencia
decreciente, en buena medida debido a la mayor migración femenina por
motivos laborales.
Por lo que concierne a las discrepancias de cifras, una posible
explicación es que cuando las o los encuestadoras preguntan quién es el
jefe de familia las mujeres reportan como jefe al migrante, aunque
tenga años de vivir en Estados Unidos y sean ellas las verdaderas jefas
de familia.
En apoyo a las cifras de la ENOE habría que decir que en enero de 2015
el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos y Banorte publicaron
el documento “La migración femenina y el ingreso de México por
remesas”, en el que se puede leer el párrafo siguiente:
“De los 2 millones 851 mil 859 transferencias de remesas consideradas,
el 30.1 por ciento fueron enviadas por mujeres (858 mil 894 envíos), lo
que representó el 27.2 por ciento del valor total en pesos y en dólares
de tales transferencias.
“Asimismo, las mujeres representan el principal grupo beneficiario de
las remesas, tanto en número de transferencias como en su valor en
pesos y dólares. En efecto, las mujeres recibieron el 71.7 por ciento
del número de transferencias y el 67.4 por ciento de los recursos
enviados desde Estados Unidos”.
Claramente se ubica a las mujeres como las principales beneficiarias de remesas, por encima de la participación masculina.
“Tanto en el caso de las remesas enviadas por hombres como por mujeres,
el principal grupo beneficiario de esas transferencias son mujeres. En
el caso de las remesas enviadas por mujeres son mujeres las
destinatarias del 66.9 por ciento del número de transferencias y del
62.9 por ciento de los recursos enviados.
“Ese grupo de mujeres debe estar integrado principalmente por madres de
las remitentes, hermanas y posiblemente hijas. En el caso de las
remesas enviadas por hombres, las mujeres son beneficiarias del 69.1
por ciento de los recursos remitidos. Dicho grupo receptor posiblemente
esté integrado por parejas de los remitentes, madres, hermanas e hijas”.
Twitter: @ramonaponce
*Economista especializada en temas de género.
especial
Cimacnoticias | México, DF.-
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