9/02/2016

“Peña Nieto: la amenaza de la justicia”


Buscasendas
por Témoris Grecko


Foto: María José Martínez/ Cuartoscuro
Deteriorado, enflaquecido, enfermo… próximo al colapso. La fotografía elegida por la revista Proceso para su portada representa no sólo la condición de salud de Enrique Peña Nieto: resume el estado de su gobierno. Enfrentado con sectores de arriba y abajo, de izquierda a derecha y al fondo, e incluso internamente: ¿ya quién se habla entre sus principales secretarios?
Proceso México 28 agosto 2016
No cesan de cometer pifias enormes. Caer en el juego de Trump por la mañana del miércoles, para ser humillado desde Arizona por la noche (y provocar un conflicto torpe e innecesario con el gobierno de Estados Unidos), es sólo la última de un presidente que no tiene asesores capaces de advertirle en la que se está metiendo. En julio, lo llevaron a Canadá a hacer el ridículo cuando quiso dar una lección sobre los peligros del populismo sin sospechar que, oh, en Estados Unidos tienen una definición distinta de esa palabra y Obama terminó devolviéndole las enseñanzas de una forma humillante.
La Universidad Panamericana confirmó que su alumno más distinguido en toda su historia, el que llegó a la cumbre del poder político, es un mentiroso que plagió extensamente en su tesis. Pero optó por no proceder en su contra: el Opus Dei lo tenía en sus manos pero lo dejó ir vivo… y coincidió que, un par de días antes del anuncio universitario, la bancada priísta en el Congreso mandó a la congeladora los proyectos a los que la jerarquía católica se había opuesto activamente, el matrimonio entre homosexuales y la legalización de la marihuana. Casualidad, supongo.
En la comunidad internacional, Peña Nieto se ha convertido en el hazmerreír. No se puede exagerar esto: primero, sus colegas jefes de Estado lo veían con incredulidad, difícil aceptar que alguien puede hacer tantas tonterías. Pero ya se acostumbraron a ellas: nadie recuerda a aquel galán de la portada de Time que iba a salvar a México, e incluso el famoso titular de The Economist, el del “presidente que no entiende que no entiende”, ya parece benevolente. Newsweek en Español marcó su caída con una elocuente portada: “El salvador que no fue”. Es un desastre porque erosiona también la imagen del país, la “marca México” que dice querer promocionar.

No hay sanción para el presidente. Tampoco por los escándalos de que sus contratistas favoritos, premiados con asignaciones públicas por millones y cientos de millones de dólares, les “facilitan” casas a él, a su mujer y a sus colaboradores más cercanos, porque pagan los impuestos de departamentos en Miami, ni porque exprimen abusivamente a los usuarios de autopistas.
Saving-MéxicoLa administración peñanietista está enferma. Dan la impresión de que se quieren bajar del carro, ¡ya! Pero no pueden porque el renglón débito en sus cuentas es abultadísimo, de antes y de ahora: la represión en Atenco, la manipulación en la campaña de 2012, con Soriana y Monex, los crímenes de la noche de Iguala, el destino incógnito de los 43 normalistas, la maniobra de control de daños llamada investigación de Ayotzinapa, el encubrimiento de la red internacional de tráfico de heroína que dio lugar a esos ataques, las escandalosas, estremecedoras e impunes masacres de Tlatlaya, Apatzingán y Tanhuato, la letalidad exagerada de las fuerzas armadas, los asesinatos de Nochixtlán, el recurso desmedido a la represión de las protestas populares, el fracaso de sus reformas, el desmantelamiento de Pemex, la fuga del Chapo, la liberación de Caro Quintero… no hay fin.
tuit
Y como si no pudiera darse por satisfecho, el presidente de la República trata de agarrarse a tuitazos con un mega-troll. Como buscándose unas Trumpadas.
¿QUIÉN LOS VA A CASTIGAR?
Hace unas semanas, pronostiqué que el eje de las campañas de gobernador de 2016 anticipaba el que tendrán las presidenciales de 2018: “los voy a meter a la cárcel”, dijeron los aspirantes opositores en Chihuahua, Veracruz y Quintana Roo, y los electores los respaldaron.
En el escenario que anticipé, al menos uno de los candidatos a la Presidencia presentaba una demanda y una oferta claras de justicia entre sus planteamientos, lo cual les ponía muy difícil a sus rivales no hacerse eco y lanzar sus propias exigencias. Incluso quien vaya por el PRI tendría que plantear algo duro para distanciarse del fardo en el que se ha convertido Peña Nieto. Ya Beltrones está dando abiertamente pasos en esa dirección.
Por lo que dijo después de la publicación de mi artículo, López Obrador no será ese candidato que se proponga exigirles cuentas radicalmente a los aún impunes: el 12 de agosto, “declaró una amnistía anticipada porque lo que se necesita es justicia, no venganza”. De esta forma, el líder de Morena equiparó los procesos legales necesarios para exigir responsabilidades con la simple y llana venganza; se erigió en juez sancionador para liberar de problemas a los presuntos delincuentes; y abrió una ventana para que la cúpula en el poder siga abusando con tranquilidad durante los dos años que le quedan pues al fin y al cabo ya les adelantó que no les serán exigidas cuentas.
Cuatro días más tarde, por si había dudas, aclaró que Peña Nieto y sus colaboradores están incluidos en su amnistía.
Sigo creyendo, sin embargo, que la exigencia de justicia será uno de los principales ejes de campaña. Puede no ser bandera de AMLO pero es una que los mexicanos quieren ver enarbolada, que redituará muchos votos y que otros candidatos aprovecharán para tomar: algún independiente, Zavala, Mancera o el mismísimo Beltrones, a quien se le pueden echar en cara muchísimas cosas pero no falta de colmillo político.
A fin de cuentas, como demostraron Miguel Ángel Yunes en Veracruz y Carlos Joaquín en Quintana Roo, para montarse en la indignación popular anunciando cárcel para el mal gobernante no hace falta ser políticos incuestionables o mínimamente limpios: un corrupto con suficiente cinismo puede llegar a ser convincente y movilizar a los votantes enojados.
En Los Pinos y otros recintos palaciegos, ésa debe ser una importante preocupación. En un artículo titulado “¿Terminará Peña en La Haya?”, Raymundo Riva Palacio plantea esa otra ruta: si no hay justicia en el país, puede haberla a nivel internacional y ya hay acciones para llevar al actual presidente a tribunales fuera del país, “con documentación que prueba violaciones a las leyes como no se había tenido contra ninguno de sus antecesores. Ser enjuiciado en la Corte Internacional de La Haya”, sigue Riva Palacio, “ya no es una hipótesis, es una realidad que ya están armando grupos de expertos extranjeros”.
Más allá de los errores que no cesan de cometer, la angustia por el futuro se les debe estar colando bajo la piel. ¿Sorprende entonces que el maquillaje y el manejo escénico sean ya incapaces de evitar que Peña Nieto luzca deteriorado, enflaquecido, enfermo… próximo al colapso?
SENDEROS
Desde Ojos de Perro vs la Impunidad y Cuadernos Doble Raya, convocamos a grupos e instituciones de todo el mundo a sumarse a la #ProyecciónGlobal #Ayotzinapa2años del largometraje documental #MirarMorir. El Ejército en la noche de Iguala”, que realicé como investigador, guionista y productor, con la dirección de Coizta Grecko, la producción asociada de Juan Castro Gessner y el apoyo de compañeros de estos colectivos y de muchos periodistas y fotógrafos que contribuyeron.

Ya realizamos la #EuroProyección de junio, en 10 ciudades; la #ProyecciónLatinoamericana de julio, en 11 ciudades; la #ProyecciónAmericana de agosto, en 13 ciudades; y para la Global, ya se han apuntado 35 ciudades y esperamos muchas más.
Para más detalles, envía un mensaje a mirarmoriroficial@gmail.com
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