…si
fuere necesario, haremos el sacrificio de todas las actividades
constructivas en las que la nación ha entrado durante este período de
Gobierno para afrontar los compromisos económicos que la aplicación de
la Ley de Expropiación sobre intereses tan vastos nos demanda…
Lázaro Cárdenas del Río
En
2015 se eliminó en México el subsidio a los combustibles y con ello,
comenzó a liberarse el precio de los hidrocarburos en el país; fue
entonces cuando comenzó el maquiavélico plan para poner en manos de
compañías extranjeras, los recursos del subsuelo, modificando la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos vía el
maquiavélico plan llamado Reforma Enérgética.
El Impuesto
Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) que se paga en México es,
sin lugar a dudas, el más alto del mundo; anteponiendo el precio
internacional del petróleo y el valor del dólar, el costo por producción
rebasa considerablemente el ingreso per cápita promedio de los
mexicanos.
En promedio el litro de gasolina varía de 15.99 de
magna (con plomo) y de 17.99 la Premium (sin plomo) se está cobrando un
impuesto de promedio de 7 pesos por litro de gasolina refinada en México
pues, a diciembre de 2012, los márgenes variables que obtuvieron las
refinerías del Sistema Nacional de Refinación (SNR) con proceso de
cotización fueron:
Cadereyta, Madero y a partir de 2012,
Minatitlán con una ganancia de 3.72, -1.14 y -0.27 dólares por barril de
petróleo refinado (convertido en gasolina o diésel) mientras que, en
ese mismo periodo, la refinería Deer Park en Texas (USA) propiedad de
Shell al 50 por ciento, obtuvo un margen de ganancia de 7.31 dólares por
barril refinado de petróleo, facturando a México un total de 12 500
MDD.
El otro 50 por ciento de la refinería Deer Park pertenece a
PMI Norteamérica que, según su página web: “Sus actividades comprenden
la comercialización, exportación e importación de todo tipo de productos
o mercaderías, en particular, de petróleo crudo y de los productos
derivados de su refinación e industrialización” [1].
La misma
página dice que: “Petróleos Mexicanos, en respuesta a las demandas de
una feroz competencia global, constituyó desde 1988 un conjunto de
empresas a las que llamó PMI” [2]. Lo interesante radica en que, de
acuerdo a información de Omar Escamilla (@OmarREscamilla):
“El
grupo PMI ha sido exitoso en crear empresas bajo esquemas que arrebatan a
los ciudadanos el derecho a la rendición de cuentas. En tanto PEMEX
permita que sus filiales en el extranjero continúen violando el fallo de
la SCJN es un peligro latente que -luego de que la reforma energética
quitara a PEMEX el control sobre el gas natural- Mex Gas Industrial
repita el modus operandi de las PMI en el sector del gas natural,
utilizando a Holanda como un paraíso para ocultar información a la
sociedad mexicana” [3].
El mismo autor menciona que: “Holanda
-el país donde 12,000 instituciones financieras especiales hacen
transacciones por alrededor de 4 millones de millones de euros cada año
[4]– es la sede de tres subsidiarias estratégicas: PMI Holdings B.V.,
PMI Services B.V. y Mex Gas Industrial Services B.V. Ninguna de las tres
tiene empleados” [5].
Por lo que Pemex (Petróleos Mexicanos)
está generando una gran riqueza para unos cuantos, entre estos cuantos,
sin duda alguna se encuentra, casi sin temor a equivocarnos: Enrique
Peña Nieto, autor de la llamada Reforma Energética que ha puesto a Pemex
a la venta al capital internacional.
Pero eso no es todo, el
costo por galón de gasolina procesada (refinada) en Estados Unidos de
Norteamérica (USA) varía de 2.05 a 2.29 dólares por galón, es decir, ya
pagando la utilidad del productor, refinador, transportista,
distribuidor, despachador y los impuestos Federal, Estatal y Local, el
litro cuesta 11.00 pesos mexicanos.
¿De dónde entonces saca el
presidente de la República mexicana que el precio por litro para México
tiene que ser de 18 pesos? Lo que representa un impuesto de 7 pesos por
litro.
Al día de hoy, a través de las redes sociales, la
población de México se está organizando para realizar una protesta
masiva en contra del llamado “Gasolinazo” que aplicará el gobierno
priista de Enrique Peña Nieto y que ha desatado una escalada
inflacionaria en el país que, aunada a la caída (intencional) de los
precios internacionales del petróleo y la fluctuación del dólar tras la
llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, está provocando que el salario
mínimo 80.00 pesos diarios (cuatro dólares al día) no alcance para
comprar NI la canasta básica.
La manera de intentar de
desvirtuar la protesta legítima la primera vez, no le funcionó al
gobierno federal pues, a través de las mismas redes sociales comenzaron a
circular los mensajes de quienes, pagando entre 500 y mil pesos por
persona, convocaron, a manera de mitin político, a determinado sector de
la ciudadanía (priista en su gran mayoría) para, simultáneamente a las
protestas legítimas, saquear tiendas de autoservicio en todo el país,
pero falló la estrategia y ahora, ya no hay manera de que el gobierno
pueda declarar una emergencia y utilizar la fuerza pública para disolver
manifestaciones.
Notas:
[2] Ibid
[5] Ibidem
Carlos Morales Tapia. Periodista Independiente en el Estado de Veracruz.
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