Antonio Gershenson
Hay una mitología con relación a los salarios en México y en China. Los discursos oficiales tratan de ocultar que los sueldos en México, en términos reales, están bajando. Y otro mito, por el hecho de que hace años los salarios chinos eran más bajos que los otros, y que sigue siendo así.
Pero las cosas han cambiado. Lo vamos a mostrar, con datos del reciente Informe Mundial sobre salarios 2006/2017, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y otras fuentes. Parte de los datos está en el Índice del salario medio real de los países del G-20 (Grupo de 20 países) 2006-2015.
Dentro de estos 20 países el que más ha aumentado el salario promedio, en esos 10 años, es China. En este periodo tuvo un aumento de sueldos, en términos reales, que en términos de su poder adquisitivo, incrementó a 225 por ciento. Es decir, tuvo un aumento real, en poder de compra, de 125 por ciento, a más del doble que en los citados años anteriores.
El segundo lugar lo tiene India, que llega al 160 de su valor anterior, o sea 60 por ciento de aumento. En poder de compra, también.
Siguen Rusia y Turquía, cada uno con un aumento al salario de promedio, de 45 por ciento.
En cambio, el peor de los 20 países en salarios, es México, cuyo salario real tuvo una reducción de 15 por ciento. Claro, los altos funcionarios no dan eso a conocer, al contrario: tratan de hacernos creer que, en el país que todavía gobiernan, tenemos y tendremos un gran progreso.
Presumen de que los salarios baratosatraen inversiones, y eso también hemos visto que dicen mentiras. China tiene muchas más inversiones que México y mucho mayor crecimiento económico.
El viernes nos llegó, por este periódico, la noticia de que el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, mencionado públicamente como futuro candidato presidencial del PRI, dijo cosas que muestran la posición oficial actual. La deuda como porcentaje del PIB vuelva a caer y que sigamos teniendo crecimiento y generación de empleos, y que en ello podamos fincar y mandar certeza frente a la gran incertidumbre que está viviendo México y el mundo.
Y sigue diciendo que: Pensamos que el escenario que está atrás del paquete económico que establece un crecimiento de entre 2 y 3 por ciento está bien centrado y nos parece que hay diferentes elementos que permiten darle un buen soporte.
Y afirma que a dar soporte al pronóstico se pueden enumerar algunos: que la plataforma petrolera tenga un mejor comportamiento, que se alcance a estabilizar y eso por sí mismo nos da medio punto. Seguimos esperando tener un consumo sólido hacia finales de este año y el que entra.
Uno de los primeros anuncios públicos del actual gobierno, fue en el sentido de que aumentaría la producción de petróleo que llegaría a 3 millones de barriles diarios de los aproximadamente 2.5 millones que se producían entonces.
La realidad es que la producción se redujo a menos de 2 millones de barriles y en septiembre ya eran mil 732 millones, y ha seguido cayendo.
Una de las principales banderas en las próximas elecciones debe ser una nueva Expropiación Petrolera.
La del entonces presidente Lázaro Cárdenas, abrió la puerta a 40 años de crecimiento promedio de 6 por ciento anual. Y fue un ejemplo que, con otros cambios importantes, debemos pugnar por que se imponga la nueva expropiación petrolera, incluso en las próximas elecciones. Y otra, debe ser la obligación legal y constitucional, de los altos funcionarios, de decir la verdad.
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