Pedro Echeverría V.
1. López Obrador, el presidente electo de México, declaró que Rosario Robles –la habilísima funcionaria del gobierno de Peña Nieto- es sólo “un chivo expiatorio” de la clase social dominante que desfalca el país. Rosario, a quien conocí como dirigente de estudiantes de economía de la UNAM, luego como participante en el Sindicato de Personal Académico de la UNAM en 1976-77, se ha hecho muy famosa en medio de varias acusaciones de fraude desde que fue presidente del PRD e íntima amiga del corruptísimo Ahumada. No sé si Rosario es simple “chivo expiatorio” que se ha hecho famosa en fraudes “que no ha cometido”, pero es obvio que debe sometérsele a un profunda investigación de sus propiedades y devolución de todas ellas.
2. La realidad es que en la cárcel nadie sirve de nada; incluso los miles de millones que se gastan en los reclusorios –de los que se dice son magníficas universidades para perfeccionar la delincuencia- muy bien podrían ser invertidos en hospitales. Si la propiedad es un robo, como ha dicho Proudhon, pues basta que los que posean grandes propiedades se les obligue a devolverlas. ¿Pueden imaginarse que los 200 hombres más multimillonarios de México –en vez de ir a la cárcel porque “toda gran propiedad es un robo”- devuelvan todo lo que está a su nombre, de sus familiares y amigos y en vez de ir a la cárcel sigan poniendo sus conocimientos ahora al servicio de la sociedad, no de sus particulares intereses?
3. El socialista señor Proudhon afirmó en 1840 que “todas la causas de la desigualdad social se reducen a la apropiación gratuita de las fuerzas de la colectividad, la desigualdad en los intercambios y el derecho de lucro. Esta triple forma de usurpación de los bienes de otros es fundamentalmente el ámbito de actuación de la propiedad”; por ello Proudhon niega su legitimidad y la califica como un robo. López Obrador ha escrito varios libros, pero el único que tengo es “La mafia que se adueñó de México…y el 2012”. En esa obra publicada en 2010, AMLO enlista a algunos de los más ricos de México, habla de Forbes y “calcula el monto del saqueo que se perpetró en México” de 1988 a 1994 y nombra a Slim, Azcárraga, Zambrano, Peralta, Arango, Romo, Bailleres y muchos más.
4. ¿Se imaginan en la cárcel a los 200 hombres más ricos de México si siguen conservando sus propiedades? Se armaría un gran revuelo, una romería de sus protegidos visitando a los grandes empresarios más poderosos; por el contrario, si se les obliga a devolver todo lo robado en dinero y propiedades, López Obrador tendría para crear cinco millones de empleos y mucho más cosas que harían que el país ahora sí sea uno de los más avanzados del mundo. México no estaría endeudado y pagando miles de millones de pesos en intereses. Los servicios de salud, educativos y asistenciales estarían resueltos. ¿Para qué pedir, suplicar, más préstamos al extranjero si en las inversiones, negocios, depósitos de los 200 ricos hay suficiente?
5. ¿Pero es verdad que “la propiedad es un robo”?. Proudhon, que vivió en la miseria hasta los 17 años y que se transformó en socialista e intelectual, habla y combate la gran propiedad no la pequeña propiedad que casi es nada. Yo preguntaría: ¿Qué gran propiedad no es un robo, es decir, producto de las relaciones de producción, del trabajo de esclavos, siervos, obreros, artesanos, que durante siglos han estado dominados por una minoría? La propiedad de la tierra surgió hace miles de años como productos de la fuerza, las armas, la guerra, las ambiciones de dominación; no, como dicen los ricos, como producto de la flojera o la indolencia. ¿Qué mano de obra ha construido el mundo que vivimos? (17/IX/18)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario