4/06/2019

Tras agresiones con ácido, exigen mujeres al Senado reformar el Código Penal



Esmeralda Millán, mujer agredida con ácido en su cara y cuerpo, dice: con ese acto, mi ex pareja me arruinó la vida y la de mis hijos. Ella, recuerda aún con dolor: Me atacó junto con tres hombres. Me esperaban cerca de mi casa.
Su ex pareja, abunda Millán, conocía todos mis movimientos porque tengo dos hijos con él, y venía a verlos. Sabía qué hacía yo, a dónde iba, a qué hora salía. Con voz entrecortada, entre lagrimas, refiere: vivimos 7 años de casados, pero todo el tiempo viví maltrato. Ya no quise vivir más así porque me hacía daño, y me separé de él, pero no lo aceptó. Me buscaba, me decía que regresara a la casa, que iba a cambiar, pero yo ya no quise.
Esmeralda tiene 23 años, se lleva las manos al rostro para atajar sus lágrimas mientras recuerda: Hace más de un año me arrojó ácido en la cara, en el cuello, en los ojos. Aún me duelen las cicatrices que me dejó.
Ella vive en Puebla, en la zona rural. Estaba yo sola cuando me arrojó el líquido que me quemaba. Nadie me prestó auxilio, mi madre escuchó mis gritos y salió a buscarme. Ningún médico me atendió de inmediato, pasaron días para que me revisaran en un hospital.
Me dieron atención en un hospital público, pero ya no me quieren dar consultas. Mi vida se arruinó. Antes, yo dependía de él. Ahora no puedo trabajar. No me puede dar el sol ni puedo estar cerca de la lumbre. Necesito ayuda para cirugías. Todavía me faltan muchas operaciones. En la última consulta me dijeron que faltaban dos años de tratamientos.
Ojalá, subraya, que los senadores nos apoyen aprobando la iniciativa de reformas al Código Penal Federal y que nos ayuden con recursos para el tratamiento. Ojalá se sumen a esa causa los médicos y cirujanos para que recibamos tratamientos y consultas porque no tenemos dinero.
Ana Elena, también de 23 años, es otra víctima de agresión con ácido. A mí me atacaron el 12 de noviembre de 2018. Fueron un hombre y una mujer que me esperaban afuera de mi casa, aquí en Ciudad de México. Ese día eran cerca de las 8 de la noche cuando la mujer me aventó un líquido del lado derecho de mi cuerpo. Bañándome el rostro, el tórax, el pecho, el cuello, la pierna derecha. No sabía qué era hasta que me empezó a quemar y a salir sangre.
La joven señala no los conocía. No sé quiénes son o qué querían. No sé por qué me atacaron. Nunca los había visto. A diferencia de las otras mujeres que conoció en esta lucha -Esmeralda, Carmen y Nirvana-, dice: a mí sí me atendieron de inmediato. Yo trabajo y estudio. Cuento con seguro de gastos médicos. Me llevaron al hospital rápido. Entro y salgo del quirófano. Mi tratamiento todavía es largo. Y aunque tengo seguro de gastos médicos, ningún seguro cubre esto. Es muy costoso. Ahora tengo incapacidad, pero no se cuánto tiempo más me van a esperar en el trabajo.
Carmen Sánchez es otra víctima de quemaduras en su rostro y cuerpo. Su agresor fue su pareja. Nos separamos y yo ya no quise regresar con él. Es el padre de mi hija, pero por la violencia, los golpes, el maltrato, ya no quise regresar con él. Me buscaba, venía a mi casa, me pedía que no lo dejara.
El 20 de febrero de 2014 vino a mi casa, discutimos, me amenaza y sale de la casa. Yo salgo, para ver que efectivamente ya se va, y en segundos él saca de su chamarra, de abajo de su brazo, una botella y me rocía el líquido, era ácido”. Con ese ataque, dice: “mi vida termina, la de mi familia, la de mis hijos. Como no tenemos recursos se perdió mucho tiempo en que me atendieran. Llevo más de 50 cirugías y aún no hay un número de las que me faltan. Me tienen que reconstruir los párpados,el oído derecho, la nariz, el cuello, mi brazo aún sigue pegado.
No tengo recursos y no puedo trabajar. Esta situación te afecta, te acaba; vivimos discriminación social.
Las tres mujeres esperan que en el Senado se apruebe pronto esa reforma al Código Penal Federal para que se sancionen los ataques a mujeres con ácido y los responsables sean encarcelados hasta 33 años.

Periódico La Jornada

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