Gerardo Villagrán del Corral
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Tras su fracaso parcial en su agresión a Venezuela, el presidente
estadounidense Donald Trump, luego de “decretar” que los Altos del Golan
le pertenecen a Israel mofándose de las resoluciones internaconales,
amenazó con cerrar su frontera sur si México no frena el flujo
migratorio a Estados Unidos, aunque en esta ocasión estableció una fecha
límite: a mediados de la próxima semana.
Trump reiteró su demanda de que México tenía que actuar y no sólo
hablar de medidas, y afirmó que cerrará toda o partes de la frontera sur
si el gobierno de Andrés Manuel Lópes Obrador no frenaba de inmediato
toda migración indocumentada, en una serie de tuits donde acusó tanto a
los demócratas como a México por no cumplir con sus deseos.
“El Congreso debe cambiar nuestras leyes migratorias débiles ahora y
México debe frenar a los ilegales de ingresar a Estados Unidos… a través
de su país y nuestra frontera sur”, dijo, tras señalar que por muchos
años, México hizo una fortuna a costas de EEUU, mucho más que los costos
fronterizos. “Si México no frena de inmediato toda la inmigración ilegal ingresando a Estados Unidos, yo estaré cerrando la frontera, o amplias secciones de la frontera la semana próxima”, afirmó.
También acusó de inacción a Honduras, Guatemala y El Salvador, de
donde proviene la mayoría de los migrantes que buscan un destino mejor
en Estados Unidos, criticándolos por recibir “durante años” fondos de
ayuda estadounidense y no revertir la marcha de sus ciudadanos.
Insistió que “esto sería tan fácil de hacer para México, pero sólo
toman nuestro dinero y ‘hablan’. Más aún, perdemos tanto dinero con
ellos, especialmente cuando uno agrega el narcotráfico, etc.) que la
clausura de la frontera sería algo bueno”. Dijo que dos caravanas de
migrantes están en camino hacia la frontera con EEUU, junto con el
creciente flujo de ilegales. ”Vamos a cerrar (la frontera), y la vamos a
mantener cerrada durante mucho tiempo. No estoy jugando. México tiene
que frenarlo”, insistió.
Estados Unidos cortará la ayuda de 500 millones de dólares a El
Salvador, Guatemala y Honduras, anunció el Departamento de Estado un día
después de que Trump criticara a estos países por enviar migrantes a
Estados Unidos.
El derechista Bob Menendez, el principal demócrata en el Comité de
Relaciones Exteriores del Senado, calificó la orden de Trump como un
“anuncio temerario” e instó a demócratas y republicanos a rechazarlo.
“La asistencia extranjera de EEUU no es caridad; promueve nuestros
intereses estratégicos y financia iniciativas que protegen a los
ciudadanos estadounidenses”, dijo, en su intento por conservar el voto
latinoamericano.
Mientras, el papa Francisco afirmó en Marruecos que los muros no
lograrán detener las migraciones, y afirmó que “los muros y el
alarmismo” no impedirán que “la gente ejerza su legítimo derecho de
buscar una vida mejor en otro lugar”. Pidió un cambio de actitud hacia
los migrantes para que se les respete como personas con dignidad y
derechos, y no ser tratados sólo como estadísticas.
Francisco señaló que los líderes mundiales deben abordar los
desequilibrios económicos y los disturbios en la Tierra que alimentan
los conflictos y los flujos migratorios.
Pocos días atrás, el comisionado de la Agencia Federal de Aduanas y
Protección Fronteriza, Kevin McAleenan, declaró que el flujo de
inmigrantes en la frontera había llegado a un punto de quiebre,
abrumando la capacidad de su agencia y otras en Texas y Arizona. Según
datos oficiales, el número de cruces de indocumentados por la frontera
llegó a unos 76 mil en febrero, el nivel más alto en 11 años. Críticos
insisten en que la crisis en la frontera fue fabricada por las políticas
de Trump y no representa ninguna emergencia nacional como ha repetido
el mandatario.
Frustración por el muro
Es difícil descifrar los mensajes del presidente estadounidense, es
difícil interpretar sus sus reiteradas amenazas a todo el mundo que no
sigue sus políticas. Hay quienes alertan que Trump está buscando el
primer enfrentamiento político con López Obrador y su gobierno, que ha
mantenido una actitud soberna sobre temas binacionales y regionales,.
Otros analistas hablan de chantaje, poco después que la Secretaria de
Seguridad Interna estadounidense Kirstjen Nielsen se reunió con altos
funcionarios del gobierno mexicano el pasado martes en Miami, donde se
acordó el intercambio de información de Olga inteligencia, en una
reunión de la que participó la Secretaria mexicana de Gobernación,
Sánchez Cordero.
Nielsen solicitará al Congreso mayor autoridad para deportar más
rápidamente a inmigrantes menores de edad no acompañados, así como
detener a familias que solicitan asilo hasta que sus casos sean
resueltos.
A fines de diciembre último, ya había amenazado con cerrar “por
completo” la frontera con México si los demócratas “obstruccionistas” no
incluían en el presupuesto una partida para financiar su muro, un
desacuerdo que provocó el cierre parcial de la Administración, que
afecto al 25 por ciento de las agencias gubernamentales.
Los demócratas se negaron a proporcionar cinco mil millones de
dólares para el proyecto y el presidente. Entonces, Trump consideró que
cerrar la frontera sería una “operación con fines lucrativos” porque, a
su juicio, EEUU pierde dinero al comerciar con México. a través del
T-MEC, el nuevo acuerdo de libre comercio, firmado en octubre por el ex
presidente mexicano, Enrique Peña Nieto; que debe ser ratificado por los
Congresos para entrar en vigor.
Piden respuesta enérgica a Trump
Senadores
de PRI, PAN y PRD (en la oposición), así como las dirigencias
partidistas, criticaron la falta de una respuesta firme del gobierno
mexicano frente a los insultos y amenazas de Trump de cerrar la
frontera, y calificaron de timorata, sumisa y cobarde la postura del
gobierno frente al anuncio de Trump de cerrar la frontera común si no se
detiene a los migrantes.
Mientras, el coordinador del oficialista Morena, Ricardo Monreal,
anunció que convocará a todas las fuerzas políticas en el Senado a fin
de que esa cámara envíe una nota parlamentaria al Congreso de Estados
Unidos, en la que pedirá evitar actitudes xenofóbicas que separan a
ambos pueblos.
La titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de América del
Norte, la priísta Vanessa Rubio, dijo que coincide con el canciller
Marcelo Ebrard de que México no debe responder a amenazas, pero se
requiere una postura más clara y firme del gobierno federal en los temas
de migración y frontera, ya que la soberanía no está a negociación.
Flujo migratorio descomunal
Sánchez Cordero advirtió sobre un flujo migratorio descomunal de
personas que buscan llegar a Estados Unidos –vía México– lo cual, dijo,
significa “una alerta no sólo para la seguridad del vecino país, sino
también para el nuestro, de ahí que debemos resolver nuestra propia
crisis”.
Ante los amagos del presidente Donald Trump de cerrar la “maldita
frontera” si México no actúa para contener el paso de miles de
migrantes, la funcionaria reconoció que se está frente a un grave
problema, y señaló que por eso es importante lograr una migración
ordenada y segura. “ ¿Quién está entrando por nuestra frontera sur? Es
más, hay nacionalidades que no habíamos tenido”, explicó.
Citó países de Asia y África, como Camerún, India, Bangladesh,
Pakistán, Afganistán y Congo. Sin embargo, estadísticas de la Unidad de
Política Migratoria de Gobernación muestran que tales nacionalidades
tienen un registro desde hace una década y el auge no ocurrió este año,
sino desde el sexenio pasado.Tan sólo en 2018, el Instituto Nacional de
Migración (INM) contabilizó 7 mil 506 asiáticos y 2 mil 958 africanos.
Un año antes, el acumulado fue de 5 mil 170 y 2 mil 178,
respectivamente.
Sánchez reiteró la formación de una “caravana madre”, alentada desde
Honduras con más de 20 mil personas. Ante la respuesta del gobierno
hondureño, que niega la especie, la secretaria dijo que su fuente de
información son las redes sociales, el Internet e incluso anuncios
publicados en periódicos de Centroamérica y que el calificativo de madre
posiblemente lo dio la prensa.
El lustro anterior el nivel de deportación de EEUU era de entre 35 y
40 mil migrantes al mes que cruzaban por la frontera mexicana; en
febrero subió a 76 mil y para marzo podrían rebasar los 100 mil
migrantes irregulares que pasan por México. “Es una cifra descomunal. Si
tu la proyectas para diciembre de este año, pues yo creo que llegará al
millón (el miércoles dijo 900 mil)… Es un número enorme, enorme”, dijo.
Sánchez Cordero subrayó que la migración está relacionada con
actividades ilícitas como el tráfico de personas, de órganos, de niños,
entre otras, así como de la problemática de corrupción en el Instituto
Nacional de Migraciones, y reconoció que México no podría parar a
rajatabla la movilidad en la frontera sur, tanto la regular (de unos dos
millones de personas al año) como la irregular, así como el eventual
cierre de la frontera norte.
* Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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