Entonces, ¿qué me sorprende de la entrevista que este 8 de diciembre
publicó un periódico español cercano a la iberósfera neoimperial y sus
intereses en México? ¿Quizá la pobreza intelectual de quien se asume
como un referente político e ideológico (gulp) de la oposición? Veamos
qué es lo que dijo, o qué fue lo que decidió publicar el periódico en
cuestión: en su vivienda de grandes dimensiones que se articula
alrededor de un jardín cuadrado de impecable césped por donde pasean dos
perritos yorkshire
. Después de exhibir su ignorancia enciclopédica
en materia de teoría política, fue interrogada por sus referentes
(textualmente: ¿cuáles son sus referentes políticos?
). Respondió
mencionando a una científica polaca, a cinco anglosajones y dos o tres
personajes más (sobre cuya obra no creo que pueda rendir un examen). Y
añadió el comentario que se hizo viral: Me inspira mucho la vida de Hernán Cortés, el espíritu y el corazón de Hernán Cortés
.
¿Eso es todo? Me habría encantado que le preguntaran qué es lo que le
inspira del capitán extremeño… ¿o acaso sí le preguntaron y el
periódico omitió pudorosamente la respuesta? No sabemos, pues, por qué
la senadora se inspira en Cortés, pero sí sabemos que suele usar la
historia a modo, juzgando desde su particular visión del presente lo
poco que sabe del pasado. Quizá podríamos recordarle que Tepuichco,
bautizada como Isabel de Moctezuma, acusó a quien la inspira de haberla
violado reiteradas veces, y que desconoció a la hija que resultó de esa
violación (podríamos inferir de manera antihistórica que habría abortado
de poder hacerlo); que esclavizó sexualmente a otras mujeres (no
solamente a Marina o Malitzin); y que numerosos indicios lo señalan como
el asesino de su esposa, Catalina Suárez. Y eso no se justifica con el
traído y llevado argumento de que era un hombre de su tiempo
, porque en su tiempo ya eran delitos. De hecho, fue juzgado por el asesinato de Catalina Suárez.
¿Sabrá cuál fue la inspiración de las acciones de Cortés? En su segunda carta, plagada de mistificaciones (https://www.jornada.com.mx/2021/09/07/opinion/020a1pol), escribe oro
más de 50 veces y esclavos
o sus variantes, más de 20. Y abundan párrafos como este: Hallamos
la gente muy descuidada... y tomáronse muchas mujeres y muchachos... y
yo estuve dos días en este pueblo, creyendo que el señor de él se
viniera a dar por vasallo de vuestra majestad, y como nunca vino, cuando
partí hice poner fuego al pueblo
.
No sé si la senadora sea consciente de las razones por las que tantos conservadores de ayer y hoy se inspiran
en Hernán Cortés, pero nosotros, que sí las hemos leído, podríamos preguntarle en cuáles se inspira
ella: ¿considera que los españoles
vinieron a liberar
y civilizar
a los mesoamericanos, que vivían en el neolítico, y a los nómadas cavernícolas
?
(aunque los neoimperiales y sus voceros criollos corran un pudoroso
velo sobre las guerras de exterminio del septentrión). Ese argumento
parte de la creencia en una sola religión (y una sola manera de
practicarla, como la senadora) y un solo modelo de desarrollo histórico.
¿O quizá cree que sin Hernán Cortés México no existiría? Hace unos 40 años Edmundo O’Gorman refutó esa obviedad: A
esa cuenta, los judíos deberían festejar el Holocausto, porque,
consecuencia de alcance universal de ese horror, fue el surgimiento del
Estado de Israel
(https://www.jornada.com.mx/2022/06/28/opinion/019a1pol). O parafraseándolo, siguiendo a Edward Said, los palestinos deberían festejar la ocupación sionista porque, consecuencia de alcance universal de ese horror, fue el surgimiento de la nación y la conciencia palestinas
(https://www.jornada.com.mx/2015/01/27/opinion/016a1pol).
Me desdigo: no me sorprende.
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