Educación: rescate necesario
En el marco del la celebración del Día del Maestro en la residencia oficial de Los Pinos, la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, demandó ayer al jefe del Ejecutivo federal, Felipe Calderón, la creación de una alianza política que haga irrelevante el escándalo, el escarnio, el cinismo para convertirse en la vía para hacer frente a las verdaderas preocupaciones nacionales”, y añadió: “las elecciones no son las que finalmente califican la legitimidad de un gobierno, es la historia la que se encarga de ello”, declaración, esta última, que puede ser interpretada como una alusión a los cuestionamientos que el calderonismo arrastra de origen, a raíz del desaseado proceso electoral de 2006. Mientras tanto, miles de docentes manifestaban, en las calles de distintas ciudades del país, su descontento hacia el manejo gubernamental en materia educativa y hacia la falta de democracia, la corrupción y el patrimonialismo con que se conduce la cúpula que controla al magisterio.
Estos escenarios son ilustrativos de la situación que enfrenta el sistema de enseñanza pública en el país. Por un lado, una dirigencia magisterial que evidencia con sus declaraciones que sus intereses y prioridades no pasan por el mejoramiento de la educación, sino que se orientan a la consolidación de alianzas con el gobierno, por más impresentables que éstas resulten, con el evidente fin de obtener prebendas, cargos políticos y demás privilegios. Por otro lado, una administración federal que no ha podido o no ha querido limitar el desmesurado control que ejerce en el magisterio una cúpula sindical corrupta y antidemocrática –la que encabeza Elba Esther Gordillo–, y que, por el contrario, lo ha apuntalado mediante la entrega de enormes cuotas de poder como pago de facturas por sus servicios electorales y de contención política.
Lo anterior tiene como inevitable telón de fondo el abandono en que se encuentran los ciclos de educación básica, media superior y superior a cargo del gobierno federal como consecuencia de décadas de restricciones presupuestarias, así como el creciente descontento de las bases magisteriales hacia la dirigencia gremial, lo que representa hoy por hoy uno de los principales generadores de conflictos sociales y, en consecuencia, un factor de inestabilidad política. Es inevitable recordar, con respecto a esto último, el conflicto protagonizado por el magisterio disidente de Morelos a raíz de la imposición de la denominada Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), que ayer mismo cumplió un año “inmersa en indefiniciones” –como lo afirmó la propia “dirigente vitalicia” del SNTE–, y que en la circunstancia presente constituye un factor de discordia entre las alas independientes del magisterio, que ven en ese pacto una violación a los derechos de los docentes y un mecanismo que incrementa, mediante la entrega de atribuciones indebidas y de cuantiosos recursos económicos al grupo gordillista, el poder y la influencia de la cúpula que controla el gremio.
La opacidad y la corrupción con que se conduce la “dirigente vitalicia” magisterial configuran una parte de una pinza que hoy mantiene asfixiada a la educación en el país –la otra parte es la política deliberada de abandono que ha sido practicada por los gobiernos neoliberales durante las últimas dos décadas–: en la medida en que prevalezca el manejo turbio de los recursos destinados al sindicato, no habrá acuerdo ni dinero que alcance para corregir las deficiencias que acusan los servicios educativos a cargo del Estado.
En suma, el rescate de la educación en el país requiere, como condiciones necesarias, la reorientación general de las prioridades de la presente administración, la ruptura con inercias ideológicas que impiden posicionar a la enseñanza como eje fundamental del desarrollo nacional, y la disposición a renunciar a los buenos oficios políticos del grupo gordillista e impulsar la democratización efectiva del SNTE. En la medida en que no actúe de esta manera, el gobierno federal carecerá de de elementos para sostener, de cara a la población, su supuesto compromiso con el mejoramiento de educación en el país.
Enrique Galván Ochoa: Dinero
En el marco del la celebración del Día del Maestro en la residencia oficial de Los Pinos, la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, demandó ayer al jefe del Ejecutivo federal, Felipe Calderón, la creación de una alianza política que haga irrelevante el escándalo, el escarnio, el cinismo para convertirse en la vía para hacer frente a las verdaderas preocupaciones nacionales”, y añadió: “las elecciones no son las que finalmente califican la legitimidad de un gobierno, es la historia la que se encarga de ello”, declaración, esta última, que puede ser interpretada como una alusión a los cuestionamientos que el calderonismo arrastra de origen, a raíz del desaseado proceso electoral de 2006. Mientras tanto, miles de docentes manifestaban, en las calles de distintas ciudades del país, su descontento hacia el manejo gubernamental en materia educativa y hacia la falta de democracia, la corrupción y el patrimonialismo con que se conduce la cúpula que controla al magisterio.
Estos escenarios son ilustrativos de la situación que enfrenta el sistema de enseñanza pública en el país. Por un lado, una dirigencia magisterial que evidencia con sus declaraciones que sus intereses y prioridades no pasan por el mejoramiento de la educación, sino que se orientan a la consolidación de alianzas con el gobierno, por más impresentables que éstas resulten, con el evidente fin de obtener prebendas, cargos políticos y demás privilegios. Por otro lado, una administración federal que no ha podido o no ha querido limitar el desmesurado control que ejerce en el magisterio una cúpula sindical corrupta y antidemocrática –la que encabeza Elba Esther Gordillo–, y que, por el contrario, lo ha apuntalado mediante la entrega de enormes cuotas de poder como pago de facturas por sus servicios electorales y de contención política.
Lo anterior tiene como inevitable telón de fondo el abandono en que se encuentran los ciclos de educación básica, media superior y superior a cargo del gobierno federal como consecuencia de décadas de restricciones presupuestarias, así como el creciente descontento de las bases magisteriales hacia la dirigencia gremial, lo que representa hoy por hoy uno de los principales generadores de conflictos sociales y, en consecuencia, un factor de inestabilidad política. Es inevitable recordar, con respecto a esto último, el conflicto protagonizado por el magisterio disidente de Morelos a raíz de la imposición de la denominada Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), que ayer mismo cumplió un año “inmersa en indefiniciones” –como lo afirmó la propia “dirigente vitalicia” del SNTE–, y que en la circunstancia presente constituye un factor de discordia entre las alas independientes del magisterio, que ven en ese pacto una violación a los derechos de los docentes y un mecanismo que incrementa, mediante la entrega de atribuciones indebidas y de cuantiosos recursos económicos al grupo gordillista, el poder y la influencia de la cúpula que controla el gremio.
La opacidad y la corrupción con que se conduce la “dirigente vitalicia” magisterial configuran una parte de una pinza que hoy mantiene asfixiada a la educación en el país –la otra parte es la política deliberada de abandono que ha sido practicada por los gobiernos neoliberales durante las últimas dos décadas–: en la medida en que prevalezca el manejo turbio de los recursos destinados al sindicato, no habrá acuerdo ni dinero que alcance para corregir las deficiencias que acusan los servicios educativos a cargo del Estado.
En suma, el rescate de la educación en el país requiere, como condiciones necesarias, la reorientación general de las prioridades de la presente administración, la ruptura con inercias ideológicas que impiden posicionar a la enseñanza como eje fundamental del desarrollo nacional, y la disposición a renunciar a los buenos oficios políticos del grupo gordillista e impulsar la democratización efectiva del SNTE. En la medida en que no actúe de esta manera, el gobierno federal carecerá de de elementos para sostener, de cara a la población, su supuesto compromiso con el mejoramiento de educación en el país.
Enrique Galván Ochoa: Dinero
n relación a la ayuda internacional –en dinero y especie– que enviaron diversos países con motivo de la contingencia sanitaria, hicimos un sondeo que abarcó a mil 757 personas de diversas ciudades del país, preguntándoles si les tocó algo de esa ayuda. Mil 704 dijeron que no y 35 suponen que sí, como parte de la atención sanitaria.
Metodología
Enviamos cuestionarios a 2 mil 500 internautas, hasta ayer en la tarde había contestado 70 por ciento. Un grupo numeroso acompañó su voto con una opinión. Pueden leerse todas en el foro y algunos fragmentos en las líneas que siguen.
Opiniones
No recibí nada, pero sí vi en la central camionera de Observatorio una cámara para detección de temperatura corporal. Tanto la cámara como el equipo de cómputo al que estaba conectada estaban apagados. Los funcionarios no tienen la capacidad para implementar un operativo de este tipo.
Josué L. Rodríguez Flores/Toluca
En algunas dependencias de la Secretaría de Salud (áreas administrativas) repartieron dos cubrebocas por empleado, firmando de recibido. Muchos, en especial las madres trabajadoras, no fueron por la contingencia y cuando se presentaron no recibieron sus cubrebocas. ¿Dónde quedaron?
Constanza Alcaraz/Distrito Federal
Parece que quieren enseñarnos cómo hacer nuestros cubrebocas pues no encuentran los que mandaron.
Óscar Pérez Sánchez/Distrito Federal
La ayuda internacional llegará a los electores con su bolsita kit influenza, como ya está repartiendo algún político panista con vistas a las elecciones delegacionales. Es una vergüenza cómo han utilizado el tema para darle una personalidad de superhéroe a Calderón. No cabe duda, me duele decirlo, pero vivimos en un país bananero.
Alfredo Jiménez Lagar/Distrito Federal
La ayuda ya llegó aquí a mi municipio –Cuautitlán Izcalli– en forma de compra de votos por parte del PAN. Me acaban de regalar una botellita de alcohol en gel para manos.
Ariadna Lobera/estado de México
No recibí ninguna ayuda... realmente no creo que llegue a las personas que lo necesitan.
Jesús A. Martínez/Distrito Federal
No he visto ayuda alguna. Estoy cerca de las escuelas y no hay ni siquiera un jabón. Es un problema crónico: las escuelas carecen de personal de limpieza, ¿por qué creen que llamaron a padres y madres de familia a hacer el aseo? ¿Por qué no se destina el dinero de las Hummer o algunos milloncejos de la miss Gordillo para los gastos de limpieza?
Metodología
Enviamos cuestionarios a 2 mil 500 internautas, hasta ayer en la tarde había contestado 70 por ciento. Un grupo numeroso acompañó su voto con una opinión. Pueden leerse todas en el foro y algunos fragmentos en las líneas que siguen.
Opiniones
No recibí nada, pero sí vi en la central camionera de Observatorio una cámara para detección de temperatura corporal. Tanto la cámara como el equipo de cómputo al que estaba conectada estaban apagados. Los funcionarios no tienen la capacidad para implementar un operativo de este tipo.
Josué L. Rodríguez Flores/Toluca
En algunas dependencias de la Secretaría de Salud (áreas administrativas) repartieron dos cubrebocas por empleado, firmando de recibido. Muchos, en especial las madres trabajadoras, no fueron por la contingencia y cuando se presentaron no recibieron sus cubrebocas. ¿Dónde quedaron?
Constanza Alcaraz/Distrito Federal
Parece que quieren enseñarnos cómo hacer nuestros cubrebocas pues no encuentran los que mandaron.
Óscar Pérez Sánchez/Distrito Federal
La ayuda internacional llegará a los electores con su bolsita kit influenza, como ya está repartiendo algún político panista con vistas a las elecciones delegacionales. Es una vergüenza cómo han utilizado el tema para darle una personalidad de superhéroe a Calderón. No cabe duda, me duele decirlo, pero vivimos en un país bananero.
Alfredo Jiménez Lagar/Distrito Federal
La ayuda ya llegó aquí a mi municipio –Cuautitlán Izcalli– en forma de compra de votos por parte del PAN. Me acaban de regalar una botellita de alcohol en gel para manos.
Ariadna Lobera/estado de México
No recibí ninguna ayuda... realmente no creo que llegue a las personas que lo necesitan.
Jesús A. Martínez/Distrito Federal
No he visto ayuda alguna. Estoy cerca de las escuelas y no hay ni siquiera un jabón. Es un problema crónico: las escuelas carecen de personal de limpieza, ¿por qué creen que llamaron a padres y madres de familia a hacer el aseo? ¿Por qué no se destina el dinero de las Hummer o algunos milloncejos de la miss Gordillo para los gastos de limpieza?
as denuncias, protestas y pronunciamientos solidarios, nacionales e internacionales, por la injusta encarcelación de los siete presos políticos prozapatistas (y uno base de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional que acaba de ser liberado) no se han hecho esperar. Desde París, el Comité de Solidaridad con los Pueblos de Chiapas en Lucha advierte que esta acción represiva no tiene que ver con delito alguno sino que tiene como objetivo acabar con cualquier forma de organización autónoma opuesta a los megaproyectos turísticos en Agua Azul y Agua Clara.
La situación es alarmante, tanto que organismos internacionales de derechos humanos como la Organización Mundial contra la Tortura y Amnistía Internacional lanzaron llamados a acciones urgentes a favor de la libertad de los ahora siete detenidos y exigen a las autoridades mexicanas que garanticen el derecho de todos a un juicio justo, lo que incluye eliminar como prueba de los procedimientos judiciales toda declaración obtenida mediante coacción, como las realizadas sin intérpretes apropiados.
Desde Marsella, ciudad en la que se reunieron decenas de colectivos e individuos de Francia, España, Grecia, Italia y Alemania, entre otros, durante el tercer Encuentro Europeo de Solidaridad con los Zapatistas, manifestaron que la autonomía recuperada está constantemente amenazada por la convergencia de los intereses económicos neoliberales y por la voluntad de los gobernantes de Chiapas y del Estado federal de hacer callar la voz rebelde que está teniendo eco en el mundo entero.
En México, la Red Nacional contra la Represión y por la Solidaridad demandó al gobernador Juan Sabines la inmediata libertad de los ejidatarios, al igual que el comité de ex presos políticos Voces Inocentes y del Consejo Autónomo Regional de la zona Costa de Chiapas, así como los mensajes de protesta provenientes de Eslovenia, Colombia, Estados Unidos, Argentina y Colombia, entre otros.
Mientras crecen las muestras de repudio al gobierno de Juan Sabines, en la cárcel de El Amate, Chiapas, la integridad de los presos tzeltales prozapatistas de San Sebastián Bachajón, Chiapas, está en peligro, pues, como lo denunció el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, son obligados a realizar trabajos forzados 24 horas del día, sin tomar un solo descanso.
Además de los golpes, torturas, discriminación y demás degradaciones a las que fueron sometidos durante su detención, ahora, en su condición de presos bajo proceso penal, enfrentan las amenazas tras las rejas de un grupo de reos que actúan bajo el control de las autoridades penitenciarias.
losylasdeabajo@yahoo.com.mx
os desafinados niños cantores Felipe Calderón y Agustín Carstens repiten el estribillo de uno de sus sonados fracasos (en economía somos lo máximo), y como si nadie sufriera el alcance y ferocidad de la crisis, el dueto dedica sus notas al incrédulo auditorio: comienzan a registrarse algunos signos alentadores, que nos hacen pensar que muy pronto habremos dejado atrás el peor momento de esta circunstancia económica… ya pasó lo peor de la crisis económica.
Es el mismo dúo que con enorme sonrisa para México diagnosticó gripa y catarrito por la crisis económica en Estados Unidos; el que habló y habló de la solidez, del navío de gran calado y de la lejanía de la sacudida; el que juró que en este país nunca más una crisis; el que río a pierna suelta, porque el desempleo se registraba allende nuestras fronteras, y el que, en fin, a estas alturas del partido exige credibilidad a sus dichos y pronósticos.
Algunos consideran que esta patética muestra puede ser producto de alguna alteración visual en los susodichos niños cantores (otros simplemente lo llaman cinismo puro), porque es obvio que la dupla Calderón-Carstens ve lo que otros ni con binoculares registran. Por ejemplo, la calificadora Moody’s advierte que México está condenado a verse arrastrado a una contracción mayor que la estadunidense; otra agencia calificadora, Standard and Poor’s, subraya que la liquidez de las empresas en México durante el segundo trimestre de 2009 será posiblemente la más débil de la historia reciente debido a los efectos económicos derivados del virus A/H1N1; el Fondo Monetario Internacional reconoce que México es el país de Latinoamérica más afectado por la crisis financiera mundial y la Cepal reitera que la contracción económica más profunda se registra en México.
Lo mismo sucede con los supuestos aliados naturales del gerente de Los Pinos: el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, Miguel Marón Manzur, no le cree al dueto; por el contrario, dice, lo más difícil está por venir, toda vez que se prevé una caída de la economía de hasta 5.3 por ciento y no se observa una recuperación antes de 2010; el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Armando Paredes, tampoco da credibilidad al estribillo de Los Pinos: los indicadores aún son negativos y hasta que no se vea una tendencia en la mejora durante los siguientes meses no podemos decir que ya pasó lo peor; y la Confederación Nacional de Cámaras Industriales está en las mismas: la contracción económica será de 5.4 por ciento y se cancelarán entre 670 mil y 730 mil empleos en 2009, el comportamiento más desfavorable de los últimos 13 años.
Entonces, ¿qué ve esa dupla que otros, de plano, no registran? De entrada lo inexistente, porque su discurso –tal y como sucedió en tiempos de Fox– suelen no coincidir con la realidad. Tampoco sus estimaciones. Los mexicanos no son tan masoquistas como para esperar una crisis eterna, pero tampoco tan ilusos como para creer en los gastados cuentos de Los Pinos y las patéticas melodías de sus niños cantores.
Por si faltara alguna estimación para romper el ritmo musical del citado dueto, el Sistema Económico Latinoamericano, el Sela, aportó su granito de arena, sin que sea el último: en 2009 la economía mexicana registrará la caída más pronunciada de la región (un galardón que, por lo demás, ha ganado México desde varios años atrás, con crisis o sin ella), en una proporción que casi duplicará el promedio negativo que reportará América Latina en conjunto, y casi triplicará el observado por Brasil, la otra gran economía de la zona. De hecho, apunta el organismo, el desempeño económico se traducirá en un empeoramiento generalizado del crecimiento respecto del que se había tenido en 2008, el cual tampoco fue la panacea.
El Sela señala que “con la crisis deslizándose por una pendiente cada vez más pronunciada, que obliga a recurrentes y generalizadas correcciones a la baja en las estimaciones de los principales indicadores económicos, el deterioro económico mundial ha ido extendiendo sus alcances a los distintos países de América Latina y el Caribe. Ello se manifestó en un primer momento en el plano monetario y financiero de esas economías con severas caídas en las bolsas de valores, devaluación de las monedas locales frente al dólar y elevación del riesgo-país, entre otros aspectos, para continuar penetrando al conjunto de la economía real, e impactar en la producción, el comercio exterior, la inversión, el empleo y el consumo de los países de la región, con sus consecuentes derivaciones en el plano político y sus previsibles efectos en el ámbito social.
Conforme pasan los meses, y al igual que ocurre con los países desarrollados, se confirma que la crisis va abarcando cada vez un mayor número de ámbitos, afectando al conjunto de indicadores que dan cuenta del comportamiento económico y social en la región. Lo anterior se da a pesar de las múltiples acciones que en diferentes campos, y desde distintos frentes, se vienen poniendo en marcha tanto en las economías altamente industrializadas como en los países caribeños y latinoamericanos para enfrentar la crisis. Dichas acciones incluyen un vasto arsenal de medidas de todo tipo, públicas y privadas, ortodoxas y heterodoxas, en el sector financiero y en el productivo, nacionales y multilaterales, a pesar de lo cual no existen elementos firmes que permitan concluir que se ha tocado fondo en la caída ni, mucho menos, que se hayan comenzado a manifestar los primeros síntomas de una probable recuperación.
Pero los niños cantores dicen que en México sucede lo contrario.
Las rebanadas del pastel
Más signos alentadores (niños cantores dixit) para regocijo de los mexicanos, especialmente los directamente involucrados en la estadística que ayer divulgó el Inegi: en el primer trimestre de 2009, 2.3 millones de desempleados; la tasa oficial de desocupación abierta en el país llegó a 5.1 por ciento de la población económicamente abierta, contra 3.9 por ciento en igual periodo de 2008; los subocupados sumaron 3.4 millones, monto equivalente a 8 por ciento de la población ocupada, contra 6.6 por ciento en enero-marzo del año pasado; en el sector informal 28.2 por ciento de los ocupados, es decir, 12.1 millones.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
ombres y mujeres de todas las edades y de cada rincón de esta patria nuestra, en la ciudad, en el monte, en la selva, en la escuela, en la fábrica, en la mina, en el destierro, en el valle, en el encierro, desde el lugar donde nos encontremos, nuestra obligación es sobreprotegernos para seguir la marcha en este gran proyecto de nación, donde juntemos nuestras coincidencias del quehacer, haciendo a un lado intereses particulares o de grupo, sin aislar ninguna lucha por pequeña que parezca.
¡No tenemos que olvidar que los grandes incendios tienen su origen en una pequeña chispa! Y en estos momentos los incendios surgen por doquier y nuestra obligación es alentarlos y dirigirlos a los rumbos de unidad, respetando sus formas de organización, señalando siempre causas y efectos, poniendo siempre al enemigo común al descubierto y los medios de los que siempre ha hecho uso para mantenernos adormecidos, engañados, sometidos siempre a su antojo, calculando todo siempre en función de ganancias económicas, sin que les importen la humillación y el dolor de los jodidos, apropiándose de los medios de producción y explotando la fuerza de trabajo, manejando a su conveniencia desmedida el derecho de propiedad privada, acumulando riquezas a costa de sudor y sangre de esclavos, de plebeyos, de obreros, de campesinos jornaleros, quienes en su momento siempre han levantado la voz de la inconformidad, de rebeldía.
La lucha por la justicia siempre es natural en cualquier lugar, enfrentándose invariablemente ricos contra pobres, escribiendo con su sangre y ejemplo de dignidad que sí es posible un mundo de justicia para todos.
No tenemos que esperar ningún aniversario más para llorar ni lamentar la muerte de Zapata ni afinar discursos; vamos para decir: aquí estoy de palabra y no de corazón.
El mejor recuerdo a Zapata es la construcción de la unidad, organizada y consciente, donde sea que nos encontremos, porque la lucha es de todos, hombres y mujeres. Y ésta no da tregua ni se da sus vacaciones, ni tiene días de guardar; hasta cuando duermes tienes que soñar en la revolución. No importa de quién venga esa disposición de luchar, si en su esencia se compone de fe y unidad. Tenemos los motivos necesarios para no ceder nada, de ninguna especie, al enemigo al que no hay que dar tregua alguna.
Hasta cuando nos encontremos solos, la lucha sigue aún en nuestro interior, con nuestra actitud de indiferencia, de autosuficiencia, de soberbia, de ira incontrolada, envidia, pereza; de hierro y rabia en el combate hasta la victoria; generoso y digno con el pueblo, sin pedir a cambio nada, más que el honor de poder servirle.
La recompensa brillará en la sonrisa eterna de nuestros nietos, que de pan y miel se saciarán y en recuerdos luminosos encenderán sus días.
Zapata vive en cada puño levantado, en cada grito encabronado con el corazón al viento.
Como machete desenvainado, pintando de rojo el horizonte que nos llama a cumplir, ¡aquí, allá, la lucha seguirá!
a sociedad civil europea ha logrado impresionantes victorias en su guerra contra los cultivos transgénicos. Siete países: Francia, Austria, Luxemburgo, Grecia, Hungría, Polonia y el mes pasado Alemania, han levantado moratorias a la siembra de la única variedad de maíz transgénico aprobada en Europa: el Mon 810, un maíz Bt de Monsanto, resistente a insectos. Italia tiene una prohibición general a todos los cultivos genéticamente modificados, mientras un referéndum en Suiza estableció en 2005 cinco años de moratoria en contra de los cultivos comerciales, que el gobierno decidió ampliar hasta 2013.
Las prohibiciones europeas han sido el resultado de la presión social sobre los gobiernos, y de la decisión autónoma de los ciudadanos, campesinos, agricultores y pobladores en general, de constituir por acuerdo voluntario regiones libres de transgénicos, que llegan a 196 este año.
Los gobiernos, para responder a la negativa social de avance de los transgénicos en los campos y en las mesas, han tomado como base estudios científicos que evidencian el impacto en el ambiente, la falta de conocimiento sobre los efectos en la salud de personas y animales, así como la certeza de que es imposible proteger de la contaminación con transgénicos la producción convencional y orgánica.
Monsanto ha contestado fuertemente, tratando de impedir las prohibiciones a la siembra de sus variedades transgénicas, a partir de la presión a los gobiernos e incluso entablando demandas judiciales contra ellos, como es el caso de Alemania. Lo cierto es que el maíz transgénico en Europa únicamente representa 0.01 por ciento de su cultivo en el mundo, y se espera que se reduzca aún más.
Para contrarrestar esta tendencia, Monsanto busca avanzar rápidamente en los países del sur, utilizando el argumento falso de que sus transgénicos resolverán el hambre en el mundo.
Durante el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, a finales de enero, Hugh Grant, no el actor, sino el presidente mundial de Monsanto, se reunió con el presidente Felipe Calderón y después de felicitarlo por su política hacia el campo, principalmente hacia los pequeños y medianos negocios, reiteró su interés en apoyar la formación tecnológica de México.
El 6 de marzo pasado, un decreto presidencial puso fin a la moratoria de facto a la siembra de maíz transgénico que desde finales de 1998 había impedido el establecimiento de plantíos experimentales o comerciales en el país.
La decisión unilateral del presidente dio el banderazo de salida al avance del maíz transgénico, aunque el camino ya estaba pavimentado por la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados, popularmente conocida como ley Monsanto (2005).
Sólo un mes después, Monsanto solicitó la aprobación de 12 siembras experimentales de tres variedades de maíz transgénico en regiones de Sonora, Sinaloa, Tamaulipas y Chihuahua, y en mayo, Dow y Pioneer-Dupont, otras dos corporaciones de las seis que monopolizan el mercado de las semillas genéticamente modificadas, solicitaron la experimentación de otras 12 variedades en los mismos estados.
Las corporaciones buscan iniciar estas pruebas durante el próximo ciclo de siembra otoño-invierno en los campos experimentales de investigación pública, y en las tierras de agricultores cooperantes del norte. El INIFAP y Monsanto supervisarán la investigación.
La experimentación es la fase exigida para simular que se toman en cuenta aspectos de bioseguridad y poder brincar a la siguientes etapas, piloto y comercial. La experimentación únicamente se centra en aspectos agronómicos como rendimientos, costos y efectividad contra plagas y deja fuera los impactos en la biodiversidad, el ambiente, la salud, la agricultura campesina y ecológica, la cultura.
Tres son las variedades transgénicas de maíz con las que Monsanto solicita experimentar: el maíz resistente al herbicida RoundUp Ready, producido también por Monsanto y que investigaciones independientes han catalogado como altamente tóxico en experimentos con ratas y embriones.
Una segunda variedad de maíz Bt, resistente a insectos (Mon 89034 x 88017). La prohibición europea de la variedad MON 810 tuvo como base el estudio realizado en ratas alimentadas con maíz Bt (MON 863) que demostró signos de toxicidad en hígado y riñón. Otros estudios reportan alta toxicidad del polen de maíz Bt para larvas de mariposas, así como destrucción de la fertilidad de los suelos. La tercera variedad es una combinación de ambas.
La Sagarpa sostuvo que México no podía quedar rezagado de esta tecnología. Sin embargo, después de casi 14 años de siembras transgénicas, se puede notar que Monsanto y compañía se han refugiado en los países del sur, en donde la ausencia de regulaciones ambientales constituye una de sus principales ventajas comparativas. La siembra de maíz transgénico en México nos convierte en el nuevo basurero de Monsanto.
l 23 de abril, días antes de que concluyera el último periodo de sesiones de la 60 Legislatura, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad y a todo vapor una reforma mínima en materia de derechos humanos. El decreto, negociado entre los coordinadores parlamentarios, y acordado un día antes en la Secretaría de Gobernación (SG), se limita a proponer la modificación de los artículos 1, 11, 33, 89 y 102 B de la Constitución.
Con ello el gobierno quiere dar respuesta, aunque de manera claramente insuficiente, a la recomendación que el 13 de febrero le hizo al Estado mexicano el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en el sentido de completar sus esfuerzos institucionales para garantizar que las normas internacionales de derechos humanos adoptadas por México tengan rango constitucional y se apliquen como ley suprema en los tribunales.
Y para garantizar la aplicación concreta de las normas internacionales de derechos humanos en todos los niveles, a través de la adopción de políticas, leyes y otras medidas en los ámbitos federal y estatal, y a través de consultas regulares con las principales partes interesadas, incluidos los estados, organizaciones de la sociedad civil y otros.
Las organizaciones civiles de derechos humanos, a quienes injustamente se reprocha su no participación en este tramo legislativo, ya habían expresado públicamente desde el 8 de diciembre pasado que el 26 de noviembre anterior habían enviado una carta a los líderes parlamentarios de la Cámara de Diputados, solicitándoles un diálogo abierto y pidiéndoles cuentas sobre su perspectiva en torno a la reforma en materia de derechos humanos. Pero que, sin haber recibido una respuesta, tenían conocimiento de que en la reunión de la Comisión de Puntos Constitucionales la primera semana de diciembre se había decidido que el tema no fuera abordado, por lo que una vez más el avance legislativo en derechos humanos quedaba pendiente para la próxima legislatura.
Como se trata de una reforma constitucional, falta todavía que el Senado la dictamine, y que, si no tiene modificaciones que la devuelvan a la Cámara de Diputados, se turne a los congresos estatales, para que por lo menos 17 de ellos la aprueben.
El proyecto de reforma incorpora por primera vez en la Constitución el término derechos humanos, como distinto del de garantías para su protección; establece la interpretación de las normas de derechos humanos no únicamente de conformidad con la Constitución, sino también con los tratados internacionales en la materia, de los que México sea parte; e introduce, aunque subordinado al principio de no contradicción con la Constitución, el principio pro personae, según el cual debe preferirse, privilegiarse o favorecerse la aplicación de aquella norma que otorgue mayor protección a los derechos de la persona, sea ésta constitucional o en virtud de algún tratado internacional de derechos humanos.
De acuerdo con la reforma, las autoridades tendrían también en el ámbito de sus competencias la obligación explícita de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, y por lo mismo la obligación de prevenir, investigar y sancionar las violaciones a los derechos humanos.
Incorpora además el derecho a solicitar asilo, y que el respeto, la protección y la promoción de los derechos humanos sea uno de los principios de la política exterior mexicana.
En relación con los organismos públicos de derechos humanos, establece que cuenten con autonomía de gestión y presupuestaria, así como con personalidad jurídica y patrimonio propios, y que sus titulares y consejos consultivos sean elegidos mediante un procedimiento de consulta pública y participación social.
Llama la atención que esta iniciativa de reforma en el último momento no incorpore también una modificación al artículo tercero, que introducía el respeto a los derechos humanos, así como la no discriminación y la consolidación de la paz como unos de los objetivos de la educación. Ni otra al artículo 15, que prohibía la celebración de tratados internacionales que alteren, restrinjan o supriman los derechos humanos y las garantías para su protección, reconocidos por la Constitución. Ni una más al artículo 17, que establecía la obligatoriedad de las resoluciones y sentencias emitidas por tribunales internacionales en materia de derechos humanos. O al artículo 22, que declaraba como imprescriptibles el genocidio, los crímenes de guerra y los de lesa humanidad, todos los cuales parecían ya haber sido acordados en la SG por algunos líderes parlamentarios desde el 26 de marzo.
Con la reforma postiza que por presiones del Consejo Coordinador Empresarial se hizo al artículo 17 de la Constitución en materia de derechos colectivos e intereses difusos, se comprende por qué tampoco se introdujo una modificación al artículo 103, para que los tribunales de la Federación resuelvan controversias que se susciten por leyes o actos de la autoridad que violen los derechos humanos y las garantías para su protección. Pero lo más grave es que la modificación al artículo 33 propuesta viola los derechos humanos, pues considera como definitiva e inatacable una decisión administrativa para expulsar extranjeros, y sobre todo que toda la reforma supedita la aplicación de los mecanismos de protección a los derechos humanos a la adecuación de la Ley de Amparo y a la legislación reglamentaria correspondiente.
epresentando a México, el entonces secretario de Salud, Julio Frenk, participó en la cuarta Reunión Ministerial del Grupo de Seguridad Global de la Salud –celebrada el 6 de noviembre de 2003 en Berlín–, para continuar con la coordinación internacional de medidas en caso de un ataque bioterrorista.
Según la Secretaría de Salud (Ssa), este grupo, que también integran –¡con México!– ministros de Salud de Canadá, Reino Unido, Italia, Alemania, Estados Unidos, Japón y Francia, había sido formado después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 a iniciativa de Estados Unidos para brindar confianza a la población de que los países del mundo están atentos a estos riegos y se están preparando para enfrentarlos.
Cuando el 23 de abril de 2009 el secretario Córdova reconoció la emergencia por la influenza A, México operaba un Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave) con modelos obsoletos e insuficiencia de recursos materiales y humanos, sobre todo si se los compara con las aplastantes bolsas del Seguro Popular.
Sólo se disponía de un millón 300 mil antivirales; dos laboratorios de salud pública incapaces de detectar el virus, y compromisos en materia de patentes que fueron plenamente respetados. El rimbombante Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante una Pandemia de Influenza –diseñado por la Ssa-Frenk en 2005– simplemente no existió.
Por su parte, Biológicos y Reactivos de México (Birmex) –creada por Zedillo en 1999 y dependiente de la Ssa– asumía la extrema dependencia del país al confirmar que produce sólo dos de las 12 vacunas del esquema básico de inmunizaciones, mientras la imparable danza de cifras irregulares ajustadas por rezago de las entidades federativas seguía patentizando –minuto a minuto– el fracaso esférico de la descentralización de Soberón-De la Fuente (Narro)-Frenk y Córdova.
Laboratorios de salud pública. Son dos los que la OMS avala con el nivel 3 de bioseguridad: el del Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica (Indre) y el estatal de Veracruz. Sin el equipo adecuado y sin reactivos al momento de la declaración federal de la emergencia, hasta el 27 de abril, no tenían capacidad para analizar el nuevo virus.
Antivirales y patentes. Del millón 300 mil tratamientos, 242 mil fueron distribuidos en los estados, 205 mil en el IMSS y 39 mil en hospitales.
Para combatir la epidemia, el 8 de mayo Hacienda autorizó su importación de cualquier país, libres de arancel, junto con antihistamínicos, analgésicos, vitaminas (!), cubrebocas, alcohol y jabón antibacterial. Aunque la Cofepris se apresuró a comunicar que por el momento no utilizará las licencias de utilidad pública para la explotación de patentes de los antivirales.
Vacunas. A pesar de las recomendaciones de la OMS –que datan de 1999– y después de 30 años de no invertir en infraestructura e incluso desmantelar (Juan Ramón de la Fuente) los institutos especializados de Higiene y Virología, hasta 2004 la Ssa-Frenk decidió instalar un laboratorio para la fabricación de la vacuna preventiva de influenza. El proyecto lo concretó la Ssa-Córdova en 2009 vía la firma de un convenio con Sanofi-Aventis, quien fabricará la sustancia activa, mientras Birmex se encargará de la última fase de la producción. Las primeras vacunas estarán disponibles en 2011.
México compra cerca de 19 millones de dosis anuales de vacuna contra influenza estacionaria, con un costo de 30 pesos cada una (570 millones de pesos) y, con los secretarios Frenk-Córdova (2000-2008) el país se convirtió en gran importador de las principales vacunas: hepatitis, sarampión, rubeola, polio y tétanos, entre otras. La importación aumentó 450 por ciento en esos ocho años. Durante 2008 se importaron 443 millones de dosis, cuando en 2000 se habían importado 81 millones de dosis. El 40 por ciento de esta compra corresponde a Estados Unidos. Aunque México es también mercado para otras 15 naciones: Bélgica, Dinamarca, Italia, Corea del Sur, Indonesia, Canadá, Israel e India, entre ellas.
La OMS acelera la vacuna. Para lo cual los fabricantes deberán aumentar en 50 por ciento la producción y cubrir la demanda.
En el marco de un desempeño muy opaco de la red privada (número de consultas y decesos), ¿por qué, a pesar de la democratización de la salud y los cuantiosos recursos de que ha dispuesto desde 2004, respondió tan precariamente la red Ssa y su fraudulento Seguro Popular?
¿Por qué la Conago y la Academia Nacional de Medicina adoptaron acríticamente y de inmediato la estrategia sanitaria federal? ¿Por qué los colegios y federaciones profesionales nunca se pronunciaron? ¿Por qué el Senado pretende emprender reformas para crear una Agencia Nacional de Seguridad sin antes ajustar de raíz la fracasada descentralización? ¿Por qué hasta el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado estimó que la emergencia desnudó los rezagos en el sistema de salud y la deficiente asignación de los recursos públicos?
Lo cierto es que los pacientes no están mejor atendidos que antes, y ahora hasta el conjunto de la población nacional debió enfrentar una emergencia que se ha traducido ya en 2 mil 656 casos y 64 muertes. Si la Ssa hubiera funcionado, todo ello se podría haber evitado.
Pese a todo y pasando por sobre la contundente evidencia, la Cofepris avaló a Granjas Carroll, porque no encontró ningún cerdo o trabajador con la enfermedad, mientras Frenk insiste –desde Harvard– en que el mundo está hoy mucho mejor preparado: todos aguardábamos un evento de esa naturaleza (The Economist, 2 de mayo). ¿Mejor preparado? ¿Y México?
* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
obrerreacción. Existen ya las evidencias suficientes que muestran que el gobierno federal reaccionó tardíamente frente a la amenaza de la influenza, y cuando lo hizo sobrerreaccionó su respuesta. Enfrentar una epidemia cuyo grado de mortandad es más que mínimo con un apagón (económico y moral) de la sociedad es como querer apagar un pequeño incendio en un cine destruyendo el cine mismo. Ni hablar de las víctimas producidas por la estampida. Aquí no es vigente el argumento de que (en asuntos de salud) más vale sobrepasarse, porque los daños colaterales pueden ser tan graves que ponen en duda la capacidad de quienes sobrerreaccionan para enfrentar otras crisis. Tan es así que los abogados de Los Pinos han emprendido una campaña por indemnizaciones de cara a la OMS, cuyas autoridades fueron probablemente quienes sonaron las alarmas rojas de manera desmedida. La afirmación de Margaret Chan, la presidenta de esa institución, en el sentido de que sólo ella corría con la responsabilidad de haber etiquetado como pandemia a las probabilidades de contagio, abre en cierta manera las posibilidades de esta demanda. En México, de manera correspondiente, debería suceder lo mismo: una cauda de exigencias para que el gobierno federal indemnice a los afectados por el (sobregirado) estado de excepción que decretó a lo largo de dos semanas. Pero al menos hay un saldo positivo en todo esto: nadie ha entrado en el juego de achacar la culpa a otros.
Lo que resulta ya sofocante (y cada día más ridículo) es la homologación entre la política y la retórica de la salvación. El lamentable espectáculo que en 2006 empezó por definir a uno de los contendientes legítimos a esa elección como un peligro para México siguió con la demonización y la excomunión de quienes apoyaban la ley sobre la libertad del uso del cuerpo (que permite el aborto) y acaba en una cruzada biopolítica para desinfectar a la sociedad, está fundado en las profundidades de un antiguo ideograma característico de la mentalidad católica: las narrativas sobre el juicio final. Es una retórica que permitió a la Iglesia durante más de tres siglos (hasta que la Ilustración la desmanteló a carcajadas) presentarse como la salvadora del mundo. En ella habría acaso que escarbar la gramática de nuestros actuales salvadores. En fin, el país no necesita salvadores (¿quién los necesita?), lo único que requiere son políticos sensatos y servidores públicos congruentes.
El retorno. Carlos Salinas de Gortari se ha colocado, una vez más, en el centro de las pugnas del priísmo. Su regreso a la política grande (si es que algún día estuvo fuera de ella) sería algo así como el retorno del hijo impródigo. ¿Una mano dura y diestra para ordenas las filas del tricolor? Primero fue Bartlett, que lo acusó de haber provocado la caída del sistema en 1988. Le siguió la teórica amante de Téllez, que nos departió el secreto de que había desfalcado al erario público. En la última novela de Ahumada, Salinas es ya el gran inquisidor. Por último Miguel de la Madrid, convencido de que CSG es parte del crimen organizado, sólo que como mea culpa pública. Cada uno de sus detractores ha tenido que recular como se dice en el lenguaje de la política mexicana. ¿Hay un salinato en puertas? La metáfora es débil, porque en el maximato Calles llegó a controlar efectivamente al Estado y al partido simultáneamente. CSG está obviamente muy lejos de esas cimas. Lo que es evidente es que el PRI sólo logra funcionar cuando tiene un jefe político. No lo ha tenido a nivel nacional desde 2000.
Sea como sea, el PRI parece haber recuperado terreno electoral. ¿Qué se puede esperar de su posible triunfo el próximo mes de julio? En principio, nada nuevo. Seguirá funcionando con el mismo método con el que llegó hasta aquí: apuntalar la Presidencia panista sin comprometerse con sus excesos y sus errores. El cálculo no es difícil: si la táctica sirvió para propiciar su retorno, debería servir para llegar hasta 2012.
¿Por quién votar? El dilema, para el país, reside precisamente en que el origen de la implosión de la sociedad política se halla en esa peculiar concertación entre el PRI y la Presidencia panista. Por ello no es sorprendente que una franja notable de la opinión pública actual, precisamente quienes más se empeñaron en la construcción de un sistema democrático desde 1988, convoquen hoy a no votar. Habría que pensar, sin embargo, que no votar en estas circunstancias significa un ejercicio de referéndum. Un sí o no a la continuación de una clase política que no logra o no puede perfilar los impulsos necesarios que requiere el país. ¿Por qué no, entonces, llamar explícitamente a un referéndum cruzando con esta consigna las boletas? Hay muchas maneras de llevarlo a cabo. Una de ellas sería someter al cargo central de la sociedad política, la Presidencia, a un escrutinio de referéndum. Sería una manera de convertir un desacuerdo que ya es esencial en una estrategia de acción.
Marcos Roitman Rosenmann: La izquierda institucional y la crisis
os desafinados niños cantores Felipe Calderón y Agustín Carstens repiten el estribillo de uno de sus sonados fracasos (en economía somos lo máximo), y como si nadie sufriera el alcance y ferocidad de la crisis, el dueto dedica sus notas al incrédulo auditorio: comienzan a registrarse algunos signos alentadores, que nos hacen pensar que muy pronto habremos dejado atrás el peor momento de esta circunstancia económica… ya pasó lo peor de la crisis económica.
Es el mismo dúo que con enorme sonrisa para México diagnosticó gripa y catarrito por la crisis económica en Estados Unidos; el que habló y habló de la solidez, del navío de gran calado y de la lejanía de la sacudida; el que juró que en este país nunca más una crisis; el que río a pierna suelta, porque el desempleo se registraba allende nuestras fronteras, y el que, en fin, a estas alturas del partido exige credibilidad a sus dichos y pronósticos.
Algunos consideran que esta patética muestra puede ser producto de alguna alteración visual en los susodichos niños cantores (otros simplemente lo llaman cinismo puro), porque es obvio que la dupla Calderón-Carstens ve lo que otros ni con binoculares registran. Por ejemplo, la calificadora Moody’s advierte que México está condenado a verse arrastrado a una contracción mayor que la estadunidense; otra agencia calificadora, Standard and Poor’s, subraya que la liquidez de las empresas en México durante el segundo trimestre de 2009 será posiblemente la más débil de la historia reciente debido a los efectos económicos derivados del virus A/H1N1; el Fondo Monetario Internacional reconoce que México es el país de Latinoamérica más afectado por la crisis financiera mundial y la Cepal reitera que la contracción económica más profunda se registra en México.
Lo mismo sucede con los supuestos aliados naturales del gerente de Los Pinos: el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, Miguel Marón Manzur, no le cree al dueto; por el contrario, dice, lo más difícil está por venir, toda vez que se prevé una caída de la economía de hasta 5.3 por ciento y no se observa una recuperación antes de 2010; el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Armando Paredes, tampoco da credibilidad al estribillo de Los Pinos: los indicadores aún son negativos y hasta que no se vea una tendencia en la mejora durante los siguientes meses no podemos decir que ya pasó lo peor; y la Confederación Nacional de Cámaras Industriales está en las mismas: la contracción económica será de 5.4 por ciento y se cancelarán entre 670 mil y 730 mil empleos en 2009, el comportamiento más desfavorable de los últimos 13 años.
Entonces, ¿qué ve esa dupla que otros, de plano, no registran? De entrada lo inexistente, porque su discurso –tal y como sucedió en tiempos de Fox– suelen no coincidir con la realidad. Tampoco sus estimaciones. Los mexicanos no son tan masoquistas como para esperar una crisis eterna, pero tampoco tan ilusos como para creer en los gastados cuentos de Los Pinos y las patéticas melodías de sus niños cantores.
Por si faltara alguna estimación para romper el ritmo musical del citado dueto, el Sistema Económico Latinoamericano, el Sela, aportó su granito de arena, sin que sea el último: en 2009 la economía mexicana registrará la caída más pronunciada de la región (un galardón que, por lo demás, ha ganado México desde varios años atrás, con crisis o sin ella), en una proporción que casi duplicará el promedio negativo que reportará América Latina en conjunto, y casi triplicará el observado por Brasil, la otra gran economía de la zona. De hecho, apunta el organismo, el desempeño económico se traducirá en un empeoramiento generalizado del crecimiento respecto del que se había tenido en 2008, el cual tampoco fue la panacea.
El Sela señala que “con la crisis deslizándose por una pendiente cada vez más pronunciada, que obliga a recurrentes y generalizadas correcciones a la baja en las estimaciones de los principales indicadores económicos, el deterioro económico mundial ha ido extendiendo sus alcances a los distintos países de América Latina y el Caribe. Ello se manifestó en un primer momento en el plano monetario y financiero de esas economías con severas caídas en las bolsas de valores, devaluación de las monedas locales frente al dólar y elevación del riesgo-país, entre otros aspectos, para continuar penetrando al conjunto de la economía real, e impactar en la producción, el comercio exterior, la inversión, el empleo y el consumo de los países de la región, con sus consecuentes derivaciones en el plano político y sus previsibles efectos en el ámbito social.
Conforme pasan los meses, y al igual que ocurre con los países desarrollados, se confirma que la crisis va abarcando cada vez un mayor número de ámbitos, afectando al conjunto de indicadores que dan cuenta del comportamiento económico y social en la región. Lo anterior se da a pesar de las múltiples acciones que en diferentes campos, y desde distintos frentes, se vienen poniendo en marcha tanto en las economías altamente industrializadas como en los países caribeños y latinoamericanos para enfrentar la crisis. Dichas acciones incluyen un vasto arsenal de medidas de todo tipo, públicas y privadas, ortodoxas y heterodoxas, en el sector financiero y en el productivo, nacionales y multilaterales, a pesar de lo cual no existen elementos firmes que permitan concluir que se ha tocado fondo en la caída ni, mucho menos, que se hayan comenzado a manifestar los primeros síntomas de una probable recuperación.
Pero los niños cantores dicen que en México sucede lo contrario.
Las rebanadas del pastel
Más signos alentadores (niños cantores dixit) para regocijo de los mexicanos, especialmente los directamente involucrados en la estadística que ayer divulgó el Inegi: en el primer trimestre de 2009, 2.3 millones de desempleados; la tasa oficial de desocupación abierta en el país llegó a 5.1 por ciento de la población económicamente abierta, contra 3.9 por ciento en igual periodo de 2008; los subocupados sumaron 3.4 millones, monto equivalente a 8 por ciento de la población ocupada, contra 6.6 por ciento en enero-marzo del año pasado; en el sector informal 28.2 por ciento de los ocupados, es decir, 12.1 millones.
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res crisis han estado convergiendo recientemente. La crisis económica de origen externo en principio pero montada sobre un largo periodo de casi 30 años de estancamiento. No sólo no se crece al ritmo que demanda la estructura demográfica del país, sino que además se profundiza la desigualdad económica y social.
La crisis de seguridad consiste en la incapacidad de los órganos del Estado de proveer adecuada protección a sus ciudadanos. En parte porque muchos de ellos se presume estar penetrados por los intereses de la delincuencia organizada. Pero también porque la capacidad de proveer una respuesta ágil y eficaz a las amenazas que se ciernen sobre la seguridad de las mexicanas está sumamente disminuida. Como demostró el caso de la emergencia reciente por la influenza humana, décadas de haber supuesto como Reagan que el Estado era el problema y no la solución se tradujeron en presupuestos disminuidos y sobre todo en facultades dañadas de los instrumentos clave del Estado para enfrentar emergencias sanitarias, medioambientales o alimentarias; por no subrayar la emergencia frente al crimen organizado sin los instrumentos estatales adecuados para hacerle frente.
La tercera crisis es la que se encuentra, en mi opinión, en el centro de nuestros problemas actuales. Se trata de una crisis de representación política. Se expresa en el ámbito de los partidos políticos, pero no se circunscribe a éstos. Impacta el funcionamiento de órganos vitales como el poder legislativo y el Poder Judicial. Además, en un régimen presidencial la crisis del Poder Ejecutivo afecta todo el funcionamiento del aparato estatal. Más allá de los aparatos directos esta crisis de representación se extiende a las instancias de representación social: las corporaciones sindicales y empresariales de manera significativa. También alcanza a los órganos del Estado no gubernamentales y notoriamente al IFE, cuyo descrédito no podría ser mayor. Todas las encuestas de opinión recientes resaltan un punto: el creciente extrañamiento de la ciudadanía frente partidos, congresos, órganos del Estado, actores políticos.
Las tres crisis que se presentan han confluido en una forma de gobernar que ha sido notoria en los pasados 15 años. El efecto de vetos cruzados, ausencia de reglas que inciten a la cooperación política y en consecuencia alianzas políticas endebles y vergonzosas –es decir ajenas al escrutinio público– ha llevado a un proceso de decadencia administrada. El cortoplacismo no sólo pospone soluciones a problemas ingentes que arrastramos de mucho tiempo. Sobre todo erosiona la capacidad del Estado para transformar sus reglas de funcionamiento, para emprender grandes transformaciones sociales que requieren para implantarse de un amplio consenso social.
La decadencia administrada es producto de la incapacidad de los principales actores políticos para acordar mecanismos que permitan afrontar el cúmulo de problemas sociales, económicos y políticos. El mínimo consenso que se generó para impulsar la reforma electoral de 1996 transportaba un supuesto: serían las elecciones las que definirían una nueva coalición gobernante. No ha sido así. Lo que ha surgido de las elecciones es un gobierno dividido y actores renuentes a emprender un camino de normalización democrática.
En vez de encontrar reglas que permitan arribar a grandes acuerdos nacionales, cada actor cree que va a terminar por noquear al contrincante e instalarse en una situación de control mayoritario. Los principales actores políticos buscan un poder sin deliberación ni fiscalización. Y lo que termina por colmar este vacío de acuerdos políticos son los escándalos. Pueden estar instrumentados o no, pero no son inventos. El pasado termina por corromper el presente y nublar el futuro. Se trata de un regreso del Estado, con venganza. Ésta ya se está despuntando en las elecciones intermedias.
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os debe preocupar a todos el grado de descomposición al que está llegando nuestra sociedad; el cinismo de los más altos protagonistas públicos de los años recientes no es más que los síntomas de una grave enfermedad social; es el momento de rescatar nuestras comunidades diversas, en las que todos nos desenvolvemos. No podemos seguirlas dejando en manos de quienes han demostrado no sólo codicia y corrupción, sino ineptitud extrema.
Nuestros grupos sociales, el familiar, económico, los diversos grupos políticos, los educativos, los religiosos y los recreativos. Lamentablemente en varios de ellos, en forma casi absoluta y en otros más o menos parcialmente, hay fallas importantes y su funcionamiento, en lugar de servir para el desarrollo pleno de los integrantes, es un obstáculo para el crecimiento individual.
Es el momento de regresar al patriotismo, al amor a la patria, empezando por el hogar y después por su prolongación inmediata, que es el barrio, el municipio, la delegación en el caso del Distrito Federal, para pasar después al estado o entidad federativa y finalmente a la nación entera; todo necesita ser limpiado, restaurado, rescatado.
Es por ello alentador que desde diversos frentes se busca revivir el sentido de solidaridad que deben tener entre sí los habitantes de las comunidades sociales; el caso de la ciudad de México es muy importante y puede ser el detonante de un cambio de fondo. Circula ya una invitación en la que el gobierno de la ciudad, el fideicomiso del Centro Histórico, la Unión de Vecinos y de Comerciantes del Centro Histórico, el INAH y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, entre otras organizaciones, invitan a un encuentro para la construcción simbólica del espacio urbano, en él se presentará el resultado de 10 años de investigación antropológica urbana de la Escuela Nacional de Antropología e Historia; se trata de poner las bases para una política que vaya por un camino muy diferente al de las intrigas, las complicidades y las bajezas a que ha llegado una buena parte de lo que podríamos llamar nuestra clase política profesional, para empezar a conocernos mejor y a conocer los ámbitos sociales en los que nos desenvolvemos, no se puede amar lo que no se conoce.
Por su lado, otra entidad ocupada de la cultura y la educación, la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, desarrolla un programa de módulos autosuficientes para diversos ámbitos de la capital del país, que se ha denominado Recuperación de los barrios.
Se trata de rescatar espacios y lugares que han sido arrebatados a los vecinos, bien por la delincuencia o por los ríos de vehículos que circulan a diario por las calles de nuestra urbe. Este programa busca también revivir el interés y el amor de los vecinos por sus pequeñas comunidades, barrios en primer lugar, pero también colonias y unidades habitacionales. El experimento, me recordó la trama de la novela de Chesterton El Napoleón de Nothing Hill, en la que el alcalde de este famoso barrio londinense dibuja su propia bandera de la localidad, levanta murallas y recluta voluntarios para defender su hábitat de la ambición de industriales poderosos que pretenden adueñárselo para sus negocios, por lo que despojan a la gente de las áreas antes frecuentadas por madres con sus niños, parejas de novios y viejos que salen a pasear y a charlar.
No tanto como levantar barricadas y reclutar milicianos, pero sí devolver a los diversos rumbos de nuestra ciudad, identificados por sus vestigios arqueológicos o históricos, por sus parques, por sus mercados o por otros establecimientos, el patriotismo local, el amor al terruño, identificado con el lugar en el que se vive y se convive con los vecinos.
Debemos empezar desde abajo si queremos sacudirnos la costra maligna que se extiende por todo el cuerpo político de nuestra comunidad nacional; los frentes de batalla son muchos, uno de ellos es, sin duda, la defensa del municipio o la delegación, que como atinadamente dijo alguien, es la prolongación de nuestra casa.
jusvbbv@hotmail.com
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