Por Sandra Torres Pastrana México DF, 13 mayo 09 (CIMAC).- El caso de una mujer, cuyo esposo, de 32 años, murió a causa del virus A/H1N1 y por ello fue desalojada junto con sus cuatro hijas e hijos por su casera es solo una muestra de cómo la discriminación ha caracterizado esta pandemia en nuestro país, sin que exista en las instituciones públicas apoyo emocional para las personas enfermas, en cuarentena, hospitalizadas o para familiares de las víctimas mortales, la mayoría mujeres. Así lo afirma a Cimacnoticias Guadalupe Majul, subdirectora de la clínica de Atención Integral Tech Palewi, quien coordina la atención psicológica a familiares de las víctimas mortales del virus y a personas enfermas, como parte del programa de atención que inició el Gobierno del Distrito Federal a través de un equipo, liderado por Patricia Patiño, que atendió también a las víctimas del incendio en la discoteca New’s Devine. Según cifras de la Secretaría de Salud (SS) hasta hoy han muerto 60 personas por el virus, 56.7 por ciento de las cuales eran mujeres, la mayoría entre 20 a 54 años, con grado de escolaridad primaria. De las mujeres fallecidas, 16 estaban dedicadas al hogar.
La clínica Tech Palewi, a través del “call center” del Consejo Coordinador Empresarial, ha detectado telefónicamente, desde el pasado 1 de mayo, casos de familiares de víctimas, personas hospitalizadas, quienes necesitan de la intervención experta por su estado de angustia, por el impacto emocional ante el virus. Actualmente, Tech Palewi tiene detectados 15 casos a los cuales se les está dando seguimiento, a través de la orientación y apoyo telefónico, pero suponen que se sumarán más casos conforme pasen los días. Atiende también a tres mujeres enfermas que se encuentran hospitalizadas y dos hombres, uno de ellos aún hospitalizado, y a dos niños enfermos acompañados de su madre y padre. Y apoya a las familias de 6 personas fallecidas, 5 de las cuales eran mujeres de 72, 24, 35, 38 y 40 años de edad, y a un varón de 32 años. El GDF les ha referido casos, pero a través del teléfono han conocido también de otros fallecimientos que ocurrieron en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre otros.
SALUD MENTAL Y EMERGENCIA SANITARIA
Este programa, señala Majul, tiene la intención de sensibilizar a los gobiernos y detectar justamente las necesidades emocionales de la población que ha sido afectada por el virus de la influenza A/H1N1, ya que, al igual que la emergencia sanitaria, son importantes los aspectos de la salud mental. Señala la también tanatóloga y coordinadora de atención a pacientes, que aunque la atención médica sea eficiente, “lamentablemente las instituciones de salud pública no brindan apoyo emocional, aún en esta epidemia, y no existe por tanto una contención de pacientes o familiares”. Algunos familiares de víctimas del virus han revelado que no recibieron apoyo emocional ni siquiera cuando su familiar estaba en el hospital, pasaron horas sin información, con visitas reducidas, lo cual significa maltrato tanto para familiares como para pacientes, señala Majul. Además, una vez que se entrega el cadáver a sus familiares, las autoridades de salud no hacen ningún apoyo emocional, aunque sí dan seguimiento para la detección epidemiológica de la familia, afirma.
LOS CASOS
Entre los casos de fallecimiento, que son mayoritariamente de mujeres, Majul recuerda el de una joven de 24 años fallecida en un hospital del IMSS, cuyo deceso se debió a la falta de respuesta adecuada al medicamento, contrario a la respuesta favorable que tuvieron su mamá y hermana internadas también por influenza A/H1N1. En este caso, Tech Palewi hizo acompañamiento al esposo, ya que en principio ella estuvo en su casa evolucionando adecuadamente, pero le sobrevino una complicación que la hizo caer en hospitalización y fallecer, sin ninguna otra explicación hasta ahora. Posterior a su muerte, su madre fue dada de alta del hospital, lo mismo que su hermana, quienes tuvieron respuesta favorable al medicamento. A esta familia le dan actualmente seguimiento telefónico. Otro caso triste, narra Majul, es el fallecimiento de una mujer, de 38 años de edad que murió el 24 de abril, madre de dos niñas, una de 10 y otra de 5 años y un niño de 7 años, quienes se aquedaron con su padre. Según el esposo, ella fue al médico por una gripa y molestias, le dieron medicamento pero las molestias aumentaron y regresó al doctor, quien le cambió el tratamiento, pero tuvo complicaciones, fue hospitalizada y falleció. La familia ha acudido a las instalaciones de la organización, donde les están ayudando, sobre todo a las niñas y el niño, para que verbalicen sus emociones.
LA TERAPIA
Para la Subdirectora de Tech Palewi la terapia a nivel técnico tiene algunos aspectos de tipo general: cómo se vive la crisis, técnicas de catarsis y cómo se conceptualiza el proceso de duelo y las etapas posteriores, pero obviamente hay cosas que son muy específicas y cada caso tiene su propia particularidad, detalla. Las mujeres eventualmente tendrán necesidades específicas y esto dependerá de su historia personal y familiar, debido a que no es lo mismo una mujer que ya ha venido trabajando fuera de su hogar y pierde a su pareja, que la que se dedicada al hogar y de pronto se ve la necesidad de ser proveedora. Básicamente, sostuvo Majul, estamos atendiendo a familias enteras, donde la mujer se quedó viuda o al revés, con hijas e hijos y sin ellos, realmente la afluencia al consultorio ha sido muy lenta, debido a la misma situación de emergencia que vive el país, y porque hay familias que están bajo tratamiento y por la misma situación están en aislamiento, por lo cual se atienden vía telefónica.
ESTADISTICAS SS
De acuerdo con la Secretaría de Salud, hasta hoy hay 60 víctimas mortales, 56.7 por ciento mujeres y 41.4 por ciento hombres, 79.3 por ciento de los cuales corresponde a personas en edades de 20 a 54 años. La mayor parte de los decesos corresponde a personas con grado escolar de primaria (43 por ciento), 19.3 con secundaria; el mismo porcentaje bachillerato; 10.5 profesional.
En cuanto a la ocupación habitual de las personas que fallecieron, la mayor parte, 16 casos, eran mujeres dedicadas al hogar; 11 trabajadores independientes; 11 empleados privados; 7 estudiantes; y ya con menor número de casos, desempleados o empleados del sector público, entre otros. El total de casos confirmados, según la SS, son 2 mil 446 hasta el día de ayer, después de procesarse ya casi nueve mil pruebas. Por otro lado, para la tanatóloga y subdirectora de la Clínica de Atención Integral Asociación Tech Palewi, a medida que trascurra el tiempo van a llegar más casos, a la clínica debido a que pasará el duelo y muchas familias terminen el aislamiento porque están en tratamiento.
“No todas las personas piden ayuda después del fallecimiento de un ser querido, las primeras semanas están contenidos por la familia, rituales espirituales y religiosos, por lo que no se siente tanto la ausencia, pero conforme al paso del tiempo y la gente va tomando su cotidianidad, empieza a sentir la ausencia y pasadas algunas semanas, donde ven la realidad de la perdida es cuando piden la ayuda”. Finalmente, Majul afirma que el proceso de duelo no termina en un par de semanas y mucho menos para las mujeres porque estas son diferentes de acuerdo a su relación familiar y social.
Influenza evidenció la inequidad
Desde Fox, mínimo avance en salud con visión de género
Por Gustavo González López México DF, 13 mayo 09 (CIMAC).- A partir del sexenio de Vicente Fox, “hay un mínimo avance en la aplicación de la transversalidad con perspectiva de género en los programas gubernamentales”, lo cual se manifiesta en la inequidad a los servicios de salud en nuestro país y resultó evidente con la pandemia de influenza A/H1N1, señaló la coordinadora de la Comisión de Equidad Social del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (GPPRD), Holly Matus Toledo. La diputada federal por la III Circunscripción del estado de Chiapas explicó que la salud es el punto de encuentro de todas las condiciones económicas, políticas, sociales, ambientales, en las cuales se desenvuelven hombres y mujeres. Pero este punto de encuentro impacta tanto la morbilidad como la mortalidad, las cuales son diferentes en hombres y mujeres porque nuestras condiciones de vida no son iguales, apuntó la legisladora. La legisladora, egresada del Instituto Politécnico Nacional (IPN), ejemplificó con el tema de salud: “en menores de un año existe una mayor mortalidad en las mujeres por diarreas que en hombres, siendo que orgánicamente y fisiológicamente somos iguales.Esto se debe a que a las mujeres no se les cuida igual y se espera a hasta que éstas estén más enfermas, que tengan fiebre o que ya estén muy deshidratadas para llevárselas a algún hospital o algún centro de salud”. Tenemos otras causas de mortalidad –añadió Matus Toledo-- que están vinculadas con la pobreza como el tracoma (un parásito que se aloja en los ojos), en donde por cada hombre que tiene esta enfermedad en todas sus fases, hay dos mujeres que se quedan ciegas. Y agregó: “hay que recordar que para poder vencer al tracoma solamente se necesita lavarse la cara. Como en las comunidades indígenas el agua es poca, ésta se destina a la comida, se destina a los quehaceres del hogar y a lavar la ropa. Si hay poco agua para bañarse, esa va a ser para el hombre y para las y los hijos: las mujeres, dada esta poca higiene que se tiene en su propio cuerpo, padece con mayor frecuencia el tracoma”. La también maestra por el Instituto de Salud Pública, consideró que cuando una mujer llega, de manera frecuente, a los servicios de salud y presenta dolor de cabeza constante, intenso, el padecimiento generalmente está asociado al estrés, a la angustia, y “se le da solamente una pequeña aspirina y se le regresa a su casa sin dársele una atención integral a las mujeres”.
Para el sector salud, “las mujeres solo somos vistas en función de nuestra posibilidad de reproducirnos. Y solamente los recursos que se administran ahí son para eso: para poder atender a los partos y se olvidan de que insistimos más de manera íntegra”. Holly Matus Toledo sostuvo, también que en cuanto a la influenza “podemos observar que la morbilidad por el virus es casi igual, uno a uno, entre hombres y mujeres. Es decir, que la posibilidad de contagio se da de manera uniforme. Sin embargo, las tasas de letalidad –que es en función de las muertes de vida a una causa-- son diferentes. Es muy posible que estos factores de género, de los que hablábamos, determinen el acceso a los servicios de salud”. Cuando las mujeres se enferman, por cualquier otra causa que no sea el parto, acuden con menor prontitud a que se les otorgue servicios porque ellas están para servir, no para que se les otorgue a ellas un servicio, detalla.
Para la legisladora perredista “en muchas ocasiones, las mujeres consideran que no tiene tanta importancia su enfermedad, que ella puede estar enferma pero su principal labor en esta vida es ver por todos aquellos que le rodean. Entonces, deja pasar mucho tiempo para poder acceder a los servicios de salud ya que tiene otras obligaciones que están determinando su ser y hacer en esta vida. No acuden. Se automedican y eso oculta los síntomas. Así, cuando llegan a los servicios de salud, ya la enfermedad está mucho más avanzada y existe menor posibilidad de poder intervenir, sobre todo en estos casos, en donde se requiere que pueda ser antes de las 48 horas, tiempo en el que puede ser diagnosticado el malestar con oportunidad. Ante esta situación, Matus Toledo considera que “todos los órdenes de gobierno deben visibilizar estos impactos diferenciales en la morbilidad y en la mortalidad; establecer modificaciones en las estructuras organizacionales; hacer mayor cantidad de análisis diferenciados entre hombres y mujeres; análisis comparativos, de razones, de tasas, para poder visibilizarlo; y generar una política real que permita diseñar, implementar y evaluar los programas bajo una perspectiva de género lo cual, hasta este momento, no ha sido así: se sigue viendo a las mujeres solamente enmarcadas en el área de salud sexual y reproductiva”.
En cuanto al Poder Legislativo éste también debe visibilizar el problema e intervenir a través de la aprobación de algunas iniciativas que ya hay y otras con perspectiva de género en salud que no existen. Y la diputada federal chiapaneca concluye: “hace falta mucho para que el Estado mexicano empiece a tener compromisos reales. En el discurso se ha hablado de la transversalidad de la perspectiva de género desde que inicio el gobierno de Vicente Fox. Pero hasta este momento el avance es mínimo porque no existe la voluntad, porque se prefieren distribuir los recursos en una concepción diferente de salud que tiene que ver más con la reparación del daño que con la prevención; y que tiene que ver más con la equidad y con los derechos de todas las personas a acceder a estos servicios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario