Pedro Echeverría V.
1. El dirigente del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) Rodrigo Cabezas llamó al debate en la sociedad de la nueva Ley de Universidades, iniciativa que atiza las diferencias entre el Gobierno y la oposición. Los criterios de las partes involucradas pudieran llevar al consenso en torno a un texto transformador de la educación superior. No debemos temer al debate porque de los mismos saldrán puntos comunes, señaló Cabezas. La Asamblea Nacional aprobó a finales de 2010 la Ley de Universidades, sin embargo el presidente Hugo Chávez la vetó para convocar a un debate nacional encaminado a discutirla de una manera amplia. Para los socialistas la norma tiene que defender la inclusión y transparencia en la ejecución de los presupuestos, sin renunciar a la autonomía universitaria plasmada en la Constitución. La oposición, por su parte, no ve con buenos ojos una iniciativa que lesiona los intereses económicos y democratiza la enseñanza en las casas de altos estudios
2. Viendo lo importante de ese debate que se libra, incluso en las calles de Caracas, recordé que en México en los años sesenta –en 1968 en particular- su hizo famosa la polémica Antonio Caso-Vicente Lombardo Toledano de 1933, acerca de la autonomía universitaria y la relación que debería existir entre los gobiernos y la educación superior. Esta confrontación entre muy altos intelectuales de la época en un momento en que se fortalecían las ideas socialistas y la burguesía se defendía con todas sus garras, fue muy importante. Caso fue conocido como un filósofo idealista y Lombardo como un político que defendía la filosofía marxista. La realidad es que ambas participaciones -para respaldar resolutivos de sus respectivas mesas de trabajo- fueron de una enorme riqueza para aquel 1933 del México convulsionado que buscaba salir de la profunda crisis económica mundial (1929-32) y buscaba –desde el gobierno- un camino nacionalista radical.
3. De entrada, en los resolutivos de la mesa 1, presidida por Lombardo, se planteó: “Las universidades y los institutos de tipo universitario contribuirán por medio de la orientación, de sus cátedras y los servicios de sus profesores y establecimientos de investigación en el terreno estrictamente científico a la sustitución del régimen capitalista a un sistema que socialice los instrumentos y los medios de producción económica. En esa mesa se concluyó acerca de la identidad de los fenómenos del universo, que la enseñanza de la filosofía debe estar basada en la naturaleza, que la historia debe enseñarse como la evolución de las instituciones, dando preferencia al hecho económico y que la ética debe ser una valoración de la vida. Obviamente el resolutivo fue rico en argumentos y fue Lombardo quien se encargó de presentarlos de manera amplia ante el pleno de delegados. Pero la contundente respuesta no se hizo esperar porque Antonio Caso estaba listo a responder.
4. Antonio Caso era reconocido como una de las figuras máximas de la filosofía mexicana contemporánea. Fue uno de los fundadores del “Ateneo de la Juventud”, así como fue también rector de la Universidad Nacional de México (1920-1923) En su respuesta a Lombardo señaló: La Universidad de México es una comunidad cultural de investigación y enseñanza; jamás preconizará oficialmente, como persona moral, credo alguno filosófica, social, artístico, científico. Cada catedrático expondrá inviolablemente y libre, sin más limitaciones que las leyes consignan, su opinión personal social, filosófica, científica, artística o religiosa… sin preconizar una teoría económica circunscrita, porque las teorías son transitorias por su esencia. Y el bien de los hombres es un valor eterno que la comunidad de individuos a de tender a conseguir. En ese tenor Caso respondió uno por uno los planteamientos de Lombardo, quien entonces era directos de la Nacional Preparatoria de la UNAM.
5. Sin embargo, la respuesta a Caso, del entonces socialista Lombardo –fundador en 1936 y primer secretario general de la CTM, del PP (luego PPS) –conocido socialdemócrata, de centroizquierda y hasta oportunista- fue contundente: Estamos de acuerdo en que la esencia de toda comunidad es la subordinación de los intereses individuales a los intereses de grupo, en que la cultura es la creación de valores; pero no estamos de acuerdo en que los valores culturales tengan el mismo valor, en que el valor religioso tenga la misma importancia que el valor lógico e intelectual. La cultura no ha sido la misma en todas las épocas porque la cultura no es una finalidad. La cultura es un simple instrumento del hombre no es por consiguiente una finalidad en sí. La cultura en sí y por sí no existe, así como tampoco existen la humanidad o el bien abstracto. Así continuó Lombardo su larga intervención para demostrar la posición idealista de Caso.
6. Yo digo que este documento debe ser consultado, si no lo han hecho, por los estudiantes, legisladores y gobierno venezolano para que se den una idea de la discusión que entonces se llevó alrededor de la educación en la UNAM después de las luchas de 1929 que lograron la autonomía. Si bien durante todo el sexenio de Lázaro Cárdenas (1934-40) aquella polémica Caso-Lombardo y otras batallas llevaron a la UNAM a una mayor independencia, también empujaron a la fundación en 1937 del Instituto Politécnico Nacional –institución creada por el gobierno para ponerla al servicio de los trabajadores y los campesinos- para reafirmar la tendencia socializante del gobierno. La UNAM hoy es la más importante institución de docencia e investigación en México y posiblemente de América Latina, pero su aburguesamiento –paralelo al alto grado capitalismo del país- es indiscutible. Pero tampoco el IPN ha podido escapar de esa realidad en la que México apenas titula a un dos por ciento de profesionistas.
7. Nuestras luchas por la educación gratuita, laica y popular tienen que subir de nivel y radicalizarse. No podremos acabar en México con la educación privada burguesa de las clases ricas porque el 95 por ciento de los dirigentes empresariales y gubernamentales tienen su origen en ellas. Hoy sus hijitos cuentan con todo el apoyo del Estado con el argumento de que son mejores. En México se ha buscado dejar por los suelos a la educación pública retirando presupuestos, deteriorando las escuelas, desprestigiando a sus profesores, rechazando a millones de sus estudiantes que pertenecen a las clases explotadas y miserables y despreciando a sus egresados cuando solicitan empleo. Pero los izquierdistas radicales, los luchadores sociales consecuentes, sabemos que más temprano que tarde las cosas van a cambiar en beneficio de los explotados y la educación popular. Por eso también pensamos que Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil se van a recomponer movilizando a la población como único camino.
http://pedroecheverriav.wordpress.com
1. El dirigente del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) Rodrigo Cabezas llamó al debate en la sociedad de la nueva Ley de Universidades, iniciativa que atiza las diferencias entre el Gobierno y la oposición. Los criterios de las partes involucradas pudieran llevar al consenso en torno a un texto transformador de la educación superior. No debemos temer al debate porque de los mismos saldrán puntos comunes, señaló Cabezas. La Asamblea Nacional aprobó a finales de 2010 la Ley de Universidades, sin embargo el presidente Hugo Chávez la vetó para convocar a un debate nacional encaminado a discutirla de una manera amplia. Para los socialistas la norma tiene que defender la inclusión y transparencia en la ejecución de los presupuestos, sin renunciar a la autonomía universitaria plasmada en la Constitución. La oposición, por su parte, no ve con buenos ojos una iniciativa que lesiona los intereses económicos y democratiza la enseñanza en las casas de altos estudios
2. Viendo lo importante de ese debate que se libra, incluso en las calles de Caracas, recordé que en México en los años sesenta –en 1968 en particular- su hizo famosa la polémica Antonio Caso-Vicente Lombardo Toledano de 1933, acerca de la autonomía universitaria y la relación que debería existir entre los gobiernos y la educación superior. Esta confrontación entre muy altos intelectuales de la época en un momento en que se fortalecían las ideas socialistas y la burguesía se defendía con todas sus garras, fue muy importante. Caso fue conocido como un filósofo idealista y Lombardo como un político que defendía la filosofía marxista. La realidad es que ambas participaciones -para respaldar resolutivos de sus respectivas mesas de trabajo- fueron de una enorme riqueza para aquel 1933 del México convulsionado que buscaba salir de la profunda crisis económica mundial (1929-32) y buscaba –desde el gobierno- un camino nacionalista radical.
3. De entrada, en los resolutivos de la mesa 1, presidida por Lombardo, se planteó: “Las universidades y los institutos de tipo universitario contribuirán por medio de la orientación, de sus cátedras y los servicios de sus profesores y establecimientos de investigación en el terreno estrictamente científico a la sustitución del régimen capitalista a un sistema que socialice los instrumentos y los medios de producción económica. En esa mesa se concluyó acerca de la identidad de los fenómenos del universo, que la enseñanza de la filosofía debe estar basada en la naturaleza, que la historia debe enseñarse como la evolución de las instituciones, dando preferencia al hecho económico y que la ética debe ser una valoración de la vida. Obviamente el resolutivo fue rico en argumentos y fue Lombardo quien se encargó de presentarlos de manera amplia ante el pleno de delegados. Pero la contundente respuesta no se hizo esperar porque Antonio Caso estaba listo a responder.
4. Antonio Caso era reconocido como una de las figuras máximas de la filosofía mexicana contemporánea. Fue uno de los fundadores del “Ateneo de la Juventud”, así como fue también rector de la Universidad Nacional de México (1920-1923) En su respuesta a Lombardo señaló: La Universidad de México es una comunidad cultural de investigación y enseñanza; jamás preconizará oficialmente, como persona moral, credo alguno filosófica, social, artístico, científico. Cada catedrático expondrá inviolablemente y libre, sin más limitaciones que las leyes consignan, su opinión personal social, filosófica, científica, artística o religiosa… sin preconizar una teoría económica circunscrita, porque las teorías son transitorias por su esencia. Y el bien de los hombres es un valor eterno que la comunidad de individuos a de tender a conseguir. En ese tenor Caso respondió uno por uno los planteamientos de Lombardo, quien entonces era directos de la Nacional Preparatoria de la UNAM.
5. Sin embargo, la respuesta a Caso, del entonces socialista Lombardo –fundador en 1936 y primer secretario general de la CTM, del PP (luego PPS) –conocido socialdemócrata, de centroizquierda y hasta oportunista- fue contundente: Estamos de acuerdo en que la esencia de toda comunidad es la subordinación de los intereses individuales a los intereses de grupo, en que la cultura es la creación de valores; pero no estamos de acuerdo en que los valores culturales tengan el mismo valor, en que el valor religioso tenga la misma importancia que el valor lógico e intelectual. La cultura no ha sido la misma en todas las épocas porque la cultura no es una finalidad. La cultura es un simple instrumento del hombre no es por consiguiente una finalidad en sí. La cultura en sí y por sí no existe, así como tampoco existen la humanidad o el bien abstracto. Así continuó Lombardo su larga intervención para demostrar la posición idealista de Caso.
6. Yo digo que este documento debe ser consultado, si no lo han hecho, por los estudiantes, legisladores y gobierno venezolano para que se den una idea de la discusión que entonces se llevó alrededor de la educación en la UNAM después de las luchas de 1929 que lograron la autonomía. Si bien durante todo el sexenio de Lázaro Cárdenas (1934-40) aquella polémica Caso-Lombardo y otras batallas llevaron a la UNAM a una mayor independencia, también empujaron a la fundación en 1937 del Instituto Politécnico Nacional –institución creada por el gobierno para ponerla al servicio de los trabajadores y los campesinos- para reafirmar la tendencia socializante del gobierno. La UNAM hoy es la más importante institución de docencia e investigación en México y posiblemente de América Latina, pero su aburguesamiento –paralelo al alto grado capitalismo del país- es indiscutible. Pero tampoco el IPN ha podido escapar de esa realidad en la que México apenas titula a un dos por ciento de profesionistas.
7. Nuestras luchas por la educación gratuita, laica y popular tienen que subir de nivel y radicalizarse. No podremos acabar en México con la educación privada burguesa de las clases ricas porque el 95 por ciento de los dirigentes empresariales y gubernamentales tienen su origen en ellas. Hoy sus hijitos cuentan con todo el apoyo del Estado con el argumento de que son mejores. En México se ha buscado dejar por los suelos a la educación pública retirando presupuestos, deteriorando las escuelas, desprestigiando a sus profesores, rechazando a millones de sus estudiantes que pertenecen a las clases explotadas y miserables y despreciando a sus egresados cuando solicitan empleo. Pero los izquierdistas radicales, los luchadores sociales consecuentes, sabemos que más temprano que tarde las cosas van a cambiar en beneficio de los explotados y la educación popular. Por eso también pensamos que Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil se van a recomponer movilizando a la población como único camino.
http://pedroecheverriav.wordpress.com
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