4/20/2011

Abuso sexual deja severas secuelas en niñas y adolescentes

ESPECIAL INFANCIA

No hay información sistematizada sobre el delito, acusa Redim


Por Gladis Torres Ruiz

México, DF, 19 abr 11 (CIMAC).- A diferencia de otros tipos de violencia de los que es víctima la infancia mexicana, el abuso sexual prevalece contra las niñas y les genera daños psicológicos, físicos y emocionales hasta la edad adulta, advierten especialistas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que gran parte de la violencia sufrida por las y los menores de 14 años ocurre en el hogar, a manos de sus padres, cuidadores y familiares, además de que las consecuencias de esta violencia ponen en peligro su salud y desarrollo.

La Red por los Derechos de la Infancia México (Redim), en su informe “La violencia contra niños, niñas y adolescentes en México”, elaborado en 2010, agrega que el abuso sexual infantil es una de las expresiones de la violencia que causa mayor indignación y preocupación dadas las diversas consecuencias bio-psicosociales que trae consigo.

La instancia federal estadounidense National Center of Child Abuse and Neglect considera como abuso sexual el contacto e interacciones entre una niña o un niño y un adulto, cuando la persona mayor los utiliza para estimularse sexualmente (a él mismo, al menor de edad o a otra persona).

Debe considerarse abuso cualquier clase de placer sexual que ejerce un adulto con una niña o niño utilizando su posición de poder o autoridad.

Cabe señalar que no es necesario establecer un contacto físico (penetración o tocamientos) para establecer el abuso; basta que se utilice al niño o a la niña como objeto de estimulación sexual.

El Manual de Prevención del Abuso Sexual Infantil, publicado por la organización Save the Children, ubica a las pesadillas y problemas de sueño, cambios de hábitos de comida y pérdida de control de esfínteres como consecuencias físicas a corto plazo del abuso sexual infantil.

Otras repercusiones son el consumo de drogas y alcohol, conductas auto lesivas o suicidas, hiperactividad, disminución del rendimiento académico, miedo generalizado, agresividad, culpa y vergüenza, aislamiento, ansiedad, depresión, baja estima y rechazo al propio cuerpo.

Mientras que a largo plazo una víctima de abuso sexual en la infancia puede llegar a configurar patologías como dolores crónicos generales, hipocondría o trastornos psicosomáticos, alteraciones del sueño y pesadillas constantes, problemas gastrointestinales y desorden alimentario.

La Redim precisa que a pesar de que la violencia sexual es uno de los grandes problemas que afectan a la infancia en México, no existe información sistematizada que muestre las tendencias, modalidades y dimensiones de este problema en el hogar, la escuela y lo relacionado a actividades religiosas.

La Red observa que de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2006 (ENDIREH), elaborada por el INEGI, 36 millones 470 mil 150 personas viven en hogares en donde existe uno o más tipos de violencia contra las mujeres.

“En estos hogares la mayor cantidad de los habitantes son menores de 14 años, los cuales representan el 34.6 por ciento. Dicho de otro modo, cuatro de cada 10 niñas y niños menores de 14 años viven en un entorno familiar donde se ejerce violencia hacia sus madres o tutoras”, explica la Redim.

Igualmente, la ENDIREH, reporta que el 56 por ciento de las jóvenes de entre 15 y 19 años es víctima de la violencia, siendo la sexual el 7.24 por ciento del total de casos.

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