Redacción
BBC Mundo
El gobierno del Reino Unido está discutiendo con los países de la Mancomunidad Británica un posible cambio legislativo en las normas de sucesión monárquica para poner fin a la discriminación de la mujer, según reveló el vice primer ministro Nick Clegg.
La sucesión al trono británico sigue la norma de la primogenitura pero en el caso del mismo grado, el varón tiene prioridad respecto a la mujer. Es decir, un hombre tiene preferencia respecto a su hermana mayor.
El vice primer ministro Clegg, competente para impulsar reformas constitucionales, le dijo a la BBC que el asunto "requiere ser pensado con cuidado".
Pero reveló que tanto él como el primer ministro David Cameron simpatizan con la idea de cambiar las normas que, dijo, parecen "un poco pasada de moda".
"El príncipe William y Catherine Middleton podrían tener una hija primogénita, por ejemplo. Creo que la mayoría de la población, estos tiempos, cree que vale la pena considerar en cambiar la norma para que esa niña pueda ser la futura reina".
"Me parece que eso sería acorde con los cambios que ocurren en la sociedad en su conjunto", dijo Clegg.
Proceso complejo
Análisis
Se trata de una antigua norma discriminadora, que pese a lo mucho que se habla de ella, sigue inalterada.
Nick Clegg es el último político en entrar en la "guarida del león" de la ley de sucesión. Él es consciente de que cualquier reforma no será fácil y no se podrá hacer de la noche para la mañana.
Al menos no porque requerirá una nueva legislación en otros 15 países donde el rey de Inglaterra es también jefe de Estado.
Y para jugar con la sucesión, hay que enfrentarse a lo que una vez un cardenal escocés llamó "el sectarismo patrocinado por el Estado": los tres siglos que dura la ley que impide que reine un católico o alguien casado con un católico.
Con fuentes cercanas a Cleeg subrayando que no es una prioridad política del gobierno, parece que todavía se estará discutiendo el asunto cuando Middleton dé a luz a su primer descendiente, especialmente si es una niña.
Pero el número dos del gobierno de Londres aclaró que una decisión de esa naturaleza debería ser aprobada también por los países de la Mancomunidad Británica, que comparten la corona con el Reino Unido.
"Es algo que afecta a otros países, como Nueva Zelanda, Canadá, Australia y demás, y estamos haciendo consultas a nivel oficial con sus gobiernos".
"Mi punto de vista personal es que, en los tiempos que corren, la idea de que solo un hombre puede acceder al trono creo que sería visto por la mayoría como algo un poco pasado de moda", dijo.
"Vale la pena pensarlo, vale la pena hablarlo, vale la pena ver qué otros países afectados también sienten lo mismo sobre el asunto", agregó.
Una portavoz del Palacio de Buckingham dijo que era un asunto del gobierno y que la corona no se manifestaría oficialmente.
El intento más reciente intento de cambiar las normas de sucesión en el Reino Unido, a través del Parlamento, fue impulsado en enero por el ex ministro laborista (centro-izquierda) Keith Vaz.
En ese momento, Downing Street dijo que una iniciativa de esa naturaleza siempre sería un "asunto difícil y complejo" al requerir de una legislación paralela en las naciones de la Mancomunidad Británica, donde el rey de Inglaterra también es jefe de Estado.
Vaz expresó su satisfacción respecto a lo manifestado por Clegg. "Espero que le dé completo apoyo a mi iniciativa en el Parlamento".
"Si lo hacen, podríamos tener resuelto el asunto antes de que nazcan los hijos del príncipe William y Kate Middleton. El reloj ya está haciendo tic tac. Necesitamos actuar rápido".
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