Gloria Muñoz Ramírez: Los de abajo
Las infundadas afirmaciones sobre suicidios colectivos de los rarámuris en Chihuahua por no tener nada que comer, y las ahora masivas campañas de acopio para llevar algo al estómago de estos pueblos, pueden transformar una emergencia real, dramática y no necesariamente nueva, en actos de caridad que trastocan los derechos colectivos de los pueblos indígenas y los colocan nuevamente como objetos de derechos, no como sujetos de los mismos, dejando de lado las responsabilidades del Estado no sólo en el cambio climático, sino en las consecuencias que ha tenido la invasión de diversos proyectos trasnacionales en los territorios indios.
Hace 18 años, la insurrección zapatista puso en el debate nacional e internacional el reconocimiento de los indígenas de este país como sujetos de derechos colectivos, dejando fuera las políticas paternalistas y las imágenes folclóricas de más de 60 pueblos excluidos y condenados a la pobreza extrema. En los primeros meses de 1994 ese debate se ganó, independientemente de que en 2001 se elaboró una contrarreforma que desconoció oficialmente los derechos y la cultura indígenas y, con esto, el derecho a la autonomía.
Esta semana empezaron a proliferar en todo el país centros de acopio a los que gente de buena voluntad llega a donar agua, arroz, frijol y leche enlatada. Por supuesto que todo esto y más se necesita para enfrentar la emergencia, pero el discurso no puede ser el de ayudar a los pobres tarahumaras que se están muriendo de hambre. Sostener el apoyo con este horizonte es dejar a un lado una conquista ganada a pulso por el movimiento indígena nacional.
Es obvio que el envío de un paquete especial de 100 mil despensas, así como cobijas y agua a la sierra Tarahumara por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), en atención a los casos de hambruna generados por la sequía y las heladas que han afectado la región, no resolverá un problema mayúsculo que tiene que ver con la falta de reconocimiento y las políticas de exclusión de los rarámuris y el resto de los pueblos indios del país.
En estos momentos qué falta hacen la presencia y las palabras de Ricardo Robles, El Ronco, acompañante jesuita de los rarámuris desde siempre y conocedor como pocos de la sierra. Cito el extracto de uno de sus artículos: “…Y regresando a lo de los caníbales, hay que preguntarnos quiénes resultan serlo hoy, el turismo o los invadidos, las mineras o los envenenados, las represas o los desalojados, las guarderías o los niños, los partidos o los ciudadanos, el narco o sus cautivos, las policías o los contestatarios, el Ejército o los muertos, los gobiernos o los de abajo… y en fin, la avaricia o los depauperados”.
La resistencia está en saber escuchar a la tierra.
John Berger
lasylosdeabajo@yahoo.com.mx
Las infundadas afirmaciones sobre suicidios colectivos de los rarámuris en Chihuahua por no tener nada que comer, y las ahora masivas campañas de acopio para llevar algo al estómago de estos pueblos, pueden transformar una emergencia real, dramática y no necesariamente nueva, en actos de caridad que trastocan los derechos colectivos de los pueblos indígenas y los colocan nuevamente como objetos de derechos, no como sujetos de los mismos, dejando de lado las responsabilidades del Estado no sólo en el cambio climático, sino en las consecuencias que ha tenido la invasión de diversos proyectos trasnacionales en los territorios indios.
Hace 18 años, la insurrección zapatista puso en el debate nacional e internacional el reconocimiento de los indígenas de este país como sujetos de derechos colectivos, dejando fuera las políticas paternalistas y las imágenes folclóricas de más de 60 pueblos excluidos y condenados a la pobreza extrema. En los primeros meses de 1994 ese debate se ganó, independientemente de que en 2001 se elaboró una contrarreforma que desconoció oficialmente los derechos y la cultura indígenas y, con esto, el derecho a la autonomía.
Esta semana empezaron a proliferar en todo el país centros de acopio a los que gente de buena voluntad llega a donar agua, arroz, frijol y leche enlatada. Por supuesto que todo esto y más se necesita para enfrentar la emergencia, pero el discurso no puede ser el de ayudar a los pobres tarahumaras que se están muriendo de hambre. Sostener el apoyo con este horizonte es dejar a un lado una conquista ganada a pulso por el movimiento indígena nacional.
Es obvio que el envío de un paquete especial de 100 mil despensas, así como cobijas y agua a la sierra Tarahumara por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), en atención a los casos de hambruna generados por la sequía y las heladas que han afectado la región, no resolverá un problema mayúsculo que tiene que ver con la falta de reconocimiento y las políticas de exclusión de los rarámuris y el resto de los pueblos indios del país.
En estos momentos qué falta hacen la presencia y las palabras de Ricardo Robles, El Ronco, acompañante jesuita de los rarámuris desde siempre y conocedor como pocos de la sierra. Cito el extracto de uno de sus artículos: “…Y regresando a lo de los caníbales, hay que preguntarnos quiénes resultan serlo hoy, el turismo o los invadidos, las mineras o los envenenados, las represas o los desalojados, las guarderías o los niños, los partidos o los ciudadanos, el narco o sus cautivos, las policías o los contestatarios, el Ejército o los muertos, los gobiernos o los de abajo… y en fin, la avaricia o los depauperados”.
La resistencia está en saber escuchar a la tierra.
John Berger
lasylosdeabajo@yahoo.com.mx
Resulta indignante que nadie ose detener el asalto de que son víctimas la nación y sus habitantes. El saqueo es verdaderamente feroz y acumula tres décadas, pero todo indica que no ha sido suficiente, pues a escasos meses de que se vaya muy lejos –mientras más lejos, mejor– el gobierno calderonista mete el acelerador a fondo (no de forma gratuita, desde luego) para acrecentar aún más los negocios privados con bienes de los mexicanos. Metales preciosos y otros recursos mineros, petróleo, electricidad, gas y los sectores productivos que se queden en el tintero, que no son pocos, han sido descaradamente traspasados a los voraces Forbes mexicanos y a las insaciables trasnacionales. Restan 10 meses y pico de mandato y hay que llenar alforjas.
Entre lo más reciente destaca lo siguiente: Petróleos Mexicanos emitió una nueva y segunda convocatoria para que empresas privadas nacionales y extranjeras realicen la explotación de campos maduros de la región norte, mediante la cesión de las actividades sustantivas de Pemex Exploración y Producción (PEP), el organismo más importante de la petrolera mexicana. Ahora se incluyen seis áreas contractuales, dos marinas (Arenque y Atún) y cuatro terrestres (Altamira, Pánuco, San Andrés y Tierra Blanca), las cuales se ubican en el sur de Tamaulipas y el norte de Veracruz.
Lo anterior es grave, pero falta la mejor parte: “El nuevo modelo de contratos eleva el plazo de las concesiones de 25 a 30 años; Pemex participa sólo con 10 por ciento del proyecto; el riesgo ambiental lo asume la paraestatal. Se incrementa el factor de ajuste de tarifa de 60 a 70 por ciento, lo que implica un pago más alto al contratista. Se aplica un régimen fiscal más flexible que la onerosa carga impositiva que se aplica a Pemex. De esta manera, el precio que pagará Pemex por la extracción de crudo, junto con 70 por ciento del costo de las facturas que presente el contratista, será de alrededor de 20 dólares por barril, que contrasta desfavorablemente con el precio de extracción de Pemex de 5.22 dólares por barril, alertaron expertos de la industria… Se estima que en las seis áreas que se concursará la producción será de alrededor de 100 mil barriles por día en los próximos tres o cuatro años (La Jornada, Israel Rodríguez)”.
¿Qué tipo de negocios organiza, promueve y autoriza el depredador gobierno calderonista para los voraces Forbes y las insaciables trasnacionales? Pues aquellos totalmente contrarios a la nación y a los intereses de los mexicanos, pero que dejan jugosas ganancias a los participantes (amigos del régimen, desde luego), pues los beneficiarios del nuevo modelo de contratos cobrarán 283 por ciento más de lo que a Pemex le cuesta extraer el mismo barril de crudo, es decir, la paraestatal, con recursos públicos, pagará alrededor de 20 dólares por algo que a la empresa del Estado le cuesta 5.22 dólares si lo hace ella. ¿En qué película de terror se ha visto semejante barbaridad? En el filme México, Sociedad Anónima, estrenado tres décadas atrás, en el que, según se acerca el final, cada escena (léase negocio) resulta más espeluznante y depredadora que la anterior.
Se supone (así lo argumentó el calderonato a la hora de cabildearlo en el Congreso) que el nuevo modelo de contratos de Petróleos Mexicanos no sólo era necesario, sino de urgente aplicación, porque la paraestatal, según dijo, carecía de recursos para extraer crudo de campos maduros. No hay dinero; Pemex no tiene con qué, de allí que sea ineludible la participación del capital privado, repitieron una y otra vez los personeros gubernamentales. Pero resulta que a la hora de implementarlos el gobierno de Calderón está dispuesto a pagar 283 por ciento más de lo que al mismo Pemex le cuesta extraer un barril de crudo.
El costo de extracción del crudo mexicano es uno de los más bajos entre las naciones productoras de petróleo: 5.22 dólares por barril al cierre de 2010. Cuando Calderón se instaló en Los Pinos tal costo era de 4.13 dólares; en 2008 llegó a 6.16 dólares, para reducirlo a 4.85 dólares en 2009 e incrementarlo a 5.22 dólares en 2010. ¿Cuál fue el margen de ganancia por barril, ya descontado el costo de extracción? Ahí va: mil 184 por ciento en 2006; mil 270 por ciento en 2008; mil 83 por ciento en 2009 y mil 285 por ciento en 2010. En 2011 (hasta noviembre) se elevó a mil 728 por ciento. Entonces, margen de ganancia hay, y amplísimo, como para sostener la tesis de que no hay dinero; Pemex no tiene con qué, de ahí que sea ineludible la participación del capital privado.
Ahora que –en el supuesto– si en realidad no hay dinero y Petróleos Mexicanos no tiene con qué, ¿a qué desquiciado funcionario se le ocurrió pagar 283 por ciento más de lo que a la paraestatal le cuesta producir lo mismo y además cargar con el daño ecológico? A ninguno, porque no se trata de pérdida de juicio, sino de jugosos negocios privados con bienes públicos (módica comisión de por medio). Y Calderón y los suyos van por más en estos 10 meses y pico que les restan de estancia en Los Pinos. Entonces, ¿dónde están los siempre activos ciudadanos que masivamente protestan por las mentadas de madre de las ladys de Polanco, la ignorancia supina de Peña Nieto y/ o los impúdicos chistes del Platanito, pero que guardan silencio sepulcral ante el impune atraco a la nación, que no es otro que a los propios mexicanos? Desesperante.
Como dice que no hay dinero, el inquilino de Los Pinos se dio el lujo de vetar un fondo extraordinario (10 mil millones de pesos de recursos públicos) para atemperar los brutales efectos de la sequía en la mitad de la República; no hay dinero para reconstruir las zonas devastadas por huracanes, terremotos e inundaciones; no hay dinero para atemperar la miseria de los rarámuris y evitar las muertes por hambre; no hay dinero para sacar del hoyo a 57 millones de mexicanos pobres. Tampoco para iniciar la construcción de la cuatro veces prometida nueva refinería en Hidalgo o reactivar los 8 mil 500 empleos de Mexicana de Aviación. Nunca hay dinero público para las urgencias nacionales, pero siempre lo hay, rápido y en abundancia, para los negocios privados con bienes públicos.
Las rebanadas del pastel
Y así seguirá mientras no exista una respuesta ciudadana contundente, porque no es ningún secreto que la autoridad en su conjunto forma parte del negocio.
cfvmexico_sa@hotmail.com
Entre lo más reciente destaca lo siguiente: Petróleos Mexicanos emitió una nueva y segunda convocatoria para que empresas privadas nacionales y extranjeras realicen la explotación de campos maduros de la región norte, mediante la cesión de las actividades sustantivas de Pemex Exploración y Producción (PEP), el organismo más importante de la petrolera mexicana. Ahora se incluyen seis áreas contractuales, dos marinas (Arenque y Atún) y cuatro terrestres (Altamira, Pánuco, San Andrés y Tierra Blanca), las cuales se ubican en el sur de Tamaulipas y el norte de Veracruz.
Lo anterior es grave, pero falta la mejor parte: “El nuevo modelo de contratos eleva el plazo de las concesiones de 25 a 30 años; Pemex participa sólo con 10 por ciento del proyecto; el riesgo ambiental lo asume la paraestatal. Se incrementa el factor de ajuste de tarifa de 60 a 70 por ciento, lo que implica un pago más alto al contratista. Se aplica un régimen fiscal más flexible que la onerosa carga impositiva que se aplica a Pemex. De esta manera, el precio que pagará Pemex por la extracción de crudo, junto con 70 por ciento del costo de las facturas que presente el contratista, será de alrededor de 20 dólares por barril, que contrasta desfavorablemente con el precio de extracción de Pemex de 5.22 dólares por barril, alertaron expertos de la industria… Se estima que en las seis áreas que se concursará la producción será de alrededor de 100 mil barriles por día en los próximos tres o cuatro años (La Jornada, Israel Rodríguez)”.
¿Qué tipo de negocios organiza, promueve y autoriza el depredador gobierno calderonista para los voraces Forbes y las insaciables trasnacionales? Pues aquellos totalmente contrarios a la nación y a los intereses de los mexicanos, pero que dejan jugosas ganancias a los participantes (amigos del régimen, desde luego), pues los beneficiarios del nuevo modelo de contratos cobrarán 283 por ciento más de lo que a Pemex le cuesta extraer el mismo barril de crudo, es decir, la paraestatal, con recursos públicos, pagará alrededor de 20 dólares por algo que a la empresa del Estado le cuesta 5.22 dólares si lo hace ella. ¿En qué película de terror se ha visto semejante barbaridad? En el filme México, Sociedad Anónima, estrenado tres décadas atrás, en el que, según se acerca el final, cada escena (léase negocio) resulta más espeluznante y depredadora que la anterior.
Se supone (así lo argumentó el calderonato a la hora de cabildearlo en el Congreso) que el nuevo modelo de contratos de Petróleos Mexicanos no sólo era necesario, sino de urgente aplicación, porque la paraestatal, según dijo, carecía de recursos para extraer crudo de campos maduros. No hay dinero; Pemex no tiene con qué, de allí que sea ineludible la participación del capital privado, repitieron una y otra vez los personeros gubernamentales. Pero resulta que a la hora de implementarlos el gobierno de Calderón está dispuesto a pagar 283 por ciento más de lo que al mismo Pemex le cuesta extraer un barril de crudo.
El costo de extracción del crudo mexicano es uno de los más bajos entre las naciones productoras de petróleo: 5.22 dólares por barril al cierre de 2010. Cuando Calderón se instaló en Los Pinos tal costo era de 4.13 dólares; en 2008 llegó a 6.16 dólares, para reducirlo a 4.85 dólares en 2009 e incrementarlo a 5.22 dólares en 2010. ¿Cuál fue el margen de ganancia por barril, ya descontado el costo de extracción? Ahí va: mil 184 por ciento en 2006; mil 270 por ciento en 2008; mil 83 por ciento en 2009 y mil 285 por ciento en 2010. En 2011 (hasta noviembre) se elevó a mil 728 por ciento. Entonces, margen de ganancia hay, y amplísimo, como para sostener la tesis de que no hay dinero; Pemex no tiene con qué, de ahí que sea ineludible la participación del capital privado.
Ahora que –en el supuesto– si en realidad no hay dinero y Petróleos Mexicanos no tiene con qué, ¿a qué desquiciado funcionario se le ocurrió pagar 283 por ciento más de lo que a la paraestatal le cuesta producir lo mismo y además cargar con el daño ecológico? A ninguno, porque no se trata de pérdida de juicio, sino de jugosos negocios privados con bienes públicos (módica comisión de por medio). Y Calderón y los suyos van por más en estos 10 meses y pico que les restan de estancia en Los Pinos. Entonces, ¿dónde están los siempre activos ciudadanos que masivamente protestan por las mentadas de madre de las ladys de Polanco, la ignorancia supina de Peña Nieto y/ o los impúdicos chistes del Platanito, pero que guardan silencio sepulcral ante el impune atraco a la nación, que no es otro que a los propios mexicanos? Desesperante.
Como dice que no hay dinero, el inquilino de Los Pinos se dio el lujo de vetar un fondo extraordinario (10 mil millones de pesos de recursos públicos) para atemperar los brutales efectos de la sequía en la mitad de la República; no hay dinero para reconstruir las zonas devastadas por huracanes, terremotos e inundaciones; no hay dinero para atemperar la miseria de los rarámuris y evitar las muertes por hambre; no hay dinero para sacar del hoyo a 57 millones de mexicanos pobres. Tampoco para iniciar la construcción de la cuatro veces prometida nueva refinería en Hidalgo o reactivar los 8 mil 500 empleos de Mexicana de Aviación. Nunca hay dinero público para las urgencias nacionales, pero siempre lo hay, rápido y en abundancia, para los negocios privados con bienes públicos.
Las rebanadas del pastel
Y así seguirá mientras no exista una respuesta ciudadana contundente, porque no es ningún secreto que la autoridad en su conjunto forma parte del negocio.
cfvmexico_sa@hotmail.com
Tayikistán, la nación centroasiática más pobre de la antigua Unión Soviética, colindante con Afganistán, suministrador de mano de obra barata a Rusia y una de las principales rutas del narcotráfico desde su vecino meridional, es gobernado por quien dice ser el padre de la raza aria, Emomalí Rajmon.
Antes de proclamar esta histórica reivindicación –con esvástica incluida– que parece un mal chiste, se llamaba Emomalí Rajmonov y se aprovechó de la desintegración de la antigua potencia para encabezar el Tayikistán independiente.
Desde entonces, a comienzos de los años 90, se presenta como jefe de Estado y líder inamovible de la nación tayika, sin que sienta rubor ninguno por los resultados de su gestión de gobierno, no aplicables a la opulencia de la elite que lo rodea sino a la inmensa mayoría de sus 7 millones de habitantes.
Antes de proclamar esta histórica reivindicación –con esvástica incluida– que parece un mal chiste, se llamaba Emomalí Rajmonov y se aprovechó de la desintegración de la antigua potencia para encabezar el Tayikistán independiente.
Desde entonces, a comienzos de los años 90, se presenta como jefe de Estado y líder inamovible de la nación tayika, sin que sienta rubor ninguno por los resultados de su gestión de gobierno, no aplicables a la opulencia de la elite que lo rodea sino a la inmensa mayoría de sus 7 millones de habitantes.
El PAN se encuentra en proceso de elegir a su candidato a la Presidencia de la República. La elección está prevista para febrero.
Tres aspirantes se disputan la candidatura. ¿Quién crees que será el candidato del PAN? Los encuestados de esta semana ven como favorita a Josefina Vázquez Mota con 52 por ciento. Le sigue Ernesto Cordero con 18. Santiago Creel Miranda ocupa el tercer lugar con seis. Y 24 por ciento no tuvo una respuesta.
Metodología
Enviamos un cuestionario a 3 mil personas cuyos buzones electrónicos tomamos al azar entre los miembros de El Foro México. Contestaron 2 mil 191. Enseguida reproducimos fragmentos de algunas opiniones que expresaron.
Opiniones
Seguramente será Josefina Vázquez Mota. Lo único que están haciendo los panistas con tanto teatro es ganar más tiempo de publicidad en los medios. Por eso ya amenazaron con una segunda vuelta. Con eso seguirán saturando el tiempo de radio y televisión, con su basura propagandística dirigida exclusivamente a los miembros de su partido, mientras el IFE se encarga de callar a los demás contendientes. De cualquier manera, coincido en que ninguno de ellos tiene oportunidad, ya su jefe se encargó de hacer campaña por ellos en estos seis años.
Jorge Villaseñor Cardosa/Poza Rica
Indudablemente que el candidato del PAN es Cordero, pues es el alfil de Calderón a pesar de su falta de carisma.
Tres aspirantes se disputan la candidatura. ¿Quién crees que será el candidato del PAN? Los encuestados de esta semana ven como favorita a Josefina Vázquez Mota con 52 por ciento. Le sigue Ernesto Cordero con 18. Santiago Creel Miranda ocupa el tercer lugar con seis. Y 24 por ciento no tuvo una respuesta.
Metodología
Enviamos un cuestionario a 3 mil personas cuyos buzones electrónicos tomamos al azar entre los miembros de El Foro México. Contestaron 2 mil 191. Enseguida reproducimos fragmentos de algunas opiniones que expresaron.
Opiniones
Seguramente será Josefina Vázquez Mota. Lo único que están haciendo los panistas con tanto teatro es ganar más tiempo de publicidad en los medios. Por eso ya amenazaron con una segunda vuelta. Con eso seguirán saturando el tiempo de radio y televisión, con su basura propagandística dirigida exclusivamente a los miembros de su partido, mientras el IFE se encarga de callar a los demás contendientes. De cualquier manera, coincido en que ninguno de ellos tiene oportunidad, ya su jefe se encargó de hacer campaña por ellos en estos seis años.
Jorge Villaseñor Cardosa/Poza Rica
Indudablemente que el candidato del PAN es Cordero, pues es el alfil de Calderón a pesar de su falta de carisma.
Antonio Malacara: Jazz
En la mayoría de los casos, y desde que la música empezó a ofertarse en cintas y discos de todo tipo, los instrumentistas inician este andar con una serie de discretas grabaciones que poco a poco van creciendo y evolucionando hacia el perfeccionamiento técnico y la consolidación de sus conceptos (proceso que en los terrenos del jazz, por fortuna, nunca se da por concluido).
Luego entonces, si la mayoría de los músicos se la lleva pianpianito, cuando te enfrentas a discos como 8 momentos, 8 fotografías, álbum debut de Daniel López Infanzón, la emoción vuelve a reventar en tu cabeza: el beat del corazón se acelera, las vísceras inferiores se alborotan y las heroicas neuronas que aún sobreviven vuelven a documentar, necias, el optimismo por la música de estas tierras y por los chavales que la reinventan y la redefinen, apoyados siempre en las pautas de ayer y de antes de antier.
La CFE y la devaluación humana
Si hubiera que ejemplificar con un hecho la negligencia y la insensibilidad tecnocrática que caracteriza la actual conducción de los servicios públicos en el país, el episodio ocurrido en el hospital Manuel Campos de Campeche sería insoslayable. El pasado jueves, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cortó el suministro de energía de ese nosocomio alegando un adeudo de 564 mil pesos. En el momento de la interrupción –como relató ayer el gobernador de la entidad, Fernando Ortega– en el citado hospital se practicaba una cirugía, había 14 pacientes internados y dos recién nacidos en las incubadoras. Uno de los bebés falleció y el otro se encuentra grave, tras ser trasladado de emergencia a otro nosocomio.
En la mayoría de los casos, y desde que la música empezó a ofertarse en cintas y discos de todo tipo, los instrumentistas inician este andar con una serie de discretas grabaciones que poco a poco van creciendo y evolucionando hacia el perfeccionamiento técnico y la consolidación de sus conceptos (proceso que en los terrenos del jazz, por fortuna, nunca se da por concluido).
Luego entonces, si la mayoría de los músicos se la lleva pianpianito, cuando te enfrentas a discos como 8 momentos, 8 fotografías, álbum debut de Daniel López Infanzón, la emoción vuelve a reventar en tu cabeza: el beat del corazón se acelera, las vísceras inferiores se alborotan y las heroicas neuronas que aún sobreviven vuelven a documentar, necias, el optimismo por la música de estas tierras y por los chavales que la reinventan y la redefinen, apoyados siempre en las pautas de ayer y de antes de antier.
La CFE y la devaluación humana
Si hubiera que ejemplificar con un hecho la negligencia y la insensibilidad tecnocrática que caracteriza la actual conducción de los servicios públicos en el país, el episodio ocurrido en el hospital Manuel Campos de Campeche sería insoslayable. El pasado jueves, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cortó el suministro de energía de ese nosocomio alegando un adeudo de 564 mil pesos. En el momento de la interrupción –como relató ayer el gobernador de la entidad, Fernando Ortega– en el citado hospital se practicaba una cirugía, había 14 pacientes internados y dos recién nacidos en las incubadoras. Uno de los bebés falleció y el otro se encuentra grave, tras ser trasladado de emergencia a otro nosocomio.
El Correo Ilustrado
¿Qué pasaría si...?
Me pregunto, ¿qué pasaría si?: El dinero de las campañas para las elecciones que los partidos políticos gastan de nuestro dinero, en lugar de emplearlo para ofrecer miles de cosas –que nunca cumplen– lo destinan para ayudar a comunidades como los tarahumaras; y si en lugar de destinar dinero en una lucha contra el crimen organizado, cuyo único resultado han sido aproximadamente 50 mil muertos, se destinara a apoyar la agricultura y ganadería; y si el partido en el poder fuera congruente con sus principios de protección de la vida desde la concepción, defendiera y garantizara la vida de miles de niños y adultos que están muriendo de hambre por pobreza; y si en lugar de tener políticos corruptos, tuviéramos políticos comprometidos con México, creo que entonces no estarían pasando situaciones tan penosas y dolorosas como lo que ocurre en la sierra Tarahumara.
Miguel Concha: Contra una mayor concentración monopólica
¿Qué pasaría si...?
Me pregunto, ¿qué pasaría si?: El dinero de las campañas para las elecciones que los partidos políticos gastan de nuestro dinero, en lugar de emplearlo para ofrecer miles de cosas –que nunca cumplen– lo destinan para ayudar a comunidades como los tarahumaras; y si en lugar de destinar dinero en una lucha contra el crimen organizado, cuyo único resultado han sido aproximadamente 50 mil muertos, se destinara a apoyar la agricultura y ganadería; y si el partido en el poder fuera congruente con sus principios de protección de la vida desde la concepción, defendiera y garantizara la vida de miles de niños y adultos que están muriendo de hambre por pobreza; y si en lugar de tener políticos corruptos, tuviéramos políticos comprometidos con México, creo que entonces no estarían pasando situaciones tan penosas y dolorosas como lo que ocurre en la sierra Tarahumara.
Miguel Concha: Contra una mayor concentración monopólica
La Comisión Federal de Competencia (Cofeco) tiene en sus manos una decisión crucial en relación con el funcionamiento de los medios de comunicación en el país: la aprobación o no de la fusión Iusacell-Televisa. Esto significaría la unión de las dos televisoras que históricamente han conformado el duopolio en México. Es por tanto un error querer erradicar el insostenible nivel de concentración del Grupo Carso en telefonía, con la creación de otro monopolio en el sector más amplio de las telecomunicaciones, que no puede explicarse sino dentro del proceso de convergencia tecnológica. Dicho proceso consiste en un cambio de tecnologías a escala internacional, que por medio de la digitalización de las frecuencias que se transmiten hoy por las ondas radioeléctricas, u otras plataformas tecnológicas, está haciendo que diversas tecnologías informativas, como la radio, la televisión, el Internet y la telefonía, converjan en una misma señal.
De acuerdo con el decreto de presupuesto de egresos del DF para el ejercicio fiscal 2012, a la Secretaría de Salud corresponderán 5 mil 648 millones de pesos, mientras que los Servicios de Salud Pública del DF recibirán otros 3 mil 319 millones de pesos. En total: casi 9 mil millones de pesos. En 2011 ambas dependencias sumaron más de 8 mil 600 millones de pesos.
La iniciativa de la ley SOPA (Stop Online Piracy Act), que el legislador republicano Larner Smith presentó al Senado estadunidense hace ya meses, ha causado la reacción más predecible que se auguraba: una auténtica revuelta en la red digital contra quienes pretenden convertir al Internet en un supermercado del más ancestral (y hoy discutible) derecho a la propiedad intelectual, el copyright. En principio, el acta prevé uno de los regímenes más severos para la libertad de expresión que conoce la historia de Estados Unidos. Sitios, plataformas, reservas, blogs, incluso correos electrónicos privados, que utilicen links de autores con copyright sin pagar los derechos correspondientes pueden amanecer un día con la noticia de que su existencia en el orden digital ha sido cancelada violentamente. Una policía digital especializada, el símil más cercano a los guardianes de la película Matrix, se encargaría de rastrear los crímenes que violan la ley y de detener a los criminales
Con dos proyectos simultáneos, presentados a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), los productores de tequila, mezcal y bacanora bajo sus denominaciones de origen (DO), pretenden establecer normas legales que, de ser aprobadas, tendrían graves consecuencias.
Las comparaciones no explican, pero ayudan a entender: Él es Chávez sin petróleo o Perón sin ejército, dice Tamas Pal, un sociólogo húngaro, sobre el primer ministro Viktor Orbán, enfatizando su populismo y cambiando el vector político: en Europa del este después del socialismo real no puede haber otro, sino de derecha.
Una información equivocada volvió a poner en el centro de la atención a las comunidades indígenas. No necesitan existir suicidas para reconocer la dramática situación en que se debaten desde siempre los pueblos originarios. Basta recordar que el Informe de la evaluación de la política de desarrollo social en México 2011, elaborado por el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval), presentó un apartado sobre la política de desarrollo social y los pueblos indígenas, en el cual señala que 79 por ciento de indígenas se encuentran en situación de pobreza y de éstos 40 por ciento en pobreza extrema.
El Tribunal de lo Contencioso Administrativo en el Distrito Federal es un organismo del que poco se habla; sin embargo, ha sido motivo en días pasados de comentarios diversos sobre dos tópicos que han salido a la luz pública y de los que expertos y analistas han hecho criticas severas, como la de la abogada Pilar Noriega, sin que aparentemente se haya despertado gran interés en el público, ocupado de otros temas más picantes y actuales.
Quiso el azaroso designio de la distribución en México que la primera película de la cineasta escocesa Lynne Ramsay en estrenarse comercialmente aquí fuera su tercer largometraje, varios años después de las notables Ratcatcher (1999) y Morvern Callar (2002), conocidas aquí sólo en video. En Tenemos que hablar de Kevin se repiten algunas de sus virtudes, como un privilegiado sentido visual y una particular sensibilidad para retratar la sique femenina. Pero también asoma algo nuevo, una cierta truculencia.
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