Ante el riesgo de una recesión global, ocasionada por la crisis económica en la Unión Europa y Estados Unidos, como lo advierte la Organización de las Naciones Unidas, México requiere de ajustes urgentes en su política económica, pues 45 millones de connacionales que viven en pobreza alimentaria “podrían ver agudizada su situación”, advirtieron especialistas.
Indicaron que ante un previsible aumento en los precios de alimentos en distintas regiones del país, “se corre el riesgo de enfrentar condiciones de prehambruna, no porque no haya alimentos, sino porque los que existan serán pocos y caros”.
David Lozano, experto de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), advirtió que las medidas de ajuste económico son “urgentes” frente a un escenario con un tipo de cambio inestable, lo que afectará la balanza de importaciones y exportaciones, y una previsible caída de las tasas de crecimiento a escala mundial, lo que “generará inestabilidad en precios de insumos básicos y un reajuste en los impuestos”.
Agregó que no sólo las zonas rurales con altas tasas de marginación social se verán afectadas por la carencia de alimentos, sino “también lo veremos en zonas urbanas periféricas del estado de México, Guadajalara y Monterrey, donde tampoco habrá recursos para comprar alimentos básicos”.
José Luis Calva, experto del Institito de Investigaciones Económicas de la UNAM, destacó que la recesión económica en la Unión Europea “es un hecho, y hay claras señales de tormenta en la economía internacional, y sería ilusorio pensar que ésta no afectará a México, pues nuestras expectativas de crecimiento nuevamente se tendrán que ajustar a la baja. Nuestro escenario económico no es nada halagüeño”.
Por ello, hizo un llamado urgente al gobierno federal para que aplique medidas emergentes y ajuste la economía, en un escenario donde durante tres décadas nuestro país ha crecido a una tasa promedio anual de 0.1 por ciento del producto internto bruto individual. “Es lamentable, pero nos hemos acostumbrado a una crisis crónica de desempleo e ingreso precario”.
Al respecto, José Luis Estrada López, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana, señaló que ante los efectos de la crisis, la economía mexicana “no alcanzó nunca el crecimiento esperado de acuerdo con sus recursos, por lo que en automático ha aumentado el número de jóvenes en el desempleo, y con ello el número de familias que no pueden cubrir sus necesidades básicas”.
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