11/18/2013

Labio a labio las dos



 
 Tomás Mojarro

         Y en mi inmensa delicia – a los dulces transportes-que siente el alma mía – la lengua a hablar no acierta – la voz juzgo perdida.

         La semana anterior, mis valedores, me referí aquí mismo a los esbozos de apertura hacia la preferencia sexual distinta que se advierten tanto en Barack Obama como en el Francisco, el pontífice, en quienes parecen irse quebrando prejuicios y abriendo ventanas morales al oxígeno de un verdadero humanismo. Magnífico.

         Transcribí, a  modo de contexto, retazos de historia de la preferencia sexual distinta que expone un defensor de los derechos del homosexual: F.G. Escobedo.  Por otra parte, y desde el 2006, la Asamblea Legislativa del DF aprobó la Ley de Sociedades de Convivencia, a la que siguieron leyes secundarias que, es obvio,  han venido a beneficiar a las compañeras lesbianas. Yo ahora  convoco el espíritu de Safo, la poeta griega nacida hace alrededor de veintiséis siglos en Lesbos, que tantos himnos y elegías le escribiera al lésbico amor, como ese poema dedicado “A una que nació en Lesbos”,  y que así comienza:

         Corriendo por mis venas – llama vivísima – no bien te miro, siento...

         Bien.  Brindo aquí por la sota moza de distinta preferencia sexual y que por ello  es  señalada y marginada por una sociedad de rancios tartufos y fantasmales padres de familia, de prejuicios y doble moral de los Onésimos y Riveras, ricachones que se viven predicando la pobreza. Yo, amador amante de mi amantísima, manifiesto aquí mi simpatía y la solidaridad de que soy capaz para las mujeres que tan sólo por ser en la sexualidad diferentes a las demás integran (con el indígena, la trabajadora del hogar y el inválido, qué vergüenza para unas autoridades que en este país se la viven loando el respecto irrestricto a los derechos humanos y las garantías individuales); integran, repito, un grupo  repudiado por las "buenas conciencias".  Las oficiantes del lésbico amor...

          Estoy mirando en mi archivo la foto del matutino fechado hace algunos ayeres. ¿La vería alguno de ustedes? ¿Lo que en ella  miró le provocaría muecas de desagrado como a las pías sociedades de padres de familia? El pie de foto: “Homosexuales ven de cerca la oportunidad de unirse en pareja y contar con los mismos derechos (salvo adoptar) que las uniones tradicionales. Para ello, ayer se manifestaron frente a la ALDF para presionar y que la Ley de Sociedades en Convivencia sea aprobada”. En la foto dos sota-mozas garridas, las manos de ésta en la cintura de esta otra, se repegan labio a labio y pecho a pechos. Hoy su tendencia sexual se cobija en la ley.  Perfecto.

         Perfecto, sí, pero no, que en nuestro país el derecho de los grupos marginados se mienta, pero no se respeta, y es por tan ruda situación que las disidentes sexuales, mal trato y  discriminación, una y otra vez  toman la calle para exigir la creación de instancias legales contra delitos derivados de la discriminación sexual y que se difunda el Art. 206 del Código Penal del DF., que lo determina:

         "De uno a tres de prisión, así como de cincuenta a doscientos días de salario mínimo, como multa, al que provoque o incite al odio o a la violencia, excluya a algún usuario, o niegue o restrinja los servicios a personas que se distingan por su orientación sexual”.

         Amor, de tus transportes – librar quiero a mi alma: – En otro tiempo Athis – por ti sufrió mil ansias…

         El amor amoroso de las parejas pares, que dijo el poeta. Si él y ella, si él y él, si ella a ella, ¿por qué semejante escándalo? 

         Safo, poeta amadora.(Benemérita.)
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