1/23/2017

Los periodistas pal café. . . . .



Enrique Peña Nieto fue citado por Donald Trump para iniciar, el último día del mes en curso, la instalación de nuevos planes. A las pláticas, en Washington, el político nacido en Atlacomulco llegará en las peores condiciones: popularidad exageradamente baja, un movimiento nacional de protesta incesante contra sus políticas (especialmente contra el aumento a las gasolinas y el diésel), inestabilidad generalizada (siempre con el ingrediente de la violencia criminal desbordada) y expedientes de corrupción abiertos y amenazantes, como el de la brasileña Odebrecht, procesada por entregar sobornos de millones de dólares a funcionarios de varios países, entre ellos México, durante el periodo peñista.
Los temas que tratará el impositivo Trump son sustanciales para México, pero la decisión sobre ellos será tomada, a nombre del país en ruta de ser victimado, por el nada representativo Peña Nieto y por un puñado de sus funcionarios, entre ellos el presunto presidente adjunto, Luis Videgaray, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y el apocado secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, quienes sostendrán reuniones previas con el equipo del rubio multimillonario para afinar la agenda que luego será discutida en la Casa Blanca.
No queda mucho a la imaginación. La ceremonia para rendir juramento como sucesor de Barack Obama mostró a un Trump peor de lo que se esperaba. Se equivocaron quienes suponían que al asumir el poder se notaría un cambio cualitativo en el hombre del copete volador: en la toma de protesta se mostró cerril en sus comportamientos con, por ejemplo, su esposa, y pronunció un discurso egocéntrico, amenazante, aislacionista y cargado de un pragmatismo de bajo nivel.
En sus primeras acciones ha ido cumpliendo sus promesas de campaña, sin visos de moderación e incluso abriendo nuevos frentes de combate, como el relacionado con los periodistas, a los que acusó de estar entre los seres humanos más deshonestos en la tierra (la referencia la pronunció al tiempo que buscaba congraciarse con los miembros de la Agencia Central de Inteligencia, la siempre peligrosa CIA, a la que ha lanzado ataques inusuales y arriesgados, entre versiones de descontento activo de una parte de la nomenclatura estadunidense contra los arranques del citado Trump).
La inocultable vocación dominante del anfitrión, y la terca insistencia en ciertos planes específicos respecto a México, hacen prever que Peña Nieto será recibido solamente para darle instrucciones o para precisar términos operativos. Trump ha decidido renegociar el Tratado de Libre Comercio para América del Norte a partir de una defensa excesiva, abusiva, de los intereses estadunidenses; ha decidido construir la parte del muro fronterizo que aún falta, haciendo que dinero mexicano pague por esa edificación (el pago puede ser directo o indirecto, con las remesas de los paisanos como opción a tomar unilateralmente e incluso con la posibilidad de alguna triangulación relacionada con la riqueza de El Chapo, oportunamente extraditado) y ha decidido que botará de ese país a los migrantes mexicanos de estancia irregular.
A las características negativas que acompañan al citado Peña Nieto a esa sesión de tortura política ha de agregarse un factor coyuntural que puede resultar decisivo para acabar de dañar el interés nacional de México. El gobierno del mexiquense está liquidado ya, en términos políticos y sociales. El nivel de rechazo a sus planes y determinaciones, y el fango en que se mueve en general la clase política, hacen que el destino de Peña, de su equipo y su partido sea el de la derrota electoral en 2018, que podría abrir las puertas a ciertas formas de castigo administrativo, económico o, en ciertos casos, penal, por lo que han hecho en contra de México.
Peña y su equipo sólo tienen a estas alturas, como posibilidad para tratar de sostenerse en el poder en 2018, o para negociar alguna fórmula de engaño (por ejemplo, impulsar un negociado plan B, con Margarita Zavala y Felipe Calderón a la cabeza), el que Trump les otorgue un apoyo faccioso, tan extraordinario como tozudo. Trump ya hizo un primer nombramiento en la política mexicana, al conseguir que Luis Videgaray Caso fuera designado canciller y funja cada vez más abiertamente como una especie de jefe de gabinete peñista, en evidente compensación gananciosa por los servicios que prestó al entonces candidato Trump, al ofrecerle Los Pinos como alfombra de país vencido.
En esa tesitura, existe el fundado riesgo de que México sea llevado en bandeja de plata al emperador vecino para que aproveche lo que le sea necesario, en un plan de anexión política inconfesa que amarraría los intereses del grupo rapaz de Peña y Videgaray con los de Trump y su operador para México, el yerno Jared Kushner, amigo del ahora canciller mexicano. Trump podría tratar de decidir la próxima sucesión presidencial mexicana en función de sus entendimientos con el grupo priísta actualmente en el poder, designando al personaje más expresamente propicio, el citado Videgaray, o a alguien de su grupo, como el actualmente opacado José Antonio Meade, comisionado por Videgaray para encargarse de la secretaría de hacienda, o a una opción opositora familiarmente cercana, como la panista Zavala Gómez del Campo, prima de Virginia Gómez del Campo, la esposa del propio Videgaray.
Ha anunciado Fidel Herrera Beltrán su regreso a México, específicamente a Veracruz, según eso para defenderse de lo que considera calumnias, es decir, de las acusaciones judiciales del actual gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, contra Herrera y su hechura política, el fugitivo Javier Duarte de Ochoa, por daños a la salud de los veracruzanos mediante medicamentos clonados o falsos. Si no decide a última hora pegar el vuelo, como Duarte de Ochoa, Herrera Beltrán pretenderá convertirse en rival designado por Los Pinos contra el panista Yunes Linares y en arquitecto sucio de reconstrucción priísta rumbo a las elecciones de presidentes municipales en esa entidad. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx




FotoTres sucesos aparentemente desligados entre sí, si escarbamos en su significado, muestran un cambio en la posición del gobierno mexicano, y de Peña Nieto en particular: 1) la entrega del Chapo Guzmán; 2) la renuncia de Fidel Herrera al consulado en Barcelona y 3) el talante de Peña Nieto ante su reunión con el presidente de Estados Unidos, el 31 de enero en Washington. Pareciera que Peña Nieto quisiera salvarse a sí mismo, tirar lastre. El Chapo Guzmán fue aprehendido en Mazatlán por elementos de la Marina, con la colaboración de la inteligencia estadunidense, según se admitió, desde el 8 de enero de 2016. Estados Unidos exigió su entrega inmediata. El gobierno de México estuvo dándole largas, con argucias judiciales, como si realmente el Poder Judicial fuera independiente del Ejecutivo. En la víspera de la asunción de SuperTrump lo entregó precipitadamente.
El incierto futuro de Fidel
Fidel Herrera, cónsul en Barcelona, ex gobernador priísta de Veracruz, había venido siendo señalado como responsable de que su entidad esté hecha una desgracia, megaendeudada. Javier Duarte fue su tesorero y el personaje que escogió para sucederlo. También ha sido mencionado como uno de los ejes del grupo de gobernadores priístas que gestionó recursos y apoyo para su entonces colega, el gobernador Peña Nieto. Su encarnizado pleito con Yunes data de lustros. Una acusación penal que lo involucra en el execrable uso de quimioterapias falsas en niños enfermos de cáncer hizo que Peña Nieto lo retirara del consulado, aun antes de que respondiera a los cargos. Pareciera que quiere poner distancia de éste y otros ex gobernadores priístas que lo apoyaron en su campaña. (No hay que olvidar la avioneta cargada de dinero interceptada accidentalmente en el aeropuerto de Toluca)
¿Diálogo o monólogo?
Ya rugió SuperTrump: ‘‘Vamos a empezar las negociaciones que tienen que ver con el NAFTA (siglas en inglés del TLC)’’, dijo a propósito de su junta con Peña Nieto, con quien también hablará de ‘‘inmigración’’ y de ‘‘seguridad en la frontera’’. Esos son los temas públicos. ¿Y los secretos? ¿La privatización del sector de energía supuestamente negociada con Hillary Clinton? ¿La presencia de las agencias de seguridad en territorio mexicano? ¿El narcotráfico? ¿El cambio de gobierno en 2018 y el avance de la izquierda encabezada por Andrés Manuel? ¿Y los que involucran en convenios de colaboración a las fuerzas armadas? Peña Nieto no va a discutir la vigencia de viejos acuerdos, va a un monólogo en el que SuperTrump marcará el camino a seguir. Necesita de la bendición de SuperTrump para terminar su sexenio.



En las anteriores columnetas descargué sin miramientos un titipuchal de datos cuantitativos en torno a la violencia ejercida contras nuestras medias naranjas (no se me escapa que con el paso del tiempo muchas veces se trata de naranja y media, pero de ambos lados). Desgraciadamente los números crecientes que a diario conocemos evidencian que el problema no se ha agotado y que, sin duda, tendremos que regresar a la denuncia y la protesta cuantas veces sea necesario. Por ahora, sin embargo, quiero agregar algunas últimas cifras y también ciertas consideraciones conceptuales que pueden contribuir a explicar las causas que están en el fondo de esos terríficos dígitos que, ya reunidos, son la expresión más estrujante de nuestra tragedia.
A esta nota la llamaría la mujer contra sí misma. La presentación que hizo el periódico Reforma el mes pasado sobre la Encuesta Nacional de Salud arroja cifras como éstas: en 28 años “la prevalencia de sobrepeso se incrementó 42.4 por ciento en mujeres de 20 a 49 años, mientras la de obesidad creció 290.5 por ciento.
No dudo que alguna rabiosa feminista profesional se subleve ante la inserción de estas referencias que, dirá, nada tienen que ver con el problema de la igualdad de género (que hace semanas he venido tratando). En el fondo, denunciará, se siente en el cronicante un tufillo discriminador y machista. ¿Por qué nada dice de los ventrudos cerveceros que también engordan las cifras de la obesidad patria? Conste que lo que anoto a continuación fue resultado de esa provocación a la que caí redondito: dice el doctor Pablo Kuri, subsecretario de Salud, que mientras 1.7 de hombres sufren obesidad mórbida, en las mujeres la proporción es de 4.1. Pero mejor que provocar la guerra de las galaxias prefiero preguntar: ¿Y los obesos unisex qué hacemos para evitar que, de acuerdo con la medición efectuada entre 2012 y 2016, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad pasó de 32 a 32.8 por ciento entre niñas de 5 a 11 años, de 35.8 a 39.2 en las de 12 a 19 y de 73 a 75.6 en las mayores de 20 años?




A lo largo de su campaña, Donald Trump –entre otras tantas cosas– anunció y reiteró que construiría un enorme muro en la frontera Estados Unidos-México; que sería este país el que pagaría por ello; que deportaría a millones de mexicanos y que renegociaría o cancelaría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Todos lo tildaron de trastornado, mentiroso y chantajista. Pues bien, más allá de que el primero de los señalamientos anotados es totalmente correcto, ya instalado en la Oficina Oval sus amenazas ya son política pública.
El actual muro fronterizo, combinado con más de un centenar de leyes en materia migratoria, no ha detenido el flujo de indocumentados hacia Estados Unidos. A lo largo de los años el gobierno de aquel país ha deportado a millones de mexicanos cuyo delito fue encontrar allá las oportunidades de vida que su propio país les niega, aunque en la mayoría de los casos los expulsados, y muchos más, simplemente agarran aire y vuelven a internarse en territorio estadunidense, que para eso sobran rutas y polleros.
Todo ello es pasadero, según la pasmada versión de la supuesta autoridad mexicana, pero lo inadmisible para ella es la intención de tocar y/o erradicar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el cual por ningún motivo (según el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, en tiempos de la campaña electoral estadunidense) sería renegociado y mucho menos cancelado.
Tras su toma de posesión, con todo y las millones de voces que se escuchan en su contra (repudio total al gringo animal), el energúmeno de la Casa Blanca comienza a mover sus piezas, y las citadas se mantienen como sus prioridades (muro fronterizo, deportación masiva y TLCAN) y México como su campo de batalla.
Por eso ayer anunció que el 31 de enero ante él se presentará el primer ministro mexicano (el lapsus, si es que en realidad lo fue, va por cortesía del portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, quien olvidó que el cargo –oficial– correcto de Enrique Peña Nieto es presidente muy maravilloso, de acuerdo con el propio energúmeno) para abordar las tres prioridades referidas líneas arriba.
Unos días antes de tal comparecencia, Ildefonso Guajardo (el mismo que negaba cualquier posibilidad de renegociar el TLCAN) y el mayordomo en jefe Luis Videgaray viajarán a Washington, donde sostendrán reuniones de alto nivel con representantes del gobierno de Trump, con el fin de comentar el estado actual y futuro de la relación bilateral en todos sus aspectos, destacando seguridad, migración y comercio, según anuncio de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Desde el principio Trump dijo qué hará con su vecino del sur, y lo ratificó en su toma de posesión, es decir, actuará en consecuencia. Por su parte, la pareja presidencial mexicana –Peña Nieto y lord Malinalco– ya sólo sueñan con aquello de socio y amigo, porque parece que ya se dieron cuenta de que la otra esperanza que tenían (que el energúmeno cambiaría una vez en la Casa Blanca) también se les apestó.
Aquel va con todo, derecho y no se quita. Entonces, ¿quién detendrá la construcción del muro, la masiva deportación de mexicanos y la renegociación o cancelación del TLCAN? ¿Acaso Peña Nieto, el aprendiz Videgaray y/o el no doy una Guajardo, que no tienen la menor idea ni los tamaños de cómo hacerlo? ¿Llevarán efectivo para pagar?
En vía de mientras, Consultores Internacionales reporta que la incertidumbre ante el entorno económico y político se ha dejado sentir ante el escenario de un cambio en la política comercial de Estados Unidos; la nueva era de proteccionismo mundial pone en alerta al gobierno y a los empresarios mexicanos, pues existe un alto nivel de especulación sobre el desempeño económico y la inversión en el país.
Ante ese escenario, señala, la productividad es fundamental para soportar la andanada. De acuerdo con el Inegi, en julio de 2016 el índice de productividad de la mano de obra en la industria manufacturera de México se ubicó en un nivel de 108.3. Con ello, nuestro país se mantiene con una productividad mayor a la de Estados Unidos (105.7) y Japón (96), pero por debajo de Canadá (110.1) y Corea (115). Sin embargo, la productividad de México en 2016 registró un retroceso con respecto a 2015, mientras en Estados Unidos y Canadá la productividad creció. La mayor parte de 2016 se tuvo una caída en el índice con respecto a los meses del año anterior.



Comparando con el exterior los precios al consumidor (INPC) en 2016, la inflación en México (3.4%) se ubica como es usual por arriba de la estadunidense (2.1) y de la Eurozona (1.1) (Gráfico 5).
Precios productor
Hemos mencionado que en 2016 se disparó a 7.73% el aumento del Indice Nacional de Precios (a que vende el) Productor (INPP), siendo un mal presagio de impactos en los precios al consumidor (como ya está ocurriendo). Al efecto, las medidas de contención deben distinguir claramente: a) Los aumentos de precios justificados por incrementos reales en el costo de insumos al productor y los incrementos arbitrarios; y b) Cuáles aumentos son aceptables en el caso del productor (sobre todo agropecuario) pero inaceptables en las cadenas y márgenes de intermediación, proceso y venta.
Por sectores, los precios productor en las actividades primarias (agropecuarias) aumentaron 10.69%, en las secundarias (industria) 10.28, y en las terciarias (servicios) 3.64% (Gráfico 6).
Con aumentos muy por arriba del INPP están los de la Minería 14.29%, y de las ramas manufactureras: Derivados del petróleo y carbón 22.65, Metálicas básicas 28.63, Maquinaria y equipo 13.16, y Equipo de cómputo y medición 16.20%



Dice el dicho que se cosecha lo que se siembra, que a las acciones corresponden reacciones y consecuencias, que lo que se haga en el presente tendrá efectos en el futuro, y así, hasta llegar a la frase de que el que siembra vientos recoge tempestades, o sea que mejor no moverse para seguir saliendo en la fotografía de lo establecido, no por la naturaleza humana, sino por aquellos que conociéndola aprovechan para manipularla y ejercer un poder de grupos, no de especie.
A lo manicómico del planeta, a la disposición de sus habitantes a trastornar la vida tergiversándola, explotándola y degradándola, a costa de todos los seres sintientes que la pueblan, hay que añadir el discreto desarrollo de la conciencia humana, gracias a ese torpe ejercicio del poder que entiende la educación como sometimiento y no como descubrimiento de las propias capacidades. Este concepto mezquino de educación se vale además de las tecnologías de información y comunicación para difundir y reforzar el falso conocimiento.
Extraña entonces que todavía nos asombremos del estado de descomposición que exhibe el planeta, atrapados los ancestrales dedos del miedo en la puerta de la alelada posmodernidad, que insiste en confundir imposición con globalización, vecindad con sometimiento, desarrollo colectivo con acumulación de algunos, libertad con fertilidad, contacto con tabletas, autoridad con cinismo, corrupción con impunidad, ideas con hábitos de consumo, espiritualidad con liturgia, televisión con educación.



emorizando... El llorado El Ciclón Carlos Arruza había tenido sus más y sus menos con el doctor Alfonso Gaona de Lara, ya que le había costado casi sangre, dolor y lágrimas cobrarle la novillada que le había enviado a la México y al ver que el tiempo pasaba y el empresario nada le decía de la corrida pendiente, apalabrada y firmada; decidió dar aviso a la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia para que le autorizaran venderla por otros rumbos –Irapuato entre ellos–, pero de una manera u otra el doctor se enteró y le pidió que se la embarcara ocho días más tarde, a lo que Carlos le dijo que sí, pero que el pago era por adela y nada de al ratito, no desconfíes y más muletas por el estilo y que para el día siguiente saldría para México El Tarzán Alvírez a recoger la lana.
M
Por aquellos días, Pastejé no contaba con línea telefónica y la más cercana era Ixtlahuaca, que contaba con teléfonos en dos o tres casetas, así que cada hora llamaba a Carlos para informar del estado de la cobranza.




Documentos oficiales de los que La Jornada tiene copia prueban que la Procuraduría General de la República (PGR) retuvo información relacionada con el tráfico de estupefacientes en camiones de pasajeros por organizaciones del crimen organizado, pieza clave en el caso Ayotzinapa. Dichos documentos dan cuenta de la detención, en julio de 2014, de Gonzalo Martín Souza Neves, El Uruguayo, y José Bahena Salgado, presuntos integrantes del grupo criminal Guerreros unidos, así como de un boletín emitido el mismo día de la captura en el cual se asentaba que Souza Neves coordinaba el trasiego de drogas en compartimentos ocultos en autobuses.

Repudian caso de fármacos apócrifos aplicados a niños con cáncer en Veracruz
Con asombro nos enteramos de que niños veracruzanos con cáncer recibieron agua bidestilada en lugar de medicinas para quimioterapias; este hecho es de negligencia y engaño criminales que atenta de la manera más grave contra los más elementales derechos de los menores, cuyo cuidado corresponde a toda la sociedad.

La referencia no es sobre la premoderna emisión semanal que conducía Humberto G. Tamayo, en el programa del mismo nombre. Más bien tiene que ver con lo que Donald Trump dijo en su discurso en el evento en que fue declarado presidente de Estados Unidos.

Tres días después de que el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría, presentó en Los Pinos el Estudio de la política turística de México, cinco personas fueron asesinadas y 15 más heridas en el Blue Parrot, centro de diversión de Playa del Carmen, Quintana Roo. Aunque inicialmente el gobierno estatal culpó de lo ocurrido a un pleito entre asistentes, fue la venganza de uno de los grupos que controlan el narcotráfico en Cancún y la Riviera Maya porque los dueños del citado negocio no pagaron derecho de piso. Quien no lo hace sufre las consecuencias. El diario Express, de Canadá, detalló que el Blue Parrot pertenece a dos ciudadanos de Quebec, uno de ellos relacionado con el crimen organizado de Montreal.

El 21 de enero pasado fuimos testigos de una de las movilizaciones más grandes en la historia reciente de Estados Unidos. Más de medio millón de personas marcharon por las calles de Washington para recordar al presidente Donald Trump que sus políticas racistas, misóginas y xenófobas no van a ser aceptadas pasivamente. Respondiendo al llamado de una heterogénea coalición de organizaciones feministas y de mujeres de color, cientos de miles de mujeres y hombres de distintas regiones del país del norte viajaron a la capital de Estados Unidos a manifestar su rechazo al nuevo gobierno; paralelamente hubo manifestaciones en 670 ciudades a todo lo largo y ancho del país. El llamado cruzó fronteras, realizándose actos paralelos en otras 70 ciudades del mundo, desde la Ciudad de México hasta Tel Aviv.

En efecto, el reality show de los primeros tiempos terminó en múltiples desfiles inadmisibles, si no es que despreciables. No, no fue sólo la presencia de un candidato inferior a la media mental de cualquier país, sino la prepotencia reinante en que se exhibieron a manos llenas estupidez y riqueza, discriminación, desprecio y altivez combinados. La pregunta que surgió por muchos que presenciaron el espectáculo de tal escenografía, que resultaba simplemente construida o inventada, reflejaba más de nuestro mundo efectivo de lo que pudiéramos pensar, de la real situación en que vivimos. Por supuesto hubo seguramente muchas respuestas y reacciones: para muchos aquellas formas de vida resultaban el modo ideal, el modo soñado de vivir y pasarla. Pero para muchos otros no, evidentemente, aquello resultaba despreciable y nada más alejado de su forma de sentir y de querer la vida. Los contrastes resultaban abrumadores, por no decir insultantes, pero así transcurrió aquello…

Todavía hay incertidumbre sobre cuál será el desenlace del proceso para elaborar y poner en vigor una constitución para la Ciudad de México, el camino ha sido difícil, tortuoso, cuesta arriba. Un repaso de lo que ha sucedido no deja dudas sobre las dificultades; primero, la asamblea no es nítidamente democrática ni en su totalidad está integrada por representantes populares. Sesenta electos se sientan a la mesa, debaten, pugnan, hablan y suben y bajan al lado de 40 designados.

Que el mundo requiere un arreglo profundo y urgente no es ningún descubrimiento. Esto debería ser evidente para cualquiera que opte por observar lo que pasa y como se agravan los conflictos existentes.

Desde la lucidez súbita y escéptica de un fabulador excepcional, Johnatan Lethem, el narrador más interesante de Estados Unidos en la actualidad (Brooklyn, 1962), ha vivido la ascención de Donald Trump con el espanto real compartido por millones de personas. De entre todas sus sombrías conclusiones, ninguna tan demoledora como: Donald Trump, como Liberty Valance, es el lugar donde los lenguajes llegan a morir. Se remite al protagonista de un western otoñal de John Ford donde Lee Marvin trampea las elecciones, se impone atizando la irracionalidad y el miedo y causa la destrucción de su pueblo. También alude al legendario jardinero central de los Mets Willie Mays, a cuyo guante los triples llegaban a morir.

Don José Bergamín, poeta y filosofo español, en 1930 escribió El arte de Birlibirloque. El director de la revista de Occidente fue durante toda su vida un apasionado al arte de la tauromaquia, siempre se preció de su amistad con toreros: Ignacio Sánchez Mejías, Juan Belmonte, Antonio Bienvenida y Rafael de Paula, etcétera. Uno de los últimos actos a los que asistió Bergamín fue la corrida de toros en 1981, el día de Corpus, en la maestranza de Sevilla. Rafael de Paula le brinda el toro y Bergamín le corresponde con un verso publicado en Visión memorable.

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