por Araceli Damián
La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha despertado un tardío nacionalismo entre el empresariado mexicano.
Ahora sí plantean establecer una especie de programa de sustitución de
importaciones. No obstante, aun cuando el gobierno emprendiera esta
tarea, no habría resultados a corto plazo, debido a los rezagos
provocados por la fallida estrategia de crecimiento hacia afuera. Cabe
señalar que el llamado de la élite empresarial no resulta de un interés
por salvaguardar el bienestar de la población, sino del riesgo que
corren sus inversiones ante las acciones que emprenderá el
ultranacionalista y xenófobo Trump.
La subordinación y la
dependencia de México respecto a los Estados Unidos no constituyen
condiciones inevitables de la globalización, como nos han querido hacer
creer por años, sino el resultado de una estrategia neoliberal
deliberada y promovida desde las más altas esferas del poder. Los
beneficios obtenidos de este proceso se han concentrado en empresas
trasnacionales, así como en unas cuantas manos de empresarios como
Carlos Slim, o de políticos sin escrúpulos, como los Hank Rhon y Salinas
de Gortari.
En los últimos 30 años, la élite empresarial nunca se
mostró verdaderamente preocupada del rezago en la inversión pública
necesaria para promover el dinamismo económico (carreteras, puertos,
ferrocarriles, presas, petroquímicas, siderúrgicas, aeropuertos,
etcétera). Han sido cómplices, por acción u omisión, de la forma
irresponsable con la que las diferentes administraciones del gobierno
mexicano, tanto del PRI, como del PAN, sujetaron el manejo de la
economía a las necesidades del vecino país del norte. Se creyeron el
infundado cuento de Carlos Salinas de Gortari y de los organismos
internacionales de que el crecimiento de México sólo podía ser un
reflejo condicionado del experimentado por Estados Unidos.
Durante
el tiempo que ha durado la era neoliberal, el silencio de la élite
empresarial ha sido comprado mediante la venta, a precios de remate, de
empresas estatales; desde las pequeñas como las textileras, hasta las
grandes que eran nodales para el desarrollo nacional, como las
siderúrgicas, la telefonía, las mineras, la televisora pública de
cobertura nacional, los fertilizantes, complejos industriales, como el
de Ciudad Sahagún, entre muchas más. Posteriormente su silencio se
compró mediante la privatizaron de los bancos, las carreteras, los
ferrocarriles y la posibilidad de participar en la generación de energía
eléctrica y ahora el petróleo. Su silencio fue comprado mediante una
política fiscal que les permite pagar impuestos muy bajos.
La estrategia neoliberal ha permitido que empresarios como Carlos Slim, Germán Larrea, Alberto Baillères y Ricardo Salinas Pliego
amasen enormes fortunas con las privatizaciones o las concesiones. De
acuerdo a un estudio de Oxfam, la riqueza de estos cuatro empresarios
creció, de 2% del PIB en 1998 a 9% en 2014 (1), mientras que la pobreza
desde entonces se mantiene en alrededor del 80% de la población.
El
silencio de los empresarios también fue comprado con programas de
rescate que han tenido un alto costo para el erario público y que han
afectado el bienestar de la mayoría de los mexicanos. Así sucedió con el
rescate bancario, FOBAPROA (Fondo Bancario de Protección al Ahorro),
cuyo costo original se estimó en 688 mil millones de pesos, 20% del PIB,
y para 2014 ascendía a 838 mil millones de pesos (2). Después vinieron
las concesiones y los rescates de carreteras, con un costo en 1997 de 58
mil millones de pesos y que “al cierre de 2006 llegó a 178 mil millones
de pesos, lo que significó un crecimiento de 206.7 por ciento en dicho
periodo, generándose intereses acumulados por 98.7mil millones de pesos
en igual periodo” (3). Una buena parte de los beneficiarios por estos
programas forman parte de la élite empresarial, que al día de hoy
reciben recursos de la hacienda pública, como premio por haber fracasado
en los negocios.
Mientras el silencio de los empresarios
continuaba, la dependencia económica de los Estados Unidos siguió
creciendo con el Tratado de Libre Comercio (TLC). Si bien México es uno
de los países más exitosos en materia de exportaciones, el efecto
positivo sobre la economía, salarios y empleo es muy bajo. Lo anterior
se explica por el bajo componente nacional de las exportaciones; para
2014 los insumos nacionales sólo representaban 26% del valor de éstas
(4). Pero, además, a partir de la firma del TLC, y a pesar del saldo
comercial favorable, según el Banco de México, el déficit de la cuenta
corriente se multiplicó 20 veces al pasar de mil 576 millones de dólares
en 1995 a 32 mil 707 millones en 2015, lo que muestra que México es
cada vez más dependiente.
Frente a la guerra comercial que ha
iniciado Trump, cuyo resultado más palpable fue el retiro de la
inversión de Ford en San Luis Potosí, el gobierno de Peña se ha mostrado
desorientado y sin instrumentos para responder ante el embate que
enfrenta el país. No sólo estamos hablando de posibles disputas
comerciales, sino de la deportación masiva de connacionales.
La
impericia del gobierno no se limita a la relación con el vecino país. En
este sexenio hemos tenido un lamentable crecimiento promedio del PIB
per cápita de menos de 1%, la deuda pública creció del 33% del PIB al
52%, sin que haya impulsado un dinamismo económico y el año pasado el
gobierno gastó más de 200 mil millones de pesos de lo aprobado en el
presupuesto.
México requiere de una nueva estrategia que el actual
gobierno es incapaz de llevar a cabo. Necesitamos un gobierno que tenga
la capacidad de enfrentar no sólo la amenaza Trump, sino que frene la
rampante desigualdad que sólo favorece a las élites empresariales.
- Esquivel Gerardo, Desigualdad extrema en México. Concentración de poder económico y político, Oxfam, México, 2015, http://www.cambialasreglas.org/pdf/desigualdadextrema_informe.pdf
2. ¿Cuánto ha costado el Fobaproa a México?, http://www.redpolitica.mx/deuda-de-la-federacion/cuanto-costo-mexico-el-fobaproa, 25 julio, 2014, y Deuda IPAB asciende a 838 mil millones de pesos, 18% más. http://www.milenio.com/politica/Deuda_IPAB_asciende_a_838_mil_millones_de_pesos-fobaproa-Lankenau_0_436756352.html
4. Disminuye el contenido nacional de las exportaciones mexicanas: #SemáforoEconómico, Animal Político, 18 de marzo, 2015.
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