LONDRES – Los ataques contra los derechos humanos y la igualdad de género en los últimos 12 meses han reducido la protección y aumentado las amenazas contra las mujeres y las niñas en todo el mundo, sostuvo una declaración de la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) este martes 8, Día Internacional de la Mujer.
Los acontecimientos de 2021 y los primeros meses de 2022 “se han confabulado para para aplastar los derechos y la dignidad de millones de mujeres y niñas” y “las crisis del mundo no afectan por igual a toda la población, mucho menos de forma justa”, expresó Agnès Callamard, secretaria general de la organización.
“El desproporcionado impacto para los derechos de las mujeres y las niñas está bien documentado y, aun así, es desatendido cuando no directamente ignorado. Pero los hechos son claros”, agregó Callamard.
Entre esos hechos mencionó la covid-19, el enorme retroceso de los derechos de las mujeres en Afganistán, la violencia sexual generalizada que caracteriza el conflicto de Etiopía y los ataques contra el acceso al aborto en Estados Unidos.
También la retirada de Turquía del Convenio de Estambul sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, suscrito por 46 países de la región europea y ratificado por 34, en los cuales es ley.
“Todos y cada uno de estos hechos son en sí mismos una grave erosión de los derechos, pero ¿tomados en su conjunto? Debemos alzarnos y mirar cara a cara este asalto global contra la dignidad de las mujeres y las niñas”, dijo Callamard.
“Las crisis del mundo no afectan por igual a toda la población, mucho menos de forma justa. El desproporcionado impacto para los derechos de las mujeres y las niñas está bien documentado y, aun así, es desatendido cuando no directamente ignorado. Pero los hechos son claros”: Agnès Callamard.
AI destacó que este Día Internacional de la Mujer “llega mientras el conflicto armado en Europa –desatado por la invasión de Ucrania por fuerzas rusas- lanza al mundo a una nueva crisis”.
“Las imágenes de mujeres dando a luz refugiadas de los bombardeos, huyendo de las bombas con niños y niñas en brazos, de madres desconsoladas, de niños y niñas que acaban de quedarse huérfanos, hacen hincapié en lo que representa el conflicto y la crisis humanitaria para las mujeres y los niños y niñas”, asentó el texto.
Las mujeres y las niñas atrapadas en el conflicto en Ucrania “se suman ahora a los millones que sufren el inexorable coste humano del conflicto armado desde Siria hasta Yemen, pasando por Afganistán y mucho más allá”, abundó la declaración.
Según AI, con el aumento de la militarización de la vida diaria, mientras proliferan las armas, la violencia se intensifica y se redirigen los recursos públicos a apoyar el gasto militar, todo lo cual cobra un precio “elevado e insostenible” en la vida cotidiana de las mujeres y las niñas.
Ya antes de que arreciaran los conflictos armados, con la pandemia aumentó la violencia de género en el ámbito familiar, empeoró la inseguridad laboral para las mujeres, se erosionó el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, y la presencia de las niñas en las escuelas se redujo en muchos lugares.
“Quienes ya eran las más marginadas han sufrido las peores consecuencias”, resume la declaración de AI, y por ello en primer lugar, “deben revocarse las decisiones adoptadas por gobiernos y autoridades que han empeorado la situación de las mujeres y las niñas” en muchos lugares del mundo.
En medio de los reveses, en el lado positivo según AI, han dado frutos los esfuerzos de las defensoras de los derechos humanos, por ejemplo con “victorias clave para el derecho al aborto en Colombia, México y San Marino”.
Activistas de los derechos de las mujeres de Eslovenia lograron que se reformase la ley sobre la violación para que fuera acorde con las normas internacionales tras cambios positivos similares en Dinamarca, Malta, Croacia, Grecia, Islandia y Suecia, mientras las reformas están en curso en Países Bajos, España y Suiza.
Las activistas y las defensoras de los derechos humanos también están en la vanguardia de la resistencia y las protestas en favor los derechos humanos en otros países, como Ucrania, Polonia, Bielorrusia, Rusia, Estados Unidos y Afganistán.
“En muchos casos, lo hacen incluso ante amenazas de muerte contra ellas y sus familias o amenazas de prisión y de lesiones corporales. Merecen el apoyo mundial”, concluyó la declaración de AI.
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