X: galvanochoa, Facebook: galvanochoa, TikTok: galvanochoa, Instagram: galvanochoa, Correo: galvanochoa@gmail.com
a pesar de las dificultades empíricas y conceptuales, para trazar las fronteras del grupo corporativo gobernante, y de los mecanismos que permiten una identificación vicaria con el poder a quienes están realmente fuera del mismo, nada puede eliminar ni disfrazar la oposición de intereses entre aquellos que monopolizan todas las formas de autoridad pública y gozan de los privilegios económicos, sociales y culturales consiguientes, que ejercen en su actividad el dominio del aparato sobre toda la sociedad, de quienes no tienen voz en los asuntos cotidianos de la vida social, sino que dependen, incluso en sus actividades privadas, de decisiones tomadas por otros. En los casos centrales no hay nunca dificultad alguna para hacer esta distinción. Incluso el grupo de trabajadores productivos concebidos de manera estrecha, no pueden designarse con el término de ‘clase obrera’ en el sentido de que ésta tiene en las teorías marxistas del capitalismo. Mientras en el capitalismo las clases antagónicas están conformadas por individuos que son libres de perseguir sus intereses individuales y colectivos, en los países socialistas de Europa oriental (PSEO) los productores directos no tienen oportunidad real alguna, ni posibilidad formal o derecho, para articular sus propios intereses. Los miembros del aparato se conciben como los autodesignados representantes de sus mejores y reales intereses, y cualquier duda sobre su derecho a esta representación equivale a una rebelión abierta, señala GM, quien dice que no niega que esta relación en los PSEO sea una forma histórica específica de antagonismo social. La apropiación del excedente social por el aparato como entidad corporativa se sitúa en agudo conflicto tanto con las preocupaciones materiales y los intereses a largo plazo de los trabajadores productivos y de la mayoría gobernada de la población. Y esta oposición de intereses no permanece inconsciente. “La experiencia del conflicto entre ‘ellos’ y ‘nosotros’ influye en la conducta de los productores en sus lugares de trabajo. Desaceleraciones deliberadas de la producción, ausentismo, maltrato de la maquinaria, hurto de materiales y herramientas, etcétera, son formas cotidianas de resistencia, de lucha guerrillera contra el aparato, para expresar sus intereses. Así que si uno usa el concepto de clase en su sentido amplio y vago, hay buenas razones para concebir las sociedades tipo soviéticas como una nueva forma histórica de sociedades de clases. No hay ninguna sociedad moderna en la cual las masas rebeldes podrían contar con el apoyo abrumador, o al menos simpatía, de toda la población (excepto los miembros del aparato) como en los PSEO”. Las crisis suelen sofocarse con asistencia, o la mera amenaza de ella, de tropas del exterior.
Pero también parece pertenecer a la esencia de estos regímenes la
facilidad con la cual se reconstituyen. Es sólo en los cortos periodos
de exaltación política o desesperación política elemental, cuando la
población gobernada puede autodescubrirse como grupo social unificado
con los mismos intereses, en relación antagónica con el aparato. En los
periodos de deshielo, de liberalización, que de tiempo en tiempo, estos
regímenes se ven forzados a permitir, se puede observar la articulación
insospechada de intereses de diversos grupos así como las diferencias
entre subgrupos. Por lo tanto, continúa diciendo GM, estamos de acuerdo
que no se puede reducir la estructura social de los PSEO a una dicotomía
de clases, por la existencia de estratos intermedios diversos y por su
inadecuación fundamental debido al rol que la división social del
trabajo tiene en la determinación de la posición real de los individuos y
en la formación de grupos sociales que, por la similitud de posiciones e
intereses, pueden potencialmente volverse sujetos de acción social
conjunta. Esto convierte a la división social del trabajo en el
principal principio que articula estas sociedades. Esto significa
enfatizar el carácter multidimensional irreductible de la formación
social de grupos en su funcionamiento y reproducción cotidianas. Los
polos rural/urbano, manual/intelectual, masculino/femenino, colectivos
de gran escala/ trabajo individual privatizado, designan algunas de las
dimensiones más importantes en las cuales las posiciones sociales reales
de individuos y su agrupación social potencial son determinadas. No
queda duda, sin embargo, que en todos estos países la dimensión social
más importante de la división social del trabajo es la marcada por los
extremos de trabajo que manda y trabajo mandado, que posiciona a quienes
mandan el trabajo de otros –los miembros del aparato– en antagonismo
abierto con la población en su conjunto. Hemos tratado de argumentar
–sostiene GM– que las estructuras sociales de los PSEO están
determinadas por la copresencia e interpenetración de tres procesos y
tendencias (homogenización estatista, dicotomización antagónica y los
efectos de la división social del trabajo). En estos países, la
disposición y apropiación del excedente social ejercida por el aparato
como entidad corporativa constituye sólo el fundamento material y
componente económico de una expropiación de todos los medios de
organización e intercambio sociales. Su dominio sobre toda la sociedad
se basa en el hecho que ningún otro grupo social fuera del aparato tiene
la oportunidad o el derecho de articular e intentar realizar sus
intereses particulares. Es por esto por lo que el aparato se encuentra
en oposición fundamental a la sociedad gobernada y dominada; y al mismo
tiempo es lo que hace necesario al aparato. La supresión de todo
interés grupal y de la sociedad civil crea, da sustancia a, y perpetúa
el antagonismo entre el grupo corporativo gobernante y el resto de la
sociedad
. Así concluyo el relato que he venido haciendo en estas 18 entregas de esta serie sobre el socialismo realmente existente.
La tesis doctoral que presenté en 2005 (hace 20 años) inicia diciendo: “En la tesis sostengo que debemos ampliar la mirada para ver al ser humano completo y comprenderlo. Que si la pobreza económica, como la llamo ahora, es consecuencia de una mirada parcial del ser humano, para avanzar en su comprensión debemos derivar esa mirada de una mirada lo más amplia posible. Por ello, después de muchos años de estudiar la pobreza, ciertamente de una manera más amplia que la mayoría de mis colegas, ahora he buscado una atalaya más alta para ver más lejos. En el fondo, el asunto tiene que ver con la siguiente cadena de reflexión. Si identificásemos perfectamente a los pobres… y pudiésemos lograr que dejasen de ser pobres… habríamos reducido enormemente el sufrimiento humano, pero no necesariamente habríamos avanzado mucho en logros que nos pudieran enorgullecer como especie”.
Energía limpia, negocios sucios
reformaenergética de Peña Nieto (promulgada en diciembre de 2013) que entre otras cosas entregó gruesas y crecientes rebanadas de la riqueza petrolera al capital privado sin que ello significara el incremento de la extracción de crudo ni beneficio alguno para México, pero sí el aumento sostenido de la especulación financiera y la riqueza de los beneficiarios.
La Jornada (Alonso Urrutia y Alma Muñoz) lo reseña así: “la presidenta Sheinbaum anunció que se van a revisar todos los contratos entregados a la iniciativa privada durante las rondas petroleras derivadas de la reforma energética de 2013, pues en la actualidad la producción petrolera de particulares asciende sólo a 6 por ciento del total nacional. Se revisarán esos contratos en acuerdo con las empresas: ‘¿vas a invertir?, y si no, pues regrésalo a la nación. En su momento, muchos de los contratos que obtuvieron las empresas petroleras privadas tenían el objetivo principal de especular en la Bolsa de Valores más que extraer petróleo como se argumentó para aprobar la reforma: nunca invirtieron”.
A la par, la secretaria de Energía, Luz Elena González, afirmó que en el proyecto sexenal en materia de hidrocarburos ya
no serán entregadas más áreas petroleras al sector privado. Los bloques
que fueron asignados en las rondas petroleras (la funcionaria mencionó
90) a raíz de la reforma de 2013, seguirán las reglas convenidas
conforme a sus contratos, pero vamos a hacer una revisión, en acuerdo
con las empresas, buscando un mayor beneficio para el país
.
Dos aspectos llaman la atención en dichos pronunciamientos: primero,
que actualmente la producción petrolera de particulares asciende a sólo
el 6 por ciento del total nacional, es decir, nada respecto de lo
cacareado por los reformadores
(Peña Nieto y los legisladores que la aprobaron y aplaudieron como focas, generosas coimas de por medio).
Sin embargo, la estadística de Petróleos Mexicanos registra una
producción privada aún mucho menor de la señalada por la presidenta
Sheinbaum, pues a lo largo de los años ronda uno por ciento del total de
la producción de hidrocarburos líquidos del país. Por ejemplo, en 2019
representó 0.99 por ciento del total (apenas 17 mil barriles en todo el
año) y para 2024 se incrementó
a 1.02 por ciento (a duras penas 18 mil barriles en 12 meses). Este es uno de los resultados concretos de la reforma
energética peñanietista.
Segundo: no se entregarán más áreas petroleras al sector
privado, y en su intervención reconoció la existencia de 90 contratos
con privados (asignaciones del territorio nacional en donde hay
petróleo a privados; todo lo que se hizo para incrementar vía inversión
privada sólo disminuyó la capacidad de producción del Estado mexicano y
puso en riesgo nuestra soberanía
).
Sin embargo, tiempo atrás el entonces presidente López Obrador
mencionó la existencia de 110 contratos petroleros al sector privado, de
tal suerte que se puede inferir que 20 de ellos fueron cancelados por
el gobierno federal, dado el incumplimiento y especulación de los
beneficiados, y/ o regresados
por éstos últimos.
Allá por enero de 2023 (casi una década después de aprobada la reforma
energética), López Obrador informó que Peña Nieto y sus secuaces entregaron
110 contratos (a privados) y (prometieron) que con eso íbamos a
producir dos millones de barriles diarios, porque ya llegaba la
inversión a raudales. Y de eso, nada. Aun así respetamos los contratos,
no hemos cancelado ninguno, 110, porque en vez de invertir para extraer
crudo se dedicaron a la especulación financiera
.
López Obrador reiteró esa denuncia: “si fuera nuestra intención revocar esos contratos tendríamos elementos, pues engañaron y no invirtieron nada, nada. ¿Qué hicieron con las concesiones? Las metieron al mercado financiero para especular, y el que ganó una ronda, por ejemplo, cuñados de Carlos Salinas, ‘ganan’ un contrato . ¿Se está explotando ese gran campo petrolero? No, vendieron acciones a un fondo de inversión. Pura especulación. Ahí está como testimonio de la corrupción; con los neoliberales surgió lo de las energías limpias para hacer negocios sucios”.
Entonces, ¿110 o 90 contratos? ¿Seis o uno por ciento de producción
?
Las rebanadas del pastel
Pedro Heces, alias cola de hámster
(émulo de Hilario Ramírez, alias Layín, exalcalde nayarita que robaba poquito
del erario) y mano derecha
de Ricardo Monreal, debe esclarecer el origen de sus propiedades
. Bien, pero ¿qué tal si la FGR abre carpeta… a los dos?
Twitter: @cafevega, cfvmexico_sa@hotmail.com
Ahora ofrece la producción más reciente de Carlos Torres (Peña Blanca, Chihuahua, 1949). Consta de una serie de obras sobre papel en las que la materia y el color ricamente trabajados sobre una superficie metálica, dialogan con la sutileza del pastel y el lápiz.
Como se señala en la presentación de estos nuevos trabajos de Torres, se trata de un
diálogo-enfrentamiento separado por una lágrima, violento y dulce al
mismo tiempo. Dos universos cuya unión nos invita a completar, con
nuestra sensibilidad, un tercero, el nuestro
.
Algunas de formato cuadrado, precisas e irregulares a la vez. Otros, de formato alargado, nos sorprenden en cada momento, mientras avanzamos por ellas siguiendo su lectura horizontal.
La fotografía forma parte del universo de Carlos Torres, de
forma autónoma o directa, pero siempre asociada con el dibujo, como
muestran algunas de las piezas expuestas. Una vez más un desgarro que separa las dos formas de expresión; lo inesperado y la fascinación siempre están ahí
, se anota en la presentación de la muestra.
Además, 15 pinturas y fotografías de Torres cuelgan ahora de las paredes del taller de Claudia, apasionada pintora protagonista de Marinella, comedia escrita por Franck Buirod para Victoria Abril, icónica figura del cine y ya también del teatro Parisino. La escenografía, de Citronelle Dufay.
El tema de fondo es el dinero en la vida de un pintor o un escritor. Hasta dónde y cuándo perseverar; qué concesiones hacer empujado por las necesidades económicas y el medio. También es una sátira sobre el mundo de la publicidad.
Torres radica en París desde hace medio siglo. Su obra fue elogiada por Severo Sarduy en un bello texto.
Ha expuesto en Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania, España, Rusia, México, Costa Rica, Venezuela y Corea del Sur.
tomarse atribucionesa todas las autoridades que no atendieron los juicios de amparo contra la elección de jueces, magistrados y ministros y califica como
un atropello del estado de derechoel haber combatido dichas resoluciones por vías jurídicas. El proyecto de Gutiérrez también pretendía que el máximo tribunal
exhortaraa todas las autoridades responsables de la elección judicial a que acaten las suspensiones emitidas por los jueces, pero esta propuesta no alcanzó el número de votos necesarios.
Con el fallo de ayer, la Suprema Corte –o, para hablar con precisión,
el bloque conservador mayoritario dentro de ella– se ha puesto de nueva
cuenta en ridículo y ha exhibido por enésima ocasión que no tiene
empacho en violentar el orden jurídico cuando así conviene a sus
intereses o caprichos. Sólo así se explica que quienes encabezan el
Poder Judicial y se autodenominan guardianes de la Constitución y la
democracia finquen responsabilidades a quienes ignoraron suspensiones
que ellos mismos ordenaron revocar por estar mal concebidas al versar sobre materia electoral
, en la cual carecen de cualquier competencia.
Otra muestra del extremo desaseo en que incurren los ministros
conservadores se da en su afirmación de que las resoluciones del
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) son opiniones que no tienen la capacidad de invalidar órdenes de suspensión en juicios de amparo
contra la elección judicial. En esto, coinciden de manera llamativa con
el Colectivo Artículo 41, un grupo de presión contra la democratización
del Poder Judicial, para el cual es un hecho que los jueces de
distrito tienen la misma posición que el TEPJF; son tribunales de la
misma jerarquía y supeditados a la Corte
.
Se trata de falacias manifiestas. El artículo 99 de la Constitución establece que el TEPJF es un órgano especializado del Poder Judicial de la Federación que funge como máxima autoridad jurisdiccional en materia comicial. La única excepción a esta supremacía se da cuando se presentan acciones de inconstitucionalidad cuyo objeto sea plantear la posible contradicción entre una norma de carácter general y la Constitución -lo que no es el caso, pues dichas acciones ya fueron desechadas por la propia SCJN-. El mismo numeral otorga al Tribunal Electoral la facultad de resolver en forma definitiva e inatacable las impugnaciones de actos y resoluciones que violen los derechos político-electorales de los ciudadanos de votar, ser votado y de afiliación libre y pacífica para tomar parte en los asuntos políticos del país. Es decir, justamente el tipo de sentencias que los jueces emitieron de forma improcedente y al por mayor. Por ello, la magistrada presidenta del TEPJF, Mónica Soto, tiene razón en recordar que esa instancia no se encuentra subordinada a ninguna autoridad jurisdiccional y rechazar las intromisiones que violentan el mandato constitucional del Tribunal Electoral.
Con sus acciones, los togados que buscan descarrilar las
elecciones de junio próximo han confirmado a la ciudadanía que sus
argumentos más socorridos contra el voto popular no son sino recursos
propagandísticos; al incurrir en tan evidentes conflictos de intereses
mediante sentencias que les benefician personalmente demuestran que
carecen de independencia e imparcialidad, mientras su crasa ignorancia
de las leyes prueba que la llamada carrera judicial
no ofrece
ninguna garantía de que los titulares de tribunales cuenten con la
solvencia profesional para el desempeño de sus cargos. Sólo queda
congratularse de que buena parte de estos juristas impresentables se
encuentran en las últimas semanas dentro de la Judicatura y pronto serán
reemplazados de forma democrática por personas que, cabe esperar,
estarán libres de los vicios que corroen al actual aparato de
impartición de justicia.
nuevosde odio propio y ajeno, destilado por él y sus esbirros e inyectado con las aberraciones que él piensa y hace. Intoxicó, en tiempo récord, al planeta con amenazas, sanciones e injurias de todo pelaje. Ensució los imaginarios con su palabrerío soez de mafioso inmobiliario, ignorante y petulante. Cada una de sus
ideashiede nazifascismo. ¿Es un plan de
guerra cognitiva? ¿Será esto obra de sus asesores de
imagen? Es odio disfrazado de
revolución culturalque se vuelve nazifascista y culpa a los pobres y a los inmigrantes de las crisis sociales y económicas, provocadas por el propio neoliberalismo, mientras refuerza las estructuras de privilegio de las élites. Artimaña para distorsionar el conflicto de clases y presentarlo como odio horizontal entre sectores de la clase trabajadora. Ese odio de Trump, abigarrado y multifacético, con retóricas de identidad narcisista, proyecta amenazas y jerarquías simbólicas venenosas para perpetuar la hegemonía capitalista.
Tal odio que supura Trump proviene de una mentalidad que se
autoerotiza con arrogancias mercantiles, fanatismo e individualismo
fermentados entre mercaderes de estilo confrontacional y provocador.
Trump disfruta su lenguaje de odio siempre ofensivo, racista, misógino o
xenófobo, especialmente contra los inmigrantes
a quienes estigmatiza con apodos despectivos y acusaciones de violadores
y criminales
.
Es un odio rentable para imponer restricciones a ciudadanos de
múltiples países y separar a familias en las fronteras sometiéndolas a
condiciones inhumanas, como las de los centros de detención. Odio
rentable hasta para retirarse del Acuerdo de París y contra la ciencia
climática. Odio incluso contra las instituciones democráticas burguesas.
Odio y narcisismo empecinado en atribuirse éxitos inexistentes,
mientras rinde pleitesía a sus amigos supremacistas blancos que odian,
como él, al multiculturalismo. Odio atesorado por sus mafias de clase,
infestadas con el nacionalismo empresarial del América primero
.
Es odio con estilo personal de magnate caprichoso en franca ruptura con
los principios de la democracia burguesa, odio macerado a lo largo de su
carrera empresarial y su retórica exagerada hinchada con desprecio.
Además, odio hacia ciertas organizaciones internacionales y países
con los que sostiene dependencias económicas clave. Odio a Naciones
Unidas, a la Organización Mundial de la Salud. Odio a China, acusándola
de prácticas comerciales desleales y de ser responsable de la
propagación del covid-19. Odio incluso contra Meryl Streep, a quien
insultó calificándola de sobrevalorada
tras sus críticas en los
Globos de Oro. Se trata, pues de un odiador serial que mezcla sus
perversiones personales, sus manías empresariales mafiosas y
conveniencias polarizadoras para sumar seguidores a quienes engaña con
palabrerío de justiciero defensor de los intereses del sistema
,
siempre y cuando le deje ganancias. Un análisis semiótico del odio de
clase que expresa Trump hacia los sectores populares debe explorar
también las fuentes ideológicas que alimentan cierta semántica del poder
y sus retóricas deleznables en el marco de un desprecio social
realmente inaceptable. Aunque no se lo puede (o se lo quiere) condenar
judicialmente, su palabrerío permite analizarlo desde una perspectiva
ética para sancionarlo moralmente.
Desde una óptica semiótica crítica, es evidente que el odio
que Trump segrega es incluso altamente tóxico para su propio clan
mercenario porque busca afirmarse como baluarte de admiración burguesa y
poder represivo capaz de eclipsar el ego de sus compinches y eso es
ciertamente peligroso para ellos y para sus pueblos. Hay que ver el
espectáculo macabro entre los egos de mafias en Chicago entrados los
albores del siglo XX. Porque es odio de clase que sale de una dictadura
ideológica inventada para perpetuar las jerarquías económicas
individualistas más aberrantes. Es la moral del amo erigida como
fanatismo de méritos personales para despreciar a quienes no encajan en
el ideal capitalista, odio contra las clases trabajadoras, contra los
inmigrantes y los sectores empobrecidos. Fábrica de sentido
para
odiar al otro y reforzar una identidad de plutócratas con desprecio
hacia los pueblos, especialmente si desarrollan pensamiento crítico y
organización transformadora. Es odio de clase que Trump exuda, como si
fuese un triunfo moral, para exacerbar un retroceso civilizatorio
abrumador parido por la extrema derecha.
Esa práctica de infestar con odio a las sociedades, bajo el disfraz de una revolución cultural
,
tiene consecuencias inimaginablemente peligrosas, en especial cuando
ese odio responde a intereses de la industria militar, las mafias
bancarias y las jaurías mediáticas, represores todos que se ocultan tras
un discurso de libertad
o democracia
. Ese odio burgués disfrazado de revolución cultural
no es otra cosa que la explotación económica que maquilla las
contradicciones del capitalismo. Es odio destilado desde las élites que
impregnan a los pueblos valores
de casta criminal como ejemplo
edificante del individualismo extremo, del culto al consumismo y la
competencia feroz. Odio institucionalizado para justificar medidas
autoritarias, para la deshumanización y la pérdida de solidaridad. Para
desorganizarnos y desmoralizarnos, para destruir los lazos de
solidaridad.
Hay que desentrañar, semióticamente el modo en que Trump inyecta odio
como herramienta para dividir, alienar y desviar las luchas populares, y
cómo, en contraposición, se puede construir una praxis revolucionaria
basada en la solidaridad, la conciencia de clase y la emancipación
colectiva. Ese odio de Trump no es un fenómeno espontáneo ni aislado, es
expresión de la lucha de clases. Odio disfrazado de revolución cultural
para mantener el control social, en una guerra contra toda
transformación que surge de la organización revolucionaria de las bases.
Guerra ideológica para combatir los programas políticos populares
contra la burguesía. Para nosotros es crucial una semiótica crítica del
odio burgués, pero que sea capaz de recuperar el espíritu emancipador de
las revoluciones basadas en la lucha real de los pueblos por la
justicia social, la solidaridad y la superación de las contradicciones
del sistema capitalista. Porque neutralizar y combatir el odio de Trump
no puede provenir de la imitación, sino desde una praxis que dignifique
la vida y combata las raíces estructurales económicas e ideológicas de
la desigualdad. No podemos quedarnos cruzados de brazos. Está muy claro.
Como he mencionado anteriormente se ha ido acreditando que sus declaraciones han mantenido un tono fuerte y cargado de advertencias; sin embargo, hoy quisiera enfocarme en una de las áreas que más han despertado indignación, preocupación y, por supuesto, miedo.
Desde la designación de Tom Homan como el zar de la frontera éste aseguró que realizaría la mayor operación de deportación jamás registrada en su país y ha sido visto como uno de los hombres más importantes para cumplir la promesa de campaña que jugó un papel fundamental para el triunfo de Trump.
Ante el incremento de las persecuciones, la pobreza extrema, la inseguridad, los conflictos armados y la injusticia, pero sobre todo frente al dolor de miles de niños y adultos que tienen que migrar, el pasado 10 de febrero el papa Francisco emitió una carta a los obispos de Estados Unidos, en la cual, aunque reconoce el derecho de una nación a defenderse y mantener a sus comunidades a salvo de aquellos que han cometido crímenes violentos o graves mientras están en el país o antes de llegar, también hace un significativo llamado.
Francisco afirma que se debe promover la maduración de una política
que regule la migración ordenada y legal. Sin embargo, la mencionada maduración
no puede construirse a través del privilegio de unos y el sacrificio de
otros. Lo que se construye a base de fuerza, y no a partir de la verdad
sobre la igual dignidad de todo ser humano, mal comienza y mal
terminará.
Asevera que un auténtico estado de derecho se verifica precisamente en el trato digno que merecen todas las personas, en especial, las más pobres y marginadas.
Un personaje tan polémico como Homan no iba a dejar pasar la
oportunidad de opinar sobre la contundencia de la carta y respondió
diciendo que el Papa debería concentrarse en su trabajo y dejarle a él
los temas correspondientes a la frontera, incluso criticó su reproche
mencionando: ¿Quiere atacarnos por proteger nuestras fronteras? El
Vaticano tiene un muro alrededor, ¿no es así? Tiene un muro que lo
protege a él y a los suyos, pero ¿nosotros no podemos tener un muro
alrededor de Estados Unidos? Así que debe ceñirse a la Iglesia católica y
dejar que nos encarguemos de la seguridad fronteriza
.
La carta de Francisco cuestiona las medidas de Trump, quien ha
mantenido un perfil conservador y al que incluso podría etiquetarse de religioso
; no olvidemos que afirmó que Dios le salvó la vida
después del atentado en Pensilvania, pero además, el pasado viernes 7
de febrero firmó un decreto para la creación de una Oficina de la Fe de
la Casa Blanca, la cual estará dirigida por la telepredicadora Paula
White.
La oficina se alojará en el Consejo de Política Nacional y será dirigida por un asesor superior de la Oficina de Fe de la Casa Blanca, tendrá de múltiples funciones: 1) hacer recomendaciones al presidente, a través del asistente del presidente para política interna, sobre cambios en políticas, programas y prácticas, y aspectos de la agenda política; 2) coordinar con todas las agencias para implementar capacitación y educación en todo el país, y 3) identificar y proponer medios para reducir las cargas al libre ejercicio de la religión, incluidas las barreras legislativas, regulatorias y de otro tipo para la participación plena y activa de entidades religiosas, entre otras.
Tras las acciones de Trump en pro de la libertad de culto, quizá
surjan muchos cuestionamientos sobre sus verdaderas intenciones tras la
creación de esta oficina y la manera en que ha tergiversado algunos de
los valores cristianos para justificar sus ataques. No olvidemos que
hace unas semanas la obispa de Washington, Mariann Budde, le pidió
piedad para aquellos que se encontraban asustados y el presidente le
respondió solicitándole una disculpa y llamándola seudobispa
.
Poco después del decreto de creación de la Oficina de la Fe, donde
también se pide la designación a todas las agencias federales de un enlace religioso
en un plazo de 90 días, el Papa envió un significativo mensaje a Trump.
Las declaraciones de Francisco tocan fibras sensibles, sobre todo en un país dividido por lo acontecido en los últimos días donde el miedo, la desesperación y la ansiedad se han apoderado de familias completas, que han atestiguado la lacerante manera en que han comenzado a aprehender y deportar a miles de personas.
¿Merecen los migrantes ser tratados así? ¿Por qué las políticas públicas han quedado rebasadas ante el fenómeno migratorio? ¿De qué forma abordar un tema tan complejo, buscando por supuesto crear puentes y no muros?
Claro que el paso de los migrantes por las distintas naciones representa cambios en la estructura económica, social y de seguridad, lo cual puede detonar la falta de oportunidades de empleo, una débil gobernanza y la violencia entre comunidades. Es urgente atender las causas de este fenómeno, las cuales deben estar basadas en el amor al prójimo.
* Consultor en temas de seguridad, inteligencia, educación, religión, justicia, y política
Los dichos populares no están sujetos a críticas desaprobatorias, sino que se les da por summum de sabiduría. En una interpretación de futuro condicionado. El dicho al que hacemos alusión sería cierto en el caso de los conflictos del momento entre México y Estados Unidos, pero no lo es.
La aplicación del dicho en este caso sería fallida. Estados Unidos, el país más poderoso del mundo, siempre hay que decirlo, es incapaz de evitar que por su frontera sur se filtre todo tipo de elementos, principalmente fentanilo y migrantes indocumentados, lo que ese país considera fatal para sus intereses. Sencillamente el país más fuerte de la tierra es incapaz de proteger sus 3 mil kilómetros de frontera con México.
Por su parte México ha demostrado su incompetencia para sellar en favor de los intereses de Estados Unidos sus 3 mil kilómetros de frontera, como ellos lo exigen. Tal incompetencia nuestra es considerada por aquel país como el mayor de los agravios. ¡Exige que México cuide su frontera!
El diálogo telefónico que sostuvieron los dos presidentes el lunes 3
de febrero contiene la falsía de hacer creer que los dos presidentes
confían en la viabilidad de lo prometido: ¡No te elevo los aranceles!
, dijo Trump, ¡si
tú haces mi trabajo llevando 10 mil soldados a la frontera y evitas con
ello el paso del fentanilo e inmigrantes indocumentados!
Por su parte la señora presidenta Claudia Sheinbaum, haciendo un alarde de cumplimiento, antes de 24 horas inició la movilización de tropas hacia la frontera. Corriendo, pero llegarán las tropas a su destino, la Presidenta mostró visión, serenidad y energía.
Pronto se demostrará que ellas también fueron incapaces de parar el tráfico de drogas e inmigrantes. No es su especialidad, su género, su materia. Su número no garantiza eficiencia mientras la demanda estadunidense no ceje o el gobierno de Washington haga la tarea que le corresponde.
Hay un tercer actor en este drama: el narco, que no permanecerá impasible ante los esfuerzos mexicanos y estadunidenses. Podría:
1) crear una situación de violencia terrible intensificando sus acciones demostrando así que México no puede hacer respetar la ley;
2) multiplicar tareas de trasiego de fentanilo poniendo en mal a la autoridad mexicana al mostrar al mundo que esta es aparentemente incompetente para cumplir sus compromisos;
3) reducir su presencia para crear la impresión de éxito de la operación y reactivarse pasado el mes. Estamos ambos países en un auténtico callejón sin salida.
El gobierno mexicano, estando alerta del intríngulis en que se encuentra seguramente habrá diseñado ya planes D, E y F, pero, a pesar de todos los esfuerzos, no se avizora un final feliz.
De los planes A, B y C poca o ninguna regla metodológica se advierte. No se le percibe cuáles objetivos, metas, programas y responsables ni cuál fuera su elemento de control. Nada indica que estén definidos. Dada la naturaleza del compromiso, poco apreciable habría sucedido en un plazo de 30 días, ni sabremos quién ni cómo se habría medido y con qué credibilidad.
Lo que vivimos y lo que viviremos al menos cuatro años bien puede ser un plazo suficientemente largo para remodelar el american dream y de pasada llevar a varios países hacia situaciones hoy no imaginadas. Ya se fijará en el lenguaje del mundo internacional lo que, anticipándonos, pensamos que podría ser la doctrina Trump.
A lo largo del tiempo, tendremos tropezones y magras victorias, pero acabaremos en lo mismo, nuestra interdependencia es inamovible, nuestra autonomía es menos que un sueño. Somos vecinos ajenos y distantes que no sabemos cuidar la casa.
metralleta, que consisten básicamente en un tubo de hierro adherido con abrazaderas a una tabla en forma de guardamanos y que son casi tan peligrosas para el usuario como para el objetivo al que apuntan. Poblanoshkas, les llaman, y se consiguen en el mercado negro a precios muy por debajo de los de una pistola de marca. Al verse en peligro, uno de los uniformados lo mató y el cuerpo quedó tendido en un charco de vidrios rotos, con un celular casi al alcance de la mano difunta y la Poblanoshka a un lado, a merced de los buitres de la nota roja. Era un tipo joven, y según la información filtrada por las autoridades, contaba con dos ingresos al reclusorio. La víctima del intento de asalto recibió atención médica y hasta donde se sabe se encuentra fuera de peligro (https://rb.gy/wxpoij).
Pero el objeto de reflexión no es ese hecho triste, sino el conjunto
de reacciones que generó en el muskiano ex Twitter, cada vez más poblado
de miasmas sociales. Además de abundantes felicitaciones a los policías
que intervinieron en el episodio y de pedidos de recompensas para
ellos, los comentarios agregaban: una lacra menos
; que su familia pague esos cristales rotos
; qué agradable noticia
; hay que exterminar a esas alimañas que ensucian esta linda ciudad
; sólo así acabaremos con este maldito cáncer
; contra todas las lacras, ejecutarlos en el acto
; muchos días de éstos
; bailemos
; así debería de ser con todos los pinches rateros que andan en motos
; Iztapalacra (sic) está llena de estas ratas de dos patas
; esas cagadas no deben tener derechos humanos
; la sociedad es feliz cada que matan a una rata
; maldita rata escoria de la vida, no mereces vivir
; los familiares del roedor van a hacer un escándalo
,
y así por el estilo. Las participaciones más piadosas atribuían la
conducta del fallecido a la falta de atención en las familias, a la
ausencia de valores morales sembrados desde la infancia y a carencias
educativas.
Salvo por sus dos episodios carcelarios, se desconoce la biografía
del asaltante muerto. Tal vez tenía familia, tal vez no. Según la Red
por los Derechos de las Infancias (Redim), entre 145 mil y 250 mil
niños, niñas y adolescentes están en riesgo de ser reclutados o
utilizados por grupos delictivos” o por las familias delictivas y las pandillas
(https://shorturl.at/VfsVo).
Lo cierto es que en la gestación de ese ladrón contumaz y violento que
fue muerto a tiros ayer en el cruce de Insurgentes y Félix Cuevas
pudieron incidir el abandono y/o la violencia familiar, la cooptación
a temprana edad por pandillas o mafias, las adicciones, la pobreza
extrema y la prédica del éxito fácil y por encima de cualquier
consideración ética que tanto se pregonó desde el gobierno y la
publicidad comercial en el periodo neoliberal. Es decir, fue un producto
de la sociedad, esa misma sociedad que a la postre se vio amenazada por
las acciones de este hombre. Y también es producto de esa misma
sociedad la avalancha de tuits justicieros y festivos arrojados sobre la
cruda y mercantilizada imagen del muerto.
La violencia verbal ante un fallecimiento es el reflejo especular de las violencias delictivas que aún padece este país, pese a lo conseguido en el sexenio anterior y en el actual gobierno: una reducción de 23.8 por ciento de diciembre de 2018, cuando se registraban 100.5 víctimas diarias de homicidio violento, a 76.5 en enero de 2025 (https://tinyurl.com/mpjkkrn2). Sin ignorar los hondos, múltiples e incluso irreparables agravios que causa la criminalidad a la ciudadanía, y sin desconocer la obligación de las autoridades de protegerla, de prevenir el delito y de identificar, capturar y presentar a los infractores, es también preciso extirpar el primitivo y visceral punitivismo, la propuesta de la ejecución extrajudicial, los afanes de linchamiento y el júbilo malsano ante la muerte de una persona, sean cuales sean sus conductas.
Gozar con la destrucción humana, solazarse en el castigo cruel, responder a las ofensas de la criminalidad con sadismo –así sea verbal–, pedir la aplicación de la ley fuga o de la máxima del ojo por ojo, son manifestaciones de ese pequeño Bukele que llevamos dentro y del que debemos deshacernos si es que aspiramos a construir una nación plenamente pacífica y segura.
Mujer, misteriosa, laberíntica que busca la reapropiación siempre fugaz. Geometría que reúne la divinidad subterránea, el insecto acariciador de mucosas y la matriz que forma la vida en el marco de un aire vibrador y fuego encantador en oscuras humedades: lo secreto del ser. Cavidad completamente desnuda del espacio imaginario. Adivinanza de ternura inasible, inefable, imposible, ilocalizable de encanto indefinido y variable que se propaga en olas horizontales y sube desde los márgenes a la caricia visitadora.
Laberinto amoroso ligado a la palabra nunca quieta, consquilleante cual navaja de peluquero en la nuca. Escalones que desde el piso descienden paso a paso cierto número de centímetros bajo el mar y abren camino acariciando el angosto canal, visitan los recovecos más oscuros y poco transitados, recordando a Dulcinea.
Misterio de difícil conceptualización, representado como margen,
franja curva que rodea su cuerpo femenino, revoltura de hechos sin
ligadura ni causa reconocible. Trazo tejido de seda, unidad que vigila
márgenes en espacios preparados a recibir y repercutir en fina capa de
mica el block maravilloso
que deja huella morena, diferente, destinada a transmitir palabra, sensible vibración inscrita en ondas hormonales.
Mujer que te elevabas al Sol y tienes formas que adquiere la Luna de febrero. Mi piel baila una taquicardia a galope lento. Arritmia inserta en diálogo vivo interrumpible. Carnalidad íntima de secreto afín, respaldada por la tradición, tan venerable como oculta, que revuelve el inconsciente. Bulto mental que contiene el duende del cuerpo a soplo del aire. Ternura, inatrapable e inentendible, inconsciente, misteriosa y oscura, parcialmente alumbrada por la palabra y el asombro, al descubrir el espejo, que acaricia la piel sedosa, araña infinita.
Mi Dulcinea es huella de presencia imposible, equívoco y desesperación del amor, escritura deleznable, diosa antigua, virgen pagana, plegaria y encantamiento…, y, por ello, dice el Quijote a Sancho: “píntola en la imaginación como la deseo… y diga cada uno lo que quisiere”.
Quizá la amante no acuda nunca a la cita, mas todo amor la recrea, la eleva, tras ese acto de fe en ella. Visión de la imposible presencia de la ausente. Tal es el amor de Don Quijote por Dulcinea. Este acto de fe que crea y recrea al ser en su ausencia. (Fortda freudiano.)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario