Luz Aguilar Terrés, ex guerrillera
Por Adriana Rodríguez González
México DF, 14 abril 08 (CIMAC).- La ex guerrillera María de la Luz Aguilar Terrés calificó como penosa la postura de las autoridades mexicanas al no pronunciarse en contra de la masacre efectuada el pasado 1 de marzo por el Ejército colombiano en un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ubicado en Ecuador, donde murieron cuatro mexicanos y Lucía Morett, estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México, fue la única sobreviviente.
Así lo declaró en días pasados Aguilar Terrés a Cimacnoticias, durante la presentación del libro Memoria del Primer Encuentro Nacional de Mujeres Ex guerrilleras (ocurrido el 13 de diciembre de 2003), y añadió que el Gobierno mexicano asumió además “el papel de policías” al cuestionar qué estaba haciendo Lucía Morett en Ecuador y mandarle interrogatorios.
Para la ex militante del grupo Vanguardia Armada de México, la actitud de México parece manipulada por el régimen norteamericano.
Puesto que, puntualiza, “Colombia, Venezuela, las FARC, los guerrilleros colombianos y todo ese movimiento bolivariano es muy peligroso, es por ello que los gobiernos lanzan esa campaña para denigrarlos y lo que buscan es un pretexto para invadir. Lo que planea el imperialismo de Estados Unidos es extirpar el bolivarismo, una corriente que resulta muy interesante que se da en pueblos latinoamericanos como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay y Chile”.
La represión en Ecuador fue muy efectiva, dice, “los bombardearon, remataron con el tiro de gracia a los que quedaron con vida, eso es un crimen, las y los universitarios mexicanos estaban dormidos. Además hay que considerar que se trata de un ejército extranjero en un país extraño. La milicia colombiana cometió un crimen contra gente que estaba en considerable desventaja”.
Aguilar Terrés muestra su escepticismo en torno a que las y los estudiantes hayan sido integrantes de las FARC, y señala que aunque así hubiese sido, no hay porqué juzgarlos, pues tendrían sus razones para estar ahí.
“Fueron masacrados a pesar de que no estaban incurriendo en un delito, no estaban combatiendo, no estaban armados, tenían su pasaporte de estudiantes mexicanos y aún así no hubo una solidaridad con ellos... El manejo de los medios fue algo muy bochornoso, incluso me daba mucho coraje que un compañero cuestionara que si estos estudiantes guerrilleros sabían a qué atenerse”, explica
Indica que el movimiento bolivariano se ha presentado en muchos países y está resurgiendo como una alternativa para luchar contra el neoliberalismo, la hegemonía de Estados Unidos y proyectos como el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que, aseguró, buscan apoderarse de toda América Latina.
Por lo que respecta a la represión de movimientos sociales en México, Aguilar asegura que ésta se agudiza.
“Me parece que en lo que va de este sexenio son seis los desaparecidos, entre los que se encuentran dos militantes del Ejército Popular Revolucionario (EPR), y existe una represión violenta en Michoacán y Oaxaca, estado donde hay otros dos desaparecidos”, expone.
Además, Aguilar Terrés observa que la actual gestión gubernamental hace lo mismo que sus antecesores, pues al presentarse un movimiento social comienzan a crearse programas para apoyar a la población, pero en cuanto disminuye la agitación comienzan a decaer los apoyos del Estado hasta que se presenta nuevamente el descontento de la población.
VÍA PARA CAMBIOS SOCIALES
La ex guerrillera está convencida de que los cambios sociales no se realizan pacíficamente y que la lucha armada sigue presente en México con la existencia de 53 grupos guerrilleros, resultado de la extrema pobreza, marginación, violencia y caciquismo que se sufre con mayor fuerza en estados como Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
Señaló que el movimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que nace en los sesenta, se ha vuelto regionalista al enfocarse sólo al estado de Chiapas.
“Ha propiciado un movimiento de solidaridad, de cuestionamiento, trajo a mesa de discusión el tema de las y los indígenas, sin embargo no ha demostrado gran consolidación. En un inicio hubo mucho auge, pero el mismo EZLN lo disolvió”, agrega.
Por lo que respecta al EPR, que se conformó por militantes del Partido de los Pobres y el grupo denominado la Unión del Pueblo, señala que al igual que el Ejército Zapatista, ha atravesado por un proceso evolutivo en el que no se propician enfrentamientos con el Ejército como lo hacía Lucio Cabañas al encontrarse en una lucha desigual.
También considera que en comparación con la década de los sesenta y setenta, en la época actual se observa una mayor participación en diversos grupos como la Convención Nacional Democrática, el Frente Zapatista y el Frente Amplio Progresista, además de una mayor crítica político-social debido a que, según sus declaraciones, el poder del gobierno era más hegemónico.
“Al igual que en el gobierno priista, por un lado está la represión y por otro los programas sociales”, señala.
La Memoria del Primer Encuentro Nacional de Mujeres Ex guerrilleras pretende reconstruir la memoria histórica de los años sesenta y setenta a través de testimonios de militantes que decidieron cambiar los roles tradicionales femeninos por la lucha armada en la que padecieron represión, persecución militar, tortura, desapariciones, así como asesinatos de compañeras y compañeros.
La Memoria pretende también denunciar y abrir conocimiento en la sociedad civil sobre un periodo de lucha en el que sus protagonistas denuncian violación a sus derechos humanos.
María de la Luz Aguilar participó en el movimiento estudiantil de 1968 y a partir del año 2000 se integró a reuniones de ex militantes para reflexionar sobre la participación política y la lucha guerrillera.
Actualmente trabaja en la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y planea la publicación de un libro sobre el Segundo Encuentro Nacional de Mujeres Ex guerrilleras en el que se presentaron nuevos testimonios, incluyendo la perspectiva de familiares.
08/AR/GG/CV
Por Adriana Rodríguez González
México DF, 14 abril 08 (CIMAC).- La ex guerrillera María de la Luz Aguilar Terrés calificó como penosa la postura de las autoridades mexicanas al no pronunciarse en contra de la masacre efectuada el pasado 1 de marzo por el Ejército colombiano en un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ubicado en Ecuador, donde murieron cuatro mexicanos y Lucía Morett, estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México, fue la única sobreviviente.
Así lo declaró en días pasados Aguilar Terrés a Cimacnoticias, durante la presentación del libro Memoria del Primer Encuentro Nacional de Mujeres Ex guerrilleras (ocurrido el 13 de diciembre de 2003), y añadió que el Gobierno mexicano asumió además “el papel de policías” al cuestionar qué estaba haciendo Lucía Morett en Ecuador y mandarle interrogatorios.
Para la ex militante del grupo Vanguardia Armada de México, la actitud de México parece manipulada por el régimen norteamericano.
Puesto que, puntualiza, “Colombia, Venezuela, las FARC, los guerrilleros colombianos y todo ese movimiento bolivariano es muy peligroso, es por ello que los gobiernos lanzan esa campaña para denigrarlos y lo que buscan es un pretexto para invadir. Lo que planea el imperialismo de Estados Unidos es extirpar el bolivarismo, una corriente que resulta muy interesante que se da en pueblos latinoamericanos como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay y Chile”.
La represión en Ecuador fue muy efectiva, dice, “los bombardearon, remataron con el tiro de gracia a los que quedaron con vida, eso es un crimen, las y los universitarios mexicanos estaban dormidos. Además hay que considerar que se trata de un ejército extranjero en un país extraño. La milicia colombiana cometió un crimen contra gente que estaba en considerable desventaja”.
Aguilar Terrés muestra su escepticismo en torno a que las y los estudiantes hayan sido integrantes de las FARC, y señala que aunque así hubiese sido, no hay porqué juzgarlos, pues tendrían sus razones para estar ahí.
“Fueron masacrados a pesar de que no estaban incurriendo en un delito, no estaban combatiendo, no estaban armados, tenían su pasaporte de estudiantes mexicanos y aún así no hubo una solidaridad con ellos... El manejo de los medios fue algo muy bochornoso, incluso me daba mucho coraje que un compañero cuestionara que si estos estudiantes guerrilleros sabían a qué atenerse”, explica
Indica que el movimiento bolivariano se ha presentado en muchos países y está resurgiendo como una alternativa para luchar contra el neoliberalismo, la hegemonía de Estados Unidos y proyectos como el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que, aseguró, buscan apoderarse de toda América Latina.
Por lo que respecta a la represión de movimientos sociales en México, Aguilar asegura que ésta se agudiza.
“Me parece que en lo que va de este sexenio son seis los desaparecidos, entre los que se encuentran dos militantes del Ejército Popular Revolucionario (EPR), y existe una represión violenta en Michoacán y Oaxaca, estado donde hay otros dos desaparecidos”, expone.
Además, Aguilar Terrés observa que la actual gestión gubernamental hace lo mismo que sus antecesores, pues al presentarse un movimiento social comienzan a crearse programas para apoyar a la población, pero en cuanto disminuye la agitación comienzan a decaer los apoyos del Estado hasta que se presenta nuevamente el descontento de la población.
VÍA PARA CAMBIOS SOCIALES
La ex guerrillera está convencida de que los cambios sociales no se realizan pacíficamente y que la lucha armada sigue presente en México con la existencia de 53 grupos guerrilleros, resultado de la extrema pobreza, marginación, violencia y caciquismo que se sufre con mayor fuerza en estados como Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
Señaló que el movimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que nace en los sesenta, se ha vuelto regionalista al enfocarse sólo al estado de Chiapas.
“Ha propiciado un movimiento de solidaridad, de cuestionamiento, trajo a mesa de discusión el tema de las y los indígenas, sin embargo no ha demostrado gran consolidación. En un inicio hubo mucho auge, pero el mismo EZLN lo disolvió”, agrega.
Por lo que respecta al EPR, que se conformó por militantes del Partido de los Pobres y el grupo denominado la Unión del Pueblo, señala que al igual que el Ejército Zapatista, ha atravesado por un proceso evolutivo en el que no se propician enfrentamientos con el Ejército como lo hacía Lucio Cabañas al encontrarse en una lucha desigual.
También considera que en comparación con la década de los sesenta y setenta, en la época actual se observa una mayor participación en diversos grupos como la Convención Nacional Democrática, el Frente Zapatista y el Frente Amplio Progresista, además de una mayor crítica político-social debido a que, según sus declaraciones, el poder del gobierno era más hegemónico.
“Al igual que en el gobierno priista, por un lado está la represión y por otro los programas sociales”, señala.
La Memoria del Primer Encuentro Nacional de Mujeres Ex guerrilleras pretende reconstruir la memoria histórica de los años sesenta y setenta a través de testimonios de militantes que decidieron cambiar los roles tradicionales femeninos por la lucha armada en la que padecieron represión, persecución militar, tortura, desapariciones, así como asesinatos de compañeras y compañeros.
La Memoria pretende también denunciar y abrir conocimiento en la sociedad civil sobre un periodo de lucha en el que sus protagonistas denuncian violación a sus derechos humanos.
María de la Luz Aguilar participó en el movimiento estudiantil de 1968 y a partir del año 2000 se integró a reuniones de ex militantes para reflexionar sobre la participación política y la lucha guerrillera.
Actualmente trabaja en la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y planea la publicación de un libro sobre el Segundo Encuentro Nacional de Mujeres Ex guerrilleras en el que se presentaron nuevos testimonios, incluyendo la perspectiva de familiares.
08/AR/GG/CV
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