Pedro Echeverría V.
1. Nadie puede parar en México a los medios electrónicos de información. El poder de Televisa, TV Azteca y Radio Fórmula ha sido intocable y cada día obtiene mayor presencia. Los sumisos conductores y comentaristas de radio y televisión, obedeciendo fielmente a sus amos, no descansan de calumniar sabiendo que de tanto repetir las mentiras la pobre población, sin mucha capacidad para discernir y reflexionar, termina por aceptarlas como si fueran verdades. Como en 2005, antes y durante el desafuero contra López Obrador (cuando el gobierno panista y el sector empresarial abrieron los micrófonos y las pantallas para lanzar insólitas calumnias) otra vez, esos mismos medios (enloquecidos) han desatado su gran campaña contra su mismo enemigo, el lópezobradorismo. Y no es que AMLO convoque a violencia alguna. Lo que sucede es que (aunque sintéticamente) ha denunciado las patrañas y las trampas de esos medios.
2. López Obrador dijo en su discurso: La mayoría de los medios de comunicación se echaron contra nosotros. Dicen que nuestros legisladores secuestraron al Congreso. La pregunta es: ¿Qué acaso un senador o diputado, puede permitir con los brazos cruzados que se viole la Constitución, cuando ha jurado respetarla y hacerla cumplir? ¿Qué acaso no son realmente los poderosos, los potentados de este país, los que tienen tomadas las instituciones para su beneficio personal? ¿Acaso no han convertido al gobierno de la República en un comité al servicio de unos cuantos? ¿Con qué autoridad moral hablan de democracia, cuando ellos mismos han venido reconociendo públicamente que se robaron la Presidencia de la República, “haiga sido como haiga sido”? Dicen que hay que apegarse a los procedimientos legales, pero deliberadamente olvidan que la mayoría de los ministros de la Suprema Corte de Justicia, no son más que encubridores de políticos corruptos y de delincuentes de cuello blanco.
3. Felipe Calderón (Fecal) y los medios no respetan ni siquiera su democracia burguesa formal, la democracia de los ricos, la electoral y representativa. Puede preguntarse: ¿Si reducen su democracia a lo electoral, a simples comicios, a cambios de cara y de saqueadores cada tres o seis años (haciendo a un lado a la democracia real que significa igualdad o equidad en la distribución de la riqueza y en los derechos), por qué ni siquiera ese sistema electoral respetan? En México, como en todos los países capitalistas, democracia no es trabajo para todos, salario justo para los trabajadores, derechos iguales en materia de justicia o instituciones al servicio de todos. Nada de eso. Democracia formal en México son Constitución y leyes al servicio de los ricos, cárceles para los pobres, buenas escuelas para los “hijitos de papi”, instituciones de salud pública sin médicos, medicinas, enfermeras o camas; elecciones arregladas entre partidos con una gran manipulación de votos y electores.
4. Sucede que el presidente ilegítimo de México, está desesperado; su éxito lo cifra en la privatización del petróleo y en otras reformas privatizadoras más que busca negociar y votar con el PRI. Como Fox en su tiempo, aprovecha las oportunidades para hablar de unidad aunque le salga sangre o basura en la boca. Dice Calderón: “Por sus frutos los conoceréis. Y los frutos son cuando hay trabajo unido, son bienes públicos, son vivienda para la gente pobre, son obras públicas, y cuando se siembra odio, cuando se siembra división, cuando se siembra cizaña, se recoge también encono y división”; señaló que “su propósito es trabajar para unir, para juntar a los mexicanos, y que no avancen los esfuerzos por dividir(los)”. ¿Se había oído en México mayor cinismo? ¿No fue acaso Calderón, el presidente impuesto, el que se negó al conteo de los votos para legitimarse, cuando su elección estaba totalmente cuestionada y en entredicho?
5. Calderón, que asumió la Presidencia de manera fraudulenta, con el apoyo de los medios electrónicos de información y de la clase empresarial, está por cumplir año y medio en el cargo y sólo recibe malas noticias:
a) el país sigue siendo una de las naciones con peores servicios de salud y educación;
b) a partir del gobierno de Fox los índices de corrupción superaron a los gobiernos priístas;
c) los inversionistas han perdido la confianza en el gobierno;
d) cada año el desempleo es mayor y, lo más desesperante para él, es que
e) crece el descontento entre la población trabajadora por el miserable salario que recibe y
f) López Obrador se radicaliza.. Durante todo su gobierno ha usado al ejército para “combatir el narcotráfico”, pero esa medida le ha resultado contraproducente porque no solo no han podido hacer mucho sino que parte del ejército (como desde hace muchos años) está abandonando la institución militar para servir a los narcotraficantes.
6. Por eso un tal Felipe González (el homónimo del presidente español organizador del terrorismo de Estado (GAL), ex subsecretario de Gobernación, ex gobernador y con enorme influencia en el gobierno panista, amenazó con reprimir a los legisladores que tomaron la tribuna, cuando López Dóriga lo entrevistaba el miércoles por radio. Al parecer, aprovechando las entrevistas a panistas y priístas, el trabajo de los medios y conductores de información (José Cárdenas, López Dóriga, etcétera) en estos días ha sido preparar a la opinión pública para que exija el desalojó de los perredistas en las Cámaras y se reprima también a las mujeres y (que les han llamado Las Adelitas) y sus familias que protestan contra la privatización. Pero no hay indicador alguno de que la gente se acobarde frente a las amenazas; por el contrario la combatividad crecerá al ritmo de la indignación ante unos medios de información y un gobierno que intimidan de manera continua. La conciencia se enraiza.
7. ¡Ni un paso atrás en las movilizaciones!, aunque también habría que decirlo para los legisladores que han sabido entender que sin el fuerte apoyo del movimiento de masas no se puede avanzar positivamente en el Parlamento y que se pasarán siempre llorando sus derrotas. A pesar de que la lucha contra la privatización del petróleo no es la “madre de todas las batallas”, porque habrán otras que en los próximos años la izquierda y los trabajadores tendrán que librar contra la explotación, la desigualdad y la represión, sí es una lucha importantísima que lleva a la confrontación entre la ínfima minoría de capitalistas que lo tiene todo y una inmensa mayoría de la población que carece muchas veces hasta de lo más indispensable. López Obrador y su equipo, junto con los sectores más consecuentes del PRD, tienen que ser inteligentes para que esta batalla no caiga. No sólo se está jugando el despojo de nuestra riqueza nacional sino también el futuro económico y político inmediato del país.
8. Concuerdo con mi amigo de hace más de cuatro décadas, Manuel Aguilar, en que la tarea de este gran movimiento social, masivo y pacífico, al que se convoca a todos, sin exclusión, es efectivamente enorme. Y es fundamental emprender la campaña de ilustración, de esclarecimiento, de información, de discusión que AMLO propone llevar al último rincón del país, a las organizaciones populares de todo tipo, sindicatos, escuelas, universidades, colonias, sin dejar a ningún ciudadana o ciudadano sin el material que le permita tener conciencia plena de lo que está en juego en este combate nacional crucial en la defensa de PEMEX como empresa nacionalizada, no privatizada. Es una labor clave para que la gran fuerza popular consciente e informada se imponga contra los poderosos adversarios que confronta, nacionales y extranjeros. Debe ser también el periodo preparatorio para organizar las grandes acciones y movilizaciones que derrotarán definitivamente cualquier intentona de privatización petrolera en el próximo futuro.
pedroe@cablered.net.mx
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