Por Melchor López
Hizo eco el poder de la palabra, del amor y de la convicción por la justicia social y por la libertad.
Sonó el corazón y el sentimiento.
Se escuchó la consigna, “presos políticos libertad”.
La voz de líderes deorganizaciones populares, de madres y esposas de luchadores populares encarcelados prendió las venas del Ho Chi Minh, nombre del auditorio de la facultad de economía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A esta cita política con la historia contemporánea convocó el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco, junto con estudiantes y profesores de la UNAM, como respuesta a la reciente sentencia de 45 años de cárcel (que se suma a la de 67.5 años dictada anteriormente) dada a Ignacio del Valle y de 31 años y medio para 10 presos políticos de San Salvador Atenco que están en el penal del Molino de Flores en Texcoco.Ho Chi Minh significa "El que ilumina". Así se vio América, hija de Ignacio del Valle.
Esa era la imagen de América, destellante, segura para arrojar las frases en un video transmitido durante el evento:
“Las sentencias no serán suficientes para doblegarnos”.
Sentimiento en mano y una voz que se escucha desde la clandestinidad esta luchadora social afirmó que en su “lucha los mueve el amor, no la misión. Defender la tierra y la cultura no es un delito”.
En su oportunidad Luis Javier Garrido, articulista del diario La Jornada planteó “¿Cómo puede entenderse la realidad de una nación democráticacuando los líderes populares del FPDT son encarcelados?”
Enfatizó que un país vive una situación crítica cuando el pueblo acepta este tipo de acciones por parte del gobierno. “El poder político ha mantenido fragmentado al poder popular”.
Por ello este foro es un “acto de resistencia. Es una convocatoria a estar unidos para terminar con la impunidad”.
Para Ángel Benhumea, profesor universitario y padre de Alexis, estudiante de la facultad de economía de la UNAM, muerto a consecuencia de la explosión de una bomba de gas lacrimógeno en los hechos de Atenco en 2006,“vivimos ante un Estado terrorista que castiga a todo aquel que lucha”.Pero, preguntó: “¿Qué vamos a hacer? Ya no podemos tener más dispersión en la movilizaciones”.“Libertad a Héctor Galindo, abogado universitario condenado a 67.5 años de prisión. Asesor jurídico del Consejo General de Huelga y de Atenco.
Seguimos en pie de lucha a dos años de la brutal represión”, se leía en
uno de los carteles que enmarcaban el foro.“El clima que se ha impuesto es de histeria y de miedo con este gobierno”,afirmó José Enrique González Ruiz, profesor de la UNAM.
Es una táctica política que tiene el gobierno impuesto para intentar legitimarse, de la misma manera en que lo hizo Bush con la guerra de Irak, dijo el catedrático. En otras palabras, lo que se busca es “criminalizar la lucha social”, para ello se necesita “utilizar al ejército en actividades policíacas; convertir en policías federales a soldados, entrenados para aniquilar”.
El gobierno lo que pretende es “inhibir la protesta popular”.
Por eso es fundamental “condenar a miembros del FPDT”, concluyó.
Carlos Fazio, pensador político explicó: “Las sanciones penales al FPDTson venganza, escarmiento y desnudan el régimen fascistoide. Dejan una lectura jurídica para las luchas populares, dejan jurisprudencia para que otros jueces las puedan considerar como normas”.
El periodista Julio Hernández López, el Astillero, subrayó que“movimientos sociales como los de Atenco o de Oaxaca son disidentes y oposición al Estado del terror”. Y que estas luchas populares “nos dan razón para esperar que hay tiempos mejores”.
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