Dirigida por Lucía Gajá
Por Susana Trejo de Jesús
México DF, 3 sep 08 (CIMAC).- El próximo mes de octubre se estrenará el documental mexicano Mi vida dentro, que trata el tema de la migración y, por primera vez, aborda a las mujeres migrantes e indocumentadas que se encuentran presas en cárceles estadounidenses,, sobre todo por falta de recursos económicos, por desconocimiento del marco legal y debido a la discriminación.
Como parte de las actividades del Programa de investigación El Mundo del Siglo XXI, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el pasado 27 de agosto se llevó a acabo la proyección del filme con la presencia de su directora y guionista Lucía Gajá. Se realizó asimismo la mesa de debate Realidades de la migración mexicana con expertas en la materia.
"Mi vida dentro" explora más allá de la perspectiva con que se ve el problema de la migración: el dilema de cruzar la frontera, el alejamiento familiar, los cambios en los hábitos culturales y el idioma.
Detrás de la cinta están cuatro años de investigación y dos años de filmar el caso de Rosa, migrante acusada del homicidio de un niño a quien cuidaba, quien se ahogó por la ingestión de toallas de papel.
La obra ganó el primer lugar en el Festival de Cine de Morelia en 2007 y formó parte de la Gira de Documentales Ambulante 2008.
Luego de la proyección del documental, que tiene una duración de dos horas, Gajá, egresada del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), respondió las preguntas de las y los asistentes al cine-debate acerca de los detalles de la producción.
LAS INEXISTENTES MUJERES PRESAS
Señaló que el proyecto empezó en el año 2000 con una investigación sobre mujeres indocumentadas presas en Estados Unidos. "Me interesó mucho, explicó, porque de 12 ó 13 años a la fecha las mujeres migran solas, no tanto buscando a sus parejas, y lo más destacado es que son en su mayoría jóvenes. Yesenia y Estela, protagonistas de la película, por ejemplo, migraron a los 17 años y por una u otra situación acabaron en la cárcel.
"Pasaron cuatro años para que alguien se interesara en la realización del documental, dijo Gajá, porque necesitaba acceso a los casos, hablé a consulados y embajadas en Estados Unidos, todo mundo me decía 'no vas a poder filmar, no hay mujeres presas', incluso mi madre me dijo que dejara el tema porque nunca iba a poder hacer una película".
Fue hasta que un funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Aníbal Gómez Toledo que trabajaba en Protección a Migrantes en casos muy concretos, consideró que era muy importante hablar de esto y la canalizó con Carmen Cortes, en ese entonces directora de Protección a Migrantes en Austin, Texas.
"Posteriormente el Instituto Mexicano de Cinematografía me dio 100 mil pesos para el desarrollo del proyecto, con lo que pude viajar con mi productor y tener entrevistas con mujeres mexicanas en distintos penales en Austin", contó la cineasta.
"Ahí conocí a Rosa, en enero de 2005, me interesó su caso porque fue la única que no estaba sentenciada, iba a poder seguir el proceso judicial. En ese entonces llevaba presa dos años sin juicio por el presunto homicidio en 2003 de un niño de dos años a quien cuidaba", relató.
Rosa le dijo que le interesaba la propuesta porque quería contar su experiencia para que no le pasara a ninguna otra mujer mexicana, que si contando lo que le había pasado podía cambiar la decisión de otras mujer o de hombres para ir a Estados Unidos, con eso valía la pena estar en la película.
"Así fue que empecé a entrevistarla, luego me autorizó hablar con su mamá, con quien tuve una conexión muy fuerte y me pareció una mujer que iba a ser muy importante en el documental. Su juicio fue en agosto de 2005 y la última vez que la entrevisté fue en octubre de ese año, después ya no la pude entrevistar".
--¿Cómo fue el proceso para conseguir los permisos y grabar un juicio en la Corte de Estado Unidos, habrá alguna represalia por este documental?, se le preguntó.
-- Todos los permisos los consiguió Carmen Cortes y para retomar el juicio tuvimos dos permisos: uno para grabar en el lugar y otro para utilizar todo lo que se dijo en la Corte. En ese aspecto contamos con asesoría jurídica. Cabe resaltar que fue el primer caso en el que juez dejó grabar las audiencias completas.
--¿Te faltó algo por grabar?
-- Sí, no se pudo grabar la contraparte del caso, es decir, a los fiscales encargados de demostrar la culpabilidad de Rosa. Desde un principio sabía que ese es un punto a rebatir en mi película, aunque yo estuve contactando a la fiscal en su oficina, pero nunca me contestaron.
"En cuanto a la familia del niño pues no nos podíamos acercar a ellos, estamos consientes de que perdieron a un hijo y estaban destrozados. No sentí que fuera necesario retomar esa parte dolorosa, a pesar que durante el juicio hubo mucho amarillismo sobre las imágenes del niño fallecido".
MÁS ALLÁ DE LA PELÍCULA
--Más allá de las reacciones de dolor y enojo que has percibido en los espectadores de la película, ¿ha surgido alguna acción concreta para ayudar a Rosa?
-- Sí, durante la exhibición del documental en Nueva York, una activista que lucha por los derechos de las y los migrantes se mostró interesada en saber más sobre este caso y cuando se exhibió en Mérida, Yucatán, hubo también interés por parte de la presidenta de la Asociación de Latinos en Estados Unidos, quien desde hace 20 años vive en el país norteamericano.
"Además la Gira de Documentales Ambulante, en los estados y capitales con mayor índice de migración, me ha permitido conocer reacciones como la de un joven de 18 años quien después de la proyección se me acercó y me dijo 'yo ya estoy pensado en irme, pero con esto ahora no sé'".
"Y no sólo esta causando reflexión aquí --agrega la cineasta-- ya se presentó en París, Alemania, Argentina y la verdad el sentimiento de la gente es igual, por lo menos a los que les gusta la película, hay un sentimiento de enojo, tristeza. Sin embargo, este es un caso, pero cuántos de ellos no hay el mundo, pienso que el documental se ha convertido en una material importante para analizar el fenómeno de la migración y de las injusticias."
"Además se está trabajando en la construcción de una página de Internet para seguir el caso de Rosa, cuya dirección tentativamente será www.freerosa.org y una página del documental Mi vida dentro, donde pueden ver más información:www.mividadentro.com", detalló Gajá.
EXHIBICIÓN COMERCIAL
Con aproximadamente 10 copias, a partir del 17 de octubre se exhibirá a nivel comercial Mi vida dentro, dijo a Cimacnoticias Lucía Gajá, quien habló de las implicaciones que enfrenta un trabajo como éste cuando existe poco público interesado en el género cinematográfico de documental.
La distribución está a cargo de Canana, detalla, se interesaron en el filme desde octubre del año pasado antes de que empezara a ganar festivales, me parece importante que no tuvo la necesidad de recibir reconocimiento internacional para que alguien se interesara en la distribución.
En mi caso, dice, tuve suerte, básicamente un año después de que salió el documental voy a estrenar, muchas veces son dos o tres años para llegar a este punto, que se debe al miedo de los distribuidores a no recuperar su inversión. Por eso es importante apoyar estos trabajos cuando están en cartelera, ya que si no lo ven, a la semana de exhibición lo quitan", finalizó Gajá.
08/STJ/GG
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