12/24/2008

El PAN, en proceso de degradación


Entrevista a Alvaro Delgado/Periodista de Proceso…


Irma Ortiz

La lucha es sorda y soterrada en Acción Nacional. Con la muerte de Juan Camilo Mouriño se empiezan a descartar ases en un juego que está resultando muy peligroso. No sólo prevalecen las envidias y mezquindades que los ha hecho perder importantes posiciones electorales, como lo señalara el presidente Felipe Calderón, también hay enfrentamientos con grupos como el Yunque que han tenido un gran costo. El PAN sufre un proceso de degradación acelerada, provocada por una guerra sin consideraciones legales o éticas donde está en juego nada menos que ser el favorito del jefe del Ejecutivo para las elecciones del 2012.Siempre! entrevistó al periodista Alvaro Delgado, autor de tres libros donde pone nombres y apellidos, con datos duros, de los personajes que han marcado el rumbo de Acción Nacional.

Lista negra

¿Qué sucede en el PAN, luego del regaño del presidente Calderón y que en opinión de algunos está dirigido al Yunque?

Hay en el PAN una disputa abierta, pero también sorda y soterrada entre las facciones de este partido que se disputan el poder. Una de ellas es el Yunque que opera de manera oculta, aunque muchos de sus integrantes han sido ya identificados en tres de mis libros, particularmente en el primero El Yunque, la ultraderecha en el poder.Está la facción que encabeza Felipe Calderón y a la que pertenecía Juan Camilo Mouriño y hay otros grupos de menor relevancia, pero que están en la dinámica de disputa de posiciones al interior del PAN, gobierno federal, gobiernos estatales y todas las instancias de poder público y partidista.Señalar que el Yunque le hizo la guerra a Juan Camilo es una afirmación correcta pero también que Mouriño, utilizando de manera ilegal e inmoral el poder público, le hizo la guerra a estos miembros del Yunque, es preciso no irse con la finta; esta organización terminó pactando con Felipe Calderón en un arreglo benéfico para ambos. Un último elemento, Juan Camilo, antes de la toma de posesión de Calderón, integró listas negras sobre militantes del Yunque con cargos en el gobierno federal.

El propósito era identificar a quienes, al asumir Calderón el poder, fueran despedidos. Tuve conocimiento de la estrategia por Ricardo Sheffield Padilla, actualmente subsecretario de la Reforma Agraria, me buscó para que le auxiliase en la integración de las listas y mi respuesta fue negativa por una sencilla razón: mi carácter de periodista. Le dije que si lo que pretendía era identificar a los miembros del Yunque en el gobierno de Vicente Fox, podría recurrir a los miembros del Yunque que están con Calderón y con él mismo, ¡pregúntale a César Nava!, quien es sin duda miembro de esta organización.

Después de la toma de posesión le pedí información a Sheffield, porque para mí era un asunto de interés público y me respondió que había identificado a muchos miembros de la organización en secretarías de Estado, pero me hizo la siguiente aclaración —es relevante porque acredita la estrategia del gobierno de Calderón y de Mouriño sobre las listas negras—: “La guerra no es contra el Yunque, sino contra Espino y su grupo inmediato; el Yunque pragmático con los dogmáticos, se puede trabajar”.

En realidad Calderón y Mouriño nunca quisieron confrontarse con la organización secreta, sino eliminar sólo al grupo encabezado por Espino como ocurrió.

¿A esto obedeció la campaña de Manuel Espino y su libro Señal de alerta, donde ataca al primer círculo del Presidente?


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