Calderón dijo que pediría cuentas ¿qué ha hecho?
Por Yunuhen Rangel Medina
México DF, a 9 dic 08 (CIMAC).- “Sé que mi cabeza ya tiene precio, a Álvaro Uribe Veles, presidente de Colombia, no le conviene que yo cuente las infamias de su gobierno terrorista y sabemos que cuando alguien estorba, molesta y se quiere silenciar, es fácil de asesinar”, dijo Lucía Andrea Morett Álvarez, estudiante mexicana sobreviviente del ataque del Ejército colombiano contra un campamento en Ecuador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en mayo pasado.
Durante un acto de bienvenida, llevado a cabo en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el pasado jueves, luego de su permanencia en Nicaragua como refugiada ante el acoso del gobierno de Uribe Vélez, Morett Álvarez señaló “volví porque mis condiciones de salud mejoraron y porque aún tengo fuerzas para dar la lucha, mi lucha que está aquí, en mi país”.
Morett fue la única sobreviviente de cinco estudiantes mexicanos que se encontraban en el campamento de Santa Rosa de Sucumbíos, el 1º de marzo de 2008 cuando ocurrió el bombardeo, donde murieron Verónica Natalia Velázquez Ramírez, Fernando Franco, Juan González del Castillo y Soren Ulises Avilés.
Afirmó que, luego de haber sufrido tres intentos de homicidio y muchas amenazas de muerte y acoso sexual aquel primero de mayo en Colombia, en donde se encontraba recopilando información para su tesis sobre teatro, el Gobierno mexicano lo que ha hecho es acusarla, más que protegerla.
Morett habló del poco o nulo trabajo que el Gobierno mexicano realizó para su protección y regreso al país “Calderón dijo “tímidamente” que pediría cuentas y ¿qué ha hecho? No he visto nada”, aseguró.
“Uribe Veles ha venido a nuestro país a acusarnos y ¿quién ha hecho algo por los delitos que se cometieron contra nosotros? Se debería de exigir justicia en contra de quienes cometieron crímenes contra mexicanos”, afirmó.
Después de varios meses en los que tuvieron que darse las condiciones tanto de salud como jurídicas para que Morett regresara a México, afirmó en su Alma Mater: “no ha sido fácil todo este proceso, en lo físico en lo emocional”, “estoy agradecida con la campaña que tuvo que realizarse para que yo pudiera volver, gracias al pueblo de México a mi Universidad, al Gobierno ecuatoriano como al de Nicaragua”.
En México existe una denuncia contra Morett y trece personas más, entre las que se encuentra la senadora Rosario Ibarra, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, en la que figuran los delitos de terrorismo, terrorismo internacional y apología del delito, así como narcotráfico porque, afirman los denunciantes, son parte de la red de las FARC en México.
Los autores de dicha denuncia ante la Procuraduría General de la República son integrantes del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, encabezados por José Antonio Ortega Sánchez, a quienes se les vincula con el grupo ultraderechista El Yunque.
Al respecto opinó “Algunas partes de la acusación que me hacen hasta dan risa, se me intenta criminalizar pero sin ningún argumento”. “No hay nada sustentado, no existen pruebas”, dijo refiriéndose a que el expediente de la acusación contenía numerosos recortes de periódicos.
INGRID BETANCOURT ¿Y LOS PRESOS POLÍTICOS?
Cuando se le preguntó acerca del caso de Ingrid Betancourt, detenida por las FARC y rescatada por el Ejército colombiano hace unos meses, Lucía Morett sonrió y respondió que le daba gusto que ella fuera liberada aunque le parecería más justo que liberaran a los 7 mil doscientos presos políticos de Colombia acusados injustamente y que se encuentran en condiciones de tortura.
“Que no se olvide Ingrid Betancourt que guerrilleros fueron los que la atendieron y también salvaron su vida y que, como ella, hay mucha gente en todo Colombia que debería ser libre”, aseveró. Los colombianos, dijo, deben luchar por todos los colombianos.
LUCÍA Y LA VOZ DE QUIENES MURIERON
En el recibimiento a Morett participaron el director de la Facultad de Filosofía y Letras, Ambrosio Velasco; Alberto Híjar, asesor de la tesis de Lucía; Hazel Cortés, consejera de teatro, así como las madres y los padres de los cuatro estudiantes asesinados.
Morett recordó durante todo el acto de bienvenida a sus compañeros asesinados: Verónica Natalia Velázquez Ramírez, Fernando Franco, Juan González del Castillo y Soren Ulises Avilés y aseguró continuará con el trabajo de investigación de ellos.
“Veo muchas caras conocidas, caras que reconozco que han sido solidarias conmigo, a quienes no veo y no veré más son las de mis compañeros” expresó.
Los padres de su compañera y compañeros caídos acudieron y participaron en el acto de bienvenida. “Solo destrozaron sus cuerpos, su vida tú la traes, ahora eres nuestra hija” afirmó Rita, madre de Juan González “Ya no sigan difamando a nuestros hijos”, pidió.
El acto concluyó con el compromiso de Morett de seguir con su trabajo de investigación, la terminación de la tesis de la que también, afirmó, se ha especulado acerca de su existencia y el seguimiento de los trabajos y actividades de su compañera y compañeros, “ahora yo seré su voz” concluyó.
08/YRM/GG
Por Yunuhen Rangel Medina
México DF, a 9 dic 08 (CIMAC).- “Sé que mi cabeza ya tiene precio, a Álvaro Uribe Veles, presidente de Colombia, no le conviene que yo cuente las infamias de su gobierno terrorista y sabemos que cuando alguien estorba, molesta y se quiere silenciar, es fácil de asesinar”, dijo Lucía Andrea Morett Álvarez, estudiante mexicana sobreviviente del ataque del Ejército colombiano contra un campamento en Ecuador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en mayo pasado.
Durante un acto de bienvenida, llevado a cabo en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el pasado jueves, luego de su permanencia en Nicaragua como refugiada ante el acoso del gobierno de Uribe Vélez, Morett Álvarez señaló “volví porque mis condiciones de salud mejoraron y porque aún tengo fuerzas para dar la lucha, mi lucha que está aquí, en mi país”.
Morett fue la única sobreviviente de cinco estudiantes mexicanos que se encontraban en el campamento de Santa Rosa de Sucumbíos, el 1º de marzo de 2008 cuando ocurrió el bombardeo, donde murieron Verónica Natalia Velázquez Ramírez, Fernando Franco, Juan González del Castillo y Soren Ulises Avilés.
Afirmó que, luego de haber sufrido tres intentos de homicidio y muchas amenazas de muerte y acoso sexual aquel primero de mayo en Colombia, en donde se encontraba recopilando información para su tesis sobre teatro, el Gobierno mexicano lo que ha hecho es acusarla, más que protegerla.
Morett habló del poco o nulo trabajo que el Gobierno mexicano realizó para su protección y regreso al país “Calderón dijo “tímidamente” que pediría cuentas y ¿qué ha hecho? No he visto nada”, aseguró.
“Uribe Veles ha venido a nuestro país a acusarnos y ¿quién ha hecho algo por los delitos que se cometieron contra nosotros? Se debería de exigir justicia en contra de quienes cometieron crímenes contra mexicanos”, afirmó.
Después de varios meses en los que tuvieron que darse las condiciones tanto de salud como jurídicas para que Morett regresara a México, afirmó en su Alma Mater: “no ha sido fácil todo este proceso, en lo físico en lo emocional”, “estoy agradecida con la campaña que tuvo que realizarse para que yo pudiera volver, gracias al pueblo de México a mi Universidad, al Gobierno ecuatoriano como al de Nicaragua”.
En México existe una denuncia contra Morett y trece personas más, entre las que se encuentra la senadora Rosario Ibarra, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, en la que figuran los delitos de terrorismo, terrorismo internacional y apología del delito, así como narcotráfico porque, afirman los denunciantes, son parte de la red de las FARC en México.
Los autores de dicha denuncia ante la Procuraduría General de la República son integrantes del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, encabezados por José Antonio Ortega Sánchez, a quienes se les vincula con el grupo ultraderechista El Yunque.
Al respecto opinó “Algunas partes de la acusación que me hacen hasta dan risa, se me intenta criminalizar pero sin ningún argumento”. “No hay nada sustentado, no existen pruebas”, dijo refiriéndose a que el expediente de la acusación contenía numerosos recortes de periódicos.
INGRID BETANCOURT ¿Y LOS PRESOS POLÍTICOS?
Cuando se le preguntó acerca del caso de Ingrid Betancourt, detenida por las FARC y rescatada por el Ejército colombiano hace unos meses, Lucía Morett sonrió y respondió que le daba gusto que ella fuera liberada aunque le parecería más justo que liberaran a los 7 mil doscientos presos políticos de Colombia acusados injustamente y que se encuentran en condiciones de tortura.
“Que no se olvide Ingrid Betancourt que guerrilleros fueron los que la atendieron y también salvaron su vida y que, como ella, hay mucha gente en todo Colombia que debería ser libre”, aseveró. Los colombianos, dijo, deben luchar por todos los colombianos.
LUCÍA Y LA VOZ DE QUIENES MURIERON
En el recibimiento a Morett participaron el director de la Facultad de Filosofía y Letras, Ambrosio Velasco; Alberto Híjar, asesor de la tesis de Lucía; Hazel Cortés, consejera de teatro, así como las madres y los padres de los cuatro estudiantes asesinados.
Morett recordó durante todo el acto de bienvenida a sus compañeros asesinados: Verónica Natalia Velázquez Ramírez, Fernando Franco, Juan González del Castillo y Soren Ulises Avilés y aseguró continuará con el trabajo de investigación de ellos.
“Veo muchas caras conocidas, caras que reconozco que han sido solidarias conmigo, a quienes no veo y no veré más son las de mis compañeros” expresó.
Los padres de su compañera y compañeros caídos acudieron y participaron en el acto de bienvenida. “Solo destrozaron sus cuerpos, su vida tú la traes, ahora eres nuestra hija” afirmó Rita, madre de Juan González “Ya no sigan difamando a nuestros hijos”, pidió.
El acto concluyó con el compromiso de Morett de seguir con su trabajo de investigación, la terminación de la tesis de la que también, afirmó, se ha especulado acerca de su existencia y el seguimiento de los trabajos y actividades de su compañera y compañeros, “ahora yo seré su voz” concluyó.
08/YRM/GG
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