México, D.F. a 8 de diciembre de 2008.
A 40 años del movimiento estudiantil del 68.
Atacan a la Universidad porque discrepamos.
Viva la discrepancia que es el espíritu de la universidad.
Viva la discrepancia que es lo mejor para servir.
Javier Barros Sierra.
Buenos días, integrantes del Consejo y compañeros universitarios.
La alegría enorme de estar hoy con ustedes tiene una estrecha relacióncon la solidaridad, esa capacidad crítica que rompe con moldesindividualistas y permite brindar desinteresadamente lo que está anuestro alcance para apoyar a otros hombres y mujeres; causas ciertasy sus razones, con las cuales nos identificamos en sentimientos ycapacidades como la dignidad y la honestidad, cuyo valor radicaprecisamente en su sencillez. Así entendida, no podría continuar sinmanifestarle mi solidaridad al director de la Facultad de Filosofía yLetras, Dr. Ambrosio Velasco Gómez, en un momento tan triste, por lairreparable pérdida que acaba de sufrir. De él he recibido grandeslecciones de humanismo.Enseguida, debo hacer mención de lo importante que fue saber que noestaba sola en los momentos más agobiantes de una situación queustedes conocen y en la cual no quiero abundar. Para mí fue muyvalioso conocer que desde la UNAM, se condenaba la masacre.
Basta con precisar que luego de sobrevivir a acontecimientosterribles, actos viles e infames y de sufrir la injusta e irreparablepérdida de cuatro amigos y compañeros; con heridas físicas yemocionales despiadadamente abiertas, fue invaluable el apoyo querepresentó para mí la expresión decidida y valiente de la Universidaden su conjunto, del rector, Dr. José Narro Robles, del director de mifacultad, de los académicos, de los trabajadores y los estudiantes,quienes de inmediato emprendieron acciones de solidaridad.
Hoy, gracias al apoyo de la comunidad universitaria, de legisladoresque han asumido tan dignamente su labor, como la senadora RosarioIbarra de Piedra, y de muchos sectores de la sociedad, gracias a laintensa campaña de solidaridad que se realizó por mi retorno a lapatria, he decidido poner fin a un injusto exilio, para recuperar mivida personal, familiar, académica y enfrentar los procesos jurídicosque, sin fundamentos ni razones de derecho pesan en contra mía y deotros universitarios.Es menester, compañeros, expresarles junto a mi gratitud, el orgullode ser integrante de una comunidad que hace honor a su carácteruniversitario al no permitir que se limite la libertad de pensamiento,la investigación in situ, el contacto con los procesos sociales vivoso la expresión de nuestras convicciones políticas.
Desde Nicaragua, enfrenté y aún enfrento una campaña que desde losmedios de comunicación se orquestó en contra de quienes fuimosvíctimas del terrorismo de Estado. Además, he tenido que responder alos procesos penales que absurdamente se establecieron con el ánimode proteger a los responsables de los crímenes de lesa humanidad y decriminalizar nuestro derecho a ser críticos.Asimismo, he estado al tanto de las acciones porriles que se han dadodentro del campus universitario, de las amenazas, agresiones ypersecución a estudiantes, así como de los casos de compañerosuniversitarios injustamente presos, que enfrentan condenas arbitrariasy desproporcionadas.
Se hace necesario, entonces, defender nuestra Máxima Casa de Estudiosy a nuestros compañeros universitarios para que sigamos cumpliendo enella el objetivo de conocer el mundo para transformarlo. LaUniversidad ha recibido absurdos ataques, cuando lo que ésta requierees mayor apoyo para cumplir con sus tareas y compromisos con la sociedad.
Por último, solicito de este Consejo un pronunciamiento ante lasautoridades correspondientes para que se decrete el no ejercicio de laacción penal de procesos que significan una amenaza para mi seguridady mi libertad y la de otros compañeros. Asimismo, los invito arealizar el homenaje que merecen los universitarios Juan González,Verónica Velásquez y Fernando Franco, así como nuestro compañeropolitécnico Soren Avilés.
Atentamente
Lucía Andrea Morett Álvarez
No hay comentarios.:
Publicar un comentario