Othón

Utopía

Eduardo Ibarra Aguirre

Con el permiso de la editora Eugenia Huerta Bravo y del editor Adolfo Sánchez Rebolledo, entre otros, retomo la más afortunada descripción que leí de Othón Salazar Ramírez: “Hombre de convicciones y principios, el maestro supo conciliar la fortaleza de ánimo con la humildad, la alegría juvenil con la frescura del hombre sabio y experimentado.”

Abundan: “… pero sobre todo se le recordará como un hombre digno cuya lección de vida es un hito moral inolvidable a favor de la justicia”.

Con los cualidades que poseía Othón como profesor, líder sindical, organizador social, promotor político, diputado comunista, legislador socialista, alcalde, orador que estremecía multitudes, firmeza frente a la cárcel, la persecución y el secuestro –como los sufridos bajo los gobiernos de
Adolfo López Mateos y de Luis Echeverría Álvarez--, resulta innecesario convertirlo, después de muerto, en lo que no fue.

Por ejemplo, en el primer edil comunista de México y de Alcozauca, Guerrero. Ni lo segundo y mucho menos lo primero son datos veraces, como informó el corresponsal de La Jornada y suscribieron Luis Hernández Navarro y León García Soler.

Por el contrario, fue generalizada la omisión sobre su condición de precandidato presidencial del Partido Comunista Mexicano, la medianoche del 6 de noviembre de 1981, para ser propuesto al Partido Socialista Unificado de México.

Tampoco se subrayó con suficiente claridad la vida espartana que llevó y que en los últimos años --o lustros-- alcanzó el extremo de carecer de los alimentos, de acuerdo con el testimonio que me brindó nuestra común amiga, al borde de las lágrimas, doña Esperanza García Campa, la viuda del gran Valentín.

El hombre orgulloso de su raíz indígena hasta conmoverse con una foto de una campesina chiapaneca con cierto parecido con su señora madre, el profesor de amplia disposición para expresar sentimientos de amistad y de afecto, el promotor de la reagrupación de los comunistas mexicanos con todo y fracaso del autodenominado socialismo realmente existente en Europa central y oriental, el promotor y colaborador ocasional de Forum, el lector asiduo de ésta, el maestro y el amigo era de

los imprescindibles que tan bien valoró Eugen Berthold Friedrich Brecht, dramaturgo y poeta comunista alemán.

Otros que batallan ahora aunque no sean imprescindibles, son los mineros, metalúrgicos y siderúrgicos. Desde que se inauguró la alternancia en el Ejecutivo federal, con el gobierno del cambio que encabezó Vicente Fox Quesada –“nada más estoy juntando dinerito pa’ la boda”, asegura sin sonrojarse-- padecen las consecuencias del cierre de filas del grupo gobernante con los intereses plutocráticos de Germán Larrea Mota Velasco y de Alonso Ancira Elizondo, dueños del Grupo México y de Altos Hornos de México, respectivamente.

La nueva embestida gubernamental tomó forma la semana pasada con el congelamiento de las cuentas bancarias del sindicato y el encarcelamiento de Juan Linares Montúfar y de Carlos Pavón Campos, a menos de un mes del arribo de Fernando Francisco Gómez Mont Urueta a la titularidad de la Secretaría de Gobernación.

Como es del conocimiento público, el egresado de la Escuela Libre de Derecho, además de formar parte del despacho jurídico que defiende a Larrea Mota Velasco frente al sindicato metalúrgico, anunció que los actores políticos y sociales no lo verán mucho pero sentirán su presencia y las decisiones más.

El inevitable cambio de mando en Bucareli fue visto con cierta simpatía en algunos ámbitos. Probablemente estimulado también por las negociaciones realizadas con el Movimiento de los 400 Pueblos que permitieron destrabar un litigio de años que causó irritación por los bloqueos en el decisivo cruce de Reforma e Insurgentes, las dos avenidas más importantes del Distrito Federal; así como los acuerdos tomados con Antorcha Campesina para liberar a activistas presos en Querétaro, a cambio de despejar las banquetas del Palacio de Covián.

Un par de golondrinas no hicieron verano en la conducción de Gobernación. El tráfico de influencias y la promoción contractual de intereses familiares que ejerció con desparpajo el difunto Juan Camilo Moruriño Terrazo, pareciera que vuelve por sus fueros en la persona de Gómez Mont.

Sólo falta ver si la sociedad lo permitirá. Y si el sindicalismo y el movimiento social son capaces de parar los nuevos y ominosos atropellos a la autonomía e independencia sindicales.

Acuse de recibo

El periodista Ramsés García Ancira Saba crítica a BBVA: “Ahora que Bancomer ha intervenido la caja de Comercial Mexicana, me recuerda cuando Tv Azteca cobraba por la publicidad contratada en Canal 40, para hacerlo quebrar y quedarse con la emisora ¿Hasta cuándo vamos a permitir que la banca usurera controle nuestra economía? El Senado ha dado un paso importante, a pesar de que hasta los máximos legisladores del país llegaron presiones y chantajes del banco español. Ojalá nos pronunciemos al respecto ahora que la política se ha convertido más que nunca en un asunto de mercado”.

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