Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
De los 192 Estados que reconoce la Organización de las Naciones Unidas e incluso de los 202 países que tienen comités nacionales adscritos a la Federación Internacional de Futbol (sin acento) Asociado, México ocupa el muy vergonzoso primer lugar en el número de periodistas asesinados. Y es el más inseguro en la aldea global para el desempeño de la tarea periodística.
Se lee y suena drástico, pero es exacto. Es completamente impropia la generalizada precisión de que México se encuentra enseguida de Irak, es decir: en segundo lugar en trabajadores de los medios de comunicación asesinados y en la indefensión profesional y laboral.
Eduardo Ibarra Aguirre
De los 192 Estados que reconoce la Organización de las Naciones Unidas e incluso de los 202 países que tienen comités nacionales adscritos a la Federación Internacional de Futbol (sin acento) Asociado, México ocupa el muy vergonzoso primer lugar en el número de periodistas asesinados. Y es el más inseguro en la aldea global para el desempeño de la tarea periodística.
Se lee y suena drástico, pero es exacto. Es completamente impropia la generalizada precisión de que México se encuentra enseguida de Irak, es decir: en segundo lugar en trabajadores de los medios de comunicación asesinados y en la indefensión profesional y laboral.
En primer lugar porque Irak es un país militarmente ocupado por la potencia imperialista todavía más peligrosa y arrogante en la historia de la humanidad, además de que los órganos de gobierno fueron electos y conformados bajo la bota castrense extranjera. Naturalmente que las cinco potencias que en forma unilateral deciden en la ONU, se hacen de la vista gorda.
El drama humano y profesional de 45 periodistas asesinados en ocho años de gobierno del cambio y el gobierno de leyes, encabezados por Vicente Fox Quesada y Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, es disminuido hasta la burla por dos personajes incompetentes de la Procuraduría General de República.
Uno es Juan de Dios Castro Lozano, subprocurador de Derechos Humanos, Atención a Víctimas y Servicios de la PGR, reconocido jurista, de amplia trayectoria parlamentaria en Acción Nacional --incluido aquel discurso en San Lázaro en el que fuera de control echaba espuma por la boca para justificar el desafuero de Andrés Manuel López Obrador-- y quien de la noche a la mañana se tomó atribuciones propias de un colegio de periodistas, inexistente en México, para determinar quienes somos o no periodistas.
Así, Castro Lozano negó tal condición a las colegas Teresa Bautista Moreno y Felicitas Martínez Sánchez, locutoras de La voz que rompe el silencio, de la región mixteca de Oaxaca, asesinadas el 7 de abril de 2008, ignorando con prepotencia pueblerina que 14 días después se les otorgó, pos mortem, el Premio Nacional de Periodismo. También al corresponsal independiente William Bradley Roland, mejor conocido como Brad Will, asesinado el 27 de octubre de 2006, en la capital oaxaqueña. Además de que en una reunión de trabajo sentenció a Aleida Calleja Gutiérrez, vicepresidenta de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias: “¡Usted es enemiga del Estado!”
Otro funcionario incompetente es el titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas, quien con cinismo desbordado aseguró al presentar su informe anual que "hay una percepción errónea de que México es el país en donde más homicidios contra periodistas se cometen, pero eso no es cierto".
Mientras la Misión Internacional de Documentación sobre Ataques en contra de Periodistas y Medios de Comunicación presentó un panorama alarmante para la libertad de prensa con base en pruebas irrefutables, el fiscal Octavio Orellana Wiarco reconoció el asesinato de sólo 13 periodistas y de las 274 denuncias que registra la FEADP, nada más existen avances en la investigación del caso de Alejandro Zenón Fonseca, periodista de Tabasco al que también se le regatea la relación entre el asesinato y su trabajo periodístico. Y de los 13 crímenes reconocidos de manera oficial, únicamente dos entraron al fuero de la Fiscalía Especial.
Castro y Orellana confunden sus obligaciones ministeriales con la sociedad y los periodistas, con la imperiosa necesidad que tiene el grupo gobernante de maquillar, hasta ocultarla o cuando menos disminuirla, su ineptitud para garantizar la vida de los mexicanos, deber primario de cualquier Estado que se precie de serlo.
Acuse de recibo
La maestra Claudia Leyva Corro denuncia “los irreparables daños que está ocasionando la instalación de la infraestructura para el espectáculo de luz y sonido en la Zona de Monumentos de Teotihuacán. En la semana que transcurrió pusimos en alerta a los diputados de la Comisión de Cultura, y el diputado (José Alfonso) Suárez del Real está promoviendo un punto de acuerdo para la suspensión inmediata. Gracias por su valiosa labor”…
Emmanuel D’Herrera Arizcorreta, del Frente Cívico de Defensa del Valle de Teotihuacan, le recuerda a Calderón: “Las pirámides de Teotihuacán son patrimonio de la humanidad”... La tortura también está a la orden del día en México. Se debate entre la vida y la muerte el prisionero Jorge Martínez Guzmán, “detenido en el Centro de Readaptación Social de Pacho Viejo, ubicado en la Congregación de Pacho Viejo, Veracruz de Ignacio de la Llave”, gobernado por Fidel Herrera Beltrán, asegura la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos… Correspondo a los buenos deseos con motivo de las fiestas decembrinas de la periodista Teresa Gurza Orvañanos, el asesor Javier Ortiz de Montellano, la gentil lectora Julie Gnaedig, el economista Fausto Cantú Peña y el empresario Armando Iriarte Martínez.
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