Felipe Calderón quebrantó su derecho a una subsistencia digna
Sin empleo, cuatro mil mujeres tras desaparición de LyFC
Por Guadalupe Cruz Jaimes
México DF, 14 oct 09 (CIMAC).- Con la liquidación de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), alrededor de cuatro mil mujeres electricistas, además de quedar desempleadas, dejaron de recibir atención médica y de tener acceso a las guarderías del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS). Así lo denunciaron hoy más de 500 ex trabajadoras y esposas de trabajadores, quienes marcharon del Sindicato Mexicano de Electricistas a la sede nacional del Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem, por sus siglas en inglés).
Las electricistas acudieron a Unifem con el propósito de denunciar ante las autoridades de Naciones Unidas que el gobierno mexicano, encabezado por Felipe Calderón Hinojosa, violó sus derechos humanos al trabajo, a la salud y a la de sus familias con la liquidación de la compañía paraestatal.
Una comisión de trabajadoras se entrevistó con personal de Unifem, el cual, en ausencia de Teresa Rodríguez, directora regional de este organismo, manifestó que “probablemente” realizarán un informe sobre la situación por la que atraviesan las electricistas, mismo que darán a conocer en sus distintas sedes en el mundo.
MUJERES DEL SME
¡Calderón, ratero, devuélveme mi empleo!, gritaron esta mañana cientos de mujeres electricistas que desde el cierre “ilegal” de la compañía, el pasado 10 de octubre, se han dado cita afuera de sus antiguos centros de trabajo “para hacer guardias y volantear para informar a la sociedad sobre la problemática real de la compañía y la penosa situación en la que nos dejó el gobierno federal”, informó Patricia Juárez, ex trabajadora de LyFC.
De las y los 43 mil electricistas que quedaron sin empleo, las mujeres representan alrededor del 10 por ciento. Este cálculo es similar a la proporción de mujeres y hombres jubilados por la compañía, 23 mil, cifra en la que las mujeres representan aproximadamente 10 por ciento
“Es mentira que tenemos privilegios: en nuestro contrato están los derechos que nos corresponden como trabajadoras. Los privilegiados son los altos funcionarios impuestos por Calderón”, aseguró Lilia López Bustos quien, después de 22 años de trabajar en esta compañía, el sábado pasado quedó desempleada a los 51 años de edad.
López Bustos era jefa del Área de Captura y le faltaban dos años para jubilarse. En su departamento, donde laboraban principalmente mujeres, quedaron sin trabajo 520 trabajadoras de base y 40 provisionales.
Lilia lamentó que la decisión del Ejecutivo no contemplará a las y los miles de trabajadores que, como ella, “con la liquidación que ofrecen renunciamos a que se respete antigüedad y escalafón, toda nuestra vida productiva se queda ahí. Afuera es difícil que contraten a las que, como yo, rebasamos los cuarenta años”.
“El gobierno del empleo genera desempleo”, denunciaron las agremiadas del SME y las esposas de los trabajadores; una de ellas es Lidia Estrada, esposa de un electricista del Departamento de Conexiones Operativas, quien hace dos años dejó su empleo anterior por una plaza en LyFC.
“En mi casa vivíamos al día. Ahora no sé que vamos a hacer porque, además de quedarnos sin un sueldo seguro y comida segura cada semana, perdimos la seguridad social. Ayer llevé a mi hijo de siete años a la clínica 26 del IMSS y no lo recibieron”.
A la carga económica que representa mantener una familia, dijo, “nuestro caso es peor, porque mi niño tiene una alergia asmática y las medicinas son muy caras. No sabemos de dónde vamos a sacar para atenderlo”.
En tanto, Margarita de la Cruz, jubilada desde hace tres años, refirió que las y los trabajadores inactivos también se encuentran en la incertidumbre, pues el monto que hay en cada una de las sucursales bancarias donde pueden cobrar su pensión la cantidad de dinero es insuficiente para cubrir a las 23 mil personas jubiladas.
Sin embargo, su atención rebasa la cuestión de las pensiones porque en lo que ahora se concentran las y los trabajadores es en echar abajo el decreto presidencial que desapareció “de la noche a la mañana” LyFC y echó por tierra la subsistencia económica de 66 mil familias.
Al término del mitin y rumbo al monumento a la Revolución, donde se dieron cita las esposas de los electricistas para manifestar su inconformidad por el decreto calderonista, Emilia Peña, quien durante la pasada administración sindical estuvo al frente de la Comisión Mixta Auxiliar de la Mujer del SME, manifestó que las ex trabajadoras de LyFC “no estamos en la disposición de aceptar una liquidación que nos va a dejar sin empleo; por ello le apostamos a la lucha en las calles, en el Congreso, por la vía jurídica…”
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