Julio Hernández López: Astillero
Es una provocación calculada. Los tutores estratégicos de Felipe Luzifuer creen que la debilidad de la izquierda previamente dividi-da, y el clima de linchamiento al SME claramente instruido a los medios oficializados, dejarán el camino abierto a la derecha prianal para la instauración largamente anhe-lada del Estado policiaco que mediante una represión ins- titucionalizada permita el saqueo secuencial de la riqueza colectiva. Es el golpe político y social más relevante del felipismo y, en general, del panismo federalmente gobernante: si la izquierda (social, partidista, electoral) es derrotada en este lance, habrán quedado instaladas las con- diciones para una nueva era sombría, con supresión cínica o manipulación discrecional de lo que quedara de derechos y libertades, con manipulación televisiva impune y reforzada, privatización des- scarada y delincuencial de los bienes nacionales y mano dura en el manejo del país doblegado.
No es el SME ni es un problema laboral: es el intento de establecer, usando al devaluado Calderón de parapeto, una tiranía mediática y empresarial. El triple play buscado es éste: deshacerse de una organización políticamente adversa, abrirle el camino a futuros negocios privatizados de amigos, socios y acreedores, y acelerar el proceso de marginación y criminalización de la protesta pública, en especial la relacionada con el lopezobradorismo. Nadie debe engañarse: las historietas cándidas de lo electoral y el 2012 no tendrán sentido si hoy triunfa la intentona fascistoide. El punto no está en Peña Nieto, Salinas y Televisa por sí mismos o bajo la lupa tácticamente electoral. La clave del futuro, si se desea que haya futuro, está en la defensa inmediata del SME como derecho de asociación y de Luz y Fuerza del Centro como patrimonio nacional.
Para esa defensa se necesitan valor e inteligencia. Valor para movilizar y confrontar políticamente, a sabiendas de los riesgos físicos y políticos que se incrementan conforme se agudiza la insensatez nocturna (para no usar términos clínicos); inteligencia para conducir un movimiento de resistencia sin aceptar la provocación y convirtiendo la crisis en la oportunidad de reconstitución de esa izquierda en el fragor del combate anunciado. La manera como se dé la fusión de un movimiento de resistencia civil pacífica (surgido de un contexto electoral, el del fraude de 2006, y con abiertas expectativas de participación en los comicios de 2012) con uno sindical de texturas sociales e ideológicas compatibles marcará el camino para una posible revitalización de las esperanzas de lucha y cambio. Mal harán los mandos partidistas y electorales si pretenden supeditar la lucha sindical al marco de las siglas y los proyectos de corte comicial. En ese contexto habría de analizarse con cuidado el mensaje que se mandará hoy si el dirigente del SME concurre al mitin convocado con mucha anti- cipación por el lopezobradorismo en San Lázaro, como si tuviese que cumplir un ritual de sometimiento público para recibir las ofertas de solida- ridad (una juanitización electrificada). No habría desdoro si, en cambio, López Obrador y un grupo notable de sus cuadros directivos se presentaran por sí mismos a la marcha del jueves venidero, convocada por el SME, y allí se anunciara la concurrencia de intereses y luchas.
Junto al esquema militarizado de control de las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro se ha desarrollado una estrategia mediática que tuvo en su ejecución preparatoria la canallesca participación de comentaristas, analistas y periodistas oficializados que crearon un linchamiento concertado del SME y sus dirigentes, con un guión identificable en todos los casos, los mismos argumentos y consideraciones, la unilateralidad de la crítica y el olvido de ejemplos de sindicalismo corrupto y dañino que son dejados a salvo porque son alia- dos de Los Pinos. Ayer por la noche, con un tono de solemnidad amenazante, Calderón replanteó las tesis previamente esparcidas por sus avanzadas periodísticas y utilizó con cinismo pre- supuestal la zanahoria de las muchas prestaciones, bonificaciones y bienaventuran- zas que esperan a los trabajadores que abdiquen de la lucha y se inscriban a los presuntos paraísos laborales liquidadores.
El momento de las definiciones ha llegado. Una sociedad largamente anestesiada asiste diariamente a espectáculos macabros de su descomposición y abatimiento (apenas unas horas atrás estaba en la memoria la imagen periodística del hombre colgado en un puente de Tijuana, a cien metros de una base militar) y en su presunta o real defensa se organizan movimientos que son difamados, divididos y agredidos. Éste es el momento de la defensa inteligente y organizada de un derecho sindical y una riqueza colectiva.
Ayer, por cierto, 65 embajadores extranjeros cerraron en San Cristóbal de las Casas una visita de tres días a Chiapas. La secretaria de relaciones exteriores, Patricia Espinosa, habría tocado en el restaurante El Lago el tema del SME, para decir a los visitantes que esperan marchas y acciones de protesta, pero aseguró que la posición del gobierno federal es de justicia y respeto a los derechos laborales, por lo cual pedía a sus excelencias que informaran de la mejor manera a sus jefes de la verdadera situación de México, sin malinterpretar las decisiones de Calderón (los integrantes de la Organización Campesina Emiliano Zapata –OCEZ– no pudieron aportar elementos distintos para el buen juicio de los embajadores, pues fueron impedidos de entregar personalmente la carta que ya habían enviado a las misiones diplomáticas denunciando la detención arbitraria de su dirigente, José Manuel Hernández Martínez).
Y, mientras Obama encuentra cómo conciliar su ejercicio político futuro, como cabeza obligada de los consorcios militares e industriales del Pentágono, con el comprometedor y prematuro premio mercadológico de la paz, ¡hasta mañana, en esta columna decididamente cantarina (si no creyera en lo que creo)!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Si no fuera un asunto tan serio, dramático inclusive, sería motivo de una buena carcajada. El presidente del empleo decidió despedir mediante decreto a 54 mil empleados: 44 mil sindicalizados y alrededor de 10 mil de confianza de Luz y Fuerza del Centro. Había fracasado el intento del secretario del Trabajo, Javier Lozano, de darle cuello a la dirigencia sindical que encabeza Martín Esparza, fueron muchos meses de vanos intentos por imponer a un comité espurio. Llegó al extremo de desconocer el resultado de las elecciones que favorecieron a Esparza. En medio de la tensión provocada por la intervención del gobierno, el jueves pasado el sindicato anunció que emplazaría a huelga en los próximos días a la compañía, por considerar que estaba violando el contrato de trabajo al no entregarle los fondos que le corresponden. Hubiera sido una aberración jurídica y política que el gobierno liquidara una empresa en proceso de huelga. Decidió anticiparse y por decreto ejecutó a Luz y Fuerza del Centro la madrugada del domingo 11 de octubre, apoyado por la tropa y la Policía Federal.
Por encima de la ley
¿Puede ser liquidada por el patrón una empresa pública o privada que tiene un contrato de trabajo con un sindicato? Sí, pero cumpliendo previamente requisitos legales fundamentales. Primero, deben existir una o varias causales establecidas por la ley. Y un convenio con el sindicato, que debe consultar la opinión de sus miembros. Evidentemente, en la ejecución de la compañía eléctrica no se cumplieron los requisitos, fue atropellado el marco constitucional y legal. Hay otro elemento: ¿puede, unilateralmente, el Poder Ejecutivo modificar el capítulo del presupuesto del año en curso para liquidar a la compañía, sin autorización del Congreso? Y todavía más: ¿le está permitido disponer de 20 mil millones de pesos del presupuesto federal para el pago de indemnizaciones, como está anunciando, sin autorización del mismo Poder Legislativo? La Unión de Juristas de México opina que no en algunas de estas preguntas. Recomienda que cada trabajador presente una demanda de amparo, además del recurso de inconstitucionalidad que el sindicato promoverá.
Las sinrazones
Las razones extrajurídicas que se expresan en el decreto de ejecución no resisten un examen serio. Por ejemplo, arguye su comprobada ineficiencia operativa y financiera. Caray, ¿por qué no liquidan también a Pemex, la CFE y el ISSSTE? Son otros casos de comprobada ineficiencia, aunque, eso sí, tienen sindicatos charros. Se advierte que los redactores tienen una lengua blindada, no les sangra aunque se la muerdan, porque agrega que el gobierno ha venido haciendo importantes transferencias a la compañía de luz. De 2001 a 2008 tales transferencias se incrementaron más de 200 por ciento, y para el presente ejercicio serán del orden de 41 mil 945 millones. Ésa es la suma aproximada que la Secretaría de Hacienda propone en el presupuesto 2010 para el pago de intereses de la deuda del Fobaproa/IPAB. ¿También cancelará esa transferencia o es que los banqueros tienen un estatus distinto?
Paredes & Paredes
El PRI vino a quedar en una situación incómoda. PAN y PRD fijaron sus posiciones inmediatamente: el primero en favor del decreto, el segundo en contra. Para los capos priístas no resulta fácil. Un presidente surgido de su partido, Adolfo López Mateos, realizó la nacionalización de la industria eléctrica el 27 de septiembre de 1960. De entonces a la fecha han cambiado las circunstancias: hoy día, 30% de la electricidad es producida por empresas privadas, es decir, se está revirtiendo la nacionalización. Saben los tricolores que la liquidación de LFC es otro paso en esa dirección. Pero en este momento lo importante para ellos es recuperar el botín que perdieron el año 2000, la Presidencia de la República, y no quieren molestar a los grandes empresarios. No son familiares, sin embargo, sus posiciones los emparentan con frecuencia. Se trata de Beatriz Paredes, del PRI, y Armando Paredes, del Consejo Coordinador Empresarial. Ésta puede ser otra oportunidad para que expresen sus coincidencias.
Alienta
Están surgiendo nuevas iniciativas referidas al presupuesto del gobierno federal, inclusive propuestas de la sociedad civil. Una de ellas consiste en subir el precio de los cigarrillos, en vez de aumentar el de los alimentos y las medicinas. Tiene sentido. La propuesta es muy concreta: aumentar siete pesos a cada cajetilla de cigarros, sin importar la marca. La propuesta parte de Alienta, y mejora la iniciativa del gobierno de gravar sólo con un peso cada cajetilla. Piensan que ésa es una forma velada de proteger al duopolio tabacalero, formado por BAT y Cigatam, ya que un peso es algo que el fumador puede pagar.
e@Vox Populi
Arturo Balderas Rodríguez: Desde el otro lado
Dos actos relativos a la guerra y la paz marcaron la semana pasada la agenda del presidente Barack Obama: la discusión sobre la necesidad de agregar 40 mil soldados a los 60 mil que Estados Unidos tienen en Afganistán y haber ganado el Premio Nobel de la Paz por sus extraordinarios esfuerzos por promover la paz y la cooperación entre los pueblos, según declaró el vocero del comité responsable de otorgar esa presea en Suecia.
Independientemente de las razones que hayan tenido los responsables de otorgar el Nobel a tan novel presidente, cuyo arribo a la primera magistratura data de hace sólo nueve meses, hay la evidente intención de distinguir entre la política arrogante y guerrera que tuvo ante el mundo George W. Bush y la apertura y los esfuerzos de Obama por ganar nuevamente la voluntad de todos los países cuya enemistad obtuvo su antecesor en los últimos ocho años. No deja de ser paradójico haber ganado el premio Nobel por sus esfuerzos por lograr la paz y, al mismo tiempo, tener la responsabilidad de enviar militares al otro lado del mundo.
Ahora bien, si para el presidente resultaba complicado tomar la decisión de incrementar o reducir el número de soldados en Afganistán, ésta se complica aún más después de que el comandante de las fuerzas armadas estadunidenses que combate en Afganistán, sorpresiva e insólitamente, declaró a los medios de comunicación la necesidad de elevar la cifra de militares a sus órdenes como único medio para ganar la guerra, antes de consultar tal posibilidad con el jefe nato de las fuerzas armadas, el presidente Obama.
Como es lógico, la discusión ha pasado a los medios de comunicación, en los que no faltan las opiniones en pro y en contra de tal opción. En momentos en que crece el sentimiento contra la permanencia de Estados Unidos en Afganistán, con este albazo se abrió una polémica que poco ayudará al mandatario en el momento de tomar tan grave e importante determinación.
No está claro cuál será su decisión en torno al espinoso asunto de Afganistán, pero de lo que no cabe duda es que una vez más los intereses que están detrás de las intervenciones armadas, cualquiera que sea el pretexto, presionarán para que Estados Unidos incremente su ya de por sí estratosférico gasto en armamento. Quienes representan esos intereses serán, con seguridad, los críticos más agudos por el otorgamiento del premio Nobel a Obama.
Carlos Fernández-Vega: México SA
A golpe de caprichos y traspiés, Felipe Calderón intenta mantenerse a flote en Los Pinos, y la muestra más reciente es el sabadazo, por medio del cual –por si alguien tuviera dudas– ratificó que su política es sencilla: por un lado, los excesos, la voracidad y los ataques especulativos de los barones del sector privado se resuelven, ipso facto, con multimillonarios rescates a costillas del erario; por el otro, la ineficiencia de alguna paraestatal se solventa con un decreto de defunción, por mucho que los primeros signifiquen un costo infinitamente mayor para las arcas públicas que la segunda.
En cadena nacional y horario triple A, el inquilino de Los Pinos anunció (octubre de 2008 y enero de 2009) el rescate de grandes cuan voraces empresas privadas (Comercial, Cemex, Alfa, por ejemplo) que especularon con derivados y salieron trasquiladas, así como el sacrificio de miles y miles de millones de dólares en reservas internacionales para saciar el hambre de los insaciables que apostaron en contra del peso. En cambio, por la puerta de atrás, como es su vicio, un sábado por la noche, sábado futbolero, en plena euforia bananera por el triunfo de los ratoncitos verdes (léase de Televisa), por medio de un mañoso decreto publicado en día inhábil para el Diario Oficial de la Federación y en silencio, firma el acta de defunción de una empresa del Estado.
Según el citado decreto, lo inevitable de la liquidación de Luz y Fuerza del Centro parte de su comprobada ineficiencia operativa y financiera, la cual representa un costo tan elevado que ya no resulta conveniente para la economía nacional ni para el interés público. Y horas después el abogado corporativo Fernando Gómez Mont, disfrazado de secretario de Gobernación, detalló: la extinción de la empresa obedece exclusivamente a razones de onerosidad, que han llevado a la entidad a pasivos hasta de 240 mil millones de pesos, que no se disponen; la compañía enfrenta una situación financiera insostenible, que requería una transferencia cada vez mayor de recursos con cargo a todos los mexicanos y que, de seguir así, hubiera sido necesario transferir al organismo más de 300 mil millones de pesos (en el sexenio calderonista) y de no haber actuado, esa cantidad seguiría creciendo hasta hacerse totalmente impagable.
Pues bien, si ése es el quid del asunto (es decir, la situación financiera insostenible con cargo a todos los mexicanos) va un comparativo: los regímenes tributarios especiales costarán 10 veces más a esos mismos mexicanos en igual periodo (el sexenio calderonista), o lo que es lo mismo, 3 billones de pesos contra 300 mil millones de Luz y Fuerza, pero Calderón decide extender el certificado de defunción para la empresa del Estado y mantener intocados los privilegios fiscales de los voraces barones a los que en cadena nacional y horario triple A rescató, con cargo a todos los mexicanos, por la trasquilada que les dieron en los mercados especulativos.
Luz y Fuerza del Centro, en efecto, no es una empresa todo lo eficiente que se necesita, pero en vez de enderezarla, limpiarla, hacerla productiva, sanearla, etcétera, etcétera, el inquilino de Los Pinos simple y sencillamente decide enterrarla, para lo cual deberá erogar miles y miles de millones de pesos que el erario (versión de Calderón) no tiene. De entrada, deberá pagar alrededor de 20 mil millones de pesos por liquidaciones económicas a sus trabajadores, monto equivalente a casi 60 por ciento del subsidio que para 2010 propuso a los diputados el propio gobierno calderonista. Si se prefiere, esos 20 mil millones representan una tercera parte de lo que el erario captaría por el 2 por ciento de IVA disfrazado de impuesto para combatir la pobreza, con el que, un día y el otro también, chantajea cotidianamente el michoacano desde el púlpito oficial.
Independientemente de que la pregunta obligada es ¿con qué pagarán indemnizaciones, liquidaciones y conexos a los trabajadores de Luz y Fuerza? (no hay dinero), lo cierto es que es muy abultado el inventario de empresas públicas estacionadas en el limbo de las extinciones y liquidaciones. Por allí deambulan bancos reprivatizados por el salinato y rescatados por el zedillato, y en el mismo lugar dejados por el foxiato y el calderonato, lo mismo que ferrocarriles nacionales, el sistema Banrural, ingenios azucareros equivocadamente expropiados, y tantas otras gracias de gobiernos pasados y presentes, que siguen costando mucho dinero a los mexicanos. ¿A ese limbo pasará, por tercera ocasión, a LFC?
Entonces, Luz y Fuerza del Centro se va al hoyo por onerosa e ineficiente (aunque originalmente se dijo que el problema de la paraestatal era el conflicto sindical, el aparente fraude en las elecciones internas del SME y la decisión calderonista de no obsequiar la toma de nota), según la versión oficial. Bien, pero por onerosas e ineficientes a lo largo de casi tres décadas cinco gobiernos enterraron a casi mil 150 empresas paraestatales (muchas de ellas posteriormente rescatadas con recursos públicos), sepultaron el aparato productivo del Estado, eliminaron la participación gubernamental en prácticamente toda actividad económica y productiva y se limitaron a la tarea gerencial, pero –¡sorpresa!– la situación financiera a cargo de todos los mexicanos (Gómez Mont dixit) es cada día peor. Y tal vez sea así porque lo único realmente oneroso e ineficiente que no se desmanteló fue al propio gobierno y a la oligarquía que lo controla.
En la masacre de paraestatales, cada uno de los implicados (De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox y Calderón) en su momento dijo exactamente lo mismo: por onerosas e ineficientes van para afuera; los recursos liberados irán directo al pago de la deuda social, y los dineros que se obtengan por su venta, a la atención de las urgencias de los mexicanos más desamparados. Tres décadas después, la deuda social resulta espeluznante y las urgencias son más urgentes que nunca, mientras los mexicanos, por medio de su oneroso e ineficiente gobierno, se mantienen alta y permanentemente endeudados y las finanzas públicas en “el shock más grave de los últimos 30 años” (Carstens dixit).
Las rebanadas del pastel
Un aplauso a la visión y el colmillo del inquilino de Los Pinos, quien no escogió mejor momento para su nuevo capricho: crisis económica, social, política, laboral y de seguridad, es decir, justo cuando el país se encuentra en plena sequía y el sol cae a plomo. Una chispa resulta suficiente.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
David Márquez Ayala: Reporte Económico
El pasado 22 de septiembre el Inegi dio a conocer las cifras macroeconómicas de la Oferta y la Demanda globales al cierre de junio. En el semestre, ambos agregados descendieron a 14.496 billones de pesos (todas las cifras son anualizadas), esto es, registraron un desplome de -13.2% real respecto del primer semestre de 2008 (Gráfico 1).
De los componentes de la Oferta, el PIB (oferta interna) registró en el semestre, como hemos visto, una caída de 9.2%, mientras que la Importación de bienes y servicios (oferta externa) cayó -25.1%, pasando así a representar estas importaciones 28.5% del PIB (Gráfico 1).
De los principales componentes de la Demanda tenemos:
El consumo interno
El consumo total de bienes y servicios se ubicó en el semestre en 8.892 billones de pesos, registrando una disminución real de -7.7% respecto 2008. Por trimestres, este consumo total cayó -7.1% en el primero y -8.3% en el segundo (Gráfico 2).
El consumo privado representó en el semestre 85.1% del total y registró una caída de -9.2% (-8.7% en el primer trimestre y -9.6% en el segundo). La severidad de esta disminución puede observarse en cifras constantes en el Gráfico 3.
El consumo gubernamental, por su parte, representó en el semestre el 14.9% del total (13.8% un año antes) y fue el único rubro del consumo con crecimiento: 2.3% en el semestre (3.7% en el primer trimestre y 1.0% en el segundo).
La inversión fija
La formación bruta de capital fijo se ubicó en el semestre en 2.558 billones de pesos, representado 22.7% del PIB, un porcentaje crónicamente bajo en México, pues debería de ser cuando menos de 30%. Esta inversión tuvo un decrecimiento en el semestre de -11.5% (-7.3% en el primer trimestre y -15.2% en el segundo), resultante de una caída de -18.9% en la inversión privada y de un aumento de 26.0% en la inversión pública (Gráfico 1).
Luz y Fuerza: liquidación y engaño
Luego del asalto a las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro (LFC), y de la forma subrepticia en que el gobierno federal decretó la extinción de la paraestatal, el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, ensayó anoche un intento de justificación, durante un mensaje en cadena nacional en el que recurrió a argumentos demagógicos (equiparó los recursos absorbidos por la empresa con el gasto que destinamos al combate a la pobreza a través del programa Oportunidades) y al chantaje (señaló que para seguir manteniendo a la empresa hubiera sido necesario subir desproporcionadamente las tarifas eléctricas o aumentar constantemente los impuestos). Además insistió en rechazar que con la liquidación de LFC el servicio de luz vaya a privatizarse, y manifestó un insospechado interés en los trabajadores afectados, a los que ofreció respetar plenamente todos sus derechos y prestaciones.
Continuar
Es una provocación calculada. Los tutores estratégicos de Felipe Luzifuer creen que la debilidad de la izquierda previamente dividi-da, y el clima de linchamiento al SME claramente instruido a los medios oficializados, dejarán el camino abierto a la derecha prianal para la instauración largamente anhe-lada del Estado policiaco que mediante una represión ins- titucionalizada permita el saqueo secuencial de la riqueza colectiva. Es el golpe político y social más relevante del felipismo y, en general, del panismo federalmente gobernante: si la izquierda (social, partidista, electoral) es derrotada en este lance, habrán quedado instaladas las con- diciones para una nueva era sombría, con supresión cínica o manipulación discrecional de lo que quedara de derechos y libertades, con manipulación televisiva impune y reforzada, privatización des- scarada y delincuencial de los bienes nacionales y mano dura en el manejo del país doblegado.
No es el SME ni es un problema laboral: es el intento de establecer, usando al devaluado Calderón de parapeto, una tiranía mediática y empresarial. El triple play buscado es éste: deshacerse de una organización políticamente adversa, abrirle el camino a futuros negocios privatizados de amigos, socios y acreedores, y acelerar el proceso de marginación y criminalización de la protesta pública, en especial la relacionada con el lopezobradorismo. Nadie debe engañarse: las historietas cándidas de lo electoral y el 2012 no tendrán sentido si hoy triunfa la intentona fascistoide. El punto no está en Peña Nieto, Salinas y Televisa por sí mismos o bajo la lupa tácticamente electoral. La clave del futuro, si se desea que haya futuro, está en la defensa inmediata del SME como derecho de asociación y de Luz y Fuerza del Centro como patrimonio nacional.
Para esa defensa se necesitan valor e inteligencia. Valor para movilizar y confrontar políticamente, a sabiendas de los riesgos físicos y políticos que se incrementan conforme se agudiza la insensatez nocturna (para no usar términos clínicos); inteligencia para conducir un movimiento de resistencia sin aceptar la provocación y convirtiendo la crisis en la oportunidad de reconstitución de esa izquierda en el fragor del combate anunciado. La manera como se dé la fusión de un movimiento de resistencia civil pacífica (surgido de un contexto electoral, el del fraude de 2006, y con abiertas expectativas de participación en los comicios de 2012) con uno sindical de texturas sociales e ideológicas compatibles marcará el camino para una posible revitalización de las esperanzas de lucha y cambio. Mal harán los mandos partidistas y electorales si pretenden supeditar la lucha sindical al marco de las siglas y los proyectos de corte comicial. En ese contexto habría de analizarse con cuidado el mensaje que se mandará hoy si el dirigente del SME concurre al mitin convocado con mucha anti- cipación por el lopezobradorismo en San Lázaro, como si tuviese que cumplir un ritual de sometimiento público para recibir las ofertas de solida- ridad (una juanitización electrificada). No habría desdoro si, en cambio, López Obrador y un grupo notable de sus cuadros directivos se presentaran por sí mismos a la marcha del jueves venidero, convocada por el SME, y allí se anunciara la concurrencia de intereses y luchas.
Junto al esquema militarizado de control de las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro se ha desarrollado una estrategia mediática que tuvo en su ejecución preparatoria la canallesca participación de comentaristas, analistas y periodistas oficializados que crearon un linchamiento concertado del SME y sus dirigentes, con un guión identificable en todos los casos, los mismos argumentos y consideraciones, la unilateralidad de la crítica y el olvido de ejemplos de sindicalismo corrupto y dañino que son dejados a salvo porque son alia- dos de Los Pinos. Ayer por la noche, con un tono de solemnidad amenazante, Calderón replanteó las tesis previamente esparcidas por sus avanzadas periodísticas y utilizó con cinismo pre- supuestal la zanahoria de las muchas prestaciones, bonificaciones y bienaventuran- zas que esperan a los trabajadores que abdiquen de la lucha y se inscriban a los presuntos paraísos laborales liquidadores.
El momento de las definiciones ha llegado. Una sociedad largamente anestesiada asiste diariamente a espectáculos macabros de su descomposición y abatimiento (apenas unas horas atrás estaba en la memoria la imagen periodística del hombre colgado en un puente de Tijuana, a cien metros de una base militar) y en su presunta o real defensa se organizan movimientos que son difamados, divididos y agredidos. Éste es el momento de la defensa inteligente y organizada de un derecho sindical y una riqueza colectiva.
Ayer, por cierto, 65 embajadores extranjeros cerraron en San Cristóbal de las Casas una visita de tres días a Chiapas. La secretaria de relaciones exteriores, Patricia Espinosa, habría tocado en el restaurante El Lago el tema del SME, para decir a los visitantes que esperan marchas y acciones de protesta, pero aseguró que la posición del gobierno federal es de justicia y respeto a los derechos laborales, por lo cual pedía a sus excelencias que informaran de la mejor manera a sus jefes de la verdadera situación de México, sin malinterpretar las decisiones de Calderón (los integrantes de la Organización Campesina Emiliano Zapata –OCEZ– no pudieron aportar elementos distintos para el buen juicio de los embajadores, pues fueron impedidos de entregar personalmente la carta que ya habían enviado a las misiones diplomáticas denunciando la detención arbitraria de su dirigente, José Manuel Hernández Martínez).
Y, mientras Obama encuentra cómo conciliar su ejercicio político futuro, como cabeza obligada de los consorcios militares e industriales del Pentágono, con el comprometedor y prematuro premio mercadológico de la paz, ¡hasta mañana, en esta columna decididamente cantarina (si no creyera en lo que creo)!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Si no fuera un asunto tan serio, dramático inclusive, sería motivo de una buena carcajada. El presidente del empleo decidió despedir mediante decreto a 54 mil empleados: 44 mil sindicalizados y alrededor de 10 mil de confianza de Luz y Fuerza del Centro. Había fracasado el intento del secretario del Trabajo, Javier Lozano, de darle cuello a la dirigencia sindical que encabeza Martín Esparza, fueron muchos meses de vanos intentos por imponer a un comité espurio. Llegó al extremo de desconocer el resultado de las elecciones que favorecieron a Esparza. En medio de la tensión provocada por la intervención del gobierno, el jueves pasado el sindicato anunció que emplazaría a huelga en los próximos días a la compañía, por considerar que estaba violando el contrato de trabajo al no entregarle los fondos que le corresponden. Hubiera sido una aberración jurídica y política que el gobierno liquidara una empresa en proceso de huelga. Decidió anticiparse y por decreto ejecutó a Luz y Fuerza del Centro la madrugada del domingo 11 de octubre, apoyado por la tropa y la Policía Federal.
Por encima de la ley
¿Puede ser liquidada por el patrón una empresa pública o privada que tiene un contrato de trabajo con un sindicato? Sí, pero cumpliendo previamente requisitos legales fundamentales. Primero, deben existir una o varias causales establecidas por la ley. Y un convenio con el sindicato, que debe consultar la opinión de sus miembros. Evidentemente, en la ejecución de la compañía eléctrica no se cumplieron los requisitos, fue atropellado el marco constitucional y legal. Hay otro elemento: ¿puede, unilateralmente, el Poder Ejecutivo modificar el capítulo del presupuesto del año en curso para liquidar a la compañía, sin autorización del Congreso? Y todavía más: ¿le está permitido disponer de 20 mil millones de pesos del presupuesto federal para el pago de indemnizaciones, como está anunciando, sin autorización del mismo Poder Legislativo? La Unión de Juristas de México opina que no en algunas de estas preguntas. Recomienda que cada trabajador presente una demanda de amparo, además del recurso de inconstitucionalidad que el sindicato promoverá.
Las sinrazones
Las razones extrajurídicas que se expresan en el decreto de ejecución no resisten un examen serio. Por ejemplo, arguye su comprobada ineficiencia operativa y financiera. Caray, ¿por qué no liquidan también a Pemex, la CFE y el ISSSTE? Son otros casos de comprobada ineficiencia, aunque, eso sí, tienen sindicatos charros. Se advierte que los redactores tienen una lengua blindada, no les sangra aunque se la muerdan, porque agrega que el gobierno ha venido haciendo importantes transferencias a la compañía de luz. De 2001 a 2008 tales transferencias se incrementaron más de 200 por ciento, y para el presente ejercicio serán del orden de 41 mil 945 millones. Ésa es la suma aproximada que la Secretaría de Hacienda propone en el presupuesto 2010 para el pago de intereses de la deuda del Fobaproa/IPAB. ¿También cancelará esa transferencia o es que los banqueros tienen un estatus distinto?
Paredes & Paredes
El PRI vino a quedar en una situación incómoda. PAN y PRD fijaron sus posiciones inmediatamente: el primero en favor del decreto, el segundo en contra. Para los capos priístas no resulta fácil. Un presidente surgido de su partido, Adolfo López Mateos, realizó la nacionalización de la industria eléctrica el 27 de septiembre de 1960. De entonces a la fecha han cambiado las circunstancias: hoy día, 30% de la electricidad es producida por empresas privadas, es decir, se está revirtiendo la nacionalización. Saben los tricolores que la liquidación de LFC es otro paso en esa dirección. Pero en este momento lo importante para ellos es recuperar el botín que perdieron el año 2000, la Presidencia de la República, y no quieren molestar a los grandes empresarios. No son familiares, sin embargo, sus posiciones los emparentan con frecuencia. Se trata de Beatriz Paredes, del PRI, y Armando Paredes, del Consejo Coordinador Empresarial. Ésta puede ser otra oportunidad para que expresen sus coincidencias.
Alienta
Están surgiendo nuevas iniciativas referidas al presupuesto del gobierno federal, inclusive propuestas de la sociedad civil. Una de ellas consiste en subir el precio de los cigarrillos, en vez de aumentar el de los alimentos y las medicinas. Tiene sentido. La propuesta es muy concreta: aumentar siete pesos a cada cajetilla de cigarros, sin importar la marca. La propuesta parte de Alienta, y mejora la iniciativa del gobierno de gravar sólo con un peso cada cajetilla. Piensan que ésa es una forma velada de proteger al duopolio tabacalero, formado por BAT y Cigatam, ya que un peso es algo que el fumador puede pagar.
e@Vox Populi
Arturo Balderas Rodríguez: Desde el otro lado
Dos actos relativos a la guerra y la paz marcaron la semana pasada la agenda del presidente Barack Obama: la discusión sobre la necesidad de agregar 40 mil soldados a los 60 mil que Estados Unidos tienen en Afganistán y haber ganado el Premio Nobel de la Paz por sus extraordinarios esfuerzos por promover la paz y la cooperación entre los pueblos, según declaró el vocero del comité responsable de otorgar esa presea en Suecia.
Independientemente de las razones que hayan tenido los responsables de otorgar el Nobel a tan novel presidente, cuyo arribo a la primera magistratura data de hace sólo nueve meses, hay la evidente intención de distinguir entre la política arrogante y guerrera que tuvo ante el mundo George W. Bush y la apertura y los esfuerzos de Obama por ganar nuevamente la voluntad de todos los países cuya enemistad obtuvo su antecesor en los últimos ocho años. No deja de ser paradójico haber ganado el premio Nobel por sus esfuerzos por lograr la paz y, al mismo tiempo, tener la responsabilidad de enviar militares al otro lado del mundo.
Ahora bien, si para el presidente resultaba complicado tomar la decisión de incrementar o reducir el número de soldados en Afganistán, ésta se complica aún más después de que el comandante de las fuerzas armadas estadunidenses que combate en Afganistán, sorpresiva e insólitamente, declaró a los medios de comunicación la necesidad de elevar la cifra de militares a sus órdenes como único medio para ganar la guerra, antes de consultar tal posibilidad con el jefe nato de las fuerzas armadas, el presidente Obama.
Como es lógico, la discusión ha pasado a los medios de comunicación, en los que no faltan las opiniones en pro y en contra de tal opción. En momentos en que crece el sentimiento contra la permanencia de Estados Unidos en Afganistán, con este albazo se abrió una polémica que poco ayudará al mandatario en el momento de tomar tan grave e importante determinación.
No está claro cuál será su decisión en torno al espinoso asunto de Afganistán, pero de lo que no cabe duda es que una vez más los intereses que están detrás de las intervenciones armadas, cualquiera que sea el pretexto, presionarán para que Estados Unidos incremente su ya de por sí estratosférico gasto en armamento. Quienes representan esos intereses serán, con seguridad, los críticos más agudos por el otorgamiento del premio Nobel a Obama.
Carlos Fernández-Vega: México SA
A golpe de caprichos y traspiés, Felipe Calderón intenta mantenerse a flote en Los Pinos, y la muestra más reciente es el sabadazo, por medio del cual –por si alguien tuviera dudas– ratificó que su política es sencilla: por un lado, los excesos, la voracidad y los ataques especulativos de los barones del sector privado se resuelven, ipso facto, con multimillonarios rescates a costillas del erario; por el otro, la ineficiencia de alguna paraestatal se solventa con un decreto de defunción, por mucho que los primeros signifiquen un costo infinitamente mayor para las arcas públicas que la segunda.
En cadena nacional y horario triple A, el inquilino de Los Pinos anunció (octubre de 2008 y enero de 2009) el rescate de grandes cuan voraces empresas privadas (Comercial, Cemex, Alfa, por ejemplo) que especularon con derivados y salieron trasquiladas, así como el sacrificio de miles y miles de millones de dólares en reservas internacionales para saciar el hambre de los insaciables que apostaron en contra del peso. En cambio, por la puerta de atrás, como es su vicio, un sábado por la noche, sábado futbolero, en plena euforia bananera por el triunfo de los ratoncitos verdes (léase de Televisa), por medio de un mañoso decreto publicado en día inhábil para el Diario Oficial de la Federación y en silencio, firma el acta de defunción de una empresa del Estado.
Según el citado decreto, lo inevitable de la liquidación de Luz y Fuerza del Centro parte de su comprobada ineficiencia operativa y financiera, la cual representa un costo tan elevado que ya no resulta conveniente para la economía nacional ni para el interés público. Y horas después el abogado corporativo Fernando Gómez Mont, disfrazado de secretario de Gobernación, detalló: la extinción de la empresa obedece exclusivamente a razones de onerosidad, que han llevado a la entidad a pasivos hasta de 240 mil millones de pesos, que no se disponen; la compañía enfrenta una situación financiera insostenible, que requería una transferencia cada vez mayor de recursos con cargo a todos los mexicanos y que, de seguir así, hubiera sido necesario transferir al organismo más de 300 mil millones de pesos (en el sexenio calderonista) y de no haber actuado, esa cantidad seguiría creciendo hasta hacerse totalmente impagable.
Pues bien, si ése es el quid del asunto (es decir, la situación financiera insostenible con cargo a todos los mexicanos) va un comparativo: los regímenes tributarios especiales costarán 10 veces más a esos mismos mexicanos en igual periodo (el sexenio calderonista), o lo que es lo mismo, 3 billones de pesos contra 300 mil millones de Luz y Fuerza, pero Calderón decide extender el certificado de defunción para la empresa del Estado y mantener intocados los privilegios fiscales de los voraces barones a los que en cadena nacional y horario triple A rescató, con cargo a todos los mexicanos, por la trasquilada que les dieron en los mercados especulativos.
Luz y Fuerza del Centro, en efecto, no es una empresa todo lo eficiente que se necesita, pero en vez de enderezarla, limpiarla, hacerla productiva, sanearla, etcétera, etcétera, el inquilino de Los Pinos simple y sencillamente decide enterrarla, para lo cual deberá erogar miles y miles de millones de pesos que el erario (versión de Calderón) no tiene. De entrada, deberá pagar alrededor de 20 mil millones de pesos por liquidaciones económicas a sus trabajadores, monto equivalente a casi 60 por ciento del subsidio que para 2010 propuso a los diputados el propio gobierno calderonista. Si se prefiere, esos 20 mil millones representan una tercera parte de lo que el erario captaría por el 2 por ciento de IVA disfrazado de impuesto para combatir la pobreza, con el que, un día y el otro también, chantajea cotidianamente el michoacano desde el púlpito oficial.
Independientemente de que la pregunta obligada es ¿con qué pagarán indemnizaciones, liquidaciones y conexos a los trabajadores de Luz y Fuerza? (no hay dinero), lo cierto es que es muy abultado el inventario de empresas públicas estacionadas en el limbo de las extinciones y liquidaciones. Por allí deambulan bancos reprivatizados por el salinato y rescatados por el zedillato, y en el mismo lugar dejados por el foxiato y el calderonato, lo mismo que ferrocarriles nacionales, el sistema Banrural, ingenios azucareros equivocadamente expropiados, y tantas otras gracias de gobiernos pasados y presentes, que siguen costando mucho dinero a los mexicanos. ¿A ese limbo pasará, por tercera ocasión, a LFC?
Entonces, Luz y Fuerza del Centro se va al hoyo por onerosa e ineficiente (aunque originalmente se dijo que el problema de la paraestatal era el conflicto sindical, el aparente fraude en las elecciones internas del SME y la decisión calderonista de no obsequiar la toma de nota), según la versión oficial. Bien, pero por onerosas e ineficientes a lo largo de casi tres décadas cinco gobiernos enterraron a casi mil 150 empresas paraestatales (muchas de ellas posteriormente rescatadas con recursos públicos), sepultaron el aparato productivo del Estado, eliminaron la participación gubernamental en prácticamente toda actividad económica y productiva y se limitaron a la tarea gerencial, pero –¡sorpresa!– la situación financiera a cargo de todos los mexicanos (Gómez Mont dixit) es cada día peor. Y tal vez sea así porque lo único realmente oneroso e ineficiente que no se desmanteló fue al propio gobierno y a la oligarquía que lo controla.
En la masacre de paraestatales, cada uno de los implicados (De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox y Calderón) en su momento dijo exactamente lo mismo: por onerosas e ineficientes van para afuera; los recursos liberados irán directo al pago de la deuda social, y los dineros que se obtengan por su venta, a la atención de las urgencias de los mexicanos más desamparados. Tres décadas después, la deuda social resulta espeluznante y las urgencias son más urgentes que nunca, mientras los mexicanos, por medio de su oneroso e ineficiente gobierno, se mantienen alta y permanentemente endeudados y las finanzas públicas en “el shock más grave de los últimos 30 años” (Carstens dixit).
Las rebanadas del pastel
Un aplauso a la visión y el colmillo del inquilino de Los Pinos, quien no escogió mejor momento para su nuevo capricho: crisis económica, social, política, laboral y de seguridad, es decir, justo cuando el país se encuentra en plena sequía y el sol cae a plomo. Una chispa resulta suficiente.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
David Márquez Ayala: Reporte Económico
El pasado 22 de septiembre el Inegi dio a conocer las cifras macroeconómicas de la Oferta y la Demanda globales al cierre de junio. En el semestre, ambos agregados descendieron a 14.496 billones de pesos (todas las cifras son anualizadas), esto es, registraron un desplome de -13.2% real respecto del primer semestre de 2008 (Gráfico 1).
De los componentes de la Oferta, el PIB (oferta interna) registró en el semestre, como hemos visto, una caída de 9.2%, mientras que la Importación de bienes y servicios (oferta externa) cayó -25.1%, pasando así a representar estas importaciones 28.5% del PIB (Gráfico 1).
De los principales componentes de la Demanda tenemos:
El consumo interno
El consumo total de bienes y servicios se ubicó en el semestre en 8.892 billones de pesos, registrando una disminución real de -7.7% respecto 2008. Por trimestres, este consumo total cayó -7.1% en el primero y -8.3% en el segundo (Gráfico 2).
El consumo privado representó en el semestre 85.1% del total y registró una caída de -9.2% (-8.7% en el primer trimestre y -9.6% en el segundo). La severidad de esta disminución puede observarse en cifras constantes en el Gráfico 3.
El consumo gubernamental, por su parte, representó en el semestre el 14.9% del total (13.8% un año antes) y fue el único rubro del consumo con crecimiento: 2.3% en el semestre (3.7% en el primer trimestre y 1.0% en el segundo).
La inversión fija
La formación bruta de capital fijo se ubicó en el semestre en 2.558 billones de pesos, representado 22.7% del PIB, un porcentaje crónicamente bajo en México, pues debería de ser cuando menos de 30%. Esta inversión tuvo un decrecimiento en el semestre de -11.5% (-7.3% en el primer trimestre y -15.2% en el segundo), resultante de una caída de -18.9% en la inversión privada y de un aumento de 26.0% en la inversión pública (Gráfico 1).
Luz y Fuerza: liquidación y engaño
Luego del asalto a las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro (LFC), y de la forma subrepticia en que el gobierno federal decretó la extinción de la paraestatal, el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, ensayó anoche un intento de justificación, durante un mensaje en cadena nacional en el que recurrió a argumentos demagógicos (equiparó los recursos absorbidos por la empresa con el gasto que destinamos al combate a la pobreza a través del programa Oportunidades) y al chantaje (señaló que para seguir manteniendo a la empresa hubiera sido necesario subir desproporcionadamente las tarifas eléctricas o aumentar constantemente los impuestos). Además insistió en rechazar que con la liquidación de LFC el servicio de luz vaya a privatizarse, y manifestó un insospechado interés en los trabajadores afectados, a los que ofreció respetar plenamente todos sus derechos y prestaciones.
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El Correo Ilustrado
Decreto sobre LFC, acto delincuencial
El decreto emitido por el titular del Ejecutivo federal mediante el cual extingue la empresa Luz y Fuerza del Centro no se encuentra apoyado en la Constitución federal ni en ley alguna, por lo que se trata de un acto delincuencial, realizado por el Presidente y los secretarios que firmaron el decreto.
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Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano: Sabadazo contra el SME
Ayer domingo, después del clásico sabadazo, nos amanecimos con que el gobierno había decretado la liquidación de Luz y Fuerza del Centro (LFC).
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Víctor Flores Olea: Esperanza, pero con estrategia
Aunque no se crea, a veces resulta ilustrativa la televisión. Veía una mediocre película sobre la reina María Antonieta, vísperas de la revolución de 1789, y la alternaba con un par de programas informativos sobre la actualidad mexicana. De esa visión superpuesta, de situaciones tan alejadas, fue surgiendo, sin embargo, un inevitable paralelo: ambos programas apuntaban a la abismal distancia entre el discurso y la realidad, entre la cínica proclama de quienes dominan (con las armas en la mano) y la situación de los dominados, una tenebrosa patraña que sostienen los derrochadores de entonces y ahora, y la dura vida de las legiones que carecían y carecen de pan y de todo lo demás.
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Iván Restrepo: No dejes de llamar a Felipe
En una de sus intervenciones más comentadas, el licenciado Felipe Calderón prometió una lucha frontal para acabar con la corrupción en el sector público, erradicar la práctica del diezmo que algunos funcionarios exigen a empresarios y ciudadanos en general y terminar con la mala fama que el país tiene en ese campo. Ofreció ocuparse personalmente de tal lucha, junto con quien en el gabinete se encarga de atender las denuncias contra los malos servidores públicos, investigarlos y sancionarlos. Pidió entonces Calderón que quienes sean víctimas de la corrupción lo llamen por teléfono a Los Pinos o le envíen un e-mail. Seguramente por estar atendiendo tantas denuncias, el licenciado no tiene tiempo de atender lo urgente y su gobierno no cumple lo que ofrece para resolver los graves problemas que padece la inmensa mayoría de la población: desde combatir la pobreza, crear empleos, dar seguridad social y educación de calidad, hasta cuidar el medio ambiente y acabar con la inseguridad y la violencia.
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Bernardo Bátiz V.: Equidad en los impuestos
Todos estamos de acuerdo en que México pasa por una crisis económica en la que los más pobres llevan la peor parte, las clases medias emigran poco a poco hacia los sectores pobres, y 5 por ciento de los muy ricos ni sudan ni se acongojan: sus altos sueldos sí son de la clase política, no se modifican, y si pertenecen al sector empresarial la libran subiendo precios y bajando costos, sin preocuparse a quién se llevan entre las patas.
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Gonzalo Martínez Corbalá: Una nueva era
El hecho de que un presidente de Estados Unidos haga ante la Asamblea General de Naciones Unidas un llamamiento en tono de exigencia para emprender una nueva era, admitiendo que su país no podrá hacerlo solo, ya era necesario. Las guerras de dominio, dado su número y potencia destructora, muestran que el Consejo de Seguridad debe seguir pugnando por un mundo sin armas atómicas.
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León Bendesky: Momento clave
El liderazgo del gobierno para enfrentar la crisis y encauzar al país por otro camino se advierte hoy bastante débil. Igualmente hay pocas expectativas de que el Congreso pueda reorientar la política económica mediante el presupuesto federal sobre el que debe legislar en las próximas semanas.
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Hermann Bellinghausen: El Sistema S.A.
Espero que no te importe dormir con todos esos muertos al lado, me dijo Paula al mostrame el dormitorio donde pasaría la noche. Sobre el buró de un cuarto donde no parecía haber dormido nadie recientemente se exponía una maraña de pequeños retratos, en su mayoría de viejos. Una lamparita votiva en forma de vela parpadeaba al lado, como escapada de un árbol de Navidad, enchufada a la pared, inextinguible, desolada.
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Carlos Bonfil: Cine mexicano en Morelia
La séptima edición del Festival Internacional de Cine de Morelia estuvo enmarcada por dos posicionamientos públicos en torno del cine mexicano: el primero fue una declaración, durante la ceremonia de inauguración, de Consuelo Sáizar, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), sobre un pretendido compromiso del Ejecutivo federal para mantener el apoyo al cine mexicano; el segundo, en vísperas de la clausura del encuentro, una postura de las principales cadenas de exhibición en México, en contra de la iniciativa de reforma a la Ley Federal de Cinematografía para incrementar de una a tres semanas la permanencia obligatoria en pantalla de las películas nacionales.
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Lydia Cacho
Plan B
Los glúteos de Ale Guzmán
No es una broma. Alejandra Guzmán la cantante pop mexicana está hospitalizada con un problema de salud grave.
Hace unos meses acudió a un esteticista para que le hiciera una infiltración de biopolímeros y metacrilatos en los glúteos, con la finalidad de rellenarlos y levantarlos. La cantante buscaba que su trasero luciera duro, sin la natural flacidez que la edad impone a pesar del ejercicio.
La presión social y mediática para mantener una apariencia juvenil puede costarle la vida y ya ha perjudicado la salud a millones de mujeres en el mundo. Particularmente en Latinoamérica cientos de cosmetólogos y médicos esteticistas, y en algunos casos malos cirujanos plásticos, hallaron una mina de oro en la obsesión por mantener la falsa juventud a bajo precio. No cualquiera puede acudir a una o un médico especialista que cobra sumas elevadas por llevar a cabo una cirugía segura o por inyectar productos aprobados por las autoridades de sanidad para uso humano.
Lo que llaman bioimplantes, implantes tisulares o de “células expandibles” no son otra cosa que microesferas de metacrilato en una suspensión de dimetilpolisiloxan, es decir derivados de silicona, la misma que en los años 70 causó innumerables muertes por cáncer a mujeres con implantes. Pues ahora los seudoespecialistas en México cometen el delito de inyectar estos productos ilegales sin que las autoridades sanitarias intervengan. Quienes se inyectan estos productos lo hacen por su bajo costo y falsas promesas. El resultado real son deformaciones, infecciones e incluso tumoraciones que pueden, como en el caso de la cantante, infiltrarse a la columna vertebral o causar daños irreparables en el sistema nervioso.
Cada año se llevan a cabo 11.7 millones de intervenciones estéticas en Estados Unidos, el país que ha generado esta cultura de la obsesión con la apariencia y la juventud a cualquier costo. La herencia de esa cultura llegó a América Latina para quedarse, de allí que cada vez más farsantes, tengan o no cédula profesional médica, medran con esta obsesión. No son sólo mujeres; durante el 2008 aumentó 30% la demanda de hombres para hacerse todas las formas de intervención estética (desde inyección de botox, hasta implantes de cabello y cirugía de ojos y cuello).
Está claro que cada quién elige lo que hace con su cuerpo y que toda intervención médica tiene implicaciones a la salud y riesgos implícitos. Pero también es evidente que hay un vacío legal que favorece la proliferación de charlatanes, con el riesgo que eso implica para sus posibles víctimas. Las inyecciones ilegales de biopolímeros ya se han convertido en un problema de salud publica.
Por todo el país encontramos “clínicas especializadas” que inyectan botox y similares ya caducos y que anuncian fórmulas mágicas de rejuvenecimiento. La recomendación de las y los médicos es muy sencilla; si suena demasiado fácil y barato para ser cierto, es una farsa. Exija información y reflexione.
Los casos del rostro Meg Ryan y de las nalgas de Ale Guzmán muestran dos problemas: el ideológico, que antepone la apariencia al talento y las virtudes artísticas, y el pragmático de quienes medran con la cultura antiedad de manera ilícita.
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