10/28/2009

Los periodistas pal café......



Julio Hernández López: Astillero
Ya a la desesperada, las comisiones senatoriales encargadas del enredo fiscal acordaron citar hoy al experto en catarros letales, Agustín Carstens, para entretenerse un rato mientras Beltrones y Peña Nieto acaban de deschongarse. En otra pista del Circo del Futuro, el secretario de la revolución democrática del pregabinete beltronista, Carlos Navarrete, se arranca contra el precandidato del copete fiscal, Quique Gaviotón, exigiéndole que explique las razones por las que impulsó en la Cámara de Diputados alzas impositivas que ahora el muchacho chido de la película, el jefe Manlio, está tratando de frenar o exterminar.
Beltrones y Navarrete (Beltrinaba) demostrando que la izquierda vendida jamás será mal negocio: par de nuevos héroes patrios que luchan denodadamente, uno contra el 16 por ciento de IVA y otros molinos hacendarios de viento, y el otro a favor del tuiterismo útil, la jugada de distracción que trata de convencer que sí se puede luchar desde el volátil mundo de Internet y no desde las calles o la movilización física. ¡Sí se puede!, promueven los medios de comunicación tramposos, encantados de apoyar movimientos minoritarios, selectivos, invertebrados y sin seguimiento político real. Ya antes hubo marchas de blanco que sólo sirvieron para los intereses televisivos que las promovieron y para construir liderazgos aprovechables como el del empresario deportivo Martí. Luego hubo un movimiento a favor del voto nulo que solamente confundió, dividió y convalidó los resultados electorales que hoy tienen al país en la actual desgracia (parte de esos mismos encantadores intelectualizados de serpientes ahora hacen ruido de oportunidad exigiendo que los partidos políticos le bajen a sus gastos, como si el punto fuera encontrar posicionamientos facilones para promoverse y demostrar que luchan aunque sea por clichés insuficientes). Nadie se hizo cargo de esos movimientos más que para apropiarse de liderazgos inflados. Así sucede hoy con los tuiteros supuestamente convertidos en actores políticos decisivos, en ejemplo de la buena lucha social posible (por cierto, el senador Navarrete está hoy en la presidencia de la mesa directiva del Senado porque Beltrones le cedió el lugar estelar en esa cámara, como Ruth Zavaleta le había cedido a Beltrones el lugar estelar en San Lázaro el día de la toma ilusionista de posesión de Felipe Copperfield). Sin tanto argüende, los concesionarios o permisionarios de nuevas frecuencias de radio consiguieron que en la nueva normatividad impositiva aprobada en el Senado se les permita no pagar esas obligaciones durante los primeros cinco años de operación, pues los pobrecitos empresarios difícilmente obtendrán ganancias en ese lapso, según consideraron los comprensivos senadores (influyentismo necesario).
Día de fintas y tanteos, con los membretes representativos del empresariado poniendo el grito en el cielo de la Bolsa de Valores por la indecisión de los legisladores y con producción variada de entretenimientos para que no todo mundo se tense o preocupe por la ruleta rusa económica que senadores y diputados juegan en estas horas: así saltó al escenario, por ejemplo, la recurrente duda sobre la identidad de los Aburtos (ahora, que unos certificados escolares, analizados por alguien que fue agente del Cisen, muestran historias diferentes del múltiple asesino solitario) y, para concentrar la atención del respetable en asuntos profundamente importantes, se convirtió en asunto vital para la nación el tema del costo y la marca de los tenis que un hijo de López Obrador llevó este lunes a la protesta a las afueras del Senado (acuciosidad periodística selectiva, con chismorreo que desemboca en la campaña mediática de desgaste a la figura de AMLO que desde el calderonismo se ha ordenado y se premia, sin que esas lupas histéricas toquen ni con el pétalo de una referencia crítica los casos de las verdaderas ofensas sociales que constituyen los comportamientos, prendas y costumbres de las elites políticas y económicas; clasismo pedestre abonado al clima de odio inducido).
Mientras sigue el jaloneo por el asunto de los ingresos pero, sobre todo, de los posteriores egresos, el tema de los trabajadores electricistas sigue acumulando pólvora y mechas. En la Carpa Bucareli se está representando una malísima obra de engaños en la que Alejandro Muñoz, el esquirol sindical habilitado por Los Pinos, acude, anhelante y comprometido, a presentar su plan de trabajo como representante sustituto del SME. Lleno de ilusiones y movido por su buena fe, Alejandro quiere restablecer la mesa de diálogo, sentarse a platicar, intercambiar ideas, opiniones y buscar una mejor salida a los problemas actuales. El buen muchacho de la película financiada por Caldera Productions no es de inmediato aceptado por los caporales de la hacienda Bucareli, quienes anunciaron que se tomarán su tiempo para decidir si aceptan las propuestas del esperanzado Muñoz. Oh, ¿el patroncito Gómez Mont cederá a las peticiones del buen Alejandro, o lo acusará de tener ranchos con caballos finos y le cerrará las puertas de la capillita de Los enjuagues?
Así andarán las cosas que el prudente López Obrador se ha permitido la licencia literaria de decir desde la devastada Oaxaca profunda que la sociedad mexicana no quiere violencia, ese no es camino, pero le están tocando ya las costillas al tigre. ¿Grrrr, o miau?, ese es el dilema felino. (Ca)Marchelo Ebrard, por su parte, organiza maullidos corales al agrupar tras de sí a las bancadas de la Asamblea de Representantes (incluso la panista, en un indicio de que algo se habrá concedido a los blanquiazules, tal vez alguna tregua respecto a Simitrio Dodi) para pedir al Congreso federal que respete la viabilidad financiera de la capital del país.
Y, mientras se ven las consecuencias políticas que tendrá para Humberto Moreira, de Coahuila, el haber sido el único gobernador que se opuso al 16 por ciento de IVA que los demás impulsaron en espera de mochadas presupuestales especiales, ¡hasta mañana, con FC confundiendo a Benedetti con Arjona!
Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mx

Alfredo Jalife-Rahme: Bajo la lupa
Antecedente: Estados Unidos y Gran Bretaña, al unísono de su simiesca coalición voluntariosa, inventaron la posesión de inexistentes armas de destrucción masiva de Irak, al que acabaron por pulverizar sin piedad. El objetivo estadunidense era capturar sus hidrocarburos, lo cual fue confesado por Alan Greenspan, el malhadado y malvado ex gobernador de la Reserva Federal.
Hechos: seis años más tarde de la ilegal invasión de la dupla anglosajona a Irak, los mismos actores –esta vez sumados obscenamente por Israel, hoy gobernado por el partido fundamentalista Likud– recurren a la misma coartada y a su muy aburrido montaje hollywoodense no solamente para engañar a sus opiniones públicas intoxicadas por los multimedia controlados por el sionismo financiero, sino, peor aún, con el fin de atacar (inclusive con armas nucleares, en el caso explícito de Israel) a Irán bajo sospecha de poseer armas atómicas inexistentes.
En las negociaciones de Ginebra y Viena entre el grupo hexapartita (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania) e Irán se ha conseguido romper el estancamiento para activar una solución viable al programa nuclear civil de la antigua Persia, que ha aceptado el principio de enviar a Rusia alrededor de tres cuartas partes de su producción de bajo uranio enriquecido (entre 5 y 10 por ciento, es decir, muy lejos del alto uranio enriquecido de más de 90 por ciento que se necesita para fabricar una bomba atómica), con el fin de transformarlo en barras de combustible destinadas exclusivamente para isótopos terapéuticos médicos.
Irán prosigue el diálogo constructivo y ha aceptado la inspección de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) a su instalación subterránea situada en las cercanías de la ciudad sagrada chiíta de Qom.
Si por sus actos los conoceréis, como reza la Biblia, ergo, Irán solamente puede ser juzgada por la ejecución de sus promesas y no por los deseos unilaterales de sus enemigos, los cuales sueñan, primero, con la captura de sus hidrocarburos (la segunda reserva, respectivamente, de petróleo de la OPEP y de gas a escala planetaria) y, segundo, con provocar un cambio de régimen, como hizo la CIA cuando instaló al sha.
La exhumación de la dizque planta nuclear secreta subterránea de Qom, conocida por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, condujo a una neurótica cuan viciosa campaña desinformativa de los multimedia controlados por el sionismo financiero (en las que no podía faltar Televisa, que parece más un canal israelí que mexicano), con el fin de exhibir las malas intenciones de la teocracia de los ayatolas chiítas. Irán envió una carta a la AIEA anunciando la construcción de las instalaciones de enriquecimiento de uranio hasta 5 por ciento en su planta de Qom. A los inspectores de la AIEA –por cierto, muy optimista en cuanto al devenir de una solución negociada– les corresponderá la palabra final y no al súper halcón primer ministro Israelí Bibi Netanyahu ni a su descontrolado canciller Avigdor Lieberman, quien incitó a lanzar una bomba nuclear para acabar con los palestinos de Gaza (Mondoweiss, 13/1/09), declaración obviamente escamoteada por los multimedia del sionismo financiero, que ha desarreglado la quintaesencia del acto jurídico que fundamentó la civilización occidental: ahora resulta que Irán es culpable hasta que no demuestre que es inocente.
Irán no posee armas nucleares, reza la desinformación del sionismo financiero, pero está a punto de fabricarlas. ¡Vaya evidencia de los coetáneos sofistas bizantinos!
Dejemos atrás que el programa nuclear iraní fue iniciado por el sha de Irán a instancias de Estados Unidos para contener a Rusia en el mar Caspio.
Ni Rusia ni China, ya no se diga el país afectado (Irán), son fácilmente amenazados por la viciosa guerra sicológica de la desinformación sionista, que tiene como objetivo someter mentalmente a Obama para que adopte las previas políticas bélicas fracasadas de los neoconservadores straussianos y los súper halcones a sueldo del Pentágono –que incluyen al siniestro Comité del peligro presente (Comittee on the present danger), del que forma(ba) parte Enrique Krauze Kleinbort, quien opera con travestismo de palomita demócrata.
La prensa rusa ha expuesto que Israel posee 200 bombas nucleares, que el excelso Boletín de los científicos estadunidense extiende a 400. Israel no permite en forma unilateral que los inspectores de la AIEA accedan al reactor nuclear israelí de Dimona ni firma, de forma soberbia, el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (los casos de India y Pakistán, coincidentemente dos aliados de Estados Unidos, que practica las dos pesas y mil medidas).
Tanto la prensa rusa como la china son más serenas al abordar el contencioso nuclear de Irán, deliberadamente dramatizado telenovelescamente a los dos lados del Atlántico norte sin sustento.
Un juicioso escrutinio de los datos duros exhibe que las imputaciones contra Irán se basan frágilmente en sospechas etéreas y no en evidencias irrefutables.
¿Es posible mantener en secreto un programa para fabricar una bomba atómica cuando se es literalmente asediado por una estrecha vigilancia tanto de la AIEA como de la CIA?
Hasta no demostrar lo contrario: en cada inspector de la AIEA un hijo de la CIA te dio, como se ha demostrado hasta el cansancio.
En los documentos abiertos públicamente, con análisis de los múltiples servicios de espionaje de Estados Unidos, se reconoce que Irán no está produciendo armas nucleares ni opera para su desarrollo ulterior.
Una bomba atómica iraní ha sido catalogada como antislámica por los dos supremos líderes de la revolución chiíta: los ayatolas Jomeini y Jamenei, como nos agotamos en demostrar en el selecto programa de nuestro amigo Porfirio Muñoz Ledo, en el Canal 34 mexiquense, tanto el ex embajador de México en Irán y Asia central, mi amigo Luis Ortiz Monasterio, como un servidor. Lo óptimo aspira a la desnuclearización de todo Medio Oriente, que incluya, sin excepciones ni engaños, a Israel.
Nada menos que el general retirado James Jones, hoy asesor de seguridad nacional de Obama, confesó que Estados Unidos carece de información de que Irán está a punto de fabricar una bomba atómica, con base en la presentación de informes de los resultados de sus propios servicios de inteligencia, que revelan, en la fase presente, la incapacidad del nivel de desarrollo tecnológico de los programas nucleares de Irán para tal propósito (CBS, 4/9/10).
Al contrario, James Jones expresó su satisfacción por las medidas adoptadas por Irán: existen avances concretos que van en el sentido correcto. Las declaraciones de Jones seguramente perturbaron al gobierno de Netanyahu, quien se ha erigido en juez universal, siendo la principal parte acusada, y desea que Obama, como anteriormente lo satisfizo Baby Bush, le borre del mapa a sus enemigos.
La prensa rusa no deglute el cuento texano-israelí sobre la bomba atómica de Irán, que no existe, y no soslaya los verdaderos intereses geopolíticos de Estados Unidos en el gran Medio Oriente para controlar sus pletóricas reservas de hidrocarburos, lo cual se subsume en las guerras que libra infructuosamente Estados Unidos en Irak y en Afganistán, y que desea extender a Irán.
La escalada de sanciones y el bloqueo contra Irán tienen como objetivo crear dificultades económicas y tensiones entre su pluralidad étnica, y hasta la balcanización teledirigida (v. gr. los actos terroristas en la estratégica provincia de Baluchistán, pletórica de gas). Fue justamente la táctica que usaron abiertamente Estados Unidos y subrepticiamente la CIA contra Irak en 1991 y 2003: carencia de alimentos y agua potable, así como enfermedades que diezmaron a su población cuando fallecieron más de un millón de personas, mediante un ablandamiento neomalthusiano previo a las operaciones bélicas.
Conclusión: sea como fuere, no existe coartada contra Irán, y el posicionamiento de Rusia y China es radicalmente diferente hoy en la antigua Persia que en Irak seis años atrás.
Carlos Fernández-Vega: México SA
¡Oh, sorpresa! Resulta –por si alguien tuviera dudas– que el inquilino de Los Pinos conoció, oportunamente y en detalle, que la principal carga financiera para Luz y Fuerza del Centro no fue resultado del contrato colectivo de trabajo, sino de la compra de energía a la Comisión Federal de Electricidad y el costo de combustibles para su generación, y no se lo dijo un energúmeno de este puño sí se ve, sino su fiel subsecretario de Electricidad, Benjamín Contreras Astiazarán, cuya jefa directa no es otra que la secretaria de Energía, la señora Georgina Kessel, a su vez presidenta de la junta de gobierno de la otrora paraestatal.
A pesar de lo anterior, el inquilino de Los Pinos y jilgueros que le hacen coro llevan dos semanas al hilo –bombardeo propagandístico de por medio– culpando única y exclusivamente a los trabajadores del caos imperante en la extinta Luz y Fuerza del Centro, en la cual –según el mismo orfeón– no existía junta de gobierno, ni presidenta experta en troquelar monedas, ni funcionarios que tomaran decisiones, ni mucho menos representantes de seis secretarías de despacho que, casualmente, dependen del propio autor del decretazo nocturno del pasado 11 de octubre.
¿Dónde andaba la junta de gobierno, con la titular de Energía en la presidencia, más los señores de Hacienda, Economía, Desarrollo Social, Medio Ambiente, Función Pública y de pilón los directores de la Comisión Federal de Electricidad y de la propia Luz y Fuerza del Centro? Dónde, porque cuando menos desde 2007 la Cámara de Diputados puso el dedo en la herida: uno de los principales problemas financieros que enfrenta LFC son los adeudos que con la paraestatal tienen los gobiernos estatales de Hidalgo, México, Morelos y Puebla, así como los municipios y Organismos Operadores de Agua (OOA) por concepto de suministro de energía eléctrica, lo que ha impactado negativamente el costo financiero para el organismo. Y aderezaba el comentario con el siguiente dato terrorífico: de 1998 a 2005, dichos adeudos crecieron casi 500 por ciento, y ese comportamiento se mantuvo en años posteriores. Para nadie era un secreto esta situación, pero nadie hizo nada para corregirla. Por el contrario, con manga ancha se permitió el deterioro financiero de la otrora empresa del Estado.
Tampoco hicieron caso al creciente fardo financiero que a Luz y Fuerza del Centro le significaba el precio en que CFE le vendía el fluido eléctrico, y la propia Cámara de Diputados advirtió que la adquisición de energía de LFC a CFE incide en el suministro de la misma, ya que el abasto se tiene que realizar con plantas generadoras externas alejadas de los centros de consumo y, por consiguiente, el transportar la energía desde puntos remotos incrementa las pérdidas técnicas por la conducción de energía a través de las líneas de transmisión. Aunado a ello, se encuentran las pérdidas no técnicas, como el consumo ilícito originado por asentamientos irregulares, alteraciones de medidores en baja y media tensión, facturación alterada y errores en la toma de lecturas y en la estimación de consumos.
Cuando menos desde 2007, por medio del Presupuesto de Egresos de la Federación, el Congreso instruyó a la junta de gobierno de LFC presentar a la Secretaría de Energía un programa de acciones para lograr una meta anual de recuperación de las pérdidas no técnicas de 20 por ciento del monto total de las mismas, proyecto denominado Programa Multianual de Reducción de Pérdidas No Técnicas, 2007-2012, pero más allá de discursos y documentos la acción no prosperó, porque desactivar diablitos tenía un elevado costo político y también obligar a las grandes empresas a pagar con dinero contante y sonante.
Todo eso se conocía de tiempo atrás. De hecho, Calderón fue secretario de Energía, con lo que a la vez presidió la junta de gobierno de Luz y Fuerza del Centro. ¿De plano ni se enteró de lo que sucedía en la extinta empresa del Estado? Puede ser, porque estaba más dedicado a la grilla sucesoria –lo que no es novedad en la clase política–, pero ya instalado en Los Pinos su fiel subsecretario de Electricidad, el citado Contreras Astiazarán, tuvo a bien entregarle el Informe de la desincorporación mediante extinción del organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro, y el Diagnóstico de Luz y Fuerza, en el que se especifica cuál es el verdadero costo financiero para la empresa (el pago de energía a Comisión Federal de Electricidad duplicó el costo total de operación de Luz y Fuerza y, por lo tanto, las transferencias presupuestales; La Jornada, Enrique Méndez).
Así, la campaña de Los Pinos en contra de los 45 mil desempleados por decreto resulta igual de perversa que la muerte por extinción de la otrora paraestatal. Aun en el supuesto –sólo eso– de que Felipe Calderón no se hubiera enterado, porque estaba de fiesta celebrando lo bien que hacía las cosas y entretenido con lo sólido que estaba el navío de gran calado, con el documento publicado ayer por La Jornada, el susodicho cuenta ya con elementos suficientes y decentes (no podrá llamar traidor a su fiel subsecretario de Electricidad) para reivindicarse y rearmar su estrategia mediática, es decir, ordenar a su coro que cambie de melodía y enfoque la voz hacia las verdaderas causas del debilitamiento financiero de Luz y Fuerza del Centro, y que al mismo tiempo pregunte, con notas suaves, dónde estaba la junta de gobierno.
Pero como no va por allí el tiro, la nota de Enrique Méndez pone la cereza: “los documentos –de los cuales La Jornada obtuvo copias– fueron enviados por Felipe Calderón al presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Francisco Ramírez Acuña, junto con una carta fechada el 12 de octubre, un día después de publicado el decreto de extinción. En esa misiva, el Ejecutivo asegura: ‘la Secretaría de Energía llevó a cabo un diagnóstico sobre el organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro, en el que se muestra claramente la problemática de la situación financiera y operativa (...) y en el que se concluye que la situación financiera del organismo no resulta sostenible’”. Y en la férrea pelea de los panistas por obtener el premio al servilismo, Ramírez Acuña –que no sólo arma comparecencias a modo para los funcionarios calderonistas– no dio cuenta del oficio al pleno en la sesión del martes 13, y apenas el viernes 16 envió una copia al presidente de la Junta de Coordinación Política, Francisco Rojas Gutiérrez. Ayer, el coordinador del grupo plural que decidirá si se presenta una controversia constitucional o una acción de inconstitucionalidad contra el decreto, Alfonso Navarrete Prida, ofreció a diputados gestionar la entrega de un ejemplar.
Las rebanadas del pastel
¡Felicidades!, borregitos blanquiazules, que cada día lo hacen mejor.
cfvmexico_sa@hotmail.commexicosa@infinitum.com.mx

Disposiciones fiscales: otro año perdido
A lo que puede verse, la pretendida reforma fiscal impulsada por el Ejecutivo federal, aprobada en lo sustancial en la Cámara de Diputados y rechazada posteriormente en la de Senadores, ha desembocado en un estira y afloja en el que las distintas fuerzas políticas han buscado obtener dividendos de imagen, electorales y presupuestales.
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El Correo Ilustrado
Retroceso social, el despido en LFC: juristas
La Asociación Americana de Juristas (AAJ), organización no gubernamental con estatuto consultivo en el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, expresa: El hecho de disolver una empresa pública de servicio vital para cualquier país –como la electricidad– y despedir a 44 mil trabajadores utilizando la fuerza es un abuso de poder que violenta la convivencia social. En el caso mexicano representa un retroceso histórico, al violentarse el artículo 123 de la Constitución que durante muchas décadas fue ejemplo a imitar en el constitucionalismo social de América Latina y el mundo.
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Bernardo Barranco V.: Claroscuros entre anglicanos y el Vaticano
Sorpresivamente el papa Benedicto XVI anunció abrir de par en par las puertas de la Iglesia católica a los llamados anglicanos conservadores, iniciativa que en un futuro podría replantear el matrimonio de sacerdotes y religiosos(as), así como la reconciliación con numerosos curas casados.
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Arnoldo Kraus: Aborto: la noche latinoamericana
Para entender los vínculos entre aborto, religión –en este caso catolicismo– e intolerancia es bueno contar en muy pocas líneas la historia del siniestro Daniel Ortega. La cuento porque sus traspiés permiten entender que el pasado no cuenta ni para la persona que cambia ni para algunos religiosos que saben perdonar todo con tal de ganar adeptos y dinero (como la curia nicaragüense).
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José Steinsleger: Uruguay sin Artigas
Hasta cierto punto, con mirada superficial, podría entenderse que a raíz de la singularidad cultural de sus pueblos originarios, Bolivia, Chile y Paraguay se piensen distintos de sus vecinos. Menos lógico, en cambio, resulta la separación entre Uruguay y Argentina.
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Insistir en la valentía del señor Calderón no le rehízo su fuero interno, ya tan vapuleado por múltiples tropiezos y banalidades. Las desavenencias del liderazgo priísta, debido a sobrecargas por triunfos electorales presentes y, sobre todo, en vista de los futuros, lo tienen arrinconado contra la pared. Tampoco le acarreó la simpatía instantánea que las primeras hurras lanzadas por los capitostes de la IP parecían anunciar con motivo de la extinción de LFC. Los mismos mercados a que tan atentos se muestran sus consejeros hacendistas se mostraron cautos en sus pronósticos de mejoría. Sí, en cambio, un hálito de enojo mal contenido comenzó a extenderse por laderas, calles y montes de esta asfixiada República hasta posarse en el centro anímico de la ciudadanía. El descontento colectivo, aún antes de que se trasladen los incrementos impositivos a los bolsillos ciudadanos, borbotea al borde del abismo.
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José María Pérez Gay/I: Historia íntima del muro de Berlín
Hay ciudades cuyo destino cambia de acuerdo a la historia y que al cambiar modifica a sus habitantes: pueblos sometidos a un exterminio que habrá de perpetuarse, al parecer, hasta la consumación de los siglos (fecha incierta), y en donde sus habitantes, descubren el sentido de su propia destrucción y enloquecen. En mi primera estancia en Berlín Occidental y en Alemania creí encontrarme con emblemas de ese género de ciudades y pueblos. El 1 de septiembre de 1939, al estallar la Segunda Guerra Mundial, Berlín tenía 4.5 millones de habitantes. Los bombardeos aéreos –que comenzaron en 1941– exterminaron a 320 mil habitantes hasta la fecha de la capitulación, el 8 de mayo de 1945. El bombardeo de los ingleses de julio de 1943 causó cuarenta mil muertos y 370 mil casas y edificios destruidos. A principios de 1945, la batalla de Berlín demolió la ciudad y casi la borró del mapa, decenas de miles cayeron defendiendo la ciudad.
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Alejandro Nadal: Macroeconomía: ¿de agua dulce o salada?
Si algo aclaró la crisis de 2008-2009 es que esta generación de economistas no tenía la más mínima idea de cómo funciona una economía monetaria. La gran mayoría tenía un compromiso ideológico con una teoría del mercado cuyo nulo contenido científico impidió ver los síntomas de la hecatombe. Su enamoramiento con las fáciles recetas del neoliberalismo los llevó a una cosmovisión en la que las crisis no existen.
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Hace tiempo escuchamos que, ahora sí, ya llegó el fin del libro. Nos dicen que los e-books habrán de terminar con esa rica tradición iniciada por Gutenberg. Tradición que revolucionó a Europa y a todo el mundo, pues hizo posible la reforma protestante de Lutero –el más grande promotor de la lectura de todos los tiempos– y la misma Ilustración.
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