Prácticas erróneas para corregir conductas de menores de edad
Revela estudio de la Universidad de Coahuila
Por Sofía Noriega
Saltillo, Coah.18 may 10 (CIMAC).- Aunque la costumbre de dar nalgadas, pellizcos, cachetadas o insultos, son considerados castigos para corregir la conducta de los menores de edad, académicos expertos consideran que estas prácticas podrían ser el punto de partida para conductas antisociales o violentas por parte de las y los niños.
El investigador Jesús Acevedo, de la facultad de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Coahuila (UADEC), sostiene que aunque para la mayoría de los padres de familia un castigo, no es lo mismo que maltrato, en ambos casos, los menores de edad son objeto de sanciones que van desde un grito hasta los golpes.
El estudio "El castigo infantil en México: las prácticas ocultas", publica la investigación del catedrático en Aguascalientes durante 2008 que comprendió entrevistas a 600 familias de 9 colonias, y en la segunda parte se destaca el estudio que llevó a cabo en la ciudad de Saltillo, en 2009.
En Saltillo, donde fueron entrevistadas 650 familias de 11 colonias, se advierte que para el 99 por ciento de los padres de familia no es lo mismo maltrato que castigo, aunque los estudios del maltrato infantil desde la década de los 70 han evidenciado, entre otros hallazgos, que existe una confusión social entre maltrato y castigo ejercido en las niñas y niños.
Las familias entrevistadas tanto de Saltillo como de Aguascalientes, están en esta misma creencia, es decir, consideran que el maltrato tiene el propósito de dañar y el castigo de educar.
Jesús Acevedo, señaló que los castigos aplicados a los menores de edad por los padres o tutores son muy parecidos en ambas ciudades. En el caso de los hombres adultos y niños entrevistados, las cinco prácticas de castigo físico más utilizadas fueron: nalgadas, cachetadas, coscorrones, pellizcos y zarandeos. Las mujeres acostumbran a utilizar más las nalgadas, pellizcos, tirones de pelo y orejas, y en cuarto lugar las cachetadas y coscorrones y finalmente los zarandeos.
"Los hallazgos en las dos ciudades son muy parecidos, lo que queremos es establecer las similitudes y diferencias en diferentes puntos del país."
En el caso particular de México, estudios previos arrojaron que el maltrato correctivo o moderado no es visto como una práctica negativa, incluso "aquellas madres que no llegaban al nivel más alto de castigo, sí manifestaban su derecho y su voluntad de corregir a sus hijos utilizando castigos moderados".
El investigador afirma, "hace 30 años castigar a los niños a latigazos o con cualquier objeto, o porque no hacían su tarea o porque cometían errores dentro del hogar, era tan común que no provocaba siquiera algún tipo de remordimiento.
"En algunos países europeos se ha reconocido que esas prácticas deben ser prohibidas, en 1979 Suecia se convirtió en el primer país en imponer sanciones a quienes aplicaran castigos a los menores de edad", abundó el investigador.
Las cifras oficiales recolectadas por Acevedo de 1995 al 2002, hablan de un total de 118 mil 458 denuncias recibidas, de las cuales se comprobó el maltrato en 70 mil 743 casos de niñas y niños de 0 a 14 años de edad.
El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia a nivel nacional recibirá en los próximos años un promedio de 29 mil denuncias anuales al respecto del maltrato infantil, dijo el catedrático.
Organismos internacionales han pronunciado que el maltrato infantil representa toda una problemática social, manifestándose como una enfermedad social internacional, presente en todos los sectores y clases sociales.
Saltillo, Coah.18 may 10 (CIMAC).- Aunque la costumbre de dar nalgadas, pellizcos, cachetadas o insultos, son considerados castigos para corregir la conducta de los menores de edad, académicos expertos consideran que estas prácticas podrían ser el punto de partida para conductas antisociales o violentas por parte de las y los niños.
El investigador Jesús Acevedo, de la facultad de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Coahuila (UADEC), sostiene que aunque para la mayoría de los padres de familia un castigo, no es lo mismo que maltrato, en ambos casos, los menores de edad son objeto de sanciones que van desde un grito hasta los golpes.
El estudio "El castigo infantil en México: las prácticas ocultas", publica la investigación del catedrático en Aguascalientes durante 2008 que comprendió entrevistas a 600 familias de 9 colonias, y en la segunda parte se destaca el estudio que llevó a cabo en la ciudad de Saltillo, en 2009.
En Saltillo, donde fueron entrevistadas 650 familias de 11 colonias, se advierte que para el 99 por ciento de los padres de familia no es lo mismo maltrato que castigo, aunque los estudios del maltrato infantil desde la década de los 70 han evidenciado, entre otros hallazgos, que existe una confusión social entre maltrato y castigo ejercido en las niñas y niños.
Las familias entrevistadas tanto de Saltillo como de Aguascalientes, están en esta misma creencia, es decir, consideran que el maltrato tiene el propósito de dañar y el castigo de educar.
Jesús Acevedo, señaló que los castigos aplicados a los menores de edad por los padres o tutores son muy parecidos en ambas ciudades. En el caso de los hombres adultos y niños entrevistados, las cinco prácticas de castigo físico más utilizadas fueron: nalgadas, cachetadas, coscorrones, pellizcos y zarandeos. Las mujeres acostumbran a utilizar más las nalgadas, pellizcos, tirones de pelo y orejas, y en cuarto lugar las cachetadas y coscorrones y finalmente los zarandeos.
"Los hallazgos en las dos ciudades son muy parecidos, lo que queremos es establecer las similitudes y diferencias en diferentes puntos del país."
En el caso particular de México, estudios previos arrojaron que el maltrato correctivo o moderado no es visto como una práctica negativa, incluso "aquellas madres que no llegaban al nivel más alto de castigo, sí manifestaban su derecho y su voluntad de corregir a sus hijos utilizando castigos moderados".
El investigador afirma, "hace 30 años castigar a los niños a latigazos o con cualquier objeto, o porque no hacían su tarea o porque cometían errores dentro del hogar, era tan común que no provocaba siquiera algún tipo de remordimiento.
"En algunos países europeos se ha reconocido que esas prácticas deben ser prohibidas, en 1979 Suecia se convirtió en el primer país en imponer sanciones a quienes aplicaran castigos a los menores de edad", abundó el investigador.
Las cifras oficiales recolectadas por Acevedo de 1995 al 2002, hablan de un total de 118 mil 458 denuncias recibidas, de las cuales se comprobó el maltrato en 70 mil 743 casos de niñas y niños de 0 a 14 años de edad.
El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia a nivel nacional recibirá en los próximos años un promedio de 29 mil denuncias anuales al respecto del maltrato infantil, dijo el catedrático.
Organismos internacionales han pronunciado que el maltrato infantil representa toda una problemática social, manifestándose como una enfermedad social internacional, presente en todos los sectores y clases sociales.
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