8/15/2010

Federación de Mujeres Cubanas, 50 años junto a la Revolución


Yudith Díaz Gazán (Prensa Latina *)

La Habana, (PL) La Federación de Mujeres Cubanas (FMC) arribará a su aniversario 50 el próximo 23 de agosto, inmersa en el cumplimiento de su compromiso con la Revolución.
Los festejos son una deferencia al Comandante en Jefe, Fidel Castro, defensor de la igualdad de género y abanderado siempre en las luchas de las mujeres, aseguró la secretaria general de la FMC, Yolanda Ferrer.

Durante una conferencia de prensa por el medio siglo de la organización, la dirigente aseveró que la ocasión establece la ratificación del compromiso con el presidente, Raúl Castro, y el Partido, de constituir un verdadero puntal de la Revolución.
La celebración se hará de cara al quehacer productivo en todos los sectores. De modo que en este aniversario, enfatizó Ferrer, las mujeres estarán movilizadas en jornadas de trabajos voluntarios y de apoyo a la producción de alimentos en el país.

La fiesta está dedicada a su presidenta, la luchadora Vilma Espín, inspiradora y guía de las féminas en la isla, insistió. A propósito de las cinco décadas de labor de la Federación, la ocasión posibilitará reconocer a fundadoras, personalidades e instituciones con la Distinción 23 de Agosto y el Sello Conmemorativo 50 Aniversario. A mujeres que se convirtieron en historias vivas como Celia Sánchez, Haydée Santamaría y Mariana Grajales, también se dedica la celebración, en la cual se reitera el compromiso de las mujeres de defender nuestras conquistas.

En diciembre de 1966, al clausurar una reunión de la FMC, el líder de la Revolución comenzó su discurso con las siguientes palabras: "Le dije a un compañero que este fenómeno de las mujeres en la Revolución era una revolución dentro de otra revolución.(...) Si nos preguntaran cuáles son las cosas que más nos ha enseñado la Revolución, responderíamos que una de las lecciones más interesantes que los revolucionarios estamos recibiendo en la Revolución es la lección que nos están dando las mujeres".

En aquellos momentos la FMC era muy joven, pero su acción había llegado a todas las mujeres del país, lo cual demostraba que la iniciativa de crear una organización femenina se podía valorar como una de las determinaciones más sabias y justas adoptadas entonces. La práctica cotidiana lo probaba con creces porque desde los primeros días del triunfo se sintió la pujanza de las cubanas, quienes apoyaron las medidas contra los enemigos del pueblo y el derecho del país a construir su propio futuro. Resultaba imprescindible elevar el nivel cultural, técnico, político e ideológico de las féminas, para incorporarlas a todas las esferas de la vida y hacer más eficaz su aporte al proceso revolucionario. La FMC nació el 23 de agosto de 1960, y como expresó Vilma Espín, desde el principio se actúo con un doble propósito: "A través de la educación ideológica crear conciencia para realizar las tareas, y a través de las tareas educar ideológicamente a la mujer".

Los primeros planes de trabajo fueron tareas sencillas y atractivas para las mujeres, fundamentalmente las amas de casas, a quienes la Federación dedicó una especial atención. Después vinieron otras misiones y en 1961 se fundan las escuelas para campesinas Ana Betancourt, por cuyas aulas pasaron anualmente unas 10 mil alumnas, y los centros nocturnos de superación de las domésticas, para incorporarlas al trabajo en bancos y organismos estatales. Otras labores desplegadas fueron la campaña de alfabetización, que involucró a 91 mil federadas, la erradicación de la prostitución y garantía de empleo para ellas, los cursos de corte y costura, los de primeros auxilios, y la integración a la defensa.

También en el trabajo voluntario, en la recogida de algodón y café, en las zafras del pueblo y en otras tareas agrícolas que fortalecieron su conciencia revolucionaria. Su creciente participación en la vida económica y social de Cuba demandó la creación de los círculos infantiles en 1961 y se responsabilizó a la FMC con las instituciones educativas. A partir de 1964 surgieron nuevas fuentes de labor y una cuestión principal fue incorporar a la mujer al trabajo y velar a través de las Comisiones de Empleo Femenino porque los niveles logrados no disminuyeran. En algunas esferas como la educación y la salud predominan las féminas, hecho posible porque un objetivo de la Federación fue elevar el nivel cultural y técnico del grupo. Las autoridades cubanas han reconocido en disímiles ocasiones la labor meritoria en el campo internacional, en el que la FMC goza de prestigio y forma parte de diferentes organismos, como la Comisión de Naciones Unidas sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer.

Uno de los combates de la mujer cubana de hoy se centra en lograr que sean promovidas a cargos de alta envergadura y exigencia. Ellas con su actuación ofrecen cada día interesantes lecciones y confirman que son una revolución dentro de la Revolución. (*) La autora es periodista de la Redacción Nacional de Prensa Latina.

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