Julio Hernández López: Astillero
Queriéndolo etiquetar como el malo de la película, los curas de élite podrían acabar convirtiendo a Marcelo Ebrard en el bueno del rodaje electoral. Falto de hervores políticos, sin carisma desbordado, el actual jefe del gobierno capitalino ha realizado una tarea sensatamente aceptable al frente de la administración del Distrito Federal, pero notablemente exitosa en cuanto a reformas legales que han dotado a la ciudad de México de un rostro de tolerancia, pluralidad y modernidad que, de manera natural, ha provocado el enojo militante de los segmentos de ultraderecha. Sin estridencia, la hechura política de Manuel Camacho ha puesto el peso de su cargo y la habilidad política provenientes de su textura multipartidista para sacar adelante propuestas legislativas a las que otros jefes de gobierno, como el propio Andrés Manuel López Obrador, les dieron la vuelta por cálculos electorales inmediatos y por una formación política más conservadora o, si se prefiere, menos audaz.
El tamaño de la transformación jurídica y social que el marcelismo ha empujado en la ciudad de México lo da justamente la dimensión de la respuesta airada y desquiciada de los máximos jefes de la burocracia vaticana en México: el primitivo golpeador jalisciense mejor conocido como el Cavernal Sandoval y el más refinado y pretencioso, con sede en la capital del país, Norberto Rivera. Uno, el tapatío, ha acusado a Ebrard y a etéreos organismos internacionales de maicear a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que otorguen credenciales de constitucionalidad a los matrimonios de personas del mismo sexo y, a partir de ayer, a la facultad de adopción de esas parejas homoparentales. El otro, el capitalino, ha hecho saber, por medio de su muy activo vocero, el sacerdote Hugo Valdemar, que las políticas impulsadas por Ebrard son más dañinas para la sociedad que el narcotráfico.
En el fondo, los políticos vestidos de púrpura lo que tratan es de insertar con privilegios su voz en el informal diálogo real de recomposición de poderes que hoy se está dando en México (y que no tiene nada que ver con las pláticas escenográficas e improductivas que ha encabezado en días recientes el licenciado Calderón). La cúpula de la Iglesia católica no quiere quedarse fuera del eventual proceso de torpe recomposición a que podrían llevar los constantes y crecientes problemas del gobierno felipense. Con Fox poco pudo cobrar de regalías ese alto clero acelerado, pues el boquiflojo de San Cristóbal quedó debiéndoles a muchos de sus promotores ideológicos, dado como era a prometer más de lo que podía cumplir, y con Felipe el Católico tampoco se han podido programar diezmos políticos e incluso hay quienes ven rondar al cristianismo (es decir, segmentos cristianos no católicos) en las cercanías de la pareja de Los Pinos, en particular en el ala de la señora Margarita.
Por ello, los cardenales en jefe han decidido montar el histórico espectáculo de asustar con el petate de la Cristiada, mostrándose profundamente disgustados porque las leyes terrenas están incluyendo en el marco de lo legalmente admitido y permitido lo que ellos pretenden mantener en el escaparate de los productos satanizados, para así mantener en activo el milenario negocio de la tiendita de las creencias y las prohibiciones. La Iglesia católica ve decrecer aceleradamente su influencia y poder en el México cambiante, entre otras cosas porque su añejo aire de autoridad moral autodeclarada no resiste la prueba de los hechos, en particular de los referentes a la tendencia enferma de muchos de los sacerdotes formalmente célibes a desahogar sus naturales flujos de sexualidad mediante la agresión a niños entregados a su custodia o cercanos a sus sotanas enfebrecidas. Los dos combatientes neocristeros de hoy, Sandoval y Rivera, tienen expedientes relacionados cuando menos con protección institucional que han brindado a sacerdotes involucrados en casos de delitos sexuales: el de Guadalajara sostiene una clínica de atención y ayuda a curas que han abusado de menores y que lo seguirán haciendo luego de las presuntas terapias fraternas; el de la ciudad de México muy apenas ha librado formalmente, no de fondo, las acusaciones de encubrimiento de acciones pederastas que desde Estados Unidos le han enderezado.
Ebrard está, pues, en un momento en que puede cobrar políticamente, de manera legítima, lo que le corresponde por la apuesta de alto riesgo que tomó al empujar las reformas jurídicas relacionadas con suspensión del aborto, matrimonios entre personas del mismo sexo y derecho a adoptar. La acusación desproporcionada e insostenible del normalmente retador jefe de la Iglesia católica en Guadalajara ha llevado a Ebrard a anunciar un plazo que hoy termina para que se retracte de las imputaciones o será sometido a un procedimiento legal que lo obligue a recular. Si el Cavernal Sandoval no se desdice, y Ebrard cumple su advertencia, y coloca a la maquinaria judicial en la obligación de procesar al fanfarrón cardenal jalisciense, someterlo al curso natural del litigio, sin aceptar el virtual fuero espiscopal, y castigarlo por sus mentiras e infamia, el jefe del gobierno capitalino habrá redondeado una plausible operación de modernización política y social. Con la Iglesia ha topado (en el inmobiliario sentido original cervantino y en el politizado que incorrecta pero constantemente se le da a ese pasaje).
Astillas
Peña Nieto ensaya amagos: la gira de AMLO debe ceñirse a la legalidad. ¿Cuándo no lo ha hecho el tabasqueño?... Felipe repite en diario francés la imagen de mucama hacendosa que tanto le gusta: si levanto polvo es porque estoy limpiando... Y, mientras siguen saliendo, sin culpa demostrada, otros atrapados en el michoacanazo, lo que permite al gobernador Godoy defender a su polémico hermano, ¡hasta mañana, con la versión de que entre los aspirantes a comprar Mexicana está Advent, la firma relacionada en 2006 con el Hildebrando del fraude electoral!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Queriéndolo etiquetar como el malo de la película, los curas de élite podrían acabar convirtiendo a Marcelo Ebrard en el bueno del rodaje electoral. Falto de hervores políticos, sin carisma desbordado, el actual jefe del gobierno capitalino ha realizado una tarea sensatamente aceptable al frente de la administración del Distrito Federal, pero notablemente exitosa en cuanto a reformas legales que han dotado a la ciudad de México de un rostro de tolerancia, pluralidad y modernidad que, de manera natural, ha provocado el enojo militante de los segmentos de ultraderecha. Sin estridencia, la hechura política de Manuel Camacho ha puesto el peso de su cargo y la habilidad política provenientes de su textura multipartidista para sacar adelante propuestas legislativas a las que otros jefes de gobierno, como el propio Andrés Manuel López Obrador, les dieron la vuelta por cálculos electorales inmediatos y por una formación política más conservadora o, si se prefiere, menos audaz.
El tamaño de la transformación jurídica y social que el marcelismo ha empujado en la ciudad de México lo da justamente la dimensión de la respuesta airada y desquiciada de los máximos jefes de la burocracia vaticana en México: el primitivo golpeador jalisciense mejor conocido como el Cavernal Sandoval y el más refinado y pretencioso, con sede en la capital del país, Norberto Rivera. Uno, el tapatío, ha acusado a Ebrard y a etéreos organismos internacionales de maicear a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que otorguen credenciales de constitucionalidad a los matrimonios de personas del mismo sexo y, a partir de ayer, a la facultad de adopción de esas parejas homoparentales. El otro, el capitalino, ha hecho saber, por medio de su muy activo vocero, el sacerdote Hugo Valdemar, que las políticas impulsadas por Ebrard son más dañinas para la sociedad que el narcotráfico.
En el fondo, los políticos vestidos de púrpura lo que tratan es de insertar con privilegios su voz en el informal diálogo real de recomposición de poderes que hoy se está dando en México (y que no tiene nada que ver con las pláticas escenográficas e improductivas que ha encabezado en días recientes el licenciado Calderón). La cúpula de la Iglesia católica no quiere quedarse fuera del eventual proceso de torpe recomposición a que podrían llevar los constantes y crecientes problemas del gobierno felipense. Con Fox poco pudo cobrar de regalías ese alto clero acelerado, pues el boquiflojo de San Cristóbal quedó debiéndoles a muchos de sus promotores ideológicos, dado como era a prometer más de lo que podía cumplir, y con Felipe el Católico tampoco se han podido programar diezmos políticos e incluso hay quienes ven rondar al cristianismo (es decir, segmentos cristianos no católicos) en las cercanías de la pareja de Los Pinos, en particular en el ala de la señora Margarita.
Por ello, los cardenales en jefe han decidido montar el histórico espectáculo de asustar con el petate de la Cristiada, mostrándose profundamente disgustados porque las leyes terrenas están incluyendo en el marco de lo legalmente admitido y permitido lo que ellos pretenden mantener en el escaparate de los productos satanizados, para así mantener en activo el milenario negocio de la tiendita de las creencias y las prohibiciones. La Iglesia católica ve decrecer aceleradamente su influencia y poder en el México cambiante, entre otras cosas porque su añejo aire de autoridad moral autodeclarada no resiste la prueba de los hechos, en particular de los referentes a la tendencia enferma de muchos de los sacerdotes formalmente célibes a desahogar sus naturales flujos de sexualidad mediante la agresión a niños entregados a su custodia o cercanos a sus sotanas enfebrecidas. Los dos combatientes neocristeros de hoy, Sandoval y Rivera, tienen expedientes relacionados cuando menos con protección institucional que han brindado a sacerdotes involucrados en casos de delitos sexuales: el de Guadalajara sostiene una clínica de atención y ayuda a curas que han abusado de menores y que lo seguirán haciendo luego de las presuntas terapias fraternas; el de la ciudad de México muy apenas ha librado formalmente, no de fondo, las acusaciones de encubrimiento de acciones pederastas que desde Estados Unidos le han enderezado.
Ebrard está, pues, en un momento en que puede cobrar políticamente, de manera legítima, lo que le corresponde por la apuesta de alto riesgo que tomó al empujar las reformas jurídicas relacionadas con suspensión del aborto, matrimonios entre personas del mismo sexo y derecho a adoptar. La acusación desproporcionada e insostenible del normalmente retador jefe de la Iglesia católica en Guadalajara ha llevado a Ebrard a anunciar un plazo que hoy termina para que se retracte de las imputaciones o será sometido a un procedimiento legal que lo obligue a recular. Si el Cavernal Sandoval no se desdice, y Ebrard cumple su advertencia, y coloca a la maquinaria judicial en la obligación de procesar al fanfarrón cardenal jalisciense, someterlo al curso natural del litigio, sin aceptar el virtual fuero espiscopal, y castigarlo por sus mentiras e infamia, el jefe del gobierno capitalino habrá redondeado una plausible operación de modernización política y social. Con la Iglesia ha topado (en el inmobiliario sentido original cervantino y en el politizado que incorrecta pero constantemente se le da a ese pasaje).
Astillas
Peña Nieto ensaya amagos: la gira de AMLO debe ceñirse a la legalidad. ¿Cuándo no lo ha hecho el tabasqueño?... Felipe repite en diario francés la imagen de mucama hacendosa que tanto le gusta: si levanto polvo es porque estoy limpiando... Y, mientras siguen saliendo, sin culpa demostrada, otros atrapados en el michoacanazo, lo que permite al gobernador Godoy defender a su polémico hermano, ¡hasta mañana, con la versión de que entre los aspirantes a comprar Mexicana está Advent, la firma relacionada en 2006 con el Hildebrando del fraude electoral!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Como se supo con mucha anticipación, la dupla Televisa-Nextel resultó premiada con la licitación 21 del espectro radioeléctrico, mediante el voto de tres de los comisionados de Cofetel: el presidente Mony de Swaan, Rafael del Villar y Gonzalo Martínez Pous. Fue en el sexto intento, en la sexta reunión cuando salió humo blanco. En las juntas del viernes estuvieron ausentes Ernesto Gil Elorduy y José Luis Peralta Higuera. En la última de ayer se presentó Gil Elorduy y argumentó que no podía emitirse un fallo sobre la licitación porque existían medidas cautelares dictadas por dos jueces federales que lo impedían. Asimismo, el comisionado Del Villar planteó que los planes de inversión de Televisa y Nextel, así como de las otras compañías que recibieron fallos favorables, no estaban suficientemente garantizados, al final de cuentas nada las obligaba. Por su lado, Peralta Higuera de tiempo atrás había expresado su desacuerdo con las bases de la misma licitación. Sin embargo, la instrucción había sido dictada desde Los Pinos, había pasado por el secretario de Comunicaciones, Juan Molinar Horcasitas, quien a su vez la transmitió a su chalán Mony de Swaan, al que había convertido recientemente en presidente de Cofetel. De ese modo Televisa se quedó con su concesión a precio de ganga. Pagará de inmediato sólo 180 millones 300 mil pesos, y el resto en abonos chiquitos a lo largo de 20 años. En cambio, Pegaso Comunicaciones habrá de cubrir por la suya mil 273 millones 884 mil pesos. Y el Grupo Slim 3 mil 793 millones 865 mil. En resumen, Televisa ahora tiene en su menú televisión abierta, televisión por cable y satelital, Internet y telefonía celular. Al principio del concurso se dijo que se abriría el mercado a la competencia. Supuestamente se trataría de disminuir el poder monopólico de Telmex y Telcel. El resultado final es que nació un megamonopolio, que tiene el poder de someter a sus intereses al gobierno mexicano. Ya lo demostró.
Ahorrando en plata
Hay una inquietud en la clase media mexicana –transformada por las sucesivas crisis en pobre alta– sobre el mejor medio de ahorrar a fin de ganar más de lo que pagan los fondos de inversión y las escuálidas cuentas de ahorro de los bancos. Mañana miércoles tendrá lugar un foro con el tema ahorrando en plata, que organizan el Colegio Nacional de Economistas y el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. Tendrá lugar en el salón Andromeda del hotel Nikko a partir de las 10 horas. Participarán Alberto Cano Vélez, Dra. Verónica Villarespe Reyes, Eduardo Turrent, Sergio Almazán, Raúl Mejía González y Manuel Díaz Mondragón.
Como se supo con mucha anticipación, la dupla Televisa-Nextel resultó premiada con la licitación 21 del espectro radioeléctrico, mediante el voto de tres de los comisionados de Cofetel: el presidente Mony de Swaan, Rafael del Villar y Gonzalo Martínez Pous. Fue en el sexto intento, en la sexta reunión cuando salió humo blanco. En las juntas del viernes estuvieron ausentes Ernesto Gil Elorduy y José Luis Peralta Higuera. En la última de ayer se presentó Gil Elorduy y argumentó que no podía emitirse un fallo sobre la licitación porque existían medidas cautelares dictadas por dos jueces federales que lo impedían. Asimismo, el comisionado Del Villar planteó que los planes de inversión de Televisa y Nextel, así como de las otras compañías que recibieron fallos favorables, no estaban suficientemente garantizados, al final de cuentas nada las obligaba. Por su lado, Peralta Higuera de tiempo atrás había expresado su desacuerdo con las bases de la misma licitación. Sin embargo, la instrucción había sido dictada desde Los Pinos, había pasado por el secretario de Comunicaciones, Juan Molinar Horcasitas, quien a su vez la transmitió a su chalán Mony de Swaan, al que había convertido recientemente en presidente de Cofetel. De ese modo Televisa se quedó con su concesión a precio de ganga. Pagará de inmediato sólo 180 millones 300 mil pesos, y el resto en abonos chiquitos a lo largo de 20 años. En cambio, Pegaso Comunicaciones habrá de cubrir por la suya mil 273 millones 884 mil pesos. Y el Grupo Slim 3 mil 793 millones 865 mil. En resumen, Televisa ahora tiene en su menú televisión abierta, televisión por cable y satelital, Internet y telefonía celular. Al principio del concurso se dijo que se abriría el mercado a la competencia. Supuestamente se trataría de disminuir el poder monopólico de Telmex y Telcel. El resultado final es que nació un megamonopolio, que tiene el poder de someter a sus intereses al gobierno mexicano. Ya lo demostró.
Ahorrando en plata
Hay una inquietud en la clase media mexicana –transformada por las sucesivas crisis en pobre alta– sobre el mejor medio de ahorrar a fin de ganar más de lo que pagan los fondos de inversión y las escuálidas cuentas de ahorro de los bancos. Mañana miércoles tendrá lugar un foro con el tema ahorrando en plata, que organizan el Colegio Nacional de Economistas y el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. Tendrá lugar en el salón Andromeda del hotel Nikko a partir de las 10 horas. Participarán Alberto Cano Vélez, Dra. Verónica Villarespe Reyes, Eduardo Turrent, Sergio Almazán, Raúl Mejía González y Manuel Díaz Mondragón.
Carlos Fernández-Vega: México SA
Aunque vergonzosamente se echaron para atrás, si en realidad alguna vez se echaron para adelante, porque del discurso no pasaron, se supone que la presunta limpia de comida chatarra debió comenzar en la propia estructura de lo que algunos llaman gobierno federal, cuyas oficinas, escuelas, hospitales y conexos están saturados de máquinas expendedoras de este tipo de productos, al tiempo que instituciones como el DIF (Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, que preside la inquilina de Los Pinos, Margarita Zavala, a quien le encantan las galletas Mac’Ma), el ISSSTE y el IMSS, entre otras instituciones públicas, se cuentan entre los principales clientes de los consorcios chatarreros.
Se suponía, también (de acuerdo con un comunicado oficial) que a escasos seis días para el comienzo del nuevo curso escolar los titulares de las secretarías de Educación Pública y de Salud ofrecerían ayer una conferencia de prensa (marcada a las 17 horas) para detallar los lineamientos generales para el expendio o distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de consumo escolar de los planteles de educación básica (kilométrico nombre que equivale al minúsculo esfuerzo que hicieron en tal sentido). Así de fácil en el México de las suposiciones (entre ellas, que el gobierno está al servicio de la sociedad), donde los intereses de las empresas chatarreras (nacionales y foráneas) de nueva cuenta prevalecieron, y las escuelas se mantendrán como parte fundamental de su voluminoso ingreso, aunque buena porción de éste sea a costillas de la salud infantil.
En línea con los titulares de la SEP y de la Ssa, Alonso Lujambio y José Angel Córdova Villalobos, el supuesto líder de la bancada panista en el Senado de la República, Gustavo Madero, aseguró que no cedimos a presiones de las trasnacionales de las burbujas para frenar la aprobación de la ley contra la comida chatarra. Habría que felicitarlos, porque a pesar de que los tres rechazan eso de las presiones, los hechos demuestran exactamente lo contrario, entre ellos que 60 iniciativas legislativas para contener la inundación de productos de esa naturaleza y el bombardeo publicitario asociado a la comercialización de la chatarra, y por ende comenzar a resolver el problema de obesidad infantil en el país, han acabado en el bote de la basura, y que la intentona mediática del calderonato terminó en el ridículo.
Dice el senador Madero que el citado es un tema muy importante para procesar, porque se trata de la salud de los mexicanos, lo que “en consecuencia exige que las modificaciones y las condiciones aseguren que este problema de salud pública pueda ser resuelto de la mejor manera con una visión a mediano plazo y no de forma coyuntural y mediatista… la ley no está congelada, se está revisando, toda vez que algunos legisladores no están conformes con los términos y los plazos que se están fijando para que entre en vigor”. Eso dice, pero el hecho es que desde cuando menos cinco años atrás, cada intento (de todos los partidos políticos representados en el Congreso) para regular o de plano erradicar la comida chatarra de los planteles educativos ha terminado en el cesto de la basura.
Lo mismo sucede con la supuesta intención gubernamental de limitar el expendio de pastelitos, papitas, refrescos y conexos. Si el intento fuera real, lo primero que debe hacer la supuesta autoridad es sacar a los chatarreros de su padrón de proveedores, cortar el presupuesto público a estas empresas que dañan la salud de los mexicanos, especialmente los niños. Ello, porque Bimbo (con todas su marcas, que son muchas), Pepsico (ídem) y Coca-Cola (ibídem), entre otras, aparecen en prácticamente todas las dependencias públicas, ya sea por medio de permisos para la instalación de máquinas expendedoras (las de monedas) o de plano a través de multimillonarios contratos para la entrega directa de sus productos, principalmente en instituciones de salud.
Por ejemplo, el DIF (Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia) que llena las panzas de los niños supuestamente protegidos con, entre otros, productos Bimbo. El propio monopolio del pan industrializado reconoce (informe 2009 entregado a la Bolsa Mexicana de Valores) que en su inventario de principales clientes sobresale este organismo, así como los hospitales del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con los cuales se tienen acuerdos especiales para elaborar presentaciones especiales para satisfacer sus necesidades individuales. El DIF, pues, no es ajeno al creciente problema de obesidad infantil.
Entonces, el gobierno deberá comenzar por limpiar a las instituciones públicas, de manera especial los centros educativos. Ello incluye los cientos de permisos, concesiones, contrataciones (adjudicaciones directas en prácticamente todos los casos) y conexos que otorgan a las empresas chatarreras. Por ejemplo, Diconsa (autodefinida como una institución que contribuye al bienestar e igualdad de oportunidades de los habitantes de las localidades con población en situación de pobreza a través del abasto de bienes básicos y complementarios de manera eficiente con la participación de la sociedad) canaliza un importante volumen de recursos públicos a adquirir refrescos, frituras, pastelitos y demás para distribuirlos como bienes básicos entre los mexicanos depauperados.
Se dan casos como el de la Secretaría de Energía que destina recursos públicos a la compra de Just Frutie, PanditaS15 gr., Bubulubu, LunetaS20 gr., Bocadín, Chocoretas y Kranky, de acuerdo con el registro del IFAI, lo mismo que en el caso del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, que adquirió (a Bimbo) dulces para el día del niño por más de 30 mil pesos. Y en tal registro aparece el monopolio del pan industrializado –propiedad de la siempre pía familia Servitje–, con todas sus marcas comerciales (Marinela, Barcel, Ricolino, etcétera, etcétera), al igual que Sabritas, Pepsi, Coca-Cola y demás refresqueras, las cuales también venden, a precio de oro, millones de litros de agua embotellada a las dependencias públicas todo, desde luego, pagado con recursos de los mexicanos obesos.
Las rebanadas del pastel
¿Me están oyendo, inútiles?: como en el caso de las empresas chatarreras, ¿alguien, algún día, meterá en orden a los dueños de Mexicana de Aviación, con Gastón Azcárraga a la cabeza?, porque hacen lo que se les pega la gana, y la fiesta no concluye.
cfvmexico_sa@hotmail.com - mexicosa@infinitum.com.mx
Aunque vergonzosamente se echaron para atrás, si en realidad alguna vez se echaron para adelante, porque del discurso no pasaron, se supone que la presunta limpia de comida chatarra debió comenzar en la propia estructura de lo que algunos llaman gobierno federal, cuyas oficinas, escuelas, hospitales y conexos están saturados de máquinas expendedoras de este tipo de productos, al tiempo que instituciones como el DIF (Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, que preside la inquilina de Los Pinos, Margarita Zavala, a quien le encantan las galletas Mac’Ma), el ISSSTE y el IMSS, entre otras instituciones públicas, se cuentan entre los principales clientes de los consorcios chatarreros.
Se suponía, también (de acuerdo con un comunicado oficial) que a escasos seis días para el comienzo del nuevo curso escolar los titulares de las secretarías de Educación Pública y de Salud ofrecerían ayer una conferencia de prensa (marcada a las 17 horas) para detallar los lineamientos generales para el expendio o distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de consumo escolar de los planteles de educación básica (kilométrico nombre que equivale al minúsculo esfuerzo que hicieron en tal sentido). Así de fácil en el México de las suposiciones (entre ellas, que el gobierno está al servicio de la sociedad), donde los intereses de las empresas chatarreras (nacionales y foráneas) de nueva cuenta prevalecieron, y las escuelas se mantendrán como parte fundamental de su voluminoso ingreso, aunque buena porción de éste sea a costillas de la salud infantil.
En línea con los titulares de la SEP y de la Ssa, Alonso Lujambio y José Angel Córdova Villalobos, el supuesto líder de la bancada panista en el Senado de la República, Gustavo Madero, aseguró que no cedimos a presiones de las trasnacionales de las burbujas para frenar la aprobación de la ley contra la comida chatarra. Habría que felicitarlos, porque a pesar de que los tres rechazan eso de las presiones, los hechos demuestran exactamente lo contrario, entre ellos que 60 iniciativas legislativas para contener la inundación de productos de esa naturaleza y el bombardeo publicitario asociado a la comercialización de la chatarra, y por ende comenzar a resolver el problema de obesidad infantil en el país, han acabado en el bote de la basura, y que la intentona mediática del calderonato terminó en el ridículo.
Dice el senador Madero que el citado es un tema muy importante para procesar, porque se trata de la salud de los mexicanos, lo que “en consecuencia exige que las modificaciones y las condiciones aseguren que este problema de salud pública pueda ser resuelto de la mejor manera con una visión a mediano plazo y no de forma coyuntural y mediatista… la ley no está congelada, se está revisando, toda vez que algunos legisladores no están conformes con los términos y los plazos que se están fijando para que entre en vigor”. Eso dice, pero el hecho es que desde cuando menos cinco años atrás, cada intento (de todos los partidos políticos representados en el Congreso) para regular o de plano erradicar la comida chatarra de los planteles educativos ha terminado en el cesto de la basura.
Lo mismo sucede con la supuesta intención gubernamental de limitar el expendio de pastelitos, papitas, refrescos y conexos. Si el intento fuera real, lo primero que debe hacer la supuesta autoridad es sacar a los chatarreros de su padrón de proveedores, cortar el presupuesto público a estas empresas que dañan la salud de los mexicanos, especialmente los niños. Ello, porque Bimbo (con todas su marcas, que son muchas), Pepsico (ídem) y Coca-Cola (ibídem), entre otras, aparecen en prácticamente todas las dependencias públicas, ya sea por medio de permisos para la instalación de máquinas expendedoras (las de monedas) o de plano a través de multimillonarios contratos para la entrega directa de sus productos, principalmente en instituciones de salud.
Por ejemplo, el DIF (Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia) que llena las panzas de los niños supuestamente protegidos con, entre otros, productos Bimbo. El propio monopolio del pan industrializado reconoce (informe 2009 entregado a la Bolsa Mexicana de Valores) que en su inventario de principales clientes sobresale este organismo, así como los hospitales del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con los cuales se tienen acuerdos especiales para elaborar presentaciones especiales para satisfacer sus necesidades individuales. El DIF, pues, no es ajeno al creciente problema de obesidad infantil.
Entonces, el gobierno deberá comenzar por limpiar a las instituciones públicas, de manera especial los centros educativos. Ello incluye los cientos de permisos, concesiones, contrataciones (adjudicaciones directas en prácticamente todos los casos) y conexos que otorgan a las empresas chatarreras. Por ejemplo, Diconsa (autodefinida como una institución que contribuye al bienestar e igualdad de oportunidades de los habitantes de las localidades con población en situación de pobreza a través del abasto de bienes básicos y complementarios de manera eficiente con la participación de la sociedad) canaliza un importante volumen de recursos públicos a adquirir refrescos, frituras, pastelitos y demás para distribuirlos como bienes básicos entre los mexicanos depauperados.
Se dan casos como el de la Secretaría de Energía que destina recursos públicos a la compra de Just Frutie, PanditaS15 gr., Bubulubu, LunetaS20 gr., Bocadín, Chocoretas y Kranky, de acuerdo con el registro del IFAI, lo mismo que en el caso del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, que adquirió (a Bimbo) dulces para el día del niño por más de 30 mil pesos. Y en tal registro aparece el monopolio del pan industrializado –propiedad de la siempre pía familia Servitje–, con todas sus marcas comerciales (Marinela, Barcel, Ricolino, etcétera, etcétera), al igual que Sabritas, Pepsi, Coca-Cola y demás refresqueras, las cuales también venden, a precio de oro, millones de litros de agua embotellada a las dependencias públicas todo, desde luego, pagado con recursos de los mexicanos obesos.
Las rebanadas del pastel
¿Me están oyendo, inútiles?: como en el caso de las empresas chatarreras, ¿alguien, algún día, meterá en orden a los dueños de Mexicana de Aviación, con Gastón Azcárraga a la cabeza?, porque hacen lo que se les pega la gana, y la fiesta no concluye.
cfvmexico_sa@hotmail.com - mexicosa@infinitum.com.mx
El Correo Ilustrado
El triunfo de los gays es de todos
El presidente Benito Juárez siempre está presente en los actos y memoria de esta nación. Desde una pared de la Suprema Corte, su lema El derecho al respeto ajeno es la paz dictamina la verdad y la tolerancia; en nuestra sociedad debiera ser la razón fundamental de nuestra forma de actuar. Desde todos los ámbitos somos una nación plural. Ahora una minoría, la que ganó derechos legales de matrimonio y adopción, constituye un triunfo, que es de todos porque entonces otras minorías –como los olvidados indígenas– pueden aspirar a iguales conquistas. Somos muchas minorías en México que, sumadas, conformamos esta gran nación.
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El triunfo de los gays es de todos
El presidente Benito Juárez siempre está presente en los actos y memoria de esta nación. Desde una pared de la Suprema Corte, su lema El derecho al respeto ajeno es la paz dictamina la verdad y la tolerancia; en nuestra sociedad debiera ser la razón fundamental de nuestra forma de actuar. Desde todos los ámbitos somos una nación plural. Ahora una minoría, la que ganó derechos legales de matrimonio y adopción, constituye un triunfo, que es de todos porque entonces otras minorías –como los olvidados indígenas– pueden aspirar a iguales conquistas. Somos muchas minorías en México que, sumadas, conformamos esta gran nación.
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Luis Hernández Navarro: Proceso Díaz contra los caciques
El profesor Proceso Díaz Ruiz nació en Molango, Hidalgo, el 3 de septiembre de 1951. Y, por haber venido al mundo en la Huasteca y ser maestro de educación pública, desde que tiene uso de razón se ha topado con cacicazgos. En su pueblo y en su región, con el de los Austria. En su estado, con el de Manuel Sánchez Vite y sus sucesores. En el sindicato de maestros con el de Carlos Jonguitud Barrios y Elba Esther Gordillo.
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El profesor Proceso Díaz Ruiz nació en Molango, Hidalgo, el 3 de septiembre de 1951. Y, por haber venido al mundo en la Huasteca y ser maestro de educación pública, desde que tiene uso de razón se ha topado con cacicazgos. En su pueblo y en su región, con el de los Austria. En su estado, con el de Manuel Sánchez Vite y sus sucesores. En el sindicato de maestros con el de Carlos Jonguitud Barrios y Elba Esther Gordillo.
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José Blanco: Despojos heroicos
Es muy difícil imaginar cómo le funciona la cabeza a unos gobernantes que se les ocurrió desenterrar unos despojos de humanos, contabilizarlos, medirlos, ¡remozarlos!, para exhibirlos en Palacio Nacional hasta el 30 de julio de 2011, con el propósito de conmemorar a los jefes españoles o españolitos nacidos en la Nueva España, en una gran parte, que estuvieron al frente de los movimientos de Independencia.
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Es muy difícil imaginar cómo le funciona la cabeza a unos gobernantes que se les ocurrió desenterrar unos despojos de humanos, contabilizarlos, medirlos, ¡remozarlos!, para exhibirlos en Palacio Nacional hasta el 30 de julio de 2011, con el propósito de conmemorar a los jefes españoles o españolitos nacidos en la Nueva España, en una gran parte, que estuvieron al frente de los movimientos de Independencia.
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Marco Rascón: Phil Kelly y los irlandeses en México
Así como en la historia forjamos el concepto de malinchismo, sinónimo de sumisión y entreguismo, así debemos reconocer el irlandismo y a San Patricio reconocerlo como el santo del nacionalismo solidario, traído por los irlandeses que asumieron la causa de México con todas sus consecuencias.
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Así como en la historia forjamos el concepto de malinchismo, sinónimo de sumisión y entreguismo, así debemos reconocer el irlandismo y a San Patricio reconocerlo como el santo del nacionalismo solidario, traído por los irlandeses que asumieron la causa de México con todas sus consecuencias.
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Durante la primera década de este siglo, México ha estado inmerso en uno de los más intensos debates ideológicos de los que se tenga memoria, el cual traduce una lucha entre dos posturas que aparecen como irreconciliables. En el centro se encuentran dos temas de gran complejidad. Por un lado, el estatus del embrión humano, sobre el que existen concepciones divergentes, como en el caso del aborto, en el que adicionalmente quedan involucrados de forma muy clara derechos, como el de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y su maternidad.
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Teresa del Conde: Cien años de la UNAM
El número 8 de la Revista 2010 está dedicado a conmemorar los 100 años de la Universidad Nacional (Autónoma a partir de 1929) que correspondió al ideario de Justo Sierra. Consta de unas 344 páginas con ilustraciones y sin duda se convertirá en volumen de colección, no sólo por parte de universitarios. El ensayo histórico inicial está a cargo de Fernando Serrano Migallón, ex director de la Facultad de Derecho, titulado Universidad y Revolución.
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El número 8 de la Revista 2010 está dedicado a conmemorar los 100 años de la Universidad Nacional (Autónoma a partir de 1929) que correspondió al ideario de Justo Sierra. Consta de unas 344 páginas con ilustraciones y sin duda se convertirá en volumen de colección, no sólo por parte de universitarios. El ensayo histórico inicial está a cargo de Fernando Serrano Migallón, ex director de la Facultad de Derecho, titulado Universidad y Revolución.
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