Por Guadalupe Cruz Jaimes
México, DF, 22 ago 12 (CIMAC).-
Para reducir la muerte materna (MM) en Chiapas, uno de los cinco
estados del país donde se concentran los decesos ligados al embarazo,
parto o puerperio, urgen servicios de salud en los que el personal
atienda a las mujeres indígenas en su lengua y sin discriminación.
Pese
a las 157 obras en infraestructura e insumos para mejorar la salud
reproductiva, realizadas por la Secretaría Salud local de 2007 a 2010,
la falta de voluntad y sensibilización del personal sigue poniendo en
riesgo la vida de las chiapanecas.
“Los médicos les dicen
‘venga al siguiente día, hoy no la puedo atender’, no les importa lo
que les implica a las mujeres poder llegar a un hospital: hasta cuatro
horas de traslado, el gasto en pasajes y comida”, acusó Gertrudis
Hernández, secretaria de los Pueblos y Culturas Indígenas en Chiapas.
La
funcionaria estatal de origen tzotzil, abogada de profesión y diputada
en la Legislatura pasada del Congreso local, precisó que en la entidad,
donde 27 por ciento de las y los 1.1 millones de habitantes es
indígena, “urgen servicios culturalmente cercanos, en su lengua, donde
los médicos pongan de su parte para mejorar la atención”.
Actualmente
“son pocos (doctores y enfermeras) los que hablan en alguna lengua
indígena, debe ser uno de cada 100 o menos”, criticó Hernández.
Esta
situación es preocupante cuando en ese estado sureño, 14 de cada 100
personas no hablan español, sólo se comunican en su lengua materna, ya
sea tzeltal, tzotzil, chol o zoque.
Además, la secretaria
denunció que el trato sigue siendo discriminatorio: “Es triste que en
los servicios de salud algunos médicos les niegan el servicio o los
medicamentos”.
“A mí me ha tocado. Una vez iba con mi mamá y
nos dijeron ‘no, no las podemos atender’, pero yo empecé a pelear
porque no había razón para no atendernos, el personal estaba en horario
de trabajo. Es una realidad que no atienden como deben atender a esta
población”, sostuvo.
La funcionaria explicó que ese acto de
discriminación ocurrió cuando ella ya tenía un cargo público, y que por
su vestimenta indígena el personal de salud le negó el servicio.
El
maltrato en las unidades de salud es un factor que impacta en la razón
de MM (RMM), indicador que en Chiapas se ubica en 63.5 decesos ligados
al embarazo, parto o puerperio por cada 100 mil mujeres, por encima de
la RMM nacional que es de 51.5 fallecimientos.
“La mayoría de
los casos de MM también ocurren por la falta de atención rápida en una
emergencia obstétrica, que muchas veces se debe a la saturación de los
servicios, pero también a la falta de voluntad de los médicos para
atender a sus pacientes”, aseveró Hernández.
Por lo anterior,
la funcionaria llamó a las autoridades del sector Salud del ámbito
federal, estatal y municipal a trabajar de manera conjunta para abatir
la problemática, invirtiendo en la capacitación y sensibilización del
personal, además de infraestructura e insumos.
Hernández
reconoció que ha habido un esfuerzo por reducir la MM durante la actual
administración, encabezada por el priista Juan Sabines, que se traduce
en la creación de 157 obras realizadas por la Secretaría de Salud local
de 2007 a 2010.
Entre la nueva infraestructura están 118 centros
de salud microrregionales, un hospital general, nueve hospitales
básicos comunitarios y un banco de sangre.
No obstante,
subrayó Gertrudis Hernández, aún falta mucho por hacer para que las
chiapanecas, principalmente indígenas de comunidades marginadas,
accedan a servicios de “calidad y calidez” que abonen a la mejora de su
salud reproductiva.
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