LABORAL
Padecen discriminación y reproducen roles de género
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-Al ingresar a las fuerzas policiacas las mujeres se empoderan y potencian sus posibilidades de desarrollo, pero desempeñan sus actividades a partir de roles de género que las colocan en desigualdad respecto a sus pares varones.
En el Tercer Coloquio de Investigación sobre Mujeres Policías, realizado hoy en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Ciencias Sociales y Humanidades (Ceiich) de la UNAM, expertas abordaron las situaciones y circunstancias que enmarcan el trabajo de estas mujeres.
La doctora en Sociología por la UNAM Olivia Tena Guerrero, al presentar el proyecto editorial “Mujeres en la policía: miradas feministas sobre su experiencia y su entorno laboral”, sostuvo que en las instituciones policiales no hay perspectiva de género, pues son instancias que se crearon desde un esquema masculino.
Es por esta razón –sostuvo– que aunque se brinden al personal policial cursos de sensibilización y capacitación en perspectiva de género “no se logrará avanzar si no se realiza un cambio directo en la institución”.
Con el proyecto de investigación que Tena Guerrero inició en 2009 (próximo a convertirse en un libro), en colaboración con las académicas Guadalupe Rossette Mohedano, Jahell López Guerrera y Alma Delia Buendía, se tuvo un acercamiento a la forma en que las mujeres policías se desempeñan en su labor y su vida privada.
Y es que a decir de la también maestra en Psicología, para “las mujeres no hay división entre lo público y lo privado”, circunstancia que también se vive dentro de las fuerzas policiacas, pues ellas continúan ligadas a los roles de cuidado de otras personas.
La investigación basada en entrevistas y el acercamiento con 520 mujeres policías del Distrito Federal detectó que algunas de sus motivaciones para ingresar a esta labor es mejorar sus ingresos en beneficio de sus hijas e hijos.
También entran motivadas por la inspiración que les dan algunos familiares que tienen carrera policial, así como la visión que se tiene de que las policías “tienen más opciones”, o que es un lugar que les brindará “seguridad”.
Olivia Tena acotó que al interior de la policía se sigue ligando a las mujeres a papeles de cuidado, pues en general se les asigna a la vigilancia y salvaguarda de lugares donde hay grupos y personas consideradas vulnerables, como escuelas o guarderías.
“También se les asigna a la atención de mujeres víctimas de violencia, pues se considera que tendrán más empatía con ellas, o en la infracción de multas, pues se piensa que las mujeres son menos corruptas”, aunque esto no necesariamente es verdad, ya que “las mujeres también tienen derecho a ser malas”, observó la investigadora.
La diferenciación entre mujeres y hombres al interior de la policía se vuelve más evidente en niveles superiores, como los de mando y dirección, pues además de que existen muy pocas mujeres en puestos de decisión (sólo 71 en el DF en 2010), al lograr acceder sus órdenes y capacidad son constantemente cuestionadas al considerar que sus emociones podrían interferir.
Tena Guerrero reiteró que al igual que en otros ámbitos laborales, las mujeres policías no abandonan sus responsabilidades en el espacio doméstico, pues según los testimonios recopilados, ellas organizan sus horarios e incluso cambian turnos para “llegar a cuidar a sus hijos o hacer la comida, mismas circunstancias que viven otras mujeres”.
Esta situación al mismo tiempo resulta contradictoria, toda vez que también se ha llegado a afirmar que al ingresar a la policía las mujeres se “masculinizan”, es decir adoptan actitudes o acciones culturalmente asociadas a los hombres.
“Pero las mujeres no se masculinizan, sólo tratan de adaptarse a las normas que las instituciones les imponen y estas instituciones están basadas en visiones masculinas”, sentenció la especialista.
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