9/22/2015

Los periodistas pal café. . . .



El gobierno mexicano hizo tal ensambladura de oportunidad ante una tragedia de mexicanos en Egipto que inevitablemente surgieron conjeturas respecto al verdadero móvil de tales exhibiciones. La rápidamente catapultada secretaria de Relaciones Exteriores y aspiraciones interiores, Claudia Ruiz Massieu Salinas de Gortari (RuMaSaGo), apareció en el centro de la escena, usuaria privilegiada del avión presidencial colocado para el rápido traslado de ella a El Cairo y para el cómodo retorno de los heridos a México. Y, como si se tratara de un episodio heroico, la llegada de los lesionados a su patria mereció un tratamiento épico, con banderas nacionales cubriendo los cuerpos colocados sobre camillas, con una vocación de la canciller por las fotografías propagandísticas que pareciera una campaña política adelantada.
A nombre de la administración de Enrique Peña Nieto también ha producido escarceos declarativos de corte patriotero la secretaria del futuro, Ruiz Massieu Salinas de Gortari (natural sería que esta funcionaria usara también el segundo apellido correspondiente a su madre, el De Gortari, de la misma manera que usa el segundo de su padre, el Massieu). Así como en su momento el ocupante de Los Pinos consideró que estaba en condiciones de resolver un enigma, el de la colocación de sus calcetas deportivas (en aquel episodio tragicómico del #Calcetagate), ahora pareciera sentirse en condiciones de exigir investigaciones rápidas y a fondo y castigo a culpables por ataques militares a civiles, aunque sea solamente en el caso de los turistas mexicanos asesinados en un desierto lejano.
Y en ese tendido de texturas egipcias distractoras (son famosas las alfombras mamelucas) asoma la tentación de exacerbar el nacionalismo fácil para encubrir con diatribas al extranjero la barbarie local, de inducir el patrioterismo barato para encubrir lo que tan caro resulta a la élite teóricamente gobernante. RuMaSaGo, además, anuncia nuevo equipo de trabajo y de entre los flamantes funcionarios destaca un factor de enlace, o una confirmación de alianzas de Manlio Fabio Beltrones con el salinismo, así fuera solamente el de Claudia: Francisco Agustín Arroyo Vieyra, político guanajuatense, nacido en 1959, poseedor de enorme experiencia en el ámbito legislativo, donde ha estado entre curules y escaños durante casi un cuarto de siglo, todo un decano del Congreso federal, quien ahora es el jefe de la oficina de la SRE.
Arroyo Vieyra ha dicho que al político que más admira es a Beltrones: Porque me ha enseñado a ser tolerante, porque ha sido solidario conmigo y porque es mi compañero de viaje (nota en ADN político: http://goo.gl/VJfy8C). Su colocación en la estratégica antesala de la secretaria del futuro hace ver que los afanes de RuMaSaGo no son solamente diplomáticos, y que para esa diversificación necesita a un político priísta con buen oficio y trato, con vocación artística (ha sido incluso actor en una película, Luna escondida, en un papel de sacerdote https://goo.gl/qXBxl7) y visión electoral. Un político, además, absolutamente identificado con el presidente nacional del PRI. Diplomacias veredes, tío Cid.
Isabel Miranda de Wallace y Samuel González Ruiz asoman con especiales declaraciones en el contexto del avivamiento del fuego patriotero para tratar de enfrentarlo a las llamas que alcanzan al aparato gubernamental por el caso Iguala-Cocula-Ayotzinapa. La ex candidata del PAN a la jefatura del gobierno capitalino y presidenta de la asociación Alto al Secuestro (cargo por el cual ha participado en múltiples actos públicos y en actividades a nombre de la siempre inconsulta sociedad civil) ha descubierto, con seis meses de retraso, que hay un conflicto de intereses en el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), pues uno de sus mandantes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tiene como máxima autoridad personal (secretario ejecutivo) a un mexicano, Emilio Álvarez Icaza Longoria, y por tanto su visión de lo sucedido en Iguala tendría un sesgo de nacionalidad directiva.
Tan torpe habría sido la administración peñista (no me defiendas, comadre) que no percibió tal conflicto de intereses a la hora de firmar el convenio con la CIDH y los familiares de los 43 normalistas desaparecidos. Álvarez Icaza fue nombrado secretario ejecutivo de esa comisión en julio de 2012, así que tal vez por andar en campaña sucedió que Peña y su equipo no se enteraron de aquella designación que honró la lucha por los derechos humanos y la comunicación social al servicio de las víctimas y los dolidos, que décadas atrás encabezaron José Álvarez Icaza y Luz María Longoria, matrimonio que desde la visión católica creó el Centro Nacional de Comunicación Social, Cencos.
Además de Miranda de Wallace, el doctor en derecho Samuel González Ruiz ha advertido de los riesgos de que haya tal confusión en cuanto a la participación de expertos extranjeros en la indagación del caso de los normalistas desaparecidos. Deben salir los actores políticos, ha dicho. Él fue titular de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada en el periodo en que el panista Antonio Lozano Gracia fue procurador federal de justicia en concertación partidista con Ernesto Zedillo.
La reacción adversa a los expertos independientes se produce justamente a unos días de que Enrique Peña Nieto se reúna con los familiares de los 43 y con ese grupo de especialistas. La creación de un clima de rechazo y de peligro a la indagación internacional independiente ha sido inducida desde esos poderes bajo la lupa en otros países y en otras circunstancias. Sería parte de un juego de hipocresía el estar alentando el patrioterismo en el caso egipcio y en el caso Ayotzinapa, todo en el contexto de un régimen entrampado, sin respuestas creíbles ni capital político de reserva.
Y, mientras en San Juan Chamula, Chiapas, se produjo el linchamiento de unos ladrones, ¡hasta mañana, con Susana Zabaleta enviando saludos jarochos (https://goo.gl/JtjWPG)!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx




Tras conocerse la denuncia contra su compañía, el presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, lamentó haber roto la confianza de sus clientes y del público. Vamos a cooperar plenamente con los organismos responsables, con transparencia y urgencia, para establecer abiertamente y completamente todos los hechos de este caso. Volkswagen ha ordenado una investigación externa de este asunto, dijo. ¿Cuál es el problema? Falsear la información sobre las emisiones de contaminantes de algunos de sus vehículos a fin de brincar la regulación de Estados Unidos. Las acciones de Volkswagen bajaron 18.6 por ciento de valor en la bolsa alemana después de conocerse que el grupo automovilístico se enfrenta a una probable multa de hasta 18 mil millones de dólares. Mmm. Es un golpe muy duro para la compañía y para el orgullo alemán. No sale sobrando una reflexión. ¿Ustedes escucharon alguna disculpa de CitiBank-Banamex, HSBC o Walmart cuando fueron pilladas en situaciones muy complejas –para decirlo con tono comercial suave–? Tampoco yo. Es la ventaja –para las corporaciones– de operar en países de tercer mundo con autoridades corruptibles.
No al corredor comercial
Algunos de los gobiernos perredistas que han estado al frente de la ciudad de México, entre ellos los de Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera, han favorecido el boom inmobiliario. Se avinieron muy bien los políticos de izquierda a los intereses de los especuladores. Pero está surgiendo un movimiento vigoroso de vecinos que ya no toleran las corruptelas de la Asamblea, Seduvi y las delegaciones. Tienen en la mira el corredor comercial (de cultura, sólo el nombre) de avenida Chapultepec. Miguel Ángel Mancera y Simon Levy quieren que se haga a como dé lugar, aún pasando sobre la opinión de los vecinos. El cuestionario que prepararon para una presunta encuesta contiene preguntas amañadas, de acuerdo con los vecinos.
Big Mac Index
No fue una sorpresa que el Banco de México dejara sin cambio la tasa de interés en 3 por ciento. Una buena noticia para quienes tienen la idea de comprar automóvil o departamento. Tampoco es novedad que si a la Reserva Federal se le ocurre subirla en Estados Unidos, aquí también aumentaría. Lo que si fue inesperado fue que Agustín Carstens dijera que el peso podría revaluarse. Ayer el dólar se cotizó a 17 pesos, a pesar de que el banco subastó otros 400 millones de dólares entre los banqueros. ¿A cuánto podría revaluarse? A $15.90. Supone que el peso está muy devaluado. ¿Cuánto? Según el Índice Big Mac de la revista The Economist, nuestra moneda mostraba una devaluación de 35 por ciento frente al dólar el pasado mes de julio. Pero nuestra moneda ha seguido cayendo, por lo que ese porcentaje es mayor. Así que una revaluación cabe en lo posible.



Como en tantas otras historias privatizadoras, la relativa a la industria petroquímica otrora nacional da cuenta de lo bien que los genios tecnocráticos han hecho las cosas: la producción sectorial se mantiene prácticamente estancada, con 16 años sin crecimiento y una relevancia económica permanentemente a la baja, al grado de que su participación en el producto interno bruto se desplomó de 10 por ciento en 1987 a sólo 1.8 por ciento en 2014.
La privatización del sector petroquímico nacional se remonta a los tiempos de Miguel de la Madrid, cuando a pesar del crecimiento sostenido del sector, en ese entonces paraestatal, el gobierno decidió abrirlo para que el capital privado ampliara su participación en él, utilizando para ello el truco de la reclasificación de productos (de estratégicos a prioritarios) y con la justificación de que se liberarán recursos públicos para atender las necesidades sociales.
Por aquellos ayeres, el propio De la Madrid daba cuenta de que el Ejecutivo a mi cargo aprobó un conjunto de medidas destinadas a fortalecer la industria petroquímica. Se reclasificaron 36 productos básicos (sólo el Estado participa) como secundarios (participación privada); el sector público se concentró en aquellos que constituyen su responsabilidad exclusiva, y se consolidó la participación de los sectores social y privado en los demás, lo que se traducirá en un incremento de la producción, en nuevas cadenas tecnológicas y en el cabal aprovechamiento de las ventajas que ofrece el mercado internacional.
Carlos Salinas de Gortari hizo lo propio y aseguró que la reclasificación de varios productos petroquímicos de básicos a secundarios en razón de los cambios tecnológicos ocurridos, permitirá liberar recursos públicos y contribuir a ese propósito, a la vez que estimulará la producción nacional de los mismos; se trabaja intensamente para elevar la productividad de esta actividad estratégica al haberse establecido nuevas relaciones laborales que protegen los derechos de los trabajadores y también los derechos de los mexicanos, auténticos propietarios de esta actividad. Al Estado le dejaron las migajas y el gran pastel se lo entregaron al capital privado.
Pues bien, tres décadas después son los propios empresarios congregados en la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ) quienes en un seminario sobre petroquímica resumen el resultado: a pesar de que México tiene una situación estratégica, la ventaja competitiva en energéticos no se materializa; la capacidad de refinación es reducida, lo que limita la disponibilidad de materia prima para la industria, de tal suerte que depende de las importaciones.
El desarrollo de la industria petroquímica se frenó abruptamente a partir del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y desde entonces no se ha establecido un plan de largo plazo para su crecimiento; la balanza comercial ha sido deficitaria en las últimas dos décadas, y el saldo negativo impacta en forma importante en la economía del país; Pemex no ha realizado inversiones mayores en petroquímica en los últimos 25 años, entre tantas otras delicias.
La tecnocracia decidió que la petroquímica no era un sector estratégico para el país y al no serlo –según dijo– el sector empresarial podría participar con sus dineros para que el erario liberara recursos para el sector social y respirara sin presiones. A la vuelta de los años el erario se mantiene cianótico y el sector social es una bomba de mecha cada día más corta.
Un paseo rápido por la historia dice así: en 1951 comenzó a desarrollarse el citado sector, y el gobierno de Adolfo López Mateos, al expedir la Ley Petroquímica de 1959, ratificó la exclusividad del Estado –vía Pemex– para procesar y comercializar la petroquímica básica y para ello estableció que la conformarían alrededor de 70 productos. En 1960 oficialmente se puso en marcha la industria petroquímica paraestatal, pero el gusto duró poco más de cinco lustros, pues en 1986 Miguel de la Madrid inició el desmantelamiento (privatización) de la industria petroquímica del Estado (para evitar que al pretender abarcar mucho se apriete poco). Así, de poco más de 70 productos petroquímicos básicos –reservados al Estado–, reclasificó alrededor de 40 y de un plumazo los reclasificó en secundarios –capital privado–, de tal suerte que restó margen de maniobra financiera y comercial a la industria petroquímica operada por Pemex y hasta ese momento reservada a la nación. Quedaron poco más de 30 productos básicos.
Tres años después (1989), Carlos Salinas de Gortari de nueva cuenta reclasificó los productos petroquímicos básicos y de 30 los redujo a 19, y en 1992 a sólo nueve, con lo que restringió más el margen de maniobra de Petróleos Mexicanos. La inversión pública en este sector prácticamente desapareció. Para no quedarse atrás, Ernesto Zedillo (1996) quiso dar la puntilla a la participación pública en esta área productiva e impuso la nueva ley reglamentaria del artículo 27 constitucional que autorizó la venta de 61 plantas petroquímicas propiedad de la nación (51 por ciento el Estado, 49 el capital privado), y de regalo un exquisito bombón: las nuevas reglas (la citada fórmula 51/49 por ciento) sólo se aplicaban a las plantas petroquímicas existentes –las viejas, a las que en esa década (1986-1996) no se les invirtió un solo centavo–, porque para las nuevas la inversión privada extranjera es al 100 por ciento.



Ya están llegando a la página (dianacionaldelmaiz) las invitaciones para celebrar el Día Nacional del Maíz. Aunque es el 29, ya se han adelantado algunos. El pasado 19 de septiembre, por ejemplo, en el jardín Libertad de la ciudad de Colima se inició el cuarto festival en defensa del maíz nativo; se dedicó a la activista Epitacia Zamora y a la presentación con vida de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. Lo organiza el Frente en Defensa del Maíz. Como las más de 300 organizaciones que conforman la campaña Sin Maíz no hay País, ellos se han pronunciado en contra de la siembra de maíz transgénico en México y en favor de la soberanía alimentaria y de los modelos agroecológicos basados en el respeto a la tierra.
Michoacán no se queda atrás, pues la celebración será el 27 de este mes en la Plaza Carrillo de Morelia; también la dedican a los 43 y a todas las víctimas del mal gobierno. Como en Colima, habrá venta y trueque de productos campesinos, talleres, música, danza; se compartirán conocimientos de la medicina indígena tradicional.




Tras un prolongado encuentro en la capital de Ecuador, los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y Venezuela, Nicolás Maduro, anunciaron en una declaración conjunta –leída por el presidente ecuatoriano Rafael Correa, mediador, junto con el mandatario uruguayo Tabaré Vázquez– el retorno inmediato de los respectivos embajadores, que habían sido retirados; la realización de una investigación conjunta de la situación de la frontera, una reunión bilateral de ministros para tratar los aspectos más preocupantes de la crisis fronteriza, que deberá reabrirse en forma paulatina, y la continaución de los contactos con el acompañamiento de los gobiernos ecuatoriano y uruguayo.

Técnicos mexicanos operan la alerta sísmica, subraya
A30 años del sismo de 1985, la administración pública organizó simulacros para probar su capacidad de respuesta ante un evento como el que se vivió en aquel entonces.

El retrato de Jhosivani Guerrero de la Cruz está pintado en las paredes exteriores de la escuela telescundaria de Omeapa, a unos cuantos metros de su casa. Junto a él están los rostros de otros dos amigos suyos del pueblo. Crecieron juntos y estudiaron juntos. Juntos entraron a la normal rural de Ayotzinapa. Juntos los desaparecieron.

El pasado 6 de septiembre se inició el preludio del primer aniversario de la desaparición forzada de 43 estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero, que se cumple el próximo 26 de septiembre. El informe Investigación y primeras conclusiones de las desapariciones y homicidios de los normalistas de Ayotzinapa, del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), rompió el impasse en que la Procuraduría General de la República (PGR) estaba instalada a partir de la autodenominada verdad histórica de Jesús Murillo Karam. También en los medios, a raíz del informe, se colocó el debate sobre la imposibilidad de que los 43 estudiantes desaparecidos hubiesen sido quemados en el basurero de Cocula y la propuesta de una nueva línea de investigación en torno al posible contenido de narcóticos en el quinto autobús de la comitiva estudiantil, uno de la empresa Estrella Roja, con número 1531, cuya toma fue circunstancial y no aparece destacado en la averiguación previa.

El 27 de septiembre de 2014, aquel largo, atroz día en que poco a poco se revelaba la magnitud de la tragedia perpetrada en Iguala durante la tarde y la noche anteriores, fue apareciendo un actor colectivo que se convertiría en referente de la vida nacional durante todo este año: los familiares de los normalistas desaparecidos. Uno de ellos, Adelaido Álvarez Gómez, expresó esa tarde: ‘‘Sabemos que faltan 55 alumnos que están desaparecidos y por eso venimos a Iguala a buscarlos; nos dicen que tres estudiantes murieron”.

¿Cómo debe entenderse el matrimonio PRI-PVEM? Es claro el proyecto no político, sino de negocio familiar en el origen, y de empresa corrupta del Verde a lo largo de su existencia. El poder político ha sido el medio para el enriquecimiento de una pandilla sin escrúpulos. El Niño Verde, desde días juveniles, poseía ya un estilo gang bastante desarrollado (hablo de gang en su vínculo nórdico con el inglés gangster). En 2004 lo vincularon con actos de corrupción, luego de que se publicó una videograbación entre él y un intermediario de un grupo de inversionistas en la que aceptaba una oferta por dos millones de dólares para la creación de hoteles dentro del corredor turístico de Cancún: actuaba con entera desenvoltura gang. El negocio se llevaría a cabo presuntamente con el gobernador priísta Joaquín Hendricks. Fue absuelto por falta de pruebas. El matrimonio funcionaba para los objetivos personales de priístas y verdes, usando las instituciones de gobierno hundidas en la corrupción.

La gigantesca fogata en el basurero de Cocula que nos relató el ex procurador Jesús Murillo Karam es real de alguna manera, en el mismo sentido en que lo son los otros relatos urdidos por el poder público federal en torno al ataque sufrido en Iguala por los normalistas de Ayotzinapa hace casi un año. Por ejemplo, la historia de que el matrimonio Abarca-Pineda ordenó la agresión para impedir que los muchachos deslucieran un acto público del DIF local, y la que le siguió: que el cártel local confundió a los chavos normalistas con integrantes de una organización rival. El conjunto de la administración peñista y en particular la sucesora del gran fabulador, Arely Gómez, siguen alimentando el fuego de la hoguera, ahora con una identificación basada en indicios genéticos tan inciertos que podría llevar a confundir los restos de Carlota con los de Luis XVI, con quien la breve emperatriz estaba emparentada por la línea materna.

Uno de los resultados importantes en la investigación realizada por la Universidad Innsbruck, los cuales fueron presentados el pasado 17 de septiembre por la titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Arely Gómez, es la confirmación de la presencia de material genético de Alexander Mora Venancio –uno de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa desaparecidos hace casi un año en Iguala Guerrero– en las muestras óseas examinadas con una técnica distinta a la utilizada previamente denominada secuenciación masiva en paralelo (MPS, sus siglas en inglés).

El 15 de septiembre, en la recepción de la embajada de México en Francia, y al día siguiente, en la de la delegación mexicana ante la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), las ceremonias comenzaron de la misma manera: los respectivos embajadores, Agustín García López Loaeza y Porfirio Thierry Muñoz Ledo, pidieron guardar un minuto de silencio en memoria de las víctimas mexicanas asesinadas en Egipto por los tiros de la aviación egipcia.

La virtud máxima que le encuentro a esta muestra que ha resultado políticamente discutible, en algunos casos específicos, por las inclusiones imperiales mexicanas que podrían dar lugar a un conjunto aparte y seguramente lo darán en un futuro no remoto, es que se trata de un trabajo en equipo en el que participaron especialistas de varias dependencias, incluidas las universidades Nacional Autónoma de México y de Barcelona, regidas por el equipo del Museo Nacional de Arte y no necesariamente bajo el criterio único de su director, Agustín Arteaga, sino de los mismos trabajadores asesorados por dos curadores principales, ambos del museo: Abraham Villavicencio y Paulina Bravo. El resultado es ecléctico y para todos los criterios, hasta para quienes gustan de las antiguallas que en este caso tienen carácter emblemático y las hay bien interesantes, como las monedas diseñadas por Gerónimo Antonio Gil, cuando se inauguró la Academia de San Carlos de la Nueva España y algunos de los préstamos de Rodrigo Rivero Lake y de otras dependencias.

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La actriz Anna Kendrick se toma una selfie con sus seguidores en la alfombra roja del estreno Mr. Right, en el festival de cine de Toronto Foto Xinhua

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