La
Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) –junto con
otros organismos cúpula del empresariado mexicano– está desatada. Lo mismo realiza mítines de gente bonita
(y rica) en el Ángel de la Independencia en contra de que sus
millonarios agremiados rindan cuentas de sus negocios con el gobierno,
que presenta demandas contra el propio gobierno porque éste no acude con
presteza a reprimir a los maestros. No es todo: junto con el clero,
combate iniciativas de ley (como la de los derechos de las parejas del
mismo sexo) y, más aún, recibe millonarios recursos públicos sin rendir
cuentas a nadie. Y en todo tiene éxito. El gobierno de Enrique Peña
Nieto accede a todo aquello que los patrones llegan a demandarle.
Probablemente, desde la época de Luis
Echeverría no se veía a una Coparmex tan envalentonada, retando a las
“autoridades”, consiguiendo a cabalidad lo que demanda e imponiendo su
agenda y sus particulares intereses. Esta asociación del alto
empresariado mexicano (fundada en 1929 para oponerse a la Revolución
Mexicana) ha sido una de las principales promotoras de las “reformas
estructurales” que tienen al país en el desastre. Incluso, es el grupo
de presión que prohibió al gobierno de Peña Nieto rectificar la reforma
“educativa”, cuando en el gabinete se generaba el consenso de que no
valía la pena incendiar al país por una mediocre reforma administrativa.
No importa cuántos muertos más cobre, la Coparmex y el gobierno han
dicho que la impondrán pase lo que pase.
Decíamos que, además de todo, este
“sindicato patronal” (así se autodefine) recibe recursos públicos. Sí,
de los bolsillos de los mexicanos el gobierno de este país entrega
varios millones de pesos al año a la organización de los empresarios más
acaudalados de México, cuyo presidente hoy es Gustavo Adolfo de Hoyos
Walther. Sólo del 15 de mayo de 2015 al 18 de mayo de 2016, la Coparmex
recibió recursos públicos por 10 millones 389 mil 132 pesos.
El dato nos fue entregado por el mismo
organismo empresarial por medio de la Ley General de Transparencia y
Acceso a la Información Pública (folio de solicitud: 6010100000816).
¿Bajo qué pretextos se llevaron los grandes empresarios esos millones
del erario? Veamos.
Las elecciones del año pasado
significaron para la Coparmex la obtención de 1 millón de pesos, a
través del Programa de Apoyo a la Observación Electoral del Instituto
Nacional Electoral (INE). Los primeros 500 mil pesos se le entregaron el
22 de mayo de 2015 (provenientes supuestamente del Instituto
Interamericano de Derechos Humanos). En su respuesta, aclara que tiene
un “remanente” de 15 mil 677.82 pesos (el cual, a 1 año y 2 meses de
pasado ese proceso electoral, se encuentra “en trámite de devolución”).
Los otros 500 mil pesos provienen directamente del INE y fueron
entregados bajo el concepto de “Apoyo al estudio al Desarrollo
Democrático 2015” (sic).
El Modelo Mexicano de Formación Dual,
desarrollado por las instituciones de educación pública de bachillerato
tecnológico y el sector empresarial, le significó a la Coparmex, en
menos de 1 año, la entrada de recursos por 889 mil 132.30 pesos. Los
recursos provinieron del Fideicomiso Promexico y del Programa de
Competitividad e Innovación México-UE (Procei), ambos operados por la
Secretaría de Economía. La entrega de recursos se justificó bajo el
concepto “Institucionalización de la evaluación y supervisión del modelo
mexicano de formación dual por el sector privado mexicano”.
El 9 de junio se efectuaron dos entregas
de dinero por este rubro; la primera por 95 mil 368.67 pesos y la
segunda por 87 mil 385.57 pesos. Para el 25 de septiembre se le hicieron
otras dos transferencias: por 112 mil 622.40 y por 109 mil 959.17
pesos. Una entrega más de recursos públicos, bajo el mismo concepto,
ocurrió en marzo de este año, por 483 mil 796.49 pesos.
El Instituto del Fondo Nacional de la
Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) es el que más recursos aportó
a la Coparmex en el periodo señalado. El 3 de mayo de este año le
entregó al organismo patronal 4 millones 500 mil pesos “para promover,
difundir, orientar sobre la obtención de créditos para los
trabajadores”.
No ha sido la única dependencia de apoyo
a los obreros que ha entregado recursos a la Coparmex. El Instituto del
Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (Infonacot), por su
parte, le dio el 3 de noviembre pasado 1 millón de pesos por la
“difusión de programas de Infonacot en eventos Institucionales” (sic).
El gobierno federal no es el único que
envía recursos al organismo cúpula empresarial. El gobierno del Estado
de México (de Eruviel Ávila) le entregó 3 millones de pesos el 21 de
septiembre de 2015. A través de la Secretaría de Desarrollo Económico,
pagó tal cantidad por un único “evento de colaboración para la promoción
del Estado y los programas de desarrollo a PYMES [pequeñas y medianas
empresas]” (sic).
Ya en este mismo espacio nos hemos
referido a la “alianza” de este organismo del alto empresariado mexicano
con las Fuerzas Armadas. Publicamos los “convenios de colaboración” en
materia de intercambio de información (incluso de seguridad nacional),
educación, concursos mercantiles y empleo.
Por lo que se ve, la alta burguesía ya
no respeta las formas. Ya sabíamos quiénes son los verdaderos patrones;
pero ya no se conforman con mandar a sus capataces. Ahora también
reciben dinero directamente de erario, cogobiernan y diseñan “políticas
públicas”.
Fragmentos
Fuera de los reflectores y de la agenda mediática (qué bueno que así sea), se ha consolidado una de las organizaciones indígenas más importantes de los últimos tiempos. El Congreso Nacional Indígena cumple en octubre próximo 20 años de trabajo ininterrumpido. Convoca, junto con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a su Quinto Congreso. El análisis que congregará a pueblos de todas las etnias de todo el territorio mexicano es claro: “Los capitalistas de una manera sangrienta iniciaron y agrandan día con día una guerra de conquista por apoderarse de lo que siempre ha sido nuestro; y en esa constante guerra de exterminio se presentan con todas sus máscaras: la del empresario, el político, el policía, el militar o el sicario, según sea el caso. Y como siempre, de nuestro lado están los muertos, los desaparecidos, los encarcelados, los territorios arrebatados o destruidos y la persecución en contra de cualquier esperanza colectiva, autónoma y rebelde”. El esperanzador México indio se reunirá entre el 9 y el 14 de octubre en territorio zapatista.
Zósimo Camacho
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