La Real Academia de la lengua española ha recibido una petición para agregar un nuevo verbo a su diccionario:
Foxear.- Tratase del acto de abrir la bocota sobre temas sensibles.
Usualmente le sucede a los presidentes mexicanos cuando están en el exterior de su país.Vicente Calderón, perdón Felipe Fox, perdón Felite Caldefox, bueno, mejor no trato de seguir corrigiendo porque no se a donde llegaré de nuevo volvió por las suyas y desde Madrid descalificó al congreso. Dicen los perredistas que esta enojado porque el debate sobre la reforma de PEMEX se esta alejando de sus propósitos, o sea, que la mayoría ha determinado que el futuro de PEMEX debe hacerse de manera transparente y no con acuerdos por debajo de la mesa.
Pero Folderón sabe muy bien que alguien dijo aunque no se acuerda quién, que “las minorías se equivocan a veces pero las mayorías siempre”, entonces el como la gran minoría nacional, debía recorrer el viejo camino: la descalificación de los legisladores, o sea la intimidación, hacerles ver que puede echar mano de todo el peso del gobierno federal para obligarlos a aprobar su iniciativa sin cambios, y para esto su secretario de gobernación, que demostró tener fuertes intereses personales en el petróleo, ya dijo que sean honorables y se acuerden que dieron su palabra, como si de repente la política o los políticos tuvieran palabra de honor.
Como los políticos no aprenden del pasado, Calderón –por fin me salió- parece no haberse dado cuenta que la lucha contra el congreso es justamente lo que descarriló la posibilidad de Fox de poder dialogar con diputados y senadores, aún de su propio partido, así que arremetió contra los foros de análisis sobre la reforma, asumiendo que ya había empezado el debate legislativo.
¿Habrá en el gobierno alguien que preste atención y le informe al presidente que sucede en el país?Es de notarse que el PAN ya borró eso de reforma energética, se dieron cuenta que lo pomposo del título se les revirtió en contra y que a diestra y siniestra la gente decía que se requiere incluir las otras energías. Así que ahora dicen que van a empezar con el petróleo y que ya luego –algún día- llegarán a la energía solar, eolica, nuclear.Y claro como la foxeada sucede cuando andan fuera del país, el presidente aprovechó que los españoles lo estaban haciendo sentir bien para irse de la boca.
Pero hay que tomar en cuenta que “Alabanzas y regalos, malos tratos” y que al mover a sus asesores ultra derechistas que fueron a ofrecer que el petróleo estará a la venta, y por eso los españoles lo consintieron, llevándolo inclusive al congreso para que desde la máxima tribuna pudiera enviar un mensaje, este lujo hay que decirlo, no se lo han dado en México.Y a uno, aunque sea presidente, le sigue quedando un poco de ser humano y tantos buenos tratos no dejaron de hacer mella, así que ni tardo ni perezoso evaluó su viaje diciendo que había salido muy bien. Y claro que el ingenio popular deja ver muy clara estas actitudes diciendo que “Alabanza propia, mentira clara”.
Si el refrán lo dice por alguna razón será.Muy bien le haría a Caldefox echar un vistazo a lo que han escrito algunos pensadores y recordar que Sigmund Freud dijo “Uno puede defenderse de los ataques; contra el elogio se está indefenso. Pero Dr. Freud ¿qué hacer cuando se trata de auto elogio? Uno termina quedando indefenso contra si mismo y no hay nada mas peligroso en el mundo.
Así que como ya determinamos que mantiene algún rasgo de humanidad, seguramente Foxderón recordó que “El gusto de la alabanza a todos alcanza” y que como en México los medios de comunicación y los jilgueros solamente alaban cuando hay una lana de por medio, seguramente pensó que una alabanza honesta y espontánea, aunque sea propia es más agradable que el Prozac. En el viaje de éxitos se reunió con el presidente del equipo Real Madrid que dicen le dijo que a el también le dicen espurio, pero le regaló una camiseta del equipo aunque no pueda meter un solo gol, pero tiene su nombre y posiblemente le quede mejor que la casaca de militar que le quedaba muy larga.
Además pudo hablar ante ochocientos empresarios que no le exigiéron que les asegure seguridad como hacen los mexicanos cada vez que habla con ellos.Calderón finalmente andaba de buen humor, habrá leído el periódico y dicho “que jodidos están en México” así que se dejo llevar por el entusiasmo y se echo porras a si mismo.Y bueno dicen por ahí que “alabanza en boca propia es vituperio”, pero Calderón decidió que ya no se complicará la vida buscando esas palabrejas en el diccionario.
Samuel Schmidt
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