De los lectores
El 68 y el eslabón perdido
Te voy a dar un dato, quizá sea poco relevante, pero desconocido por muchos.
El 68 y el eslabón perdido
Te voy a dar un dato, quizá sea poco relevante, pero desconocido por muchos.
Después del 2 de octubre del 68, pocas personas podían tener acceso al presidente Luis Echeverría Álvarez. Una de ellas, casualmente, era una periodista. Ella llegaba a las 9 de la noche y se iba a las dos o tres de la mañana. Si logras detectar quién era esa señora, de no malos bigotes, tal vez encuentres el eslabón perdido que le hace falta a tan truculenta historia. Cuando la periodista llegaba, de inmediato era conducida a la biblioteca, la orden era tajante, “pásenla a la biblioteca y preparen mucho café”... Después de esas reuniones aparecieron muchos libros y libelos describiendo una o más historias que sólo han servido de ornato para que el Estado mexicano siga manteniendo una bola de parásitos que nada aportaron a un movimiento donde sus principales dirigentes fueron asesinados brutalmente. Los muertos fueron 625, más los desconocidos, sus cuerpos cremados y esparcidos sobre la sierra Madre, a la altura de Oaxaca.
Luis Felipe Moreno
La derecha goza de cabal salud
Cuarenta años después, quién lo diría, hay manifestaciones como las de aquel aciago 1968 en la historia, pero la susodicha correlación de fuerzas en la cúpula del Estado mexicano sigue siendo favorable a la derecha, más aún cuando en la devaluada Presidencia despacha un usurpador que se muere de ganas por hacer la tarea de niño bueno que le están marcando los dueños del megachangarro neoliberal. Patética foto reciente esa en que vemos a un Bush que sonríe con sorna ante las palabras de su fiel lacayo que se esfuerza por demostrar que está con los buenos, los “vencedores” de la Guerra fría, los “civilizados” anglos que ya no persiguen comunistas, sino “terroristas” y narcos, los mismos que lavan su dinero en los bancos globalizados ¿dónde más?
Todo está dicho ya, “nada nuevo hay bajo el sol”, pero para terminar este breve comentario, qué triste y no menos indignante es el “triunfo” del pripanismo perredista. Se veía venir. Es lamentable, como dijo una muy profesional compañera, cuyo nombre omito, el arribo de la escoria al menguado PRD. Ojalá todo se revirtiera, pero esto no sería fácil, es el precio de una malentendida pluralidad que nos remite al mítico caballo de Troya. El capital, ya se dijo hace tiempo considerable, no tiene patria, y los capitalistas, perdón, parece que no tienen progenitora. Lo demás es más de lo mismo aumentado.
De aquella izquierda decente, honrada y sincera, aunque débil, sólo queda un remedo. Los chuchos, esos acomodaticios oportunistas han ganado varios rounds y posiblemente les den la victoria porque así conviene a los patrocinadores. En efecto, no pagan para que les peguen.
México, el de la libre autodeterminación de los pueblos y la no intervención en asuntos de otros Estados, es hoy un dique para frenar al sur en efervescencia.
Recibe un saludo, estimado Eduardo.
Marcos Heredia Pérez
Recomienda Siete instantes
Señor Eduardo Ibarra A.: Con los finos saludos. Permíteme sugerir En cartelera cinematográfica Siete instantes. Es una pequeña crónica de aquella lucha de los Tupamaros en Montevideo, Uruguay, una reflexión sobre las desventuras y grandezas del compromiso moral y la acción política, un documental de la periodista uruguaya Diana Cardozo, que recoge los testimonios de un puñado de mujeres que participaron en la toma de los medios de comunicación, el secuestro de altos diplomáticos y el desarme y hostigamiento domiciliario de policías, acciones audaces del movimiento de los Tupamaros en Montevideo.
Es el periodo donde Juan María Bordaberry, del Partido Colorado, con el apoyo del poder militar, instaura una dictadura sangrienta al encarcelar y torturar a los activistas de izquierda y sus familiares.
Un saludo fraterno y el apoyo moral a las mujeres mexicanas (Adelitas) que en el momento actual de decisiones políticas, engrandecen su resistencia en la defensa de nuestros recursos energéticos.
Por México todos y en una sola voz.
Porfirio Barrera Jiménez
Un texto le hizo fluir la sangre
Gracias Eduardo, este correo te hace fluir con más coraje la sangre por las venas —En defensa de Pemex. Cuestiones de método. Acerca del ser nacional, de José Belem Oviedo Garza, distribuido por Forumenlinea, 18-V-08—, con mucho orgullo soy mexicana, me encanta el chile y la tortilla, adoro a mi país y seguiré luchando por nuestro querido México.
Te estoy promoviendo la revista Forum, dime dónde se puede adquirir para enviarlo a mis contactos.
Saludos y gracias.
Carolina Oropeza
Dinero y poder, mérito de Krauze
Mi estimado Eduardo: Te mando un cordial saludo y un comentario acerca del señor Enrique Krauze:
Cuando habla de López Obrador, Krauze no abandona de ninguna manera su rigor intelectual ni su disciplina de investigador social, por la sencilla razón de que nadie puede abandonar lo que no tiene. Baste leer el libro de Manuel López Gallo Las grandes mentiras de Krauze para comprobar que, además de cursi, pretencioso y ampuloso, Krauze es bastante descuidado. No me extraña que quienes nunca han leído a Patricia Galeana ni a Friedrich Katz crean que Krauze es un historiador.
Con Krauze sucede lo mismo que con, digamos, Luis Pazos o con Adal Ramones: quienes nunca en su vida han visto una película de Búster Keaton (El navegante, El maquinista de La Generala, Siete oportunidades...) creen que Adal Ramones es un genio del humorismo. Claro, no falta el crítico literario (Christopher Domínguez) que trate de vender las excelencias de su amo como un vendedor de carcachas usadas se las arregla para venderlas como jamesbondescos “coches de ensueño”.
¡El que no conoce a Dios a cualquiera se le hinca!
Tampoco me extraña que Sabina Berman se empeñe en usar su estilo “cool” para explicar que las críticas hacia Krauze se deben a que es rico y usa corbata, como si don Alfonso Reyes hubiese sido jipi. Menos todavía me asombra que uno de los santones de la izquierda comodina, Miguel Ángel Granados Chapa, haya declarado que “los defectos de Krauze son extensiones de sus virtudes”.
Tampoco me extraña que Sabina Berman se empeñe en usar su estilo “cool” para explicar que las críticas hacia Krauze se deben a que es rico y usa corbata, como si don Alfonso Reyes hubiese sido jipi. Menos todavía me asombra que uno de los santones de la izquierda comodina, Miguel Ángel Granados Chapa, haya declarado que “los defectos de Krauze son extensiones de sus virtudes”.
Y no me extraña porque el gran mérito de Krauze no es ni ha sido nunca su prosa, ni su rigor intelectual, sino su dinero y su poder, que lo convierten en el padrino de una de “nuestras” mafias “culturales”.
Todo el que aspira a recibir algún favor de don Krauzeone –”que quizás nunca tenga que pagar”– se suma al coro de adulaciones. ¿Ya se nos olvidó que durante la peor huelga de la UNAM, Krauze pidió que se le amputaran sus institutos de investigación y se diera al resto de la casa de estudios por perdida? ¿Ya nadie se acuerda que el señor Krauze fue uno de los contados partidarios de que México diera su anuencia a la invasión de Irak en el Consejo de Seguridad de la ONU? ¿Nadie se puso a pensar que el citado “historiador popular”, como lo llama Christopher Domínguez, pedía que México se embarcase en una aventura descabellada y desastrosa para su seguridad nacional?
Todo ello sin hablar del costo que la aventura de los señores Bush y Blair ha tenido para los civiles de Irak. Así que Krauze simplemente sigue fiel a su trayectoria. Ya lo verán aplaudirle a Bush si se le ocurre invadir ahora Irán en busca de armas de destrucción masiva.
(Y además es cursi como sus infumables telenovelas, donde a Carranza lo caracterizan con una barba que sobró de un Santo Clos de Sears).
Te mando un cordial saludo y como dice el trovador: “Aquí termina el corrido y ¡dispiertan ya, mexicanos!”
Afectuosamente:
Juan Amael Vizzuett Olvera
Recordatorio para Aguilar Camín
Eduardo: Creo que a intelectuales que dicen saber algo de historia como Héctor Aguilar Camín, hay que recordarles los conocimientos básicos que se adquieren desde los primeros ciclos escolares, algunos de los cuales son:
1) El hombre comenzó a hacer historia cuando, al volverse sedentario, aprendió y desarrolló su capacidad para explotar sus recursos naturales. Las más grandes culturas florecieron gracias, esencialmente, a la riqueza de sus bienes naturales.
2) Los pueblos que al ser conquistados por otros más fuertes y perdieron sus recursos naturales, también dejaron de hacer sus propia historia. Incluso, no pocos de esos pueblos desaparecieron de la faz de la tierra o fueron absorbidos por los conquistadores. Los que continuaron haciendo historia fueron los que se apropiaron de todo.
3) Muestras de lo anterior aún las podemos ver en el caso de algunos de nuestros pueblos indios que están en vías de extinción. Estos pueblos terminarán por desaparecer si no se adoptan medidas para fortalecer las bases materiales que les dan sustento.
4) Algo similar puede ocurrir al conjunto de la nación mexicana. O se fortalecen sus bases materiales, o nos vamos a ver —como nación— en el precipicio de la indigencia.
5) El señor Aguilar Camín también desconoce la existencia real del nacionalismo. Lo admite sólo como mito y como amarra. No lo reconoce como base real del rumbo que debe dársele a Pemex.
José Belem Oviedo Garza
Llaman a apoyar a Othón Salazar
Por este medio informamos al magisterio nacional y a la opinión pública, acerca de la difícil situación de salud del profesor Othón Salazar Ramírez, líder del Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM) y dirigente destacado de las jornadas de lucha de masas en 1956, 1958 y 1960, para mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los docentes, por la democratización del SNTE, y en defensa de la educación pública. Los paros, las marchas y la guardia permanente en los patios de la SEP lograron no sólo un alza salarial decorosa, sino la conquista, por vez primera, del Comité Ejecutivo de la sección 9, que agrupa a educadoras, maestras y maestros del DF.
Por encabezar el movimiento magisterial el profesor lleva cesado 48 años, desde 1960. Nunca fue reinstalado ni recuperó su plaza de maestro.
Al igual que Valentín Campa y Demetrio Vallejo, Othón Salazar fue encarcelado junto con otro de los grandes líderes del MRM, el finado profesor Lino Medina.
Othón Salazar ha sido un luchador social incansable y comprometido con las luchas populares e indígenas. Fue el segundo alcalde de Alcozauca, Guerrero, su pueblo natal, cuando el Partido Comunista Mexicano, triunfó en ese ayuntamiento.
Está por cumplir 84 años de edad (17-V-08). La hipertensión y la diabetes minan su organismo. Por lo anterior hacemos un llamado urgente a compañeros, maestros, personalidades, grupos civiles a unirse a una campaña económica y proporcionarle los recursos necesarios, de tal manera que viva tranquilo y dignamente. Puedes adquirir y vender bonos, depositar en la cuenta bancaria 6052848697-7 abierta en Santander a nombre del maestro, pues requiere de un seguro médico que lo proteja integralmente. Informes a los teléfonos 55 90 19 32, al 55 63 70 33, 55 73 87 66, 04455 30 82 85 01, y al correo electrónico de la Asociación Civil Palabra y Realidad del Magisterio,
Elvia Zúñiga, Graciela Armenta,Beatriz López y Carmen Morales
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