9/28/2008

PRENSA MEXICO....


PORTADAS “ZETAS” QUERÍAN PROVOCAR AL GOBIERNO CON ATENTADOS CALDERÓN SÍ IRÁ A DESFILE EN MORELIA, DICEN CONTROL EN MERCADOS PIDE EL FMI RIESGOS EN EL AIRE POR FALLA DE RADARES
28/09/2008 a las 8:47 am
EL UNIVERSAL: QUERÍAN PROVOCAR ‘ZETAS’ AL GOBIERNODos de los tres sicarios acusados de los ataques con granadas la noche del 15 de septiembre en el centro de Morelia, Michoacán, revelaron la forma en que llegaron hasta el lugar y cómo huyeron del sitio frente a más de 500 policías. Juan Carlos Castro confesó que el atentado calificado de “terrorista” por las autoridades y que dejó ocho muertos, no fue dirigido contra alguien en especial, sino que se buscó amedrentar y provocar al gobierno. Admitió que lanzó la granada hacia la gente porque sentía desesperación por deshacerse de ella; “me sentí apanicado”. Julio César Mondragón, cómplice de Castro, aceptó que el explosivo le fue entregado una hora antes de detonarlo y siempre lo tuvo en su pantalón; los testimonios videograbados los difundió la PGR y revelan parte del móvil de la acometida.LEA LA NOTA COMPLETA
MILENIO: “AMEDRENTAR AL GOBIERNO, EL OBJETIVO”Los Zetas perpetraron los atentados terroristas del 15 de septiembre en Morelia, Michoacán, para “amedrentar y provocar” al gobierno, según las declaraciones ministeriales de uno de los tres presuntos sicarios que confesaron haber lanzado las granadas de fragmentación contra la multitud; un “trabajo” por el que les ofrecieron 100 mil pesos. Autoridades federales revelaron a MILENIO, además, que hasta el momento, en el expediente del caso no se hace mención de los principales jefes de Los Zetas, como Heriberto Lazcano, El Lazca, y Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, como posibles autores intelectuales del ataque.LEA LA NOTA COMPLETA
CRÓNICA: EL ATAQUE EN MORELIA, PARA INTIMIDAR AL GOBIERNO: ZETASIntimidar al gobierno, fue el móvil de los actos terroristas planeados por Los Zetas el pasado 15 de septiembre en la ciudad de Morelia. “Para eso eran las granadas, para amedrentar y provocar al gobierno, más que nada, ese era el objetivo que comprendí”, dijo en su declaración ministerial Juan Carlos Castro Galeana, alías El Grande, quien ante el fiscal de la Federación dijo ser quien arrojó la granada que explotó en la plaza Melchor Ocampo y mató a siete personas, entre ellas un menor de edad. Esta revelación es parte de un video editado por la Procuraduría General de la República (PRG) y el cual registra el primer interrogatorio a los tres hombres que participaron en los atentados; de las respuestas también se desprende que no había algún blanco en específico, solo el propósito de replegar a la autoridad.LEA LA NOTA COMPLETA
LA VOZ DE MICHOACÁN: FELIPE CALDERÓN ENCABEZARÁ DESFILESí habrá desfile para el 30 de septiembre y este será encabezado por el presidente de la república, Felipe Calderón. Incluso, al evento se espera la visita de los Príncipes de Asturias. A tres días de que se conmemore un año más del natalicio del “Siervo de la Nación”, José María Morelos, el gobernador Leonel Godoy confirmó la realización de dicha celebración. El mandatario estatal, además, informó que no habrá modificaciones en el trayecto, por lo que el desfile se realizará “como todo el tiempo” y que sí habrá participación de escuelas, y no sólo de las fuerzas armadas como se ha especulado, aún cuando algunas instituciones educativas ya anunciaron su ausencia.LEA LA NOTA COMPLETA
LA JORNADA: ESTRICTO CONTROL DE MERCADOS, PIDE FMIEl director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), el francés Dominique Strauss-Kahn, expresó que la crisis actual exige un control estricto de los mercados financieros, y dijo que el FMI es quien debe ponerlo en marcha. En una entrevista que se publica hoy en el dominical francés Journal du Dimanche, Strauss-Khan aseguró que “por el momento apagamos el fuego”. Dos días antes, estimó en 1.3 billones de dólares el costo de la crisis financiera global, desde una estimación anterior de 1.1 billones. “Es lo más inmediato y lo que hacen las autoridades estadunidenses. Pero después, deberemos sacar las consecuencias de lo que sucede: reglamentar las instituciones y los mercados financieros”.LEA LA NOTA COMPLETA
EXCÉLSIOR: RIESGO EN EL AIRE, FALLAS EN EL RADARLos frecuentes problemas que se presentan en los equipos de comunicación y sistemas de operación de vigilancia en los centros de control de tráfico de aviones en México están a punto de originar un accidente. El 8 de marzo de este año se reportó que la cantidad de aeronaves que llegaban a la terminal de Cancún rebasó la capacidad de los servicios de control de tránsito. La seguridad de las operaciones entre pilotos y controladores de tráfico aéreo que se realizan dentro del espacio aéreo mexicano está en riesgo y a punto de colapsar. Lo anterior se establece en el oficio SRTLSE-07/03/08 que envió el Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (Sinacta) el pasado 7 de marzo al titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, como advertencia ante las frecuentes fallas en equipos de comunicación, en sistemas de operación de vigilancia y procesamiento de radar en los diversos centros de control de tráfico de aviones en México.LEA LA NOTA COMPLETA



Existe proyecto para desechar otra vez denuncia perredista contra propaganda de 2005
El IFE busca indultar a AN por la campaña anticipada de Calderón
■ El organismo declaró infundada la queja, pero se reabrió el caso por fallo del tribunal electoral
■ La acusación también es contra miembros del Tucom, un pevemista, Creel y otros panistas
Fabiola Martínez




El Instituto Federal Electoral (IFE) pretende enterrar la denunciada hecha por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) sobre campañas anticipadas de priístas, panistas y pevemistas, quienes desde 2005 hicieron propaganda en busca de ser candidatos a la Presidencia en 2006.
Los priístas –señalados como miembros del grupo Tucom, Todos Unidos Contra Madrazo, entre ellos Arturo Montiel, Enrique Jackson, Tomás Yarrington, Miguel Ángel Núñez Soto y Enrique Martínez– difundieron mensajes por radio y televisión.
En el caso del Partido Acción Nacional (PAN), incurrieron en irregularidades, de acuerdo con las denuncias, Felipe Calderón, Santiago Creel, Francisco Barrios y Alberto Cárdenas, mientras por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) fue señalado Bernardo de la Garza.
El Consejo General del IFE podría aprobar mañana el proyecto de dictamen de la Comisión de Quejas y, de esta forma, tratar de enterrar por segunda vez la denuncia perredista, aun cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación devolvió al instituto en junio de 2007 el expediente, declaró fundados los argumentos del PRD y dejó en claro la falta de investigación del árbitro electoral, así como la omisión al valorar las pruebas aportadas.
Sí se plantea multar al PRD
El asunto forma parte de un abultado orden del día que se desahogará en la sesión de mañana del Consejo General, en la cual, como La Jornada ha difundido desde la semana pasada, se incluyen multas millonarias para el PRD, en una pequeña parte al PAN y prácticamente se minimiza la sanción al tricolor.
Es decir, los consejeros aprobarían multas por el megaplantón en Reforma encabezado por Andrés Manuel López Obrador y por la toma de las tribunas del Congreso, entre otros asuntos, pero buscan cerrar el capítulo de los actos anticipados de campaña.
Este caso es uno de los más viejos y data del 27 de junio de 2005, cuando el PRD presentó la queja por irregularidades y faltas administrativas, la cual se documenta en un expediente de 594 páginas.
Tanto los integrantes del Tucom como los panistas y el militante del PVEM pagaron por la transmisión de espots, pero sus respectivos partidos argumentaron que el PRD no podía probar los vínculos entre los actos denunciados y esos institutos políticos. Así, afirmaron, no había irregularidades en el uso de fondos partidistas.
El entonces presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, lamentó la falta de mecanismos para revisar el origen y el destino de los recursos que manejaron los precandidatos a la Presidencia, y argumentó la existencia de un vacío legal para orientar los criterios que debían observar los partidos en los procesos de postulación de candidatos.
En agosto de 2005, el IFE citó a comparecer a los aspirantes presidenciales para que dijeran la relación jurídica, personal y comercial con grupos que les pagaban los espots.
El actual titular del Ejecutivo fue apoyado, entre otros, por la asociación Mujeres por México, Mujeres con Felipe Calderón.
Así se empezó a estirar el engorroso trámite; el IFE devolvió el asunto y pidió información a los concesionarios de radio y televisión respecto a los contratos y montos de los espots pero se encontró incluso con empresas fantasma, como la comercializadora Sports & Branding, contratada por Arturo Montiel.
En abril de 2007 se declaró infundada la queja del PRD, por lo cual el caso fue llevado al tribunal, que dejó en claro la falta de análisis de los consejeros.
El IFE inició una nueva investigación, pero se encontró con más trabas de los concesionarios de radio y televisión.
Casi tres años después el instituto elaboró un proyecto de dictamen en el que nuevamente declara infundada la queja del PRD y sobresee la denuncia por presunta violación de las normas internas de PAN, PRI y PVEM. El sol azteca ha anticipado que volverá a enviar el caso al tribunal electoral.




La mayor parte de los actos vandálicos que cometen quedan en la impunidad, se señala
Hay grupos porriles financiados por partidos políticos, revelan
■ Evitar la organización estudiantil, objetivo de esas agrupaciones que aparecieron en los años 30
Emir Olivares Alonso




El Bujandras, El Uva, El Gret, El He-Man, La Metro, El Blue, La Pene, El Demon, entre otros, son muy conocidos entre la comunidad universitaria. Detrás de esos alias existen historiales de actos vandálicos y porriles que comúnmente permanecen impunes. Actúan violentamente en escuelas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), e históricamente, según todas las evidencias, son patrocinados y protegidos desde el poder político al grado que muchos de ellos forman parte de estructuras directivas de algunos partidos políticos.
Un caso que ilustra estos nexos es el de Alfredo Margarito Benítez González, El He-Man, reconocido por autoridades y activistas universitarios como uno de los fundadores de la Federación de Estudiantes del Sur (FES), grupo porril que surgió en 2006 tras la escisión de la llamada Alianza Universitaria, donde se aglutinan varios grupos de choque que actúan en la UNAM, y actualmente es funcionario del Partido Socialdemócrata (PSD).
Considerados como “el más añejo problema de vandalismo” de instituciones públicas de educación media superior y superior, los porros son organizaciones cuyo objetivo es el de amedrentar, mediante la violencia, a universitarios para evitar la organización estudiantil. Alumnos y autoridades de la máxima casa de estudios coinciden en que no actúan al azar, sino bajo las indicaciones de quienes los financian.
Las víctimas
Sin embargo, no sólo la UNAM se enfrenta a este fenómeno. Instituciones como el Politécnico Nacional, el Colegio de Bachilleres, el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep), los centros de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de Servicios (Cebetis) y de Estudios Tecnológicos, Industriales y de Servicios (Cetis) y hasta en escuelas privadas existen esos grupos.
Hugo Sánchez Gudiño, investigador de la Facultad de Estudios Superiores Aragón y autor del libro Génesis: desarrollo y consolidación de los grupos estudiantiles de choque en la UNAM (1930-1990), define a los porros como grupos que por dinero “son capaces de realizar los actos más violentos. Su principal presa son activistas universitarios”.
Directivos de la UNAM señalan que los porros “son usados para diversos fines, pues a los dirigentes se les puede ver en marchas, mítines y protestas políticas y en actos deportivos. Son un buen negocio para quien los patrocina; se sirven de ellos para obtener beneficios”.
El académico refiere que el origen del porrismo data de los años 30, con los grupos de animación en partidos de futbol americano estudiantil que fueron transfigurándose en organizaciones delictivas con el impulso de autoridades políticas y universitarias.
Así, las “tropas” de porros avanzan, delinquen, agreden, “talonean” (robo en grupo), lesionan y hasta “pican” a quien se topen de frente. Han llegado a matar. Todo para alcanzar sus objetivos.
De ese modo, siempre “en bola”, estas huestes irrumpen de manera sorpresiva en alguna escuela para agredir a los estudiantes, incluso con pistolas.
También se encargan del narcomenudeo en planteles universitarios y sus alrededores, según evidencias en poder de órganos de dirección de la universidad.
Sin lugar a dudas, en la UNAM el fenómeno se da desde hace décadas en los 14 planteles de bachillerato –en las nueve preparatorias (ENP) y en los cinco colegios de Ciencias y Humanidades (CCH)– y en al menos tres facultades: Ingeniería, Derecho y Estudios Superiores de Acatlán.
Datos de colectivos estudiantiles coinciden en que son dos las grandes centrales de porros que actúan en la máxima casa de estudios del país:
La Alianza Universitaria, que aglutina a grupos de choque como Tres de Marzo, del CCH Vallejo; La santa inquisición, de Prepa 8; Pedro de Alba, de Prepa 9 y Los Bohemios, de la ENP 3.
Hace un par de años, la alianza se dividió por diferencias entre líderes. De un lado quedaron Edgardo Moreno Toledo, El Marmota, y Giovanni Xochipa, El Mega, y del otro, El He-Man. Este último conformó la FES, a la cual se sumaron las organizaciones Daniel Márquez Muro, de la ENP 8, y el Grupo de estudiantes del sur, del CCH Sur.
Tras ese rompimiento, la FES se refugió en la otra central porril que ya existía, la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), también conocida como OEU, integrada por Los Lagartos, porros de la Prepa 5; Los Sharks, de la Prepa 1, y Los Coyotes, de la 6, entre otros.
Además, directivos universitarios señalan que organizan fiestas en grandes bodegas o deportivos, donde se vende cerveza y enervantes. “En sitios que les consiguen o prestan sus padrinos organizan reventones. En ocasiones no cobran la entrada a estos lugares como un ‘gancho’ para atraer a más chavitos”.
Aunque su origen data de hace casi 80 años, los porros no han dejado a un lado la tecnología. Han creado diversos sitios en Internet, en los que se comunican, retan a sus rivales (pues también pelean por territorios), dan avisos de fiestas y hasta de próximos ataques.
“Esta última razón –señalan directivos universitarios– debería de ser una alarma para las autoridades de prevención del delito pues avisan con antelación de sus actividades y pese a ello las llevan a cabo, sin que nadie los detenga”.
Los funcionarios universitarios tienen clara la diferencia entre porros y activistas. A los segundos los definen como estudiantes con un objetivo social, que buscan la mejoría de la universidad, de sus colectivos, mientras que los porros “reciben órdenes, actúan con violencia y sin objetivos sociales”.




El despertar
José Agustín Ortiz Pinchetti jaorpin@yahoo.com.mx
■ Se nos empeora el futuro




¿Qué está pasando? En unas cuantas semanas nuestra percepción de la realidad nacional ha empeorado. No sólo el presente es oscuro, sino las expectativas son inciertas y esto provoca angustia e irritación. Los probables escenarios del desenlace del régimen han cambiado, no para redefinirse, sino para volverse confusos. La gente empieza a caer en cuenta que el gobierno miente sistemáticamente y que no puede garantizar la vida y la propiedad de los ciudadanos.
La crítica en México está penetrada por la influencia y la corrupción. La mayoría de los comunicadores siguen líneas que favorecen a la oligarquía y al gobierno. Incluso la academia no se apega a la verdad, casi toda apoya en alguna forma al establishment.
La inseguridad amenaza. Los números producen escalofrío. Diecisiete secuestros diarios, 6 mil 500 por año, más de 3 mil asesinatos en la guerra del narcotráfico que ahora ha desbordado hacia la población civil.
Nuestra economía hiperdependiente está sufriendo de lleno la crisis estadunidense. Al descomponerse el entorno, nuestras debilidades se hacen extremas. Aunque las reservas del Banco de México son más grandes que nunca, el sistema es incapaz de generar y distribuir riqueza. Menos crecimiento económico y más inflación, menor tasa de empleo y dependencia extrema de los precios del petróleo conducen a que la perspectiva se vuelva oscura. Será obligado devaluar el peso y subir las tasas de interés. El grupo gobernante se resistirá. Necesita ganar las elecciones de 2009 o por lo menos no perderlas abrumadoramente. Sujetará la política financiera a las necesidades electoreras. Esto podría conducir a un colapso en el otoño de 2009 o poco después. Es una película que hemos visto varias veces.
Pero la gran incertidumbre proviene de la mala política. Calderón y su equipo han resultado incapaces. No se han legitimado después de robarse las elecciones. Están atrapados por la oligarquía y por el PRI. Sus promesas de campaña suenan a burla. Como dice Yuri Serbolov, no se pueden violar los principios y esperar a que el universo lo premie a uno. Las malas decisiones son facturas que tendremos que pagar.
En este contexto de creciente incertidumbre, el movimiento de AMLO es la única estructura que se consolida y crece. No sólo por sus adherentes, comités y brigadistas, sino porque es la única agrupación que actúa como oposición verdadera. Los demás partidos y grupos están a la rebatinga de las ventajas que les proporciona el gobierno. El interés de México les importa un rábano. La marcha del día de hoy en el centro de la capital será una prueba de vitalidad y un hecho portador del futuro.




Arnaldo Córdova
Terrorismo y política




Creo que nada está más en las antípodas, como conceptos intrínsicamente antitéticos, que la política y la violencia. Se podría decir que el Estado es un poder que retiene el monopolio de la violencia legítima y, como todo lo político tiene que ver con el Estado, el organizador político de la sociedad, entonces resulta que la violencia se hermana con la política. A eso es fácil responder: el ejercicio de la violencia por parte del Estado es ya indicativo de que la política ha sido rota en algún punto y que el Estado ejerce su prerrogativa de usar la violencia para restaurar el orden político interrumpido por algún factor externo.
Cuando la política funciona, la violencia no tiene cabida de ninguna manera ni es admisible que eso se contemple siquiera como una hipótesis. La violencia siempre será enemiga de la política y ésta jamás podrá ejercerse con violencia. En el momento en que eso suceda dejará de ser política. Por eso me extraña que a veces se postule que el terrorismo, a diferencia del secuestro o el narcotráfico, es político, mientras que los otros no. Toda forma de delito en la que se incluya la violencia como ingrediente definidor, es una agresión contra la sociedad y sus instituciones y riñe naturalmente con la política y no sólo con el derecho.
Nadie ha sido capaz de dar una definición unívoca y definitiva del terrorismo, pero hay toda una batería de características específicas que se asignan a esa forma de violencia contra la sociedad y el Estado. En primer lugar y muy en general, es eso: una agresión deliberada a la sociedad y al Estado; en segundo lugar, es armada, y en eso se afanan los ordenamientos penales, de forma casuística, en dar las formas particulares de la agresión armada. El artículo 139 de nuestro Código Penal Federal señala el uso de explosivos o armas de fuego, incendio, inundación y se deja como etcétera “cualquier otro medio violento”.
Es característico también del terrorismo que se traduzca en actos en contra de las personas, las cosas (lo que nunca he entendido) o los servicios públicos y que busquen producir alarma, temor, terror (de ahí su nombre) en la población o en grupos o sectores de la misma, o bien que atente contra la seguridad nacional o ejerza presión sobre las autoridades para lograr sus fines. Ciertamente, por casuísticas, las definiciones de terrorismo nunca coinciden entre sí sino en parte; pero todos podemos darnos cuenta sin mucho esfuerzo de lo que es y significa el terrorismo.
El ilustre penalista español don Luis Jiménez de Asúa (que fue presidente de la República Española en el exilio y a quien escuché dar una hermosa conferencia en la Facultad de Derecho de la Universidad Michoacana), por cierto, decía que el derecho penal no puede por más de ser casuístico, muy empírico, porque podemos definir el delito en general, pero cuando nos metemos a definir los delitos entonces debemos proceder caso por caso y dando a cada uno sus características especiales.
El fin específico que el terrorismo persigue es, empero, lo que lo define en su esencia: aterrorizar a la sociedad y mediante el terror obligar al Estado o a sus autoridades a actuar de determinada forma. Veamos el ejemplo de Morelia: la granada no fue lanzada contra una persona en particular, sino contra una multitud inocente que asistía al acto para disfrutarlo. Si ése era el objetivo, con el gobernador a unas decenas de metros dando el Grito, entonces se buscaba intimidar al propio gobernador y a la sociedad para hacerla sentirse indefensa.
Eso fue un acto deliberado de terrorismo. Lo mismo hubiera sido si la granada se lanza contra el gobernador. Aterrorizar como medio de presión. Eso, por lo general, no lo hace el narco. Este puede buscar vengarse de sus enemigos o corromperlos y amenazarlos, lo que ya es otra cosa. Que lo hayan hecho narcotraficantes no desmiente el que haya sido un acto terrorista.
Se ha dicho que el terrorismo es un delito contra la seguridad de la nación, por lo que es un delito político. No estoy de acuerdo. El delito se cuantifica por sus resultados, pero se define por su motivación, lo que es el cuerpo del delito. El terrorista busca sembrar el terror y ése es su motivo. Si se buscaran otros fines (políticos, por ejemplo) resultaría indefinible.
El ejemplo de la guerrilla, que los represores siempre tratan de definir como terrorismo, es un caso aparte y debe tratarse con pinzas. Desde los años 70, nuestro querido compañero Adolfo Sánchez Rebolledo siempre nos instó a que todos estudiáramos a fondo el fenómeno y no lo proponía para que nos hiciéramos guerrilleros, sino porque, nos decía, la guerrilla no es sólo una forma específica de lucha, sino que es un auténtico trauma mental para la izquierda.
La guerrilla, como la definieron los que se dice la inventaron, los resistentes españoles contra la invasión napoleónica en España, era una “guerra chiquita”. Era guerra de los débiles contra los extremadamente poderosos. “Atacar y huir”, era la máxima de Mao Tse Tung (escrito a la vieja usanza). Guerrillas como el Ejército Republicano Irlandés, los tupamaros o ETA, a mí me hicieron pensar siempre que esa “guerra pequeña” podía muy fácilmente caer en el terrorismo y convertirse en otra cosa. Pero, sin tomar en cuenta eso, la guerrilla es, ante todo, una guerra y no una forma de hacer política “por otros medios”, como suele decirse.
Quisiera hacer otra observación: atentar contra las cosas se considera terrorismo. Una guerrilla, por lo general, atenta contra las cosas. No creo, sin embargo, que eso debiera ser llamado así. A eso se le llama sabotaje y está tipificado como delito; pero es bien sabido que en toda guerra los actos de sabotaje son corrientes y típicos de la misma y, en todo caso, la guerrilla es una forma de la guerra.
Y una ulterior anotación: el terrorismo muy a menudo se genera desde dentro mismo del Estado. En todo Estado abundan los impacientes que buscan las soluciones de fuerza y provocan o contratan actos terroristas para que la violencia del Estado ponga las cosas en el lugar que a ellos conviene. Es probable que el terror de Morelia haya sido obra de narcos, pero, who knows? El gobierno federal y todos los de los estados están llenos de provocadores que ansían soluciones de fuerza. A veces eso se olvida.




“Ya es hora de que los programas del gobierno dejen de beneficiar a empresarios y banqueros”
AMLO: la marcha de hoy, muestra del reclamo popular de un cambio económico
Ciro Pérez Silva (Enviado)




Yubaín, Yuc., 27 de septiembre. Ya es tiempo de que los programas “del gobierno espurio” dejen de beneficiar exclusivamente a empresarios y banqueros y se dirijan al pueblo, advirtió Andrés Manuel López Obrador en este municipio, señalando que el movimiento de resistencia civil pacífica está compuesto “por millones de mexicanos” y que la marcha que saldrá hoy a las 10 de la mañana del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo capitalino será sólo una muestra del reclamo popular por un cambio en la política económica.
El tabasqueño adelantó que durante la marcha-mitin se discutirán temas como el costo de la vida, ya que hay una gran demanda nacional porque dejen de incrementarse los precios en los productos de consumo básico, “porque la mayoría de la gente no puede más, no hay trabajo y en contraparte los precios siguen a la alza; esto es una prueba de que los gobiernos neoliberales se han equivocado, y nosotros no vamos a dejar de insistir en el cambio y en crear conciencia”, señaló.
Recordó cómo en su momento el ex presidente Vicente Fox aseguró que no era necesario cambiar de jinete, en alusión al modelo económico aplicado en los últimos 26 años, lo que ha generado la grave situación de pobreza que afecta a todo el país.
Comentó además que a través de los diputados del Frente Amplio Progresista propondrá que se congelen los precios de alimentos básicos, de las gasolinas y el diesel y del suministro de energía eléctrica, que es una demanda generalizada de los mexicanos, porque de continuar este proceso de empobrecimiento general de la gente, se profundizarán las diferencias entre los mexicanos.
También propondrá que se incremente de 500 a 800 pesos mensuales el apoyo a los adultos mayores, como en el Distrito Federal, además de que este apoyo se otorgue a partir de los 65 años y no de los 75, como actualmente sucede.
“Hay quienes piensan que es en vano la lucha; creen que sólo nos gusta andar oponiéndonos o que somos rebeldes sin causa, ¡no! Luchamos para que se den los cambios en el país, y para impedir que la patria se venda”.
López Obrador concluyó este sábado una gira por 19 de los municipios más empobrecidos de Yucatán, que comparten, además de las carencias, el hecho de encontrarse entre aquellas comunidades que superan inclusive el comportamiento político de países europeos. En todos ellos, durante las elecciones federales de 2006 hubo una participación de más de 80 por ciento, cuando la media nacional es de alrededor de 50 por ciento, es decir, en estas comunidades donde predomina la lengua maya votaron prácticamente todos los habitantes y lo hicieron en favor del PAN.
“Esto lo envidiaría cualquier país europeo, aunque en realidad es evidente que rellenaron urnas y falsificaron actas. Esta es una muestra del fraude de Felipe Calderón. Yo le mandé una carta pidiéndole que ante tantas irregularidades se hiciera un nuevo conteo de todos los votos, pero él se opuso, porque sabía que no había ganado las elecciones, por eso es que carece de autoridad moral para gobernar”, apuntó.
Por ello, insistió en la necesidad de continuar con la organización del movimiento de resistencia civil pacífica, “porque, efectivamente, es una mafia la que nos robó la Presidencia y no podemos enfrentar a una mafia si no estamos organizados”, señaló, y destacó que a la fecha se han registrado más de 2 millones 400 mil personas en todo el país como representantes del “gobierno legítimo” y que se pretende llegar a tres millones a finales de año. “La meta es que lleguemos a 10 millones y, entonces sí, nada podrá impedir que se dé el cambio que demanda el país”, apuntó.
A lo largo de su recorrido, López Obrador mencionó que le enoja ver a municipios pobres gobernados por el PAN. “Les diré que respeto a los priístas y panistas de abajo: merecen respeto. Además si están igual de amolados que el resto del pueblo; pero me molesta por ¿cómo va a gobernar un partido de los potentados en municipios tan pobres? ¿Por qué gobierna un partido de los de sangre azul, de los que se dan ínfulas de superioridad? Gobiernan porque no se conoce la historia y la culpa no la tiene el pueblo, sino nosotros que no hemos sido capaces de orientar e informar”, finalizó.





Arraigan 40 días a acusados de atentados en Morelia
Otorga juez la medida en contra de los presuntos autores materiales de arrojar granadas en contra de la gente en la plaza Melchor Ocampo de Morelia, la noche del 15 de septiembre 10:55
Querían provocar ‘Zetas’ al gobierno
El atentado era para amedrentar
Identifican al enlace de bandas en Michoacán
Procurador defiende su puesto pese a explosiones
Sigue indagación sobre ‘La Familia’
Cobertura: Caso Morelia
Video: Tiré la granada y a los 5 segundos tronó: dice Zeta
Video: Sentí desesperación y yo arrojé la granada: dice Zeta
Decomisa Ejército explosivos y armas en Mazatlán 08:38
Ataca grupo armado a mando policiaco en Veracruz 11:22
Reinventa rutas el narco
Gráfico: Diversifican itinerarios
Marchan simpatizantes de AMLO hacia el Zócalo
La denominada marcha “Por la defensa del Petróleo” ocupa dos sentidos de la circulación de Reforma para incorporarse a la avenida Juárez y Madero, rumbo a la plaza de la Constitución 11:33
Respalda Obama principio de acuerdo sobre rescate financiero 09:48
Obama usa crisis financiera como elemento político: McCain 10:50
Bancos estadounidenses exploran fusión: NYT
Posible recorte de tasas en EU impulsa activos en pesos
Prevé Bush costo menor al rescate financiero
Sin avance, solución a crisis de EU
Díaz Ordaz “lo manejó todo”: Echeverría
Ven al 68 como el año de la masacre
Especial: Los 71 días que sacudieron a México
Encuesta: Para 42%, masacre estudiantil
Foro: ¿Crees que en 1968 había un riesgo de que el presidente fuera derrocado?

Querían provocar "Zetas" al gobierno
"Nunca volveré a TV Azteca"
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Aumenta aceptación de actores gay en Hollywood
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Carlos MonsiváisNotas de la semana28 de septiembre de 2008




Del don de la ubicuidad de un tema
En 1918, Ramón López Velarde escribió: “Mejor será no regresar al pueblo, / al edén subvertido que se calla / en la fascinación de la metralla”.
Noventa años después, ¿cuántos podrían suscribir estos versos cuyo contexto ya no es la Revolución sino los arrasamientos del narcotráfico, de la presencia ubicua de las armas, del impulso de la deshumanización, siempre presente pero ahora vigorizada por la nueva impunidad?
En estos años, particularmente desde la década de 1990, la presunción de un narcoestado ha ido creciendo en medio del viaje circular del miedo al terror, de la suspicacia al pánico, de la resignación a la paranoia. Sin que se advierta al principio, el narcotráfico trastoca la mentalidad social, crea las fuentes de empleo cuyos beneficiarios dejan de existir en fechas próximas y fomenta una “religión de la crueldad” entre quienes, de manera primordial, depositan su poder y su capacidad de diálogo en el uso de las armas.
Así esté presente en varios estados (Michoacán, un ejemplo destacado), la región más afectada del país es la frontera norte, agobiada por la presencia del narcotráfico, la otra sociedad que amedrenta y en buena medida transforma a las sociedades existentes (el miedo no anda en utopías), y esto influye en las nociones de arraigo y desarraigo, de comunidad y de confianza individual, de sentido de la historia y de pertenencia a un país.
Los acontecimientos recientes, en especial las granadas arrojadas en Morelia con el impulso del azar homicida, dibujan otra realidad social y sicológica, otra forma de medir los liderazgos, otra redefinición de ética y moral, la que surge de su abolición drástica. El país no se ha entregado al narco ni se puede hablar de situaciones que reduzcan todavía más el depósito humanista que subsiste en toda sociedad, pero sí se han pulverizado los restos de la confianza antigua en “la normalidad”, y sí actúa, avasalladoramente, la demografía en expansión.
“Ya nunca seremos menos”. Aparece la zona de los “desechables”, expulsados de sus comunidades y regiones por el desempleo, el cacicazgo y el hambre; los “desechables” que se dejan ver vueltos cadáveres o verdugos, los mismos que dos generaciones antes habrían sido vagos del pueblo o precaristas del billar de la esquina.
¿Quiénes integran a Los Zetas, a La Familia de Michoacán, al cártel del Golfo, a los grupos cuyo nombre, cortesía de las procuradurías, nada informa de su reclutamiento y de sus formas de vida o de muerte? Sólo estamos al tanto de las resonancias indirectas y directas del narcotráfico, y apenas intuimos, y malamente, el volumen del dinero que se maneja, y las complicidades de políticos, financieros y jefes policiacos.
De lo otro sí llevamos la contabilidad del espanto: los cuerpos hallados al cabo de torturas, mutilaciones, asfixias, apuñalamientos, descargas de automáticas y AK-45; las familias deshechas, las viudas en el desamparo, los hijos a la deriva; los pueblos y las ciudades en el amedrentamiento; la sociedad entera que habla del desmoronamiento de la nación, del derrumbe, de aquí a dónde se va.
El rumor, el morbo, la histeria informativa, las hipótesis que dan lugar a leyendas que se desvanecen, las trayectorias de los capos que se manejan como parte central de la nueva historia del feudalismo, las sagas entonadas por la onda grupera, “el pintoresquismo” atribuido hasta hace poco a una realidad trágica, las anécdotas con filo humorístico que dos granadas deshacen y les devuelven su condición básica: los residuos de una minoría que en el camino al dinero fácil, y en plena complicidad con una parte de los poderes de México y Estados Unidos, adquirió el gusto interminable por la crueldad y los asesinatos.




MIGRANTES EL AMARGO RETORNO A MEXICO. PROCESO




No ha mejorado México, pero empeoró Estados Unidos. El desempleo derivado de la grave crisis del "país de las oportunidades", sumado al recrudecimiento de las leyes contra la inmigración y a los ataques raciales, están revirtiendo el éxodo económico de los trabajadores mexicanos. Cientos de ellos están regresando, conscientes de que aquí enfrentarán de nuevo las difíciles condiciones de vida de las que huyeron.
J. Jesús Esquivel
WASHINGTON.- "Nos vamos para México... Mejor que me chinguen allá en mi tierra a que me chinguen aquí, donde ya no nos quieren", dice Justino Olivares Reyes, un albañil indocumentado que decidió regresar a su natal san Luis Potosí después de vivir 13 años en Estados Unidos, agobiado por el acoso de los agentes de migración, el racismo y, ahora, por el desempleo que implica la crisis económica en este país.
"Ya tengo un mes sin trabajo. Hago una cosita por aquí y otra por allá para sacar lo de la comida del día, pero ya no hay chamba. Mi mujer trabajaba de niñera, pero dejó de ir al trabajo desde que se aprobó la ley contra los indocumentados. Está cabrón andarse escondiendo de la migra y ahora de la policía", se queja.
Justino y su esposa, Elia Martínez, llevan seis años viviendo en Manassas, un suburbio de la capital estadunidense, donde la policía tiene la consigna de detener a cualquier persona "con aspecto extranjero" para investigar si tiene residencia legal, ya que en marzo pasado se aprobó en Manassas una ley que pena la inmigración indocumentada.
A la misma situación se enfrentan decenas de miles de paisanos en Estados Unidos, de acuerdo con un amplio reportaje publicado en la edición 1665 de la revista Proceso.
Pero Elia y Justino tienen otro problema: su casa les fue embargada porque desde hace seis meses no pagan la hipoteca. El motivo es la falta de ingresos, pero aun con empleo no podrían pagar los 6 mil 500 dólares mensuales de esa cuota:
"Se dispararon los intereses. Hace dos años, cuando compramos la casa, comenzamos a pagar 3 mil dólares al mes, pero con la crisis subieron los intereses y ya no nos alcanza, menos ahora que no tenemos trabajo", explica Elia, llorando porque con la casa van a perder los 30 mil dólares que invirtieron en el enganche, es decir, sus ahorros de 13 años de trabajo.




LEA; YO NO PIDO PERDON. PROCESO




En su residencia de San Jerónimo, al sur de la Ciudad de México, Luis Echeverría tuvo 14 sesiones de entrevista con Rogelio Cárdenas Estandía. Pero la memoria del expresidente es selectiva, según comprobó el entrevistador, quien reunió la información de esos encuentros en el libro Luis Echeverría Álvarez: entre lo personal y lo político, que comenzará a circular esta semana bajo el sello de Planeta. Con autorización de la editorial, Proceso publica literalmente el fragmento del diálogo relativo a la matanza de Tlatelolco y proceso.com.mx, reproduce a su vez un pequeño adelanto del mismo
Rogelio Cárdenas Estandía
De no actuar en el 68, hubieran tirado al presidente
-¿Recuerda qué le dijo el presidente, luego de los acontecimientos?
-No mucho, que era una cosa muy grave, que tenía que ver, observar, como todo mundo, porque había cosas tan delicadas que dependían directamente del presidente.
-¿Le pidió que usted realizara alguna investigación?
-No, porque intervinieron autoridades muy distintas.
-¿Qué autoridades?
-La Defensa, el procurador general de la República, el jefe de la policía del Distrito Federal. Fue un acontecimiento muy complicado, los jefes de los muchachos, con la embajada soviética atrás, los cubanos un poco metidos, manejando a los líderes y un gran entusiasmo juvenil, como ocurrió en el mundo. Influyó mucho Francia en el mundo.
-Habla usted de injerencia soviética.
-Las investigaciones demostraron después que, por la Guerra Fría que había entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, la política exterior soviética había intervenido, de acuerdo con las circunstancias, en México, en Nicaragua, Argentina, Chile y en general en América Latina. Se supo, también, que los Estados Unidos, seguramente la CIA, habían intervenido en Europa para que la doctrina comunista no interviniera [en la región].
En el 68 todavía había una gran disputa entre el régimen soviético y Estados Unidos. La Unión Soviética estaba muy metida en México, en Centroamérica y en Sudamérica, de alguna u otra forma, ya sea interviniendo en periódicos, con asociaciones de trabajadores, de campesinos o con líderes políticos. Estados Unidos, por su parte, había apoyado a gobiernos dictatoriales muy cerrados, como pasó en varios países de Centro y Sudamérica, para que no proliferara el comunismo...




EL CRIMINAL SOBREVIVIENTE. GRANADOS CHAPA. PROCESO




Gustavo Díaz Ordaz murió el 15 de julio de 1979, Marcelino García Barragán el 3 de septiembre siguiente, Alfonso Corona del Rosal el 7 de enero de 2001. Luis Echeverría, subordinado del primero, compañero de gabinete de los dos restantes, los ha sobrevivido. Es el único miembro del gobierno que asesinó a cientos de jóvenes el 2 de octubre de 1968, hace 40 años, que vive aún.
Con gran sentido escenográfico, Echeverría se preparó una coartada que le permitiera aparecer ajeno a lo que después llamaríamos la matanza de Tlatelolco. Por supuesto que no sólo estaba al tanto de lo que haría el equipo de Díaz Ordaz para descabezar al movimiento estudiantil y popular sino que por interpósita persona participaba en la planeación y puesta en práctica de la estrategia presidencial.
El capitán Fernando Gutiérrez Barrios, director federal de Seguridad y enlace de Gobernación con el Ejército, entregó directamente al secretario de la Defensa, general Marcelino García Barragán, las llaves de los departamentos del edificio Chihuahua, en la Unidad Nonoalco Tlatelolco en que militares vestidos de civil se ocultarían para aprehender a los miembros del Consejo Nacional de Huelga (ver Parte de guerra, de Julio Scherer García y Carlos Monsiváis).
En presencia de Gutiérrez Barrios, en la mañana de aquel miércoles funesto García Barragán dijo a los generales de su plana mayor que el secretario de Gobernación le había informado que el Comité de Huelga "tiene convocado para hoy un mitin en la plaza de Tlatelolco y que al terminar éste se dirigirán a las instalaciones del Politécnico para tomarlas, quitándoselas a los soldados que las custodian... para hacer abortar esta acción se ha decidido, por el mando del ejército, disolver el mitin de Tlatelolco, capturando al Comité de Huelga..."
O sea que Echeverría no sólo estaba al tanto de los acontecimientos, sino que él mismo ofrecía información a la Defensa, y la DFS, bajo su dependencia, aportaba los elementos materiales para aplicar la estrategia militar. Y sin embargo, montó una escenografía para mostrarse ignorante de la tragedia que estaba ocurriendo no lejos de su despacho en Bucareli, en la Plaza de las Tres Culturas. Invitó a tomar café, y a conversar tranquilamente al pintor David Alfaro Siqueiros y a su esposa Angélica. Era una pareja conspicua en todas partes, sobre todo en Gobernación. El muralista había salido recientemente de la cárcel, a que lo condujo una represalia política del presidente Adolfo López Mateos, instrumentada por su secretario Díaz Ordaz, para castigar el activismo del artista que precedió a López Mateos durante su viaje a Sudamérica en una campaña de denuncia que desdoró la imagen que el mandatario mexicano buscaba proyectar.
Echeverría era un funcionario extremadamente cauteloso. No hubiera dado un paso como recibir a Siqueiros en su oficina sin notificarlo a Díaz Ordaz. Lo contrario hubiera significado una deslealtad, pecado supremo en deificación presidencial que el secretario de Gobernación no se hubiera atrevido a cometer. Tampoco se hubiera permitido dar la apariencia de frivolidad -hacer vida social, relaciones públicas- mientras una porción de los habitantes de la capital vivía en vilo por las movilizaciones juveniles, que generaron una represión cuyo tono iba en aumento hasta llegar a la ocupación militar de los predios del Politécnico y la Universidad Nacional.
En todo ello participaba Echeverría, cuidadoso siempre de mostrar fidelidad a su jefe, intuyendo o averiguando hacia dónde quería éste dirigirse para coincidir con él, para hacerle saber que en su reemplazante en Bucareli el presidente no sólo tenía un eficaz colaborador sino también, y sobre todo, un sucesor que continuaría su política de firmeza frente a la agitación comunista y quien le evitaría cualquier intento futuro de revisar sus actos. En esa identificación plena con Díaz Ordaz fincó Echeverría el trabajo político que lo condujo a sucederlo. Por eso puede decirse que su triunfo al ser ungido candidato presidencial se erigió sobre las tumbas de las víctimas de Tlatelolco.
En Los presidentes, el propio Julio Scherer ofreció otra prueba de la participación central de Echeverría en la noche de Tlatelolco. Cuando el estruendo de las balas no había cesado aún, el secretario de Gobernación se aseguraba de que la información sobre el suceso funesto correspondería a los intereses del gobierno y los suyos propios. En un "telefonema urgente", mintió al flamante director de Excélsior (elegido apenas un mes atrás) al informarle que había una batalla entre militares y estudiantes, en la que "caían sobre todo soldados, y a punto de colgar el teléfono había dejado al aire la frase amenazante: ¿Queda claro, no?".
A pesar de que en el otoño de 1968 faltaba un año entero para que Díaz Ordaz resolviera su sucesión, es seguro que el presidente la tuviera en la cabeza al encarar la crisis que su paranoia achacaba a la conspiración comunista destinada a desprestigiar a México en las vísperas de su debut internacional como nación potente, capaz de organizar unos juegos olímpicos. Ganó el premio quien supo sintonizarse con el temperamento presidencial. Lo intentaban todos, cada uno a su modo. Emilio Martínez Manautou, secretario de la Presidencia, simulando que creía en las ofertas de diálogo que Díaz Ordaz formulaba de dientes para afuera y mostrándose por ello conciliador y cercano a intelectuales que hubieran podido bendecir al gobernante feroz una vez concluido su sexenio. Alfonso Corona del Rosal, por su parte, suponía acaso que su doble vertiente de militar y político podía servir como bisagra, que asegurara el acercamiento con los universitarios basado en la intransigencia que era grata al Presidente, consustancial a él mismo.
El escogido fue Echeverría. Corona del Rosal quedó retirado de la política concluida su gestión en el gobierno de la ciudad de México. Después de ser senador y gobernador de su estado, ocupante de dos carteras en el gabinete presidencial, su jubilación llegó a tiempo. No así la de Martínez Manautou, que había saltado casi de la nada (un puesto en la política provinciana) a la Secretaría de la Presidencia. Alejado de la vida pública mientras gobernó Echeverría, resucitó para ocupar, impulsado por el José López Portillo que había sido su colaborador, la secretaría de Salubridad y el gobierno de Tamaulipas.
A su vez, Echeverría trocó su mutismo en verborrea y la sumisión en altanería, que desafió a un cada vez más perplejo Díaz Ordaz, a quien resultó difícil entender que se había equivocado y escogido para sucederlo a quien fingió ser lo que no era. Se sabe que por lo menos una vez, en noviembre de 1969, cuando el candidato que él había ungido le formuló un reproche no por indirecto menos corrosivo (el minuto de silencio en Morelia por la muerte de estudiantes y soldados en Tlatelolco), Díaz Ordaz pensó en revisar su decisión y desposeerlo de la candidatura. Lo que son las cosas: el hombre que ordenó la matanza del 2 de octubre no tuvo ánimos para disponer de la vida de quien sería su sucesor, como ocurriría años más tarde.
Muertos cada uno de los otros protagonistas del crimen de Tlatelolco, sólo sobrevive Echeverría. Resiste aún los afanes, que le resultan inconcebibles, de juzgarlo por el genocidio que cometió entonces y prolongó en los años de su propia presidencia. No irá nunca a la cárcel, pero la historia no lo ha absuelto, no lo absolverá.



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