2/24/2009

Las periodistas, más vulnerables al revelar temas de corrupción



Carmen de Lara, directora de Voces Silenciadas
Por Yunuhen Rangel Medina/enviada

Puebla Puebla, 23 febrero 09 (CIMAC).- Las investigaciones de las periodistas, cuya tarea forma parte de la irrupción de las mujeres en la vida pública, nos han abierto los ojos a temáticas en donde la corrupción está involucrada, pero como no existe una buena legislación sobre libertad de expresión, son ellas las más agredidas.

Por eso es de vital importancia seguir registrando la memoria de estas situaciones en contra de las comunicadoras, señaló en entrevista con Cimacnoticias la cineasta María del Carmen de Lara, durante la presentación de su documental Voces Silenciadas, que habla sobre la falta de libertad de expresión, realizada en la Universidad Iberoamericana de Puebla, el pasado jueves, como parte del Festival de documentales Ambulante.

La presentación contó también con una mesa de debate en la que participaron la periodista Ana Lilia Pérez, reportera de la revista Contralínea, quien sufre actualmente agresiones por sus investigaciones periodísticas; Lucía Lagunes, directora de Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC) y el periodista Virgilio Caballero, quién forma parte de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi).

Voces Silenciadas, que denuncia la grave situación de la libertad de expresión en nuestro país y la urgente necesidad de legislación en materia de medios de comunicación, tiene como hilo conductor la situación vivida por la periodista Carmen Aristegui, durante su salida de W Radio.

“El primer motivo para la realización de este trabajo, explicó De Lara, en gran medida fue la respuesta de la gente a la salida de Carmen Aristegui de los medios, porque de algún modo esto reflejaba algo que en ese momento yo también sentía, como público, como radio escucha, no pueden seguir restando medios y nosotros tenemos que tener el derecho a la información”.

Sobre esta realidad hablan en forma crítica periodistas e intelectuales de renombre en nuestro país, como la propia Carmen Aristegui, Patricia Ortega Miguel Ángel Granados Chapa, Javier Corral Jurado, Lorenzo Meyer, Vicente Leñero, Carlos Monsiváis y Jenaro Villamil, Denisse Dresser,.

ELLAS, AGREDIDAS

No digo que los hombres no sean violentados, señala De Lara, pero es de llamar la atención que exista una Carmen Aristegui, una Lydia Cacho, una Ana Lilia Pérez, una Sanjuana Martínez, entre muchos otros casos, un CIMAC allanado.

Recordó De Lara el caso de las comunicadoras Teresa Bautista y Felicitas Martínez, indígenas triquis asesinadas el año pasado. Las antenas de las radios comunitarias que cubren las zonas indígenas, explicó, son declaradas ilegales.

El caso “Aristegui”, dijo Virgilio Caballero, se sigue reproduciendo en estos días, en estas horas. El Estado mexicano parece convencido de que la libertad de expresión y de prensa son sus peores enemigos. Y, señaló, no hay amparo al derecho de la gente a saber.

NOS DAÑA NO SABER

Por su parte, Lucía Lagunes, directora de CIMAC, señaló: “Si callan al mensajero quién nos va a informar, nos daña no saber. Cada voz silenciada de las y los periodistas asesinados significa silenciar a toda la sociedad”.

De Lara dijo en la entrevista que sobre nuestro derecho a la información no se trata de pedir cachitos a Televisa, porque a ellos nunca les ha interesado informar, “lo vimos desde el 68 con Jacobo Zabludowsky, ejemplificó, ahí el reclamo es al Estado mexicano porque es en la legislación”. “Debemos de tener un espacio radioeléctrico incluyente y diverso y una posibilidad de competencia real”, apuntó.

Al respecto Virgilio Caballero dijo que no es posible que 14 familias ostenten el poder en México y explicó cómo 12 familias tienen el poder de la radio y 2 el de la televisión. “Ellos dictan que debemos ver y pensar, justo ahí en Televisa están 11 de los empresarios dueños de México”.

Lucia Lagunes coincidió y dijo que los medios son de todas y todos los mexicanos y ahondó en el papel de las y los periodistas cuando resultan actores fundamentales al documentar los abusos del poder y la corrupción, sin que sean garantizados sus derechos.

ESPERAN SEGUNDA PARTE

Por su parte Ana Lilia Pérez aplaudió el trabajo hecho en el documental, agradeció el apoyo brindado en su situación y subrayó la importancia de que en proyectos como este se vuelva a poner el dedo en la llaga.

Virgilio Caballero, quien aparece en la cinta, calificó de exhaustivo el trabajo de De Lara y dijo que es tan importante que requerirá de una segunda parte.

Sabemos, dijo de Lara, que es político el problema, pero creemos que los legisladores por lo mismo tienen que actuar ya y entonces será la sociedad quien presione, como presionó con el petróleo, este es un problema igual de importante que ese, afirmó.

FALTA DE LIBERTADES

El duopolio imperante en las televisoras de nuestro país, la falta de garantías a la integridad de las y los periodistas en el ejercicio de su labor, migración, pobreza, educación, pederastia, guerra sucia, Atenco, Ley Federal de Telecomunicaciones, Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca, son algunos de los temas que dan contexto al problema de la libertad de expresión.

Por todo eso, dijo la Directora de Voces Silenciadas, es necesario registrar la memoria de nuestro país, contar esta otra parte de México que las televisoras, por los intereses que tienen, se niegan a reflejar. “Nosotros como documentalistas debemos mostrarnos solidarios todos los casos –que son muchos-- de periodistas asesinados”.

Sobre el caso de Ana Lilia Pérez, opinó que se trata de una política de Estado donde judicializar y presionar individualmente a los periodistas es una manera de coartar la libertad de expresión.

Dijo además que es muestra de cómo se rompen los acuerdos legislativos sobre derechos humanos elementales, al ejercer ciertas presiones por ejercer su oficio de manera congruente con el derecho que tiene la gente ser informado.

Consideró que la gente en nuestro país debe contar con información para poder desenmarañar una serie de situaciones de corrupción que nos están haciendo tener un país en violencia e impunidad.

De este modo insistió en la urgencia en la creación de una ley de protección a periodistas y “el Estado –un Estado fallido-- está en complicidad en contubernio con la situación de poder e intimidación”, acusó de Lara.

DOCUMENTALISTAS Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Explicó por otro lado cómo las y los documentalistas enfrentan de igual modo los problemas de libertad de expresión y acceso a la información, situación que quedó plasmada en el documental a modo de silencio, el silencio que algunos actores decidieron guardar, dijo.

Por ejemplo, narró la Directora, en el caso de Daniel Moreno, a quien nos acercamos en la “W” para tratar de entrevistarlo y ofrecerle el derecho de réplica que ellos no otorgan al público.

Es también el caso de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, en donde buscamos a Rafael del Villar, “quien después de autorizarme la entrevista sorprendentemente rápido, me llamó, cuando estaba todo listo y cuidando mucho que yo no llevara ni grabadora, ni bolsa, para decirme que Luis Téllez no le había autorizado darme la entrevista”.

“Me dijo que no me enojara, pero yo le dije: si no me enojo, lo que más bien me preocupa que el Estado mexicano --frente a una serie de situaciones tan importantes, como una ley de medios no resuelta, con una decisión de Prisa y Televisa que fue tomada fuera de la ley contra Aristegui, sin represalias, con la presión de las televisoras en relación a leyes, que ahora se vuelve a reflejar con los spots-- no tenga una postura. Eso, me parece grave”.

Definitivamente, revela De Lara, no es fácil hacer documental en México, “uno no puede vivir del oficio”, en cuanto al financiamiento tampoco. Yo conté, dijo, con el apoyo del Sistema Nacional de Creadores y con el apoyo de la Universidad. “La mala legislación está también en el cine”

Yo quería libertad de decidir mis contenidos y distribución, expuso, “y si te metes a los parámetros del Estado para poder financiarte, en este caso al Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), a quien por cierto llamaron de presidencia para preguntar si ellos estaban financiando mi película, te encuentras reprimido”.

La cineasta detalla: la distribución en México se vuelve complicada por patrones de represión y libertad de expresión pues en esa legislación debía haber apartados donde las televisoras tengan que exhibir documentales en los tiempos oficiales, por la misma razón de que el espacio radioeléctrico nos pertenece a todas y todos.

Por un lado, expresó, me da gusto que mi documental esté comenzando a tener impulso, pero también es grave ver que seguimos solo en los medios alternativos, donde muchas veces no trasciende más allá de nosotros mismos.

LA EXHIBICIÓN

El Festival Ambulante, dentro del cual fue presentado Voces Silenciadas, dijo su Directora, es muy importante, porque nos da cierta movilidad, pero nos programa “un día aquí, mañana en otro y eso hace un poco difícil el acercamiento al público”.

Lo más importante es que la gente vea los documentales, explicó, Aunque no se cuente con aparatos fuertes de distribución, prefiero, dijo, que la película esté en las calles.

Por otro lado, no se trata solo de ganar premios, opinó, los trabajos no se deben clasificar por las medallas “porque al final resulta una trampa de un sistema que nos lleva siempre a que solo hay unos buenos. Yo estoy muy en contra de eso”.

De este modo, Voces Silenciadas es exhibida en la Cineteca Nacional, “hasta donde el público la reclame”; se ha comenzado a distribuir en DVD, pues “la idea es colocarlas en las organizaciones a un costo solo de recuperación”, informó la cineasta.

Posteriormente ira a las salas de la Universidad Nacional Autónoma de México donde esperan sea acogida por los cine clubs universitarios y en abril próximo entra a TV UNAM.

09/YR/GG

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