1/19/2010

SOLO HAMBRE con Gobierno de promesas incumplidas.


Se eleva nivel de pobreza en municipios de Edomex

En Chimalhuacán, la región con más rezago,

una familia de diez integrantes hace rendir un presupuesto de 35 pesos al día

Emilio Fernández / Corresponsal
El Universal
Martes 19 de enero de 2010
emilio.fernandez@eluniversal.com.mx

CHIMALHUACÁN, Méx.— El pollo y la leche se convirtieron en alimentos de lujo para ellos. Una vez al mes consumen el lácteo y cada dos meses, carne de ave.

A la familia de Guadalupe García Santiago, una abuela de 55 años, el gobierno federal la considera una de las más pobres en el estado de México. En la mesa de su vivienda, en la colonia San Juan Zapotla, en Chimalhuacán, catalogado por la Federación como el municipio urbano con mayor marginación del país, la canasta básica escasea casi siempre.

Los últimos meses de 2009 sumieron más en la miseria a los García.

La crisis económica no sólo le quitó el empleo permanente al marido de Guadalupe —Salvador Benjamín— quien es albañil, sino la leve esperanza de tener una mejor calidad de vida.

Los 50 pesos que le prestan sus vecinos a Guadalupe, quien ahora tiene diabetes, le alcanzan para comprar huevo, frijoles, sopa y tortillas y nada más. El apetito de sus tres nietos que viven con ella está ávido de manjares.

Esa ha sido su tarea: conseguir 50 pesos diarios para alimentar a seis bocas. “no me acuerdo cuándo fue la última vez que comimos res, puerco o pescado”.

Sin ingresos fijos y sin seguridad social de los integrantes de su familia, Guadalupe ve un futuro poco promisorio. “Para este año no creo que mejore nuestra situación; me parece que será más difícil que 2009”, agrega.

Tres cuartos —dos con techo de lamina de cartón y otro de lámina de asbesto— edificados en una barranca son su patrimonio. “Varias veces he pensado en vender mi terreno para poder vivir, pero si lo vendo ¿a dónde me iría?”, pregunta entre sollozos. La única de sus alegrías fue cuando la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) le colocó el año pasado el piso a su cocina y su recámara. “Hasta lloré de la emoción”, recuerda.

Catálogo

Hasta 2008, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el estado de México 7 millones 117 mil 187 personas vivían en pobreza de patrimonio, 48.6% de los más de 14 millones de habitantes de la entidad.

Pobreza de patrimonio es la insuficiencia del ingreso disponible para adquirir los productos de la canasta básica y para realizar los gastos necesarios en salud, vestido, vivienda, transporte y educación, aunque la totalidad del ingreso del hogar fuera utilizado de forma exclusiva para la adquisición de estos bienes y servicios.

En 2005, según el Coneval, 49.9% de los residentes vivían en esa situación, lo que representa una disminución de 1.3%. De 2005 a 2008 el porcentaje de pobreza alimentaria aumentó en la entidad mexiquense de 14.3% a 14.9%. De un millón 999 mil 76 residentes se incrementó la cifra a 2 millones 185 mil 799 personas.

La pobreza alimentaria es catalogada por el Coneval como la incapacidad para obtener la canasta básica alimentaria, aun si se hiciera uso de todo el ingreso disponible en el hogar en comprar sólo los bienes de dicha canasta básica.

También se registró un aumento en el número de personas con pobreza de capacidades en el estado de México de 2005 a 2008; los datos establecen que se incrementó de 22.4% a 23.1%. De 3 millones 133 mil 143 habitantes en 2005, se modificó la cantidad en 2008 a 3 millones 388 mil 57 residentes.

A la pobreza de capacidades se le identifica como la insuficiencia del ingreso disponible para adquirir el valor de la canasta alimentaria y efectuar los gastos necesarios en salud y educación, aun dedicando el ingreso total de los hogares nada más que para estos fines.

Hasta 2005 el estado de México ocupaba el lugar 19 en el país en pobreza y rezago social. El grado de rezago social otorgado por el Coneval al territorio mexiquense es de “bajo”. Chiapas ocupa el primer sitio a nivel nacional en ese rubro con una calificación de “muy alto”.

En 2005 los indicadores de rezago social en el estado de México revelaron que 52.66% de la población no contaba con seguridad social; 10.81% de las viviendas particulares habitadas no disponían de sanitario o excusado; que 6.44 % de las casas no contaban con red de agua potable y que 6.58 % de los inmuebles privados de la entidad no estaban conectados a la red de drenaje.

El estudio también indicó que 25.76% de los hogares mexiquenses no contaban con refrigerador y que en 39.61% de las viviendas no había una lavadora; 38.5% de la población mayor a 15 años no concluyó su educación básica.

En San José del Rincón

El municipio de San José del Rincón ocupaba en 2005 el primer lugar en la entidad en pobreza alimentaria, pobreza de capacidades y pobreza de patrimonio, pues 57.5%, 67.4% y 85.9%, respectivamente, de sus casi 75 mil habitantes estaban en esas condiciones.

Gustavo Vicencio Tovar, delegado en Edomex de la Sedesol, dijo que Ecatepec —con más de 3 millones de habitantes— encabeza la lista con el mayor número de pobres en la entidad.

Al menos, agregó, 23 municipios rurales y 12 metropolitanos concentran los índices más altos de marginación. Acompletan la lista Chalco, Valle de Chalco, Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Naucalpan y Toluca.

San Felipe del Progreso, San José del Rincón, Villa de Allende y Temoaya, son algunos de los municipios rurales que concentran a un gran número de residentes con pobreza y marginación.

El Coneval dice que los niveles de pobreza y desigualdad aún son elevados.

Otro rostro

Hasta hace poco una lona era el techo de la casa de Gerónima Manjarrez Calzada, de 55 años, quien forma parte de otra de las familias más pobres de la entidad más poblada del país.

Con mucho sacrificio ella y sus dos hijas juntaron para comprar láminas de cartón para protegerse de las inclemencias del tiempo en su vivienda localizada en la colonia Cuatro de Febrer, en el municipio de Chimalhuacán, donde la pobreza y la marginación social son una constante.

Pero las láminas de cartón poco aguantaron la temporada de lluvias. “Se doblaron y le tuvimos que meter unos palitos para que no se vencieran, pero de todos modos se nos mete el agua”.

El presupuesto diario en este hogar es de casi 35 pesos. Mil pesos al mes, en promedio, son los ingresos de Gerónima, quien vende productos por catálogo. Ese dinero le tiene que alcanzar para preparar la comida de 10 personas, sus dos hijas y siete nietos.

La sopa no puede faltar en su mesa, los otros alimentos de la canasta básica a veces llegan. Lavar y planchar ajeno son otras de las actividades que tiene que realizar para obtener más ingresos.

“El esposo de mi hija se fue a Estados Unidos porque aquí no había trabajo y le manda 100 pesos mensuales que no alcanzan para nada”, indica.

La situación en la que viven ha mermado la salud de Gerónima, quien tiene un problema en una de sus piernas que le impide caminar; angustia, desesperación y el estrés son otros de los males que no le permiten conciliar el sueño.

“Me siento mal porque no hay dinero para lo más indispensable y yo no creo que el 2010 sea mejor, va ser igual de difícil, extremadamente difícil”, prevé.

Uno de sus sueños es construir una vivienda más digna para su familia, pero no tiene dinero. Hace unos días ella y su hija se dedicaron a acarrear tabiques —que tiró alguno de los vecinos que construyó una barda— hasta su terreno de 120 metros cuadrados.

“Es difícil vivir así porque uno no ve el progreso, cada día la cosa se pone más difícil y no sabemos qué hacer”, lamenta uno de los rostros de la pobreza.


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